domingo, 8 de julio de 2018

CONSULTORIO LÁCTEO-62

Respuesta a la consulta:

La presencia de ácido fólico, también conocido con los nombres de ácido polínico, folato o folacina es, desde hace tiempo, una realidad en los productos lácteos. De forma natural se forma en el intestino, a partir de la flora intestinal, absorbiéndose principalmente en la segunda parte de nuestro intestino delgado (yeyuno), y luego se distribuye por los tejidos a través de la sangre y se almacena en el hígado. Se elimina a través de la orina y la deposición fecal. Su papel aparece relacionado con las enzimas que participan en la transferencia de grupos monocarbonados, resultando fundamental a nivel celular para sintetizar el ADN (ácido desoxirribonucleico) relacionado con la transmisión genética, y también el ARN (ácido ribonucleico), indispensable para constituir proteínas y tejidos del cuerpo humano. Otras propiedades del ácido fólico es su papel en la formación de los glóbulos rojos, los beneficios en la constitución neurológica fetal, la disminución de incidencia de las enfermedades cardiovasculares, la estimulación de los ácidos digestivos, la recuperación del apetito, y su contribución al correcto funcionamiento del sistema nervioso.


Autor: José Luis Ares Cea