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martes, 22 de enero de 2013

3-¿FLEXIBILIDAD SANITARIA EN QUESERÍAS?

Una demanda bastante generalizada en el sector lácteo es que no existan diferencias de criterios respecto a la aplicación de flexibilidad a las empresas por parte de las autoridades sanitarias; resulta frecuente según las opiniones y experiencias de numerosos empresarios y especialistas consultados encontrar actualmente destacadas diferencias geográficas (países, regiones, provincias, comarcas) en las pautas de los controles oficiales aplicados en la práctica.

En algunas regiones queseras las asociaciones empresariales se han reunido con las autoridades competentes para establecer planes de autocontrol con un nivel básico de consenso de forma que permita una aplicación más eficaz de los mismos. Esta estrategia puede ser un modelo a seguir dentro del sector lácteo andaluz, si las asociaciones empresariales apuestan decididamente por ello.

No cabe duda que la aplicación de la flexibilidad en los controles sanitarios oficiales, sin poner nunca en riesgo la seguridad alimentaria, reduciría significativamente los costes de inversión actuales y la logística de funcionamiento de las pequeñas empresas, facilitando la creación de nuevos establecimientos en Andalucía, lo que contribuiría notablemente al crecimiento sostenible del sector lácteo regional en su conjunto (explotaciones lecheras, empresas de transformación y distribución). Esta situación permitiría tener un tejido empresarial muy ligado al territorio, con una amplia presencia de pequeñas empresas lácteas, principalmente microqueserías artesanales, distribuidas por toda la geografía rural andaluza.

A modo de ejemplo, se puede mencionar el Plan del Sector Lácteo para la provincia de Granada que, en la práctica, aplica una cierta flexibilidad en los sistemas de autocontrol (APPCC) de las empresas locales, sin dejar por ello de garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores. En este caso, y para facilitar el funcionamiento del control oficial se establece un esquema de 'categorización del riesgo' con un sistema de clasificación de todos los establecimientos, mediante la definición de unos criterios de baremación; así se puede conocer el riesgo potencial, el nivel de cumplimiento y, en definitiva, la confianza en la gestión de los sistemas de control aplicados por las empresas lácteas granadinas.

En este Plan del Sector Lácteo se hace hincapié en los controles de la temperatura de la leche cruda a su llegada a la industria, la presencia de inhibidores, los niveles de células somáticas y gérmenes (a 30ºC), el 'estatus sanitario', la temperatura a la que se mantiene la leche cruda en la industria hasta su transformación, el nivel de gérmenes a 30ºC inmediatamente antes de la transformación, el funcionamiento del pasterizador u otros equipos de tratamiento térmico, los planes generales de higiene (principalmente la limpieza de las cisternas y otros depósitos).

Asimismo, se incluyen las actuaciones en materia de seguimiento de acciones correctoras o de mejora, y los protocolos para la toma de muestras y la determinación de inhibidores y de gérmenes. Y todo ello mediante el manejo de una documentación mínima, adaptada a las características de cada empresa láctea, con unos resultados obtenidos, durante el periodo de funcionamiento del Plan hasta la fecha, altamente satisfactorios.





Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea, María del Pino Goicoechea Acosta y Manuel Porcel Cruz (autores)

2-¿FLEXIBILIDAD SANITARIA EN QUESERÍAS?

Para asegurar el cumplimiento de la normativa y garantizar la calidad de sus producciones las empresas alimentarias definen y aplican, voluntariamente, sus propios sistemas de autocontrol aprobados y supervisados siempre por las autoridades y profesionales competentes. En este sentido, hay que mantener cuatro principios básicos irrenunciables para el correcto funcionamiento de los sistemas de autocontrol: definir, realizar, comprobar y registrar.

El método más utilizado es el conocido como APPCC o HACCP (por su denominación inglesa): “análisis de peligros y puntos de control crítico”. La Directiva europea 93/43 de 14 de junio impone este método en el desarrollo de las reglamentaciones sobre la calidad sanitaria de los alimentos.

El método incluye una batería de controles a lo largo de todo el proceso productivo, desde la producción y recepción de las materias primas, pasando por las distintas etapas de elaboración hasta la distribución y venta de los productos al consumidor final. Previamente, se deben identificar todos los posibles peligros de la cadena producción-industrialización-comercialización, y diseñar un plan de trabajo para asegurar que dichos riesgos están siempre bajo control por parte del responsable designado por la empresa, poniendo en marcha en caso necesario las oportunas medidas correctoras para garantizar la trazabilidad continua de todo el procedimiento. Toda la información generada en este sistema de autocontrol debe documentarse, archivarse y presentarse cuando lo requieran los inspectores del control oficial.

