La cabra Murciano-Granadina es una raza altamente especializada en la producción lechera, cuyo nombre compuesto se debe a las provincias españolas de procedencia, Murcia y Granada. Aunque la mayoría de las explotaciones de esta raza se localizan en los sistemas semiextensivos e intensivos del sur de España, principalmente en Andalucía, también se encuentran numerosos rebaños en el resto del territorio español, así como en diferentes países de América, África y Oriente Medio, gracias a sus excelentes cualidades lecheras y a su buena adaptación a las condiciones climáticas adversas (Fuentes García y col., 2000; Acrimur, 2002; Caprigran, 2003).
Los animales de esta raza se caracterizan por su perfil subcóncavo, proporciones de tamaño medio y una morfología longilínea. Presentan una capa uniforme, de color negro o caoba con mucosas oscuras o sonrosadas, respectivamente.
Dentro de sus mejores aptitudes y cualidades destaca su gran capacidad de adaptación a diferentes condiciones climáticas (humedad y temperatura) y sistemas de explotación. Tiene un gran potencial productivo, alcanzando las cabras en control lechero valores medios de 537 litros de leche en 210 días de lactación, con un contenido de 5,31% de grasa, 3,60% de proteína y 14,27% de extracto seco total.
Asimismo, tienen una alta calidad otras producciones de esta raza, de gran demanda en el mercado, como la carne de cabrito lechal amamantado con leche exclusivamente (alcanzando un peso de 8 a 10 kg en 25-30 días), los productos lácteos (quesos, cuajadas yogures) y las pieles y cueros.
Fuente: Quesos artesanos del Mediterráneo (libro CAP, 2007). Sevilla (España).
José Luis Ares y José María Castel (autores)