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miércoles, 5 de agosto de 2015

INVESTIGACIÓN: MÉTODOS INSEMINACIÓN ARTIFICIAL CABRA MURCIANO-GRANADINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la inseminación artificial sistemática en cabras de raza Murciano-Granadina tratadas con dos métodos de sincronización de ovulaciones.

En el IMIDA de Murcia se desarrolla habitualmente la colaboración con ganaderos de la región en la aplicación de protocolos de inseminación artificial. Este programa se ofrece actualmente a 26 explotaciones radicadas en Murcia, de las que 25 pertenecen a la Asociación de Criadores de Ganado Murciano (ACRIMUR) y 9 localizadas en Almería, pertenecientes a la Cooperativa de Piensos, Carne y Leche de los Filabres; con un tamaño de las explotaciones que oscila entre 200 y 1.000 animales y una explotación intensiva, con un parto al año. Un 90% de estas inseminaciones se realizan en primavera (abril-junio), durante el periodo de anestro en esta raza. El método utilizado habitualmente para la sincronización de celos previa a la inseminación artificial estaba basado en la aplicación de esponjas vaginales con progestágenos, análogos de la prostaglandina F2a y eCG. En el año 2003, se comenzó a evaluar la posibilidad de implantación de un método alternativo, basado en el manejo del efecto macho, que eliminase los inconvenientes del empleo de esponjas vaginales.

En el presente trabajo se presentan los resultados correspondientes a las inseminaciones realizadas durante los meses de abril, mayo y junio de los años 2003-2004, en un total de 2.184 cabras, distribuidas en 37 replicados en 12 explotaciones diferentes. En cada explotación las hembras eran divididas al azar en dos grupos. Las hembras del primer grupo (n total = 1584) eran tratadas con efecto macho y administración de 25 mg de progesterona en aceite de oliva. Los sementales se mantuvieron durante 6–8 días. Al noveno día las cabras, ya separadas de los machos, fueron tratadas con 0,3 ml (75 mg) de cloprostenol (Estrumate, Schering) para inducir la lisis del cuerpo lúteo inducido (método IMA.PRO2â).

Las hembras del segundo grupo o control (n total = 600) eran tratadas con el método clásico de sincronización de celos, mediante la administración de progestágenos vaginales durante 11 días, inyectando el día 9, 300 UI de eCG y 0,3 ml de cloprostenol. A las 50 y 46 horas del final del tratamiento, respectivamente para el grupo 1 y 2, haciendo coincidir los intervalos propios entre final de ambos tratamientos e inseminación, todas las hembras eran inseminadas al mismo tiempo en una sola aplicación. Se utilizó semen refrigerado proveniente de machos del Centro de Inseminación del IMIDA, con una dosis de 200 millones de espermatozoides en un diluyente a base de tris, citrato y fructosa con yema de huevo. La tasa de fertilidad se estableció mediante diagnóstico de gestación por ecografía transabdominal a los 40 días post-inseminación.

El análisis de los resultados de las inseminaciones realizadas el primer año (2003) sobre un total de 436 animales, muestra una tasa de fertilidad mayor en los animales tratados con el método IMA.PRO2â (62,9%, n = 219) que en los animales tratados con esponjas intravaginales (45,3%, n = 217; P<0,05). Estos resultados se confirmaron en el segundo año (2004) sobre 1638 inseminaciones (65,2%, n = 1365 con IMA. PRO2â vs 49,4%, n = 383 con progestágenos; P<0,05); sin diferencias significativas entre años. Así, los resultados conjuntos de fertilidad fueron del 64,6%, con el nuevo método, superiores a los obtenidos con el método basado en el uso de esponjas (46,8%; p<0,01). En el caso de los animales tratados con esponjas vaginales, la tasa de fertilidad se vio afectada por el tamaño del grupo de animales inseminados (rango = 15-99; r = 0,712, p<0,005); lo que no se observa en los animales tratados con el método IMA.PRO2â (rango = 10-143). Las causas de este efecto deben ser evaluadas, pero podrían estar relacionadas con una menor dispersión de celos y ovulaciones en el método alternativo eCG, superiores a los que se consiguen con los tratamientos clásicos de administración de progestágenos y eCG. Por otro lado es de destacar la sencillez de manipulación del método evaluado y la ausencia de efectos secundarios al no utilizar progestágenos ni eCG.



Autoría: J. Carrizosa y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

jueves, 30 de julio de 2015

INVESTIGACIÓN: INSEMINACIÓN ARTIFICIAL EN CABRA MURCIANO-GRANADINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se han estudiado los factores que influyen en la inseminación artificial con semen congelado en cabras de raza Murciano-Granadina (España).

El desarrollo de la inseminación artificial en la raza caprina Murciano-Granadina es una herramienta fundamental para el programa de mejora genética de la asociación de criadores de la Comunidad Valenciana, con la colaboración del Centro de Investigación y Tecnología Animal (CITA-IVIA). En el presente trabajo se estudian algunos factores que pueden influir en la eficacia del método, entre ellos, la profundidad a la que se deposita el semen en el tracto genital de la cabra, la habilidad del inseminador, el macho y la explotación ganadera, así como en la fertilidad tras la inseminación con semen congelado en estación no reproductiva.

Las inseminaciones se realizaron entre el mes de febrero y el mes de mayo de 2004 en 13 ganaderías, sobre cabras de raza Murciano-Granadina que hubieran parido al menos una vez. Tres técnicos realizaron un total de 421 inseminaciones. Se utilizó semen congelado de 6 machos, con un mínimo de tres machos y dos inseminadores por explotación, para evitar confusiones entre sus efectos. Antes de realizar el tratamiento de sincronización se realizaba una preselección con ayuda del ecógrafo, eliminando las pseudogestantes, y a las que presentaban una condición corporal extremadamente baja. El tratamiento de inducción y sincronización de celos consistió en la introducción de una esponja vaginal con 40 mg de FGA (Sincropart, Ceva) durante 11 días. Cuarenta y ocho horas antes de su retirada, se inyectaron, separadamente, 2,5 mg de PGF2α (Enzaprost, Ceva) y 350 U.I. de PMSG (Sincropart, Ceva).

Para la inseminación artificial, el semen fue procesado en el Centro de Selección y Mejora Genética de Ovino y Caprino de Castilla-León (OVIGEN). Seis machos fueron elegidos aleatoriamente de entre los integrantes del centro. Las cabras se inseminaron vía cervical con semen congelado, previamente descongelado a 38ºC durante 40 segundos aproximadamente, entre las 46 ± 1 horas tras la retirada de las esponjas. Se registró la profundidad de deposición del semen con valores entre 0 y 4 en rangos de 1 cm, para deposición vaginal, endocervical a tres niveles, y post-cervical (intrauterina), respectivamente.

El análisis estadistico se realizó asumiendo que la fertilidad sigue una distribución binomial, ajustándose a un modelo lineal generalizado por el método de máxima verosimilitud (GENMOD procedure, SAS, 2001) usando el siguiente modelo: Fijkl = μ + Gi + Mj + Pfk + Il + eijkl, donde: Fijkl es fertilidad, definida como éxito al parto (sí/no); Gi es la granja, i = 1-13; Mj es el macho, j = 1-6; Pfk es la profundidad de inseminación, k = Vaginal (Vg)), 1 (1-2 cm), 2 (2-3 cm), 3 (3-4cm), (postcervical (PC)); Il es inseminador, l = 1-3; eijkl es el error residual. Se utilizó un test Chi-cuadrado para comparar entre los niveles de aquellos factores que tenían un efecto significativo. Finalmente, se realiza un ANOVA para determinar si los factores estudiados (G, M, Pf, I) influían significativamente sobre la prolificidad. El número mínimo de cabras inseminadas por granja fue 23 y el máximo 49.

Los resultados obtenidos muestran una fertilidad real global del 53%, similar a las obtenidas en otras razas: WDE y BDE (62%), Saanen y Alpina (65%), Angora (51%). Los factores que influyen sobre la fertilidad son la explotación y la deposición del semen (P<0,05), mientras que ni el macho ni el inseminador tuvieron efectos significativos (P < 0,05; NS; no significativo). Sólo el factor explotación afectó a la prolificidad (P<0,01). Los resultados de fertilidad presentan una gran variabilidad entre explotaciones caprinas, con valores entre el 37 y el 77 %, que también fue observada por otros autores. Dentro del efecto explotación, se han incluido tanto el manejo como las características de la granja y de los animales.

En la mayoría de las hembras se realizó una deposición seminal endocervical, a mayor o menor profundidad. En el 7% de las hembras se depositó vaginalmente. Sólo en el 18% de las hembras inseminadas se logró atravesar el cérvix. En este trabajo, los valores obtenidos son menores que los de las razas Angora y Cashmere (30-60%). Por otra parte, se ha constatado la importancia de atravesar el cérvix, ya que los resultados de fertilidad así obtenidos son superiores a los de inseminación vaginal o endocervical (73% vs. 36-50%, respectivamente; P<0,05). Otros autores observaron una diferencia de fertilidad de 53 puntos entre deposición intrauterina y endocervical (hasta un máximo de 1 cm), mientras que en este trabajo, con un mayor número de hembras inseminadas, la diferencia observada fue ligeramente inferior (37 puntos de porcentaje).