En el caso de las empresas lácteas, la información que se maneja habitualmente incluye listados y facturas de proveedores, fichas técnicas de ingredientes y productos empleados en los procesos productivos (elaboración, almacenamiento, limpieza, etc.), registros de los ganaderos suministradores de leche, resultados de las pruebas realizadas (visuales, físicas, análisis de laboratorio, sensoriales, etc.), seguimiento tecnológico (diagramas de flujo, cuadros de gestión, partes de producción, gráficas de termográfos, registros de almacenamiento en cámaras y otros), potabilidad del agua, higiene y mantenimiento de instalaciones y maquinaria, control de plagas (DDD: desinfección, desinsectación y desratización), trazabilidad, programas de formación del personal, eliminación de residuos, etc.

En la práctica, un problema bastante frecuente en las empresas lácteas es que los planes previstos en sus sistemas de autocontrol han sido elaborados siguiendo un modelo general que, muchas veces, no se ajusta racionalmente a su dimensión ni a sus propias características tecnológicas (instalaciones, procesos, productos, etc.), generando un volumen excesivo de controles y la consiguiente documentación aparejada, que resultan complejos y costosos en la rutina diaria empresarial.

En las microqueserías y pequeñas empresas lácteas artesanales esta situación está bastante generalizada, generando además un trabajo ingente que puede interferir negativamente en la propia aplicación del sistema de autocontrol convirtiéndolo en un instrumento poco operativo, lento o ineficaz para conseguir los objetivos previstos.



Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea, María del Pino Goicoechea Acosta y Manuel Porcel Cruz (autores)

1-¿FLEXIBILIDAD SANITARIA EN QUESERÍAS?

¿Es posible la aplicación de cierta flexibilidad legal en el control sanitario oficial de las microempresas y pequeñas queserías artesanales?. Aunque la respuesta a esta pregunta no es positivamente unánime, no obstante, hay que destacar que los resultados de las encuestas realizadas por la Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía, junto a las diversas opiniones de destacados especialistas, las experiencias reales de varias regiones queseras españolas y europeas, y las recientes conclusiones de la Jornada Técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la nueva normativa de Calidad", organizada por el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) el 12 de septiembre de 2012 en la localidad de Loja (Granada, España), permiten sostener que dicha flexibilidad en la normativa sí es posible cunado se trata de empresas lácteas de pequeña dimensión.

Bajo esta premisa y teniendo en cuenta que los problemas de tipo higiénico-sanitario no se ven realmente incrementados en aquellas regiones y empresas donde se aplica una normativa oficial más flexible, creemos que habría que dar una respuesta específica y uniforme al conjunto del sector lácteo artesanal, evitando situaciones discriminatorias que afecten a la libre competencia en el mercado actual.

La reglamentación sanitaria tiene como objetivo fundamental garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores, siendo el control oficial el principal instrumento para su correcta aplicación. Se trata de asegurar la calidad sanitaria de los alimentos, y velar por que la identificación de los productos se realice según la normativa vigente, garantizando una adecuada información a los consumidores. En este sentido, el Reglamento (CE) 882/2004 regula los controles oficiales realizados para garantizar la verificación del cumplimiento de la legislación en materia de piensos y alimentos, y la normativa sobre salud animal y bienestar de los animales.

El control oficial se entiende como “toda forma de control que efectúe la autoridad competente o la Comunidad para verificar el cumplimiento de la legislación sobre piensos y alimentos, así como las normas relativas a la salud y el bienestar de los animales”. Las tareas relacionadas con los controles oficiales se efectuarán, en general, por medio de métodos y técnicas adecuados, para la vigilancia, la verificación, la auditoría, la inspección, el muestreo y el análisis.

Por otra parte, el Plan Nacional de Control Plurianual 2011-2015 establece una serie de programas de control oficial: comercio exterior; agricultura, ganadería, pesca y alimentación; establecimientos alimentarios. El departamento de Agricultura ejerce las competencias definidas en el programa de inspección y control oficial de las explotaciones agrarias (producción primaria), recayendo en el departamento de Salud los programas relativos al control general de los establecimientos alimentarios y las auditorías correspondientes.



Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea, María del Pino Goicoechea Acosta y Manuel Porcel Cruz (autores)

lunes, 21 de enero de 2013

3-CALIDAD ARTESANAL EN ANDALUCÍA (ESPAÑA)

Con la aprobación de la Ley 2/2011 de 25 de marzo sobre Calidad Agroalimentaria y Pesquera de Andalucía, se dispone que “las Consejerías competentes en materia agraria y pesquera y de artesanía establecerán reglamentariamente las medidas necesarias para el reconocimiento y regulación de la artesanía alimentaria andaluza, entendida como un valor añadido de identificación del producto alimentario producido de forma artesana y reconocible por las personas consumidoras como un elemento de calidad diferenciado”, añadiendo que “a estos efectos, en dicha norma reglamentaria se establecerán las condiciones y requisitos de aplicación a este ámbito de la Ley 15/2005” (apartado 1 de la disposición adicional cuarta).

Por otra parte, la Ley 2/2011 (apartado 2 de la disposición adicional cuarta) indica también que “las condiciones técnicas específicas necesarias para la producción artesanal de los productos alimentarios referidos en esta norma, así como las especialidades de dichos productos en función del proceso de elaboración empleado, se determinarán reglamentariamente por la Consejería competente en materia de agricultura y pesca, en virtud de lo establecido en el artículo 13 del Reglamento (CE) 852/2004, del Parlamento Europeo y del Consejo (de 29 de abril), relativo a la higiene de los productos alimentarios”.

Dentro de este marco legal se aprueba el Decreto 352/2011 de 29 de noviembre, de la Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía, por el que se regula la artesanía alimentaria en Andalucía. En esta disposición se regulan el uso de las menciones y distintivos identificativos en la producción de alimentos artesanos, la relación de producciones artesanales, los requisitos de las empresas y personas artesanas de alimentación y el control y protección de las mismas. Asimismo, se crean una nueva subsección de empresas de artesanía alimentaria y producciones artesanales de alimentos que quedará integrada dentro del Registro de Industrias Agroalimentarias de Andalucía, y la Comisión de la artesanía alimentaria de Andalucía.

En el Anexo I del Decreto 352/2011 se define el listado de producciones alimentarias artesanales de la Comunidad Autónoma Andaluza, entre las que se incluye la elaboración de quesos, cuajadas, requesones y otros derivados lácteos (punto 4). En este sentido, y para dar respuesta a las demandas del sector lácteo artesanal andaluz, desde la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía se ha coordinado la constitución de un grupo de trabajo multidisciplinario integrado por los representantes de las asociaciones empresariales, y por los profesionales y técnicos de diferentes instituciones y entidades públicas y privadas. Este grupo de trabajo se encargó de elaborar un documento técnico para definir las bases de la futura norma de calidad para este sector artesanal. Actualmente, el sector lácteo andaluz se encuentra a la espera de la aprobación oficial de dicha norma.



Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea (autor)

2-CALIDAD ARTESANAL EN ANDALUCÍA (ESPAÑA)

La regulación y control de la diferenciación de los productos de calidad mediante el desarrollo de normas específicas por parte de las administraciones públicas constituyen instrumentos de gran utilidad para promocionar las producciones agroalimentarias artesanales; mediante el uso de marcas, signos, sellos, logotipos, y otros marchamos de calidad se facilita la correcta identificación de estos productos para los consumidores en general, favoreciendo la competencia leal entre las empresas y, propiciando una mayor transparencia en los mercados.

En este sentido, hay que señalar las diversas campañas de promoción de alimentos, entre ellos, los productos lácteos, desarrolladas con mayor o menor éxito por la Administración en las décadas de los ochenta y noventa, otorgando sus sellos de calidad diferenciada a las pequeñas empresas artesanales, tanto en el ámbito nacional ('Alimentos de España') como andaluz ('Alimentos de Andalucía', 'Calidad de Andalucía', 'Calidad Certificada').

En el Estatuto de de Autonomía para Andalucía, aprobado por Ley Orgánica 6/1981, se establece el régimen de competencias para la Comunidad Autónoma. Asimismo, el actual Estatuto, reformado por Ley Orgánica 2/2007, incluye a la artesanía dentro de las competencias exclusivas de la Comunidad Autónoma de Andalucía, estableciendo dentro del artículo 58 (Actividad económica) el “fomento, regulación y desarrollo de las actividades y empresas de artesanía” (punto 1-3º), así como la competencia exclusiva en materia de ordenación administrativa de la actividad comercial (artículo 58.1.1).

En la década de los noventa, la Orden de 25 de febrero de 1991 de la Consejería de Economía de la Junta de Andalucía incluía a la artesanía entre las actividades económicas a proteger en la región. Finalmente, en 2005 se aprueba una legislación específica para la regulación de la artesanía en su conjunto como actividad económica andaluza, pero deja sin regular a la artesanía alimentaria (Ley 15/2005 de 22 de diciembre, sobre Artesanía de Andalucía).

Mediante el Decreto 209/2007 de 17 de julio se aprueba el “Plan Integral de Fomento de la Artesanía en Andalucía”, publicado por la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía (Sevilla, 2007); el capítulo 2 del Plan se dedica a la artesanía en general sin incluir a los productos agroalimentarios.


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea (autor)

1-CALIDAD ARTESANAL EN ANDALUCÍA (ESPAÑA)

La producción artesanal alimentaria es una actividad importante en Andalucía, principalmente por la amplia distribución geográfica de las pequeñas empresas artesanales a lo largo y ancho del territorio regional; este tejido empresarial crea empleo directo e indirecto, fijando la población en el medio rural y contribuyendo al crecimiento sostenible del sector agroalimentario en su conjunto.