Autoría: I. Salvador y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

miércoles, 29 de julio de 2015

INVESTIGACIÓN: EVALUACIÓN DE SEMENTALES DE RAZA MURCIANO-GRANADINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la evolución de los parámetros seminales (concentración y volumen), así como la evaluación de futuros sementales a través de pruebas de progenie en una población de machos cabríos de raza Murciano-Granadina en la Comunidad Valenciana (España).

El presente trabajo se ha realizado ante la necesidad de un adecuado entrenamiento para los machos cabríos del Programa de selección de esta raza, con la finalidad de mejorar la recuperación del semen de los cabritos seleccionados, hijos de las mejores hembras de la cabaña evaluadas intrarrebaño. Así mismo, era también necesario definir los parámetros reproductivos de los machos de dicha raza; estos parámetros están ligados, por una parte, al manejo de los animales y, por otra, a sus propias aptitudes. La buena conjunción de ambas permite optimizar el proceso de recogida, logrando obtener unos tiempos de recuperación mínimos con eyaculados de mejor calidad.

Se ha estudiado una población de 13 machos de la raza Murciano-Granadina pertenecientes a la Asociación de Ganaderos de Caprino de la Raza Murciano-Granadina de la Comunidad Valenciana (AMURVAL) integrada en el seno de ACRIMUR. Estos machos llegaban al Centro de Investigación y Tecnología Animal (CITA-IVIA) a una edad aproximada de 5 meses. Una vez adaptados, fueron sometidos a un programa de entrenamiento para su adecuación a la vagina artificial. Para la recogida de semen se siguieron las pautas descritas en el protocolo de Silvestre y colaboradores (2004). A la edad de ocho meses se procedió a presentarlos ante una hembra estrogenizada sujeta a un potro de monta. El pase fue individual, si bien se hizo en presencia del resto de los animales. El tiempo máximo que permanecían con la hembra era de 10 minutos, en el caso de que no eyacularan. Si eyaculaban se retiraban inmediatamente del recinto. Las vaginas artificiales lubricadas en el extremo anterior, fueron atemperadas con agua, a una temperatura de 45 ºC. La presión en el interior era regulada de tal forma que permitiera el libre desplazamiento de una varilla de vidrio de 6 milímetros de diámetro. Las recuperaciones fueron realizadas siempre por el mismo operario, con la misma cadencia y la misma rutina de trabajo con respecto al grupo. Se evitaron en todo momento situaciones estresantes. En la información recogida se registró si los animales montaban o no, si la monta era acompañada de eyaculación y, cuando ésta se producía finalmente, se registraban las medias del volumen (en mililitros) y la concentración del semen (x 10-6) para estudiar su evolución a lo largo de la edad de los machos.

Entre los resultados obtenidos se consideraron como montas efectivas aquellas en las que se obtuvieron eyaculados, aunque su volumen fuera mínimo. A partir del tercer mes de entrenamiento y con una media de edad de 10 meses se recogía el semen a la mayoría de los futuros sementales (85% de los machos en testaje). En otros centros de inseminación, también se empieza aproximadamente a la misma edad y son eliminados aproximadamente el 15% de animales que no se adaptan a la vagina en las 15 primeras oportunidades, con dos sesiones de recogida a la semana. En este estudio, se correspondería aproximadamente con la edad de 11 meses, en la que un 15% de los machos no montaban todavía.

En el caso de la producción de semen, se podría optar por eliminar aquellos machos que no superasen una media de volumen de 0,2 ml o una concentración de mil millones de espermatozoides por ml, según algunos autores. De seguir este criterio, deberían eliminarse los machos 18, 19 y 20; sin embargo, podría ser más lógico establecer un mínimo en la producción total de espermatozoides (STP x 106) por macho y por eyaculado, puesto que es el término determinante para la producción de dosis, siendo deseable desde el punto de vista práctico superar al menos una STP de 1000 × 106 por eyaculado, manteniendo los mínimos establecidos de volumen y concentración. Combinando un mínimo de volumen y de producción se eliminarían 5 machos del centro (25%).


Autoría: J. Bernácer y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

martes, 30 de junio de 2015

INVESTIGACIÓN: EVALUACIÓN DE SEMENTALES CAPRINO MURCIANO-GRANADINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la evolución de los parámetros seminales para la evaluación de futuros sementales cabríos de raza Murciano-Granadina mediante pruebas de progenie en rebaños de la Comunidad Valenciana (España).

Dentro del desarrollo del esquema nacional de mejora genética de la raza caprina Murciano- Granadina (Programa de Selección) en la Comunidad Valenciana, se estableció la necesidad de un adecuado entrenamiento para la recuperación del semen de los cabritos seleccionados, hijos de las mejores hembras de la cabaña evaluadas intrarrebaño. También debían definirse los parámetros reproductivos de los machos de esta raza para su permanencia en el Centro (CITA-IVIA). Estos parámetros están ligados, por una parte, al manejo de los animales y, por otra, a sus propias aptitudes. La buena conjunción de ambas permite optimizar el proceso de recogida, logrando obtener unos tiempos de recuperación mínimos con eyaculados de mejor calidad.

Se ha estudiado una población de 13 machos pertenecientes a la Asociación de Ganaderos de Caprino de la Raza Murciano-Granadina de la Comunidad Valenciana (AMURVAL) en el seno de ACRIMUR. Estos machos llegaban al Centro de Investigación y Tecnología Animal (CITA-IVIA) a una edad aproximada de 5 meses. Una vez adaptados, fueron sometidos a un programa de entrenamiento para su adecuación a la vagina artificial. A la edad de ocho meses se procedió a presentarlos ante una hembra estrogenizada sujeta a un potro de monta. El pase fue individual, si bien en presencia del resto de los animales. El tiempo máximo que permanecían con la hembra era de 10 minutos, en el caso de que no eyacularan. Si eyaculaban se retiraban inmediatamente del recinto. Las vaginas artificiales lubricadas en el extremo anterior, fueron atemperadas con agua, a una temperatura de 45 ºC. La presión en el interior era regulada de tal forma que permitiera el libre desplazamiento de una varilla de vidrio de 6 milímetros de diámetro. Las recuperaciones fueron realizadas siempre por el mismo operario, con la misma cadencia y la misma rutina de trabajo con respecto al grupo. Se evitaron en todo momento situaciones estresantes. Se registró si los animales montaban o no, si la monta era acompañada de eyaculación y, si ésta se producía finalmente, se registraba el volumen y la concentración para estudiar su evolución a lo largo de la edad de los machos.

En los resultados obtenidos se consideraron como montas efectivas aquellas en las que se obtuvieron eyaculados, aunque su volumen fuera mínimo. A partir del tercer mes de entrenamiento y con una media de edad de 10 meses se recogía el semen a la mayoría de los futuros sementales (85% de los machos en testaje). En otros centros de inseminación, también se empieza aproximadamente a la misma edad y son eliminados aproximadamente el 15% de animales que no se adaptan a la vagina en las 15 primeras oportunidades, con dos sesiones de recogida a la semana. En este estudio, se correspondería aproximadamente con la edad de 11 meses, en la que un 15% de los machos no montaban todavía.

En el caso de la producción de semen, aunque se podrían eliminar aquellos machos que no superasen una media de volumen de 0,2 ml o una concentración de mil millones de espermatozoides por ml, de acuerdo con este criterio, se eliminarían los machos 18, 19 y 20; sin embargo, podría ser más lógico establecer un mínimo en la producción total de espermatozoides (STP), puesto que es el término determinante para la producción de dosis, siendo deseable desde el punto de vista práctico superar al menos una STP de 1000 × 106 por eyaculado, manteniendo los mínimos establecidos de volumen y concentración. En este sentido, combinando un mínimo de volumen y de producción eliminaríamos 5 machos del centro (25%).



Autoría: J. Bernácer y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

jueves, 25 de junio de 2015

INVESTIGACIÓN: FERTILIDAD EN CABRA MURCIANO-GRANADINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la fertilidad en cabras de raza Murciano-Granadina utilizando la inseminación artificial sistemática mediante dos métodos de sincronización de ovulaciones en explotaciones de la región de Murcia (España).  

Se ha desarrollado un programa en el que participan 26 explotaciones caprinas, integradas 25 de ellas en la Asociación de Criadores de Ganado Murciano (ACRIMUR), y otras 9 localizadas en Almería, pertenecientes a la Cooperativa de Piensos, Carne y Leche de los Filabres. El tamaño de estas ganaderías oscila entre 200 y 1.000 animales, incluyendo una explotación intensiva, con un parto al año. Un 90% de las inseminaciones se realizan en primavera, durante el periodo de anestro en esta raza. El método utilizado habitualmente para la sincronización de celos previa a la inseminación artificial estaba basado en la aplicación de esponjas vaginales con progestágenos, análogos de la prostaglandina F2a y eCG. En el año 2003, se comenzó a evaluar la posibilidad de implantación de un método alternativo, basado en el manejo del efecto macho, que eliminase los inconvenientes del empleo de esponjas vaginales. En el presente trabajo se presentan los resultados correspondientes a las inseminaciones realizadas durante los meses de abril, mayo y junio de los años 2003-2004.