Para impulsar este crecimiento se requiere un marco legal específico en materia de calidad que regule los sistemas de producción artesanales de las explotaciones agrarias y pequeñas empresas de transformación, donde la intervención directa de sus titulares y familiares es relevante en los procesos productivos.

Así, este marco legal estaría de acuerdo con las directrices de la propia Unión Europea, que defiende como principio que la artesanía representa un importante modelo social de desarrollo de una actividad económica, acercando a la ciudadanía al mundo de la pequeña empresa y contribuyendo, en definitiva, al fortalecimiento, de manera armonizada, de la cohesión en el medio rural. En este sentido, se puede considerar a la artesanía como la “cultura de las diferencias”.


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012).  Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea (autor)

3-PEQUEÑAS EMPRESAS LÁCTEAS: MARCO LEGAL

Es bastante común la afirmación de que un queso artesano es un alimento 'vivo', no estandarizado, que puede evolucionar intensamente con el paso del tiempo y presenta unas características singulares frente a los producidos de forma industrial en grandes partidas o lotes; en los quesos artesanos o caseros la calidad es más dependiente del factor humano que en otros sistemas de producción, pudiendo aparecer diferencias significativas de calidad en las partidas elaboradas, según múltiples factores, entre ellos, la época del año, y las condiciones de almacenamiento y comercialización.

Muchas de estas peculiaridades no son bien conocidas por los consumidores en general, por lo que hay que explicarlas adecuadamente, intentando convertir en fortaleza (exclusividad, originalidad) una debilidad como es la calidad heterogénea del producto (estacionalidad y desabastecimiento, nuevos matices sensoriales).

No cabe duda de que la aplicación de una normativa sanitaria basada exclusivamente en asegurar la higiene extremada de las grandes instalaciones industriales, prohibiendo las prácticas tradicionales (fermentos autóctonos, cuajos naturales, recubrimientos con especies autóctonas, maduración y acabado en manteca, en granos de cereales, etc.), y los utensilios (madera, telas, fibras vegetales, cerámica, etc.) usados en las pequeñas empresas queseras, favorecen la estandarización (normalización, tratamientos térmicos de la leche, coagulaciones continuas, maduraciones aceleradas, etc.) de los procesos productivos y la uniformidad de la calidad (conservantes, colorantes, complejos enzimáticos, otros aditivos artificiales) en contra de la diferenciación característica de los productos artesanos y de mayor diversidad de la oferta al consumidor (matices de texturas, aromas, sabores). En ningún caso se pone en cuestión que la seguridad alimentaria de los consumidores debe estar totalmente garantizada en ambos modelos de producción.

Han transcurrido ya varias décadas desde que se aprobaron algunos documentos importantes sobre la artesanía y se establecieron los distintos marcos legales para regular esta actividad. En relación con la normativa comunitaria, la propia Comisión de la Unión Europea reconoció en su día las peculiaridades y la importancia de la actividad artesanal (Doc. 89/C271/03).

Asimismo, la Constitución Española de 1978 incluye a la artesanía en los artículos 130.1 y 148.1.14ª. En el Real Decreto 1520/82 sobre ordenación y regulación de la artesanía, se define como la “producción, transformación y reparación de bienes o prestación de servicios, realizada mediante un proceso en el que la intervención personal constituye un factor predominante, obteniéndose un resultado final individualizado, que no se acomoda a la producción industrial, totalmente mecanizada o en grandes series” (artículo 1º ).


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea (autor)

2-PEQUEÑAS EMPRESAS LÁCTEAS: MARCO LEGAL

En el caso de los productos lácteos, la Directiva 92/46/CEE del Consejo (DOCE L 268, 14-09-92) estableció las normas sanitarias aplicables a la producción y comercialización de leche cruda, leche tratada térmicamente y productos lácteos, quedando derogada en 2006 con la entrada en vigor del denominado “paquete de higiene”.

En cuanto a la Directiva 92/46/CEE, hay que resaltar de que Francia consiguió la aprobación de un periodo transitorio (hasta 31-12-97) para su entrada en vigor de la normativa comunitaria (Directiva 92/47/CEE), poniéndose en marcha la concesión de un registro sanitario de carácter temporal, que se podría derogar en función del desarrollo de la normativa europea. Este es un ejemplo de flexibilidad en la aplicación de la legislación vigente, que en su día ha beneficiado a muchas pequeñas empresas lácteas en diversas regiones españolas, entre ellas, las microqueserías artesanales.

Sin embargo, analizando la situación real del sector lácteo español, muchos expertos coinciden en señalar que la flexibilidad en la aplicación de la citada normativa comunitaria no ha alcanzado el mismo nivel de desarrollo en las pequeñas empresas artesanales, principalmente microqueserías, en unas regiones y en otras. Las regiones que van por delante en esta materia son aquellas que en su día aprobaron normas específicas para la regulación de estas pequeñas empresas y sus productos artesanales (Asturias, Canarias, Cataluña, Extremadura, Navarra, País Vasco, entre otras).