En este estudio se comparan los resultados obtenidos en un total de 2.184 cabras de raza Murciano-Granadina, distribuidas en 37 replicados en 12 explotaciones diferentes. En cada explotación las hembras eran divididas al azar en dos grupos. Las hembras del primer grupo (n total = 1584) eran tratadas con efecto macho y administración de 25 mg de progesterona en aceite de oliva. Los sementales se mantuvieron durante 6–8 días. Al noveno día las cabras, ya separadas de los machos, fueron tratadas con 0,3 ml (75 mg) de cloprostenol (Estrumate Schering) para inducir la lisis del cuerpo lúteo inducido (método IMA.PRO2â). Las hembras del segundo grupo o control (n total = 600) eran tratadas con el método clásico de sincronización de celos, mediante la administración de progestágenos vaginales durante 11 días, inyectando el día 9, 300 UI de eCG y 0,3 ml de cloprostenol. A las 50 y 46 horas del final del tratamiento, respectivamente para el grupo 1 y 2, haciendo coincidir los intervalos propios entre final de ambos tratamientos e inseminación, todas las hembras eran inseminadas al mismo tiempo en una sola aplicación. Se utilizó semen refrigerado proveniente de machos del Centro de Inseminación del IMIDA, con una dosis de 200 millones de espermatozoides en un diluyente a base de tris, citrato y fructosa con yema de huevo. La tasa de fertilidad se estableció mediante diagnóstico de gestación por ecografía transabdominal a los 40 días post-inseminación.

El análisis de los resultados de las inseminaciones realizadas el primer año (2003) sobre un total de 436 animales, muestra una tasa de fertilidad mayor en los animales tratados con el método IMA.PRO2â (62,9%, n = 219) que en los animales tratados con esponjas intravaginales (45,3%, n = 217; P<0,05). Estos resultados se confirmaron en el segundo año (2004) sobre 1638 inseminaciones (65,2%, n = 1365 con IMA. PRO2â vs 49,4%, n = 383 con progestágenos; P<0,05); sin diferencias significativas entre años. Así, los resultados conjuntos de fertilidad fueron del 64,6%, con el nuevo método, superiores a los obtenidos con el método clásico basado en el uso de esponjas (46,8%; p<0,01). En el caso de los animales tratados con esponjas vaginales, la tasa de fertilidad se vio afectada por el tamaño del grupo de animales inseminados (rango = 15-99; r = 0,712, p<0,005); lo que no se observa en los animales tratados con el método IMA. PRO2â (rango = 10-143). Las causas de este efecto deben ser evaluadas, pero podrían estar relacionadas con una menor dispersión de celos y ovulaciones en el método alternativo eCG, superiores a los que se consiguen con los tratamientos clásicos de administración de progestágenos y eCG. Por otro lado es de destacar la sencillez de manipulación del método evaluado y la ausencia de efectos secundarios al no utilizar progestágenos ni eCG.


Autoría: J. Carrizosa y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

jueves, 14 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: EFECTO FORRAJE Y DIETA PROTEICA EN PRODUCCIÓN Y COMPOSICIÓN DE LECHE DE CABRA GRANADINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado el efecto de la forma física de presentación de la fracción de forraje de la dieta alimentaria y de la fuente proteica utilizada, sobre la producción y composición de la leche de cabra Granadina (Granada, España).

La posibilidad de llegar a cambiar la composición de la leche por medio de la manipulación de la alimentación del animal productor, resulta aunque limitada, factible, dependiendo esto no sólo del aspecto de composición que se desea alterar, sino también de las características particulares del animal en cuestión. Sobre la cantidad de proteína de la leche son el contenido energético y/o proteico de la dieta, los que ejercen una mayor influencia. La no degradación de parte de la proteína dietética en el rumen junto a su posible absorción a nivel intestinal, es una estrategia que puede llegar a modificar la cantidad y/o composición de la proteína láctea producida

Igualmente, la forma física de presentación de la fracción forraje de la dieta es capaz de determinar cambios sobre el contenido en grasa y/o proteína de la leche, cambios originados en virtud de los que se establecen en la fermentación ruminal. En relación con lo expuesto, y respecto en lo que a la cabra se refiere, la información disponible, junto con resultar escasa, parece apuntar a que tratándose de dietas isoenergéticas e isonitrogenadas, este animal se muestra poco sensible a las particularidades de su dieta en lo que a la composición de su leche se refiere.

De acuerdo con estos antecedentes, y teniendo en cuenta la importancia de la especie caprina en España y, en concreto, del volumen de leche producido en Andalucía (más del 50% del total nacional), esencialmente con fines industriales para la elaboración de quesos, puede ser interesante analizar el efecto que, sobre la producción de leche de cabra Granadina, podría tener la utilización de dietas en las que la fracción forraje, fuese heno de alfalfa o alfalfa granulada, y donde parte de la proteína dietética quedara constituida por diferentes fuentes que resultaran más o menos degradables a nivel del rumen, concretamente habas grano, torta de girasol, gluten de maíz y semilla de algodón. 

En este trabajo se han utilizado cinco lotes de cinco cabras Granadinas, que se encontraban a la mitad de su segunda lactación, alojadas a lo largo del período experimental, en boxes individuales de 1,2×1,3 m, formándose lotes homogéneos de acuerdo con su peso y producción láctea. Teniendo en cuenta sus necesidades nutritivas, cada animal recibía diariamente una dieta compuesta por 1 kg de forraje y 1 kg de concentrado, suficiente para producir hasta 2 kg de leche por animal y día. Los tratamientos consistieron en el empleo de cinco dietas diferentes según la forma física de presentación de la fracción forraje o la fuente proteica utilizada. La fracción forraje de las dietas 1, 3, 4 y 5, quedaba constituida por un heno de alfalfa, mientras que la de la dieta 2, consistía en el mismo alimento en forma granulada. El 20% de la proteína total de cada dieta, fue aportada por habas grano (dietas 1 y 2); torta de girasol (dieta 3); gluten de maíz (dieta 4), y semilla de algodón (dieta 5), resultando las cinco dietas prácticamente, isonitrogenadas e isoenergéticas (17,90 ± 0,32% de proteína bruta, y 18,17 ± 0,30 MJ/kg MS energía bruta). Los animales se mantuvieron bajo las condiciones experimentales durante un período de 19 días, correspondiendo los 14 primeros al período de adaptación y los cinco últimos a la fase experimental. Al comienzo de cada jornada (9 horas), y una vez recogidos los rehusados, se ordeñaban las cabras manualmente, administrándose a continuación la dieta del día; primero la cantidad de concentrado y a continuación la de forraje, disponiéndose de agua ad libitum. Al comienzo de la experiencia, así como el día primero y último de la fase principal, se pesaban los animales, controlándose también durante dicho período principal, las ingestas y las producciones de leche, llevándose a cabo, igualmente, una recogida de heces. Las muestras de las fracciones de las dietas ofrecidas, de las cantidades no consumidas de las mismas, así como alícuotas de heces se congelaban a –20° C hasta el momento de su análisis. Del mismo modo, las muestras de leche se guardaban a –30° C, hasta proceder a su análisis.

El contenido en materia seca (MS) y nitrógeno (N) de las muestras de forraje y concentrado ofrecidos y de sus restos, de las heces y de la leche, así como el contenido en grasa de esta última, se determinaron en materia fresca, siendo los demás análisis realizados en muestra seca. La MS del alimento se determinó en estufa a 100 ± 2° C, y la de las heces y leche, se llevó a cabo por liofilización. El N del alimento, heces y leche, se valoró por el método de Kjeldahl, expresándose en proteína bruta, PB = 6,25 N, para el alimento y las heces, y en PB = 6,38 N para la leche. La cantidad de grasa de la leche se determinó por el método de Gerber; calculándose la de alimentos y heces, por extracción con éter de petróleo previa hidrólisis clorhídrica. La cantidad de cenizas de las tres clases de muestras, se calculó por incineración en horno eléctrico a 550° C, y la de energía por combustión en bomba calorimétrica adiabática. El contenido en fibra neutro detergente (FND), fibra ácido detergente (FAD) y lignina ácido detergente (LAD), se determinó, tanto en las muestras de alimento como de heces, de acuerdo con el método de Goering, Van Soest (1970). La cantidad de lactosa, de las muestras de leche, se estimó por diferencia entre la MS correspondiente y la suma de proteína, grasa y cenizas. Las diferentes fracciones proteínicas contenidas en la proteína láctea, se determinaron a partir de leche entera, por electroforesis en gel de poliacrilamida con agentes desnaturalizantes (PAGE-SDS) en equipo automatizado: PhastSystem (Pharmacia, Uppsala, Sweden). Los geles de PAGE-SDS fueron del 12,5%. Las condiciones electroforéticas y la tinción, se realizaban de acuerdo con «Pharmacia SDS-PAGE in homogeneous media» (PhastSystem technique File N.º 111) y «Pharmacia fast coomassie staining» (PhastSystem Technique File N.º 200), respectivamente. La cuantificación se llevó a cabo mediante un analizador de imagen (Bio Image, Millipor Corp., USA) siguiendo el programa «Whole Band Analysis 3.2». El análisis de la composición en ácidos grasos de las muestras de leche, se realizó por cromatografía gaseosa. Los correspondientes ésteres metílicos se analizaron con un cromatógrafo Perkin Elmer provisto de inyector automático, columna capilar SP-2330 de 60 m y 0,32 mm de diámetro interno (Supelco, Inc.) y un detector de ionización de llama. Se empleó un gradiente térmico con una temperatura inicial de 60° C, la que se incrementaba hasta los 70° C con un calentamiento de 2° C/minuto y una segunda rampa de 20° C/minuto, hasta alcanzar la temperatura final de 230° C, manteniéndose estas condiciones durante 15 minutos. Como gas portador se utilizó He a un flujo de 14 psi, siendo las temperaturas del inyector y detector, de 250 y 275° C, respectivamente. Los resultados obtenidos se analizaron estadísticamente de acuerdo con el modelo general lineal (Steel, Torrie, 1984). El análisis de la producción de leche (g/animal y día) se realizó considerando la ingesta correspondiente de materia seca como factor de covarianza. De igual modo, las concentraciones de materia seca, proteína, grasa, lactosa y energía, así como las cantidades de las distintas fracciones proteínicas, se analizaron considerando como factor de covarianza las producciones correspondientes de leche. Los valores medios se comparaban por medio del test de rango múltiple de Duncan.

Los resultados obtenidos muestran un valor del peso medio (en vivo) de los animales de 47,0 ± 3,1 kg, no sufriendo, en ningún caso un cambio superior a ±1 kg a lo largo del período experimental. En cuanto a los valores de las tasas de ingesta de MS (g/kg0,75·día) conseguidas según dieta, así como los de la relación forraje/concentrado, no se han detectado en ninguno de los dos casos, diferencias significativas (P>0,05). Las únicas diferencias estadísticamente detectadas, fueron las referentes a la digestibilidad de la grasa y de la energía, así como el contenido en energía digestible de la materia seca. La digestibilidad de la grasa y de la energía resultaba máxima para la dieta 2, detectándose, en el primer caso, diferencias significativas (P<0,05) respecto de los valores calculados para las dietas 1 y 4 y, en el segundo caso, sólo entre esta dieta y la dieta 4. Los contenidos en energía digestible de la materia seca de las dietas 2 y 5, resultaban iguales y máximos, detectándose una diferencia significativa (P<0,05) en relación con el valor correspondiente a la dieta 3.

De acuerdo con el análisis estadístico practicado, los valores medios (medias ajustadas) de producción de leche (g/animal y día) y de composición de la misma en cuanto a su contenido en materia seca, proteína, grasa, lactosa, caseína y proteína sérica, así como de las fracciones determinadas tanto de caseína como de proteína sérica (g/kg de leche), y los contenidos energéticos (MJ/kg de leche), la mayoría de estos parámetros quedaban en un principio afectados por el factor de covarianza correspondiente, cantidad de leche producida según ingesta (P<0,05) y composición de la leche según cuantía de su producción (P<0,05). En este caso, sólo las cantidades de lactosa, α-lactalbúmina, α-caseína y β-caseína resultaron no afectadas por la cantidad de leche producida (P>0,05). Al mismo tiempo, el tipo de dieta ejercía diferentes efectos en la composición de la leche (P<0,05) independientemente de la cuantía de la producción correspondiente, concretamente sobre su contenido en materia seca, proteína, caseína, proteína sérica, seroalbúmina, α-lactalbúmina, β- y κ-caseína. Según estos resultados, las concentraciones en materia seca correspondientes a las dietas 2, 4 y 5, además de no mostrar diferencias entre sí (P>0,05), resultaban estadísticamente superiores (P<0,05) al valor debido a la dieta 1. Las concentraciones en proteína estimadas para las dietas 1, 2, 4 y 5, resultaban no diferentes (P>0,05), detectándose, al mismo tiempo, una diferencia significativa (P<0,05) entre los valores correspondientes a las tres primeras dietas indicadas y el deducido para la dieta 3. Las cantidades de caseína total y de β-caseína correspondientes a las dietas 2 y 4, eran estadísticamente superiores (P<0,05) a los valores deducidos para las demás dietas. La concentración de seroalbúmina alcanzaba un valor máximo para la dieta 1, diferente estadísticamente (P<0,05) de los correspondientes a las dietas 2, 4 y 5. Finalmente, el valor más alto para la α-lactalbúmina se detectaba para la misma dieta 1, que en este caso se mostraba diferente (P<0,05) sólo de los correspondientes a las dietas 2 y 4.

Respecto a los valores medios (%) de la composición en ácidos grasos de la grasa de la leche, según tipo de dieta, los resultados obtenidos para la dieta 1 muestran un valor de ácido butírico (C4:0) más alto (P<0,05) que los correspondientes a las dietas 2 y 4. Igualmente, la cantidad de ácido caprílico (C8:0), para la misma dieta 1, se mostraba superior (P<0,05) que el valor debido a la dieta 5. Los porcentajes de ácido cáprico (C10:0), láurico (C12:0) y mirístico (C14:0) correspondientes a la dieta 5, resultaban más bajos (P<0,05) que los debidos a todas las demás dietas. Por el contrario, los porcentajes de los ácidos esteárico (C18:0), oleico (C18:1) y linoleico (C18:2), alcanzaban los valores más altos para la misma dieta 5, detectándose respecto del primero, segundo o tercero de estos ácidos, diferencias (P<0,05) frente a las cantidades correspondientes a todas las demás dietas, a las número 1 y 2 o a las 1, 2 y 3, respectivamente.

Analizando los resultados obtenidos se pueden enumerar las siguientes conclusiones:

1-Ingesta de materia seca. Razón forraje/concentrado de las mismas: A pesar del resultado estadístico aquí inferido según el cual no se detectaban diferencias significativas entre las tasas de ingesta de materia seca, así como entre las relaciones forraje/concentrado, bajo consumo de la dieta 1 parecía conseguirse una ingesta más alta, alcanzándose bajo la administración de la dieta 2, la fracción de forraje más baja. El primer aspecto indicado puede ser a la fuente proteica alternativa incluida en la dieta 1, probablemente la de mayor degradación ruminal, ya que los granos de las leguminosas en general, y el de habas en particular, presentan en la cabra un alto contenido en proteína rápidamente degradable en rumen. Asimismo, se conoce que las dietas con proteína más degradable alcanzan tanto en la vaca como en la cabra, una mayor ingesta. Respecto del menor consumo de forraje detectado bajo empleo de la dieta 2, conviene recordar que uno de los aspectos más típicos del comportamiento nutritivo de la cabra es su singular selección del alimento disponible, teniendo lugar una caída en la ingesta cuando en virtud de la forma de presentación del mismo. En este sentido, varios autores han constatado que cuando se alimenta a las cabras en lactación con un heno picado en vez de bajo la forma de fibra larga, la ingesta de los animales disminuye, por la menor posibilidad de selección de la dieta alimentaria. Independientemente de estos comentarios, los valores medios encontrados en este trabajo para las tasas de ingesta de materia seca por unidad de peso metabólico, resultan ser cantidades normales para la cabra en lactación.

2-Coeficientes de digestibilidad de los distintos nutrientes. Contenido en energía digestible de las dietas: En relación con la digestibilidad que una dieta presenta en la especie caprina, lo primero que es necesario indicar es que las variables más determinantes, son las que se refieren a su composición química, no pareciendo importante ni el nivel de ingesta alcanzado ni el de producción láctea conseguido. En este sentido, la composición de las dietas en este trabajo fueron muy similares, diferenciándose prácticamente solo en cuanto a su contenido en grasa, valor que resultaba mayor para la dieta 5. Igualmente, se conoce cómo la forma física de presentación del alimento, puede afectar a su digestibilidad, dando lugar la granulación normalmente, a una menor digestibilidad. Sin embargo, no siempre es este el resultado obtenido para algunos autores, que señalan que la molienda y la granulación de diferentes tipos de forrajes, da lugar en la cabra a una mejor digestibilidad bien de todos los nutrientes o al menos de algunos de ellos. Los resultados obtenidos en el presente trabajo muestran valores superiores de la digestibilidad de la grasa y del contenido en energía digestible de la dieta 2 respecto de la 1, estableciéndose diferencias a un nivel de P<0,05 y P<0,10, respectivamente. Si bien el primero de estos resultados pudo quedar afectado por la distinta ingesta alcanzada entre ambas dietas, el mayor contenido en energía digestible detectado para la dieta 2, parece indicar la existencia de una mayor digestibilidad, no pudiéndose descartar el ser éste un resultado debido, bien directa o indirectamente, a la distinta forma física de presentación de su fracción forraje. Respecto de la dieta 5, se obtenía frente a la 1, una mayor digestibilidad de la grasa, detectándose, igualmente, una alta digestibilidad de la fibra y contenido en energía digestible, en este sentido, se conoce que la semilla de algodón, fuente alternativa de proteína de dicha dieta, se caracteriza por presentar una fracción alta de proteína bypass, siendo un excelente concentrado energético y poseyendo a la vez, una fibra muy digestible.