Antes de continuar cabe preguntarse: ¿qué es la artesanía?. Si bien existen muchas definiciones, una de las que se usa más frecuentemente es la del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua: “arte u oficio manual desarrollado por el ser humano de forma individual o colectiva”. También se asocia la artesanía con una forma de vida, un modelo de actuación, una actividad a pequeña escala, un modo personalizado de hacer las cosas, un perfil de artesano como “maestro” que conoce e interviene en todas las etapas del proceso, una persona orgullosa de su trabajo, su defensa inquebrantable de la calidad de sus productos, etc.

En este sentido, hay que señalar la existencia de numerosos estudios científicos que muestran diferencias contrastables sobre la calidad de los productos artesanos e industriales; algunas de estas diferencias son importantes y otras prácticamente inapreciables para los consumidores en general. No obstante, el nivel de apreciación aumenta cuando se realizan estudios entre los consumidores habituales con mayor nivel de formación.



Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012).  Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea (autor)

PROTAGONISTAS: LAS PEQUEÑAS EMPRESAS LÁCTEAS Y EL MARCO LEGAL EN LA UNIÓN EUROPEA-1

En los años noventa, la Unión Europea ha desarrollado una amplia normativa para regular las condiciones sanitarias en las actividades de producción, transformación y comercialización de los productos agroalimentarios, con una doble finalidad, elevar el nivel de protección del consumidor, y evitar que los países comunitarios puedan entorpecer el correcto funcionamiento del mercado mediante trabas al libre comercio o competencias desleales.

En este sentido, hay que destacar la aprobación de varias directivas que regulan las concesiones de permisos o licencias sanitarias de ámbito comunitario para los establecimientos de transformación, elaboración y distribución de productos de origen animal, así como la propuesta del registro sanitario para aquellos establecimientos con venta directa al consumidor final.

La aplicación de la reglamentación europea supuso un desafío importante para los establecimientos de productos artesanos y de las producciones caseras y de campo o 'granja', llevando aparejadas diversas ventajas e inconvenientes, entre ellas, la promoción indirecta de estos productos de cara al consumidor pudiendo acceder a su compra en los circuitos legales, y por el contrario, el incremento de los costes de funcionamiento debidos a la aplicación de la nueva normativa (gestión documental, controles de calidad, analítica, etc.).

En la mayoría de las regiones españolas este tipo de empresas tenían un carácter marcadamente marginal, casi de supervivencia, en su mayor parte sin experiencia ni conocimientos suficientes en tecnología, gestión y organización empresarial, y menos aún en el cumplimiento de las condiciones establecidas en la normativa para asegurar la calidad de sus producciones, encontrándose con una situación desconocida ante la enorme casuística de trámites burocráticos y documentos exigidos. La aplicación de la nueva normativa en las pequeñas empresas artesanales del sector lácteo no iba a resultar sencilla en la mayoría de las regiones queseras tradicionales.


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea (autor)

2-NORMATIVA BÁSICA 'LETRA Q'

Dentro del marco legal establecido por el 'paquete de higiene', la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha puesto en marcha un plan de actuaciones para controlar la calidad de la leche cruda producida en las explotaciones andaluzas y sus condiciones cualitativas en el momento de su recepción en los centros lácteos. Se establecen así los procedimientos para la realización de la toma de muestras de leche y su análisis, transmitiendo los resultados obtenidos a la base de datos Letra Q.

En estos procedimientos, realizados por personal con formación especializada, se efectúan dos tipos de controles de calidad, uno en la propia explotación ganadera, previo a la carga de la leche en los vehículos de transporte, y otro en el centro lácteo, previo a su descarga; en el caso de que la leche presente anomalías deberá transmitirse la información correspondiente a la base de datos Letra Q.

En caso de que las muestras de leche cruda analizadas presenten residuos (límites autorizados, tratamientos ilegales) de antibióticos (detección positiva) se dispondrá, de manera urgente, la inmovilización cautelar de toda la partida, por parte del órgano competente, hasta que finalmente se demuestre su inocuidad; este hecho se pondrá en conocimiento del centro lácteo, transmitiéndose la información a la Letra Q.

Por otra parte, en concordancia con las distintas medidas singulares de aplicación de las disposiciones comunitarias en materia de higiene de la producción y comercialización de los productos alimenticios, la aprobación del Real Decreto 1338/2011 (3 de octubre), impide la comercialización de leche cruda cuando hayan transcurrido tres meses sin superar los controles de calidad en el recuento de gérmenes (incubación de colonias a 30º C) o, en su caso, se autoriza para la elaboración de quesos maduros o productos lácteos, cuando previamente haya sufrido el tratamiento térmico correspondiente, manteniéndose hasta que la explotación de origen demuestre que la leche cruda vuelve a ser conforme con dichos criterios de calidad.