3-Cantidad y composición de la leche producida: Bajo la ingesta de unas dietas prácticamente isoenergéticas e isonitrogenadas, la cantidad de leche de cabra producida depende, en un principio, de la ingesta de materia seca alcanzada. Diversos estudios indican que la ingesta de alimento es el principal factor que afecta a la producción de leche de cabra, y además en la mitad de la lactación, la correlación entre ingesta energética y cantidad de leche producida, llega a ser de 0,83. Igualmente, se explica en las cabras, las variaciones individuales de la producción bruta de leche, esencialmente, en función de las de su ingesta voluntaria de materia seca. En el presente trabajo, la cantidad de leche producida fue estadísticamente analizada considerando las tasas de ingesta de materia seca como factor de covarianza, resultando la producción determinada de manera significativa, sólo por la ingesta, la que llegaba a explicar el 95,4% de la varianza total, no ejerciendo al respecto la dieta efecto significativo alguno. Respecto de la composición de la leche producida, también resulta bien conocido que de manera general, existe una relación inversa entre la cantidad de la misma y la concentración de sus constituyentes. Por este motivo, y dado que el objetivo esencial de este estudio era el de determinar el efecto del tipo de dieta sobre la composición de la leche, los valores de los distintos parámetros indicativos de dicha composición, menos los referentes a la de la grasa en ácidos grasos, se analizaron considerando como factor de covarianza la cantidad de leche en cada caso producida.

4-Forma física de la fracción forraje de la dieta y composición de la leche producida: En el animal rumiante en general, el modelo de fermentación ruminal en cada caso establecido, depende de la naturaleza de la dieta en cuestión. El empleo de concentrados ricos en carbohidratos solubles, la caída en la razón forraje/concentrado, el menor tamaño de la partícula de fibra o la presentación de esta en forma granulada, son circunstancias tendentes a hacer menos eficiente el proceso de formación de ácido acético, principal precursor de los ácidos grasos que se sintetizan en la glándula mamaria, produciéndose, en consecuencia, una leche de menor contenido en grasa. Sin embargo, al utilizar en la cabra raciones cuyas características de composición se sabe que determinan en el bovino el indicado síndrome de producción de leche de bajo contenido en grasa, se vienen obteniendo resultados no siempre indicativos de tener lugar un hecho similar, resultados que algunos autores interpretan que en la especie caprina, y a no ser que se alteren desmesuradamente las características de composición físico-químicas de su ración, ésta llega a tener sólo un efecto indirecto sobre la composición de la leche producida, en relación con la ingesta de alimento alcanzada; normalmente, se establece que la cabra parece resultar menos sensible que la vaca al síndorme de producción de leche de bajo contenido en grasa. Los resultados obtenidos en este estudio sobre el efecto de la forma física de presentación de la fracción forraje de la dieta, parecen confirmar este hecho, deduciéndose para el consumo de la dieta 2 (dieta con fracción forraje granulada) frente a la dieta 1 (dieta con fracción forraje en forma de heno), la producción de leche con un contenido graso no diferente. Sobre las posibles causas que pueden determinar la ausencia de este efecto, algunos autores señalan que el comportamiento nutritivo del pequeño rumiante en general y de la cabra en particular, puede manifestarse cómo, por distintos motivos, estos animales satisfacen por medio de los ácidos grasos volátiles, una fracción menor de sus necesidades energéticas, alcanzando su estatus energético un protagonismo especial en cuanto a la cantidad y composición de su leche. En la vaca, se ha constatado que las características de composición de la ración alimentaria que determinan una caída en el contenido en grasa de la leche obtenida, inducen a su vez, normalmente, a la producción de una leche de mayor contenido en proteína y, paralelamente, a una mayor cantidad de las fracciones proteínicas más importantes. En este sentido, y a pesar de no haberse detectado en estos ensayos en cabras una caída en el contenido en grasa de la leche producida, a causa del empleo de la fracción forraje de la dieta en forma granulada, se ha constatado una mayor cantidad de caseína total, y de las fracciones β- y κ-caseína. Otros autores, utilizando distintos tipos de forrajes en cabras, no obtienen a partir de la leche producida un rendimiento en queso diferente, que podría ser debido a no haberse alterado la proteína coagulable formada. Los resultados obtenidos en nuestro trabajo mostraban un distinto aporte de grasa digestible entre ambas dietas, cantidades que resultaban iguales a 19,8 y 23,6 g/kg MS, para la dieta 1 y 2, respectivamente, coincidiendo con otros estudios en los que se constata que la suplementación grasa, incluso en pequeña cantidad, puede determinar cambios en las propiedades tecnológicas de la leche de cabra, concretamente, con un menor tiempo de coagulación, formándose un coágulo de mayor firmeza, que indican la presencia de una mayor cantidad de caseína coagulable. Según algunos autores, cuando a causa de la naturaleza de la ración se induce en el rumiante el síndrome de caída en el contenido en grasa de la leche, se produce al mismo tiempo, una grasa de composición en ácidos grasos diferente, aumentando la proporción de insaturados y disminuyendo la de saturados, aspecto éste que no se deducía en los ensayos realizados en el presente estudio, siendo el porcentaje de ácidos grasos saturados de la grasa de la leche correspondiente a las dietas 1 y 2, iguales a 71,1 y 70,3%, resultado nuevamente indicativo de no haberse producido el síndrome indicado. En la cabra en lactación y junto al efecto predominante que el estatus energético del animal parece tener sobre la composición de su leche, se deducen resultados indicativos de no producirse cambios en la composición en ácidos grasos de la grasa láctea, según las características de la ración. Este hecho queda demostrado por diversos autores, al utilizar en cabras diferentes tipos de concentrados en función de la naturaleza de sus hidratos de carbono, obteniendo una grasa de la leche cuya composición en tres grupos de ácidos grasos: C4-C12, C16, y C18:0+C18:1, aparecían sin diferencias según tipo de dieta suministrada (concentrado). Este mismo hecho se ha demostrado en nuestros ensayos, siendo los porcentajes de esos mismos tres grupos de ácidos grasos iguales a: 22,1, 30,3 y 35,9% para la grasa de la leche producida bajo consumo de la dieta 1, y 21,6, 29,9 y 39,8% para la de la dieta 2, respectivamente.

5-Fuente de proteína utilizada y composición de la leche producida: Los sistemas que hoy se utilizan para estimar las necesidades de proteína del animal rumiante en lactación, distinguen entre la fracción de proteína dietética que al degradarse en rumen puede dar lugar a proteína microbiana, y aquella otra que al escapar de la fermentación ruminal llega de ese modo al intestino delgado. Desde la introducción de estos nuevos sistemas, se vienen llevando a cabo una serie de estudios tendentes a establecer el efecto que diferentes fuentes de proteína, más o menos degradables, pueden llegar a tener sobre la producción láctea correspondiente, todo ello con la pretensión de llegar a optimizar el rendimiento del proceso en cuanto a la producción de proteína láctea. Sin embargo, los resultados obtenidos al respecto no son siempre los esperados, señalándose diferentes causas, pareciendo ser la principal que para que una suplementación con proteína no degradable pueda tener un efecto positivo sobre la producción de proteína láctea, la composición aminoacídica de aquella, debe ser tal que dé lugar a una suplementación de la proteína microbiana. En este sentido, diversos autores obtienen resultados contradictorios en la especie caprina, analizando el efecto de la sustitución de la proteína de la soja por la de otras fuentes menos degradables; otros estudios indican que en la mayoría de los casos, y bajo empleo de dietas isoenergéticas e isonitrogenadas, el contenido en proteína total o en caseína de la leche de cabra no parece resultar muy sensible a un cambio en la fuente proteica de la ración. Las diferentes fuentes de proteína utilizadas en los ensayos del presente trabajo (habas, torta de girasol, gluten de maíz y semilla de algodón), se han elegido teniendo en cuenta que las habas son un alimento muy apetecido por la especie caprina, presentando su proteína una alta degradación ruminal; mientras que las otras tres se eligieron por considerarse unos buenos concentrados proteicos, más o menos ricos en proteína bypass. Los resultados obtenidos bajo el empleo de dietas diseñadas con estas fuentes proteicas fueron mejores en el consumo de la dieta 4 (gluten de maíz), siendo éste, un gluten feed, con un 18,83% de PB, y 50,95% de FND. La leche producida bajo consumo de esta dieta, alcanzó la mayor concentración de proteína, resultando la cantidad de caseína total, y β-caseína, superior a la conseguida al emplear cualquiera de las demás dietas. Ninguna de las otras dos dietas, 3 y 5, diseñadas igualmente con objeto de obtener una leche de composición diferente en cuanto a su contenido proteico, originaron los efectos positivos esperados, resultando incluso la leche producida bajo consumo de la dieta 3 (torta de girasol), con un contenido sensiblemente menor en proteína. La dieta 5 (semilla de algodón), si bien no se detectaba como diferente en cuanto a la cantidad de proteína total de su leche en relación con las dietas 1 y 4, presentaba frente a esta última, una sensible menor cantidad de caseína total. Por tanto, y respecto de las cuatro fuentes diferentes de proteína utilizadas, sólo el gluten de maíz determinó a nivel de la composición de la leche producida, unos resultados francamente satisfactorios. Otros autores, al emplear en la alimentación de cabras, dietas en las que intervenía como fuente proteica una harina de soja o un gluten de maíz, obtienen una mayor producción de leche con el segundo de estos alimentos, atribuyendo dicho resultado al mayor contenido en proteína no degradable del gluten. Respecto de la composición de la grasa de la leche producida bajo consumo de las dietas diferentes, según su fuente proteica, la única dieta que, en nuestro caso, daba lugar a una leche con una grasa de composición distinta, era la 5, la que junto con presentar menores proporciones de ácidos grasos de 10-16 átomos de carbono, mostraba mayores niveles de esteárico, oleico y linoleico, efectos ambos derivados del mayor contenido en grasa que dicha dieta presentaba, lo que sin duda daba lugar a que una mayor proporción de grasa de origen dietético, llegara a constituir la de la leche, mostrando ésta mayores proporciones de ácidos grasos con 18 átomos de carbono.

Como conclusión final, y resumiendo los resultados obtenidos, se puede afirmar de un modo general, que es posible modificar la composición de la leche de cabra mediante la manipulación de sus dietas alimentarias.


Autoría: M.R. Sanz Sampelayo y colaboradores (1998)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

lunes, 4 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: CONTROL LECHERO DE CABRA MURCIANO-GRANADINA EN NÚCLEO DE GRANADA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la efectividad del control lechero del núcleo caprino de la provincia de Granada (España) en la raza Murciano-Granadina.

En los sistemas ganaderos, el control productivo, en este caso lechero, es el proceso dedicado a la recolección de la información que rodea a los animales en sus unidades de producción y completada con su procesado, interpretación y difusión de resultados con la perspectiva de tomar decisiones para la cría animal de las futuras generaciones. Esto desarrolla y moviliza una completa organización, es más una red de trabajo social que un procedimiento meramente técnico, por ello se la considera no sólo una herramienta estrechamente ligada a los objetivos a alcanzar dentro de los programas de cría, sino que además es un motor de desarrollo para todas las acciones dedicadas a la mejora de la productividad y eficacia global de los sistemas de producción animal. En las razas lecheras autóctonas españolas, la rutina de control lechero y su aplicación crea en todos los casos descritos una serie de problemas para la obtención de datos de modo continuo a lo largo del tiempo, y que además sean útiles a la hora de su uso en las valoraciones genéticas. Otro problema que se plantea es la escasa información genealógica de los datos disponibles, lo que dificulta y limita más el rendimiento de esos datos.

Este estudio tiene la finalidad de contabilizar el número de controles y los registros medios conseguidos en producciones diarias en un periodo de la evolución del Núcleo de Control Lechero de Granada (núcleo nacional 362) perteneciente a la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de Raza Murciano-Granadina (Caprigran), y poder detectar las principales deficiencias tratando de identificar los puntos críticos en el funcionamiento del núcleo, sobre los que poder trabajar en futuras experiencias. Se han estudiado los datos del período 1991-2004, ambos inclusive, utilizándose como base del análisis el número de controles realizados en el seno del núcleo con respecto a la leche producida por día de control y animal, y su contenido en grasa y proteína. Los datos del recuento se han clasificado de acuerdo a los niveles de los siguientes factores: año de control, mes de control, edad de la cabra en el control y el número de control. Al mismo tiempo se obtuvieron los valores promedio de la producción individual de leche, grasa y proteína por control, utilizando el procedimiento PROC.MEANS del paquete estadístico SAS en su versión 8.2. Como base experimental se dispuso de un total de 288.476 controles individuales de leche total, 252.102 observaciones de contenido graso por control y 252.680 de contenido proteico.

Los resultados obtenidos muestran un aumento en el número de controles a partir del año 1997, tanto en la producción total de leche, como en su contenido en grasa y proteína; posteriormente a esta fecha los valores encontrados para la producción promedio se muestran muy estables. Del mismo modo se ha observado que no existen grandes diferencias entre el número de controles de producción total y los componentes graso y proteico, lo cual contribuye a facilitar el análisis genético de los animales mediante el uso de modelos multicarácter. Por otra parte, se aprecia una notable estabilidad del número de controles entre los distintos meses del año, hecho que facilita la adecuada programación de los recursos humanos y materiales disponibles. La producción de leche diaria osciló entre mínimos de 1,38 kilogramos en el mes de septiembre hasta unos valores máximos de 1,68 kg en febrero. Si bien los valores máximos de contenido graso y proteico se obtuvieron en los meses de octubre a diciembre, y los mínimos entre mayo y julio. En agosto, al coincidir con el período vacacional, no se ha registrado control alguno. Al igual que en el caso del año de control se ha observado que la disponibilidad de controles cualitativos se sitúa en niveles próximos a la de los controles cuantitativos para una misma clase durante los diferentes meses del año.

Respecto a los niveles productivos registrados en función de la edad de la cabra, revelan valores mínimos de producción diaria en la primera lactación tanto para la leche como para su contenido graso y proteico. A partir de esta lactación, se aprecia un incremento progresivo en la cantidad de leche producida (en kilogramos) hasta alcanzar los máximos valores en la cuarta lactación, mientras que para los contenidos en grasa y proteína se percibió una estabilidad generalizada. En cuanto a las observaciones del número de controles disponibles para cada una de las edades estudiadas, se registra un menor número de controles realizados en los animales durante la primera lactación; así como un descenso de la información de las cabras que superaron la sexta lactación (más de las tres cuartas partes de la población caprina estudiada se concentra en los cinco primeros partos). De forma similar a los apartados anteriores, se observa que la disponibilidad de controles cualitativos se encuentra en concordancia con el de controles cuantitativos para una misma clase, hecho que manifiesta una notable eficacia en el control lechero.

El comportamiento de los promedios productivos obtenidos para la cantidad diaria en función del número de control para la leche total sigue la pauta de ofrecer unos valores máximos en los primeros controles para iniciar un descenso progresivo en el transcurso de los controles. Así, se aprecia un pico de 1,72 kilogramos de leche, en el segundo control, descendiendo luego de forma continua hasta el período de secado, acompañado del consiguiente aumento del porcentaje de grasa y proteína. En cuanto al funcionamiento del núcleo, cabe señalar que la relación entre la información cuantitativa y cualitativa está prácticamente equilibrada a lo largo de toda la lactación, si bien hay aunar esfuerzos con la finalidad de incrementar el volumen de datos tanto cuantitativos como cualitativos en el sexto y séptimo control de la lactación, con la finalidad de evitar un incremento de lactaciones no válidas.

Una de las conclusiones generales de este trabajo es que la iniciativa para el desarrollo de núcleos de control lechero e incluso de los programas de mejora genética debe partir en sentido ascendente y nunca a la inversa, es decir , que cualquier intento de esta naturaleza que parta de la Administración debe contar previamente con una demanda del sector ganadero. En segundo lugar, se hace evidente la necesidad de una adecuada coordinación entre los gestores de las razas caprinas españolas, las administraciones públicas competentes, los científicos y los técnicos, con la finalidad de desarrollar un modelo a nivel nacional adaptado a las características de las explotaciones y las razas españolas.


Autoría: J.M. León y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

INVESTIGACIÓN: CONTROL LECHERO DE CABRA MURCIANO-GRANADINA EN NÚCLEO DE CÓRDOBA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la efectividad del control lechero del núcleo caprino de la provincia de Córdoba (España) en la raza Murciano-Granadina.

La tradición de la producción lechera caprina se localiza en la provincia de Córdoba en torno a la Subbética y otras regiones del sur y también en el Valle del Guadalquivir, pero es en el Valle de Los Pedroches, en la comarca del norte provincial donde en la última década se ha apreciado un mayor y más eficaz avance en este tipo de producción. Sin duda este desarrollo se ha visto influido estratégicamente por el impulso de la Cooperativa del Valle de los Pedroches (COVAP), la cual ha articulado un grupo de ganaderos muy emprendedores que de inmediato se han incorporado a los procesos de selección en el seno de la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de Raza Murciano Granadina (Caprigran).

En este trabajo se ha realizado un estudio específico del funcionamiento del Núcleo de Control de Córdoba (900) perteneciente de la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de Raza Murciano Granadina (Caprigran). Se evaluaron los rendimientos en producción total de leche, grasa total y proteína total y se contabilizaron los números de controles correspondientes disponibles en función del mes en el que se realizó el control, el año de control, el número de control y la edad de la cabra. En este estudio se han utilizado 99.302 controles individuales de leche total, 95.700 controles de contenido graso y 96.251 de contenido proteico, procedentes de lactaciones de cabras en el periodo 2000 a 2004 en el núcleo de control de Córdoba de la Asociación. Sobre la información obtenida se han evaluado las variables kilogramos de leche total, porcentaje graso y porcentaje de proteína trabajándose sobre la producción de test diario y sobre la frecuencias de controles en función de los siguientes criterios de clasificación: año de control, mes, edad de la hembra y número de control. Utilizando el procedimiento PROC.MEANS del paquete estadístico SAS versión 8.2, se calcularon las medias correspondientes a cada criterio de clasificación así como el recuento de observaciones por cada uno de ellos.

Los resultados obtenidos muestran un comportamiento productivo a lo largo del año ligeramente diferente al observado en los otros núcleos de la Asociación, con oscilaciones y unos picos en los meses de agosto y septiembre. Asimismo, el número de controles ha sido más constante a los largo del año que otros núcleos, apreciándose una clara disminución en los meses de abril y mayo. Estos resultados solamente pueden ser explicados por la fuerte influencia de la cooperativa que planifica la producción caprina de una manera muy detallada y de acuerdo a criterios altamente profesionales y no ecológicos. En este aspecto es interesante destacar la extraordinaria eficacia del Laboratorio de Análisis con una constancia casi absoluta entre los controles de campo para la leche y los análisis laboratoriales de la grasa y la proteína.

Por otra parte, existe una gran estabilidad en los registros productivos interanuales, lo que demuestra una gestión técnica muy eficaz por parte de los asesores de la cooperativa que mantienen una homogeneidad en los sistemas de las ganaderías integradas. Al mismo tiempo, tras un periodo expansivo hasta 2003, se aprecia un descenso en 2004, que podría deberse a un más correcto dimensionamiento en función de los recursos disponibles en el Núcleo de control y de los objetivos de la propia cooperativa.

En referencia a la edad de la cabra, la madurez productiva en esta población parece alcanzarse en períodos más tardíos a los apreciados en el resto de los núcleos, ya que solo a partir de la tercera lactación se perciben los niveles máximos que además se mantienen en una fase de meseta hasta el séptimo año de producción. En el mismo sentido es destacable como la reducción significativa de controles se presenta a partir del sexto y séptimo año, lo que implica una mayor longevidad productiva en los animales pertenecientes a esta población, hecho que solo puede explicarse por una mayor eficacia del sistema de producción, posiblemente apoyado especialmente en una correcta alimentación de los animales, con resultados muy superiores a los encontrados en la Cabra Canaria.

Los resultados obtenidos utilizando como criterio de clasificación el número de control, muestran una curva de lactación similar a la de la cabra Canaria y la de otros núcleos de esta Asociación, con un incremento del primero al segundo control y un descenso progresivo desde éste hasta el final de la lactación. Frente a los núcleos de las provincias de Almería y Granada, se observan unos niveles superiores del primer control; aspecto que podría no ser deseable en la prevención de patologías postparto. En cuanto al número de controles, los resultados revelan una alta incidencia de los mismos incluso en ordinales posteriores al noveno. En este sentido, y teniendo en cuenta que en zonas donde las razas poliéstricas estacionales tienen capacidad funcional no son recomendables las lactaciones superiores a los 240 días, debido a que no es preciso estacionalizar la comercialización de la leche. Mantener en control animales por encima del octavo control puede considerarse un menoscabo en la optimización de los recursos de control.


Autoría: J.M. León y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

jueves, 30 de abril de 2015

INVESTIGACIÓN: MAPAS AUTOORGANIZADOS PARA ESTUDIAR LA ALIMENTACIÓN CAPRINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado el manejo de la alimentación en explotaciones caprinas de raza Murciano-Granadina en la región de Murcia (España). 

Tras la realización de un sondeo sobre el número de explotaciones caprinas en la provincia de Murcia se seleccionaron 94 ganaderías repartidas homogéneamente por cada una de las 6 comarcas de la región. El estudio de las ganaderías se realizó mediante encuestas a los ganaderos, con un total de 11 variables relacionadas con el manejo de la nutrición y las tendencias productivas de los rebaños. Para estudiar los datos y las relaciones cualitativas entre ellos se han utilizado Mapas Autoorganizados, un tipo de red neuronal muy extendido para extraer conocimiento de un conjunto de datos.

Dentro de la Unión Europea, España ocupa un lugar muy destacado en la especie caprina, siendo el segundo país en importancia censal y en producción de carne detrás de Grecia, y el tercero en cuanto a la producción de leche después de Francia y Grecia. Los sistemas de producción caprina en la Región de Murcia se caracterizan por suplementar la dieta base, debido a la escasez de pastos en esta zona semiárida de España, por lo que la finalidad de este estudio es describir cuál es el manejo de la alimentación por parte de ganaderos con diferentes tendencias productivas. 

La utilización de mapas autoorganizados, tipo de sistema neuronal muy usado en otras disciplinas, permite obtener un conocimiento cualitativo del problema. En este tipo instrumentos se disponen los elementos de cálculo (neuronas) en una red bidimensional; cada una de estos elementos de cálculo serán, al final del proceso de aprendizaje de la red, los representantes de una serie de ganaderías. El objetivo de este tipo de red es determinar relaciones intrínsecas de los datos agrupando dichos datos de acuerdo a esas relaciones. Así pues, su objetivo es determinar de una manera visual las relaciones que existen entre las diferentes variables de interés dentro de nuestro estudio. Los mapas se han hecho utilizando la librería de Mapas Autoorganizados ejecutada bajo el entorno Matlab.

A los ganaderos encuestados se les formularon preguntas relacionadas con el manejo de la alimentación en cada fase del ciclo productivo (pico de lactación, ordeño, fin de gestación, reposición). Además se tuvo en cuenta si el ganadero hacía su propia ración, si empleaba subproductos, si compraba a alguna empresa del sector (pienso compuesto y/o raciones completas) y, si tenían algún tipo de asesoramiento técnico. También se tuvieron en cuenta los ingresos obtenidos por la venta de leche. 

El mapa autoorganizado desarrollado en este trabajo consta de 48 neuronas dispuestas en una estructura bidimensional (6x8) hexagonal (cada neurona tiene 6 vecinos). Cada neurona tiene un vector que tiene tantas componentes como preguntas hay en la encuesta a los ganaderos. Una representación gráfica de las diferentes componentes siguiendo una escala de grises vendría dada por las zonas claras/oscuras que se corresponden con valores altos/bajos, respectivamente; evidentemente estos valores altos/bajos responden a la diferente codificación de las preguntas escogida previamente. Estos mapas permiten ver de una forma rápida la situación de las ganaderías estudiadas. Por ejemplo, en las variables donde se suplementa al ganado de reposición y animales en lactación, se corresponde con la parte inferior de los mapas (color claro). Esta parte más clara que se encuentra en la parte inferior se corresponde en la variable tipo de alimentación con aquellas ganaderías que utilizan pienso compuesto (color gris y zona intermedia) y raciones completas (color claro y zona inferior del mapa), frente a la parte más oscura (superior del mapa) que se corresponde con aquellos ganaderos que hacen su propia dieta. Esta zona inferior más clara también la encontramos para la variable de asesoramiento de la nutrición. Además, en la zona inferior derecha encontramos un incremento de la escala de grises hacia el color blanco para la variable ingresos por leche (más ingresos cuanto más claro es el color) y también más claro el color cuando la tendencia es a utilizar subproductos en la alimentación. Por tanto estos mapas, describen una situación positiva en la que se muestra las ganaderías que tienen animales lecheros y se asesoran técnicamente para alimentar a sus animales y además suplementan cada estado fisiológico, obtienen mayores ingresos por la leche.


Autoría: C. Fernández y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

INVESTIGACIÓN: CONTROL LECHERO DE CABRA MURCIANO-GRANADINA EN NÚCLEO DE ALMERÍA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la efectividad del control lechero del núcleo caprino de la provincia de Almería (España) en la raza Murciano-Granadina. 

Los núcleos de control tienen función principal el dotar a los esquemas de selección de una correcta información genealógica y productiva para la evaluación genética de los reproductores. Dado que el funcionamiento de estas entidades supone un coste elevado, la finalidad de este trabajo es realizar un estudio específico del funcionamiento del Núcleo de Control de Almería (448) perteneciente de la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de Raza Murciano Granadina (Caprigran). El conocimiento de los puntos críticos en los núcleos supone una herramienta de gran interés para mejorar la eficiencia de la inversión realizada en el control lechero. 

La base experimental utilizada se compone de un total de 127.798 controles individuales de leche total producida, 113.418 observaciones de contenido graso y 113.927 de contenido en proteína de hembras cuyas lactaciones se han producido entre los años 1991 y 2004 en el Núcleo de Control de Almería de la Asociación. Sobre la información obtenida para las variables: kilos de leche total, porcentaje graso y porcentaje de proteína, se ha trabajado sobre la producción en control diario y sobre la frecuencias de controles en función de los siguientes criterios de clasificación: año de control, mes, edad de la hembra y número de control. Utilizando el procedimiento PROC.MEANS del paquete estadístico SAS versión 8.2, se calcularon las medias correspondientes a cada criterio de clasificación así como el recuento de observaciones por cada uno de ellos.