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012).  Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea y Julio Jiménez García (autores)



1-NORMATIVA BÁSICA 'LETRA Q'

La reglamentación comunitaria sobre la higiene de los productos alimenticios, incluyendo los lácteos, remarca la responsabilidad de los distintos agentes de la cadena alimentaria en la producción de alimentos seguros estableciendo, por una parte, los controles que deben realizarse en cada etapa de producción y transformación y, por otra, la vigilancia y supervisión de dichos controles por las autoridades competentes.

Desde 2002 la Unión Europea viene aprobando amplia normativa en materia de higiene alimentaria, para regular la producción y comercialización de todos los alimentos según los criterios establecidos para conseguir una mayor seguridad y confianza en los consumidores.

En este sentido, hay que mencionar de manera destacada los siguientes: Reglamento (CE) 852/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo (29 de abril de 2004), relativo a la higiene de los productos alimenticios, y el 853/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo (de la misma fecha), por el que se establecen normas especificas de higiene de los alimentos de origen animal, y los controles mínimos obligatorios que deben realizar los operadores económicos y laboratorios del sector lácteo para que actúen de manera homogénea.

En cuanto a la legislación específica aplicable en España, se ha aprobado el Real Decreto 752/2011 (27 de mayo), por el que se establece la normativa básica de control que deben cumplir los agentes del sector de leche cruda de oveja y cabra. Asimismo, extiende a la comercialización de leche cruda de estas especies, lo establecido en el Real Decreto 1728/2007 (21 de diciembre) relativo a la normativa básica de control que deben cumplir los operadores del sector lácteo, modificándose el Real Decreto 217/2004 (6 de febrero). Esta normativa española desarrolla específicamente, la parte regulada por los Reglamentos comunitarios que constituyen el conocido habitualmente como “paquete de higiene”.


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea y Julio Jiménez García (autores)

viernes, 18 de enero de 2013

3-CALIDAD DIFERENCIADA: QUESOS

Analizando el caso de los productos lácteos elaborados en la Unión Europea y reconocidos con distintas denominaciones de calidad, se pone de manifiesto que son los quesos los que poseen más figuras de protección, tanto en España como en los países mediterráneos (Francia, Italia, Grecia, Portugal). Actualmente, existen en España 25 variedades de quesos protegidas con estas denominaciones de calidad diferenciada (DOP e IGP).

Entre las regiones mediterráneas, Andalucía cuenta con un importante patrimonio quesero, reconocido por la Unión Europea (Comisión,1996) al incluir en el listado de productos lácteos tradicionales, un total de quince variedades de quesos autóctonos (diez de cabra y cinco de oveja), cuyos procesos de elaboración fueron estudiados y caracterizados en una amplia prospección realizada durante el periodo 1986-1995 en 303 puntos de elaboración (261 localidades) de las ocho provincias andaluzas (Ares, tesis doctoral, 1995).

Asimismo, en el último Catálogo de quesos de España publicado hasta la fecha por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (entonces Mapa) se incluye un total de ocho variedades de quesos andaluces tradicionales (Ares, 1990).

Por otra parte, en opinión de diversos especialistas, la producción de alimentos de calidad diferenciada no es suficiente para asegurar su presencia en el mercado, sino va acompañada de unas campañas de promoción dirigidas a los potenciales consumidores. En este sentido, la Unión Europea apuesta claramente por la promoción de los productos agroalimentarios; el Reglamento (CE) 1698/2005 del Consejo (20 de septiembre de 2005), relativo a la ayuda al desarrollo rural a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), establece las normas generales de la ayuda comunitaria y la financiación de una serie de medidas, instrumentadas a través de los programas de desarrollo rural de los Estados miembros.

En Andalucía, las subvenciones definidas en el Reglamento (CE) 1698/2005 han sido incluidas en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía para el período 2007-2013, siendo cofinanciadas por la Unión Europea con fondos del FEADER.

Asimismo, existe una línea de ayudas de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía destinada a la promoción de los productos agroalimentarios elaborados por empresas de la región, que puede ser un elemento clave en el desarrollo de estrategias de comercialización. En la Orden de 18 de enero de 2008 se establecen las bases reguladoras para la concesión de subvenciones para la promoción de los productos agroalimentarios con calidad diferenciada, dentro del marco del Plan de Desarrollo Rural de Andalucía 2007-2013.

Por otra parte, el Decreto 229/2007 de 31 de julio, regula la marca “Calidad Certificada” para los productos agroalimentarios y pesqueros andaluces. En relación con los productos lácteos andaluces, mediante Resolución de la Dirección General de Industrias y Calidad Agroalimentaria de 18 de octubre de 2007, se reconoce el pliego de producto “Queso de cabra” y la norma de calidad para el uso de la marca “Calidad Certificada”.