Los resultados de las producciones (en valores medios diarios) para leche total, el porcentaje de grasa y porcentaje de proteína, están acompañados por la frecuencia de observaciones para cada una de las categorías. De forma similar a los datos hallados en la cabra Canaria, la producción lechera es de aproximadamente 1,90 kilogramos de leche por cabra en los meses más estables en cuanto a número de controles. Asimismo, la grasa y proteína se mantienen para estos mismos meses en porcentajes de 5 y 5,7; y entre 3,4 y 3,8, respectivamente. Se ha constatado una asociación entre la disminución de rendimientos y la disminución del número de controles, la cual podría explicarse porque entre los meses de agosto y octubre se incrementa considerablemente el número de animales que están al comienzo o al final de la lactación.

En otro período (años) se aprecia una relativa inconstancia en cuanto a las producciones de leche y mayor estabilidad para grasa y proteína, lo cual podría indicar que la producción cuantitativa de leche está más fuertemente influida por las oscilaciones interanuales, ya que no se aprecia en este caso una asociación entre las tasas de producción y el número de controles. Asimismo, el núcleo tiene una tendencia expansiva permanente, destacando la coherencia de los datos obtenidos entre los controles cuantitativos y cualitativos, lo que permite valorar positivamente el trabajo del Laboratorio de Análisis de Almería. En este sentido, casi el 70% de las lactaciones que se inician alcanzan el quinto control lechero, lo que supone una gran eficacia, ya que el cociente entre animales controlados y lactaciones terminadas, de acuerdo con la normativa española (Real Decreto 368/2005), y las recomendaciones del ICAR (www.icar.org), es muy alto; mucho más si se descartan los animales que sólo se controlan una vez y las primíparas que tienen filtros de validación más laxos.

Con estas observaciones se puede observar el comportamiento de la curva de lactación de la población estudiada, que comienza con un ascenso desde el primer control hasta alcanzar el máximo productivo en el segundo, iniciándose desde aquí un descenso continuo hasta el secado. Con respecto a la edad de control hay que indicar que según los resultados obtenidos las cabras alcanzan su madurez productiva a partir del tercer año, con unas cifras tanto para leche como para grasa y proteína que permanecen estables hasta el final de su vida productiva. Solamente se observa un descenso en cabras excepcionalmente viejas que se han mantenido en el núcleo. Se aprecia también una máxima concentración de controles entre la segunda, tercera y cuarta lactación; iniciándose un descenso que se hace claramente significativo a partir de la sexta lactación. Esto denota una mayor longevidad productiva de esta población frente a la raza caprina Canaria, superior a dos años.


Autoría: A. Alonso y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

INVESTIGACIÓN: CARACTERIZACIÓN SECTOR CAPRINO DE MURCIA (ESPAÑA)


En un trabajo de investigación se ha realizado la caracterización del sector caprino en la región de Murcia (España). 

Murcia es la sexta Comunidad Autónoma española en importancia en cuanto a presencia de efectivos caprinos con un 4,2 % del censo total nacional, y la quinta en cuanto a producción de leche (4,2 %). La raza caprina predominante es la Murciano-Granadina, existiendo también rebaños de Blanca Celtibérica, que juntas tienen una actividad productiva con un importante papel socio-económico en esta región. 

La metodología establecida ha consistido en el diseño de un cuestionario, que se cumplimentó en un total de 95 explotaciones caprinas según un criterio de muestreo aleatorio estratificado. Se han considerado dos estratos, uno geográfico constituido por las 6 comarcas de la región (Altiplano, Campo de Cartagena, Noroeste, Río Mula, Valle del Guadalentín y Vega del Segura), y un segundo estrato según tamaños del rebaño (25-100; 100-200, y más de 200 cabras adultas). El censo utilizado en este trabajo ha sido extraído de las solicitudes anuales de ayudas (primas) ganaderas para ovino-caprino por parte de los titulares de explotaciones caprinas en el año 1999. Los datos recogidos en la encuesta son los relativos al tamaño medio del rebaño, raza, realización de control lechero y nivel de formación de los titulares de la explotación. El programa estadístico utilizado ha sido el SPSS versión 11.5 y los datos han sido tratados mediante estadística descriptiva (análisis de frecuencias).

Los resultados obtenidos revelan un tamaño medio de los rebaños de 200 animales, principalmente de raza Murciano-Granadina con mayor o menor pureza racial. El 29,5 % de los ganaderos encuestados pertenecen a la Asociación Nacional de Criadores de raza Murciano-Granadina (Acrimur) con sede en Jumilla, lo que permite asegurar la pureza racial de dichas explotaciones estudiadas. Un total de 57 explotaciones (59,9 %) tienen cabras Murciano-Granadina pero sin pureza racial. 

El 35 % de los ganaderos que producen leche pertenecen a algún núcleo de control lechero. Aunque el control lechero constituye una herramienta fundamental en el manejo de la ganadería al proporcionar información útil para realizar una selección de las mejores cabras productoras del rebaño, factor que influirá inmediatamente en el aumento de la productividad de la explotación, no obstante actualmente la gestión del control se encuentra en manos de los núcleos dependientes a su vez de las Asociaciones de Ganado Selecto, con lo que tan sólo las ganaderías con efectivos de raza pura pueden acceder a este servicio. Esta situación deja fuera del control lechero a numerosas explotaciones con cabras sin pureza racial. 

En cuanto al nivel de estudios de los titulares de las explotaciones caprinas estudiadas, un alto porcentaje (87,3 %) o bien no posee estudios o éstos son básicos. Esta deficiente capacitación de los ganaderos responsables de las explotaciones caprinas es uno de los principales problemas que padece el sector caprino en general, y muy especialmente los sistemas productivos más extensivos, siendo esta falta de cualificación un inconveniente grave a la hora de gestionar las explotaciones desde un punto de vista empresarial y dificultando su rentabilidad. En este sentido, se considera prioritario poner en marcha un programa de formación continua de los ganaderos de la región. Al mismo tiempo podría plantearse la posibilidad de subvencionar la realización del control lechero en aquellas ganaderías sin pureza racial, para preservar la raza Murciano-Granadina, de gran potencial lechero, y mejorar los resultados económicos de las explotaciones adheridas a dicho sistema. 


Autoría: M.J. Navarro y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

miércoles, 29 de abril de 2015

INVESTIGACIÓN: CONTROL DE FILIACIÓN CABRA MURCIANO-GRANADINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado el control de filiación en cabras de raza Murciano-Granadina como sistema de confirmación de la veracidad de los datos genealógicos, especialmente los de paternidad.  

En el esquema de selección de esta raza caprina se establece la necesidad de contrastar los datos genealógicos de los animales controlados, siendo la metodología más adecuada las técnicas basadas en polimorfismos de ADN y, principalmente, los marcadores microsatélites. Por otra parte, el control de filiación en las especies domésticas de pequeños rumiantes es cada vez más utilizado por las Asociaciones de Ganaderos como complemento indispensable para verificar las inscripciones en el libro genealógico y el correcto funcionamiento de los programas de mejora genética. 

En este trabajo se han genotipado, durante el año 2004, un total de 296 muestras en su mayoría para exclusión de paternidad de machos candidatos a ingresar en el Centro de Sementales del Esquema, aunque también parte de ellas se han realizado para ver la eficiencia de la inseminación artificial. En total se han realizado 73 casos de exclusión correspondientes a animales de 14 ganaderías, de los cuales 35 pertenecen a animales procedentes de inseminación artificial (IA) y 38 de la monta natural (MN). La metodología utilizada consistió en la aplicación de una batería de once microsatélites, optimizados en dos múltiplex, que ofrecen una Probabilidad de Exclusión (PEC) de 99.99%, considerándose la técnica más adecuada para trabajar con unos costes económicos asumibles en la especie caprina.

Los resultados obtenidos en este trabajo permitirán disponer de datos fiables del manejo de las explotaciones y de la eficiencia de las asignaciones de progenitores, con lo que se podrá afrontar una adecuada adecuada evaluación genética de los animales. En los análisis de exclusión de paternidad realizados, se aprecia que de los 35 efectuados sobre animales procedentes de la IA, se han obtenido 5 dictámenes con incompatibilidad de madre (14,28% de madres incompatibles). En lo que respecta a los animales de MN, de los 38 análisis llevados a cabo, la situación se equilibra, registrándose 4 incompatibilidades de madre y otras 4 de padre (10,5 % de incompatibilidad, en ambos casos). 

De estos resultados obtenidos puede derivarse que la IA se está llevado a cabo con una metodología eficaz en cuanto a la identificación de las dosis seminales, si bien pueden estar produciéndose errores en campo en el momento del parto en lo que a la asignación de la madre se refiere. En cambio en el caso de MN los errores se hacen extensibles tanto al padre como a la madre a la hora de establecer la filiación de la cría. Por este motivo se hace necesario optimizar una técnica operativa para la determinación de la paternidad a posteriori en animales de filiación dudosa mediante la utilización de una batería concreta de microsatélites del DNA como la empleada en el presente trabajo.

Autoría: J. Quiroz y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)