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea (autor)

2-CALIDAD DIFERENCIADA: ESTRATEGIAS

En el ámbito de la actividad estrictamente económica existe la tendencia creciente en muchas empresas a evaluar sus resultados mediante indicadores que relacionan la calidad con la competitividad. Se utilizan habitualmente varios conceptos de calidad: total, global, necesaria, programada, realizada, ambiental, social, corporativa, territorial, rural, diferenciada, etc.

La gestión de la calidad, junto con la gestión financiera, la gestión de los recursos humanos y la gestión del conocimiento (innovación) constituyen elementos esenciales para que una empresa resulte competitiva en el mercado actual.

Diversos especialistas apuestan por la necesidad de impulsar un desarrollo adecuado del binomio calidad-competitividad como principal estrategia de las empresas lácteas para satisfacer las nuevas demandas del mercado, sin olvidar, las preferencias crecientes de los consumidores hacia los productos con características diferenciadas. En este sentido, se trata de potenciar una mayor identificación personal de los consumidores con los productos lácteos en el momento del acto de la compra.

Considerando estas estrategias para mejorar las relaciones de elección e identificación personalizada de los productos lácteos por parte de la población consumidora existe, desde hace años, una apuesta clara de la Unión Europea por este tema, desarrollando varias normas de calidad que protegen estos alimentos diferenciados frente a las posibles imitaciones. Para ello, se han puesto en marcha distintas políticas de promoción de la calidad de los productos agroalimentarios comunitarios.

No obstante, hay que señalar que estas políticas comunitarias de defensa de las denominaciones de calidad encuentran oposición y rechazo en ciertas áreas geográficas fuera de la Unión Europea, dando lugar a largas y complicadas negociaciones para su reconocimiento e implantación en el mercado mundial.

No cabe duda que el desarrollo de un marco general que regule, en el ámbito internacional, las denominaciones de calidad para aquellos productos con cualidades singulares, sería un instrumento muy valioso para su protección y promoción (denominaciones de origen o procedencia, indicaciones geográficas, especialidades tradicionales garantizadas, productos artesanos, producciones integradas, ecológicas, de montaña, de ganadería propia, de pastor, etc.).


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012).  Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea (autor)

PROTAGONISTAS: LA CALIDAD DIFERENCIADA, CONCEPTOS

A continuación, se exponen algunos conceptos y políticas de promoción aplicados a la calidad diferenciada de los alimentos, en general, y de los productos lácteos, en particular. Existe mucha información sobre la calidad bajo múltiples aspectos, tanto en lo referente a un sector económico, actividad productiva, empresa, proceso tecnológico, práctica artesanal, materias primas y productos, territorio, como a la prestación de un determinado servicio, entre otros.

Sin embargo, para este término no existe una definición única aceptada universalmente, por el contrario, en la práctica se manejan numerosos conceptos variables en el tiempo y en el espacio, estrechamente relacionados con su ámbito de aplicación. Para paliar esta dificultad se define habitualmente la calidad en función de su ámbito de uso y se regulan los requisitos necesarios para su correcta utilización en cada caso.

En la década de los ochenta se extiende el concepto de 'calidad' entendido como “el criterio establecido por la valoración comparativa del conjunto de atributos o características de un producto, proceso, ensayo, análisis o servicio, en base a las normas y/o especificaciones definitorias, teniendo siempre en cuenta, su aptitud para la función y la necesidad o fin para los que se proyectó” (Ministerio de Sanidad y Consumo, 1982).

En este sentido, también se define la 'especificación técnica' como “el documento que establece las características de un producto o servicio, tales como niveles de calidad, funcionamiento o comportamiento, seguridad o dimensiones, pudiendo así mismo, incluir prescripciones referentes a terminología, símbolos, ensayos y métodos de análisis, envasado, marcado o etiquetado”.

Respecto a la calidad alimentaria, los 'atributos' de un alimento se definen como “las propiedades del producto sobre las que descansa su aptitud para el uso a que lo destina el consumidor” (Burón, 1989). Esta definición refuerza el papel del consumidor a la hora de elegir un alimento en base a su propia apreciación de la calidad.

En el caso de la calidad de los productos lácteos, intervienen varios factores que frecuentemente se encuentran interrelacionados: composición química, características físicas, microflora, valor nutritivo, funciones saludables, propiedades reológicas, aptitud tecnológica, aspectos higiénico-sanitarios, caracteres sensoriales, etc., sin olvidar factores cuya importancia es también relevante como las preferencias y hábitos de los consumidores, la evolución del mercado, entre otros.


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea (autor)

jueves, 17 de enero de 2013

2-SITUACIÓN QUESERÍAS ARTESANALES ANDALUZAS

Dadas la tipología y ubicación geográfica de las empresas queseras andaluzas, mayoritariamente pequeños establecimientos artesanales, diseminados en las zonas rurales a lo largo y ancho del territorio regional, e integrados por personas poco habituadas a realizar actuaciones conjuntas, un grupo de productores y técnicos decidieron crear una estructura asociativa para defender los intereses del sector y promocionar los quesos artesanos dentro y fuera  de Andalucía.

Así nació la actual Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía, constituida en Hinojosa del Duque (Córdoba, España) hace ya 14 años. Esta asociación, pionera en la región, es una entidad sin ánimo de lucro, cuyos ámbitos territorial y funcional son la comunidad autónoma andaluza y el sector quesero artesanal, respectivamente. En la actualidad se integran en esta asociación unas cuarenta empresas queseras artesanales distribuidas por toda la geografía andaluza (ocho provincias), siendo su principal finalidad la defensa y promoción conjunta de los quesos artesanos andaluces. La presidenta de la Asociación es María Jesús Jiménez.

Entre las principales actividades realizadas por la Asociación hasta la fecha, con sus propios recursos o mediante la colaboración con otras entidades e instituciones públicas y privadas, se incluyen la organización de diversos eventos promocionales, entre ellos, el concurso de quesos andaluces (el primero organizado en la región; cada edición se realiza en una localidad distinta), ferias y mercados de quesos, exposiciones y muestras gastronómicas, catas de quesos (dirigidas a profesionales de la hostelería y público en general), reportajes y entrevistas en medios de comunicación nacionales y extranjeros, etc.

Asimismo, la asociación viene colaborando habitualmente con diversas instituciones y entidades en la realización de proyectos de investigación y transferencia de tecnología, programas de asesoramiento y asistencia técnica a queserías y explotaciones lecheras, cursos de formación empresarial, estudios sectoriales, libros y artículos en revistas especializadas, etc.

Un estudio de caracterización empresarial realizado recientemente por la Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía revela que la mayoría de las queserías artesanales andaluzas tienen el siguiente perfil estructural: microempresas con escasos recursos humanos (1-5 trabajadores), de carácter familiar, situadas en zonas rurales, que transforman la leche de la ganadería propia o de explotaciones lecheras de su misma comarca, realizando de forma manual todas o algunas etapas del proceso de elaboración de quesos, y una capacidad de transformación limitada (inferior a 500.000 litros de leche /año).

Por otra parte, hay que destacar algunas potencialidades de estas empresas, entre ellas, que, prácticamente, la totalidad de las queserías encuestadas no utiliza ningún tipo de conservantes y aditivos artificiales, defienden la presentación natural de los productos, tienen su propia red comercial y gran parte de las ventas se realizan en origen en el propio establecimiento o a través de canales cortos de comercialización, etc.

Finalmente, señalar que éstas y otras peculiaridades que presentan las queserías artesanales andaluzas las diferencia claramente del resto de empresas del sector quesero y, por lo tanto, requieren un tratamiento especial en la normativa, tal como ocurre en otras regiones españolas y extranjeras.


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea y María Jesús Jiménez Horwitz (autores)

PROTAGONISTAS: SITUACIÓN DE LAS QUESERÍAS ARTESANALES ANDALUZAS-1

En estos momentos, los sectores ganadero y quesero de Andalucía están viviendo una situación delicada, hasta el punto en que mantener la actividad diaria se está convirtiendo en un verdadero y difícil reto para muchas empresas de la región. La crisis actual golpea especialmente a las empresas de menor dimensión, mayoritariamente microempresas artesanales, donde la falta de liquidez, el incremento de los costes de producción y comercialización, la caída del consumo con la consiguiente bajada de precios de venta de los productos finales son, entre otros factores, los que están condicionando la propia supervivencia de este sector, poniendo en riesgo la débil estructura económica de muchas zonas rurales en las que se localizan las empresas queseras artesanales andaluzas.

Para hacer frente a esta situación de verdadera emergencia, resulta prioritario contar con un marco normativo que permita diferenciar la calidad de las producciones artesanales y tradicionales, y poder así competir con ciertas garantías de éxito con los productos lácteos elaborados en otras regiones, y con las producciones convencionales y masivas de las grandes industrias, cuyos márgenes empresariales y beneficios son muy superiores a los de las pequeñas empresas artesanales.

En la actualidad, existen unas ochenta empresas queseras artesanales en Andalucía, principalmente en régimen familiar, siendo mayoritarias las microqueserías que transforman la leche de sus propios rebaños (alrededor del 60%). La provincia de Málaga es la que presenta un mayor censo de queserías; mientras que Almería cuenta con el menor número de empresas. En la actualidad, las empresas queseras medianas y grandes no alcanzan la decena.

Esta atomización de microempresas, hace imprescindible para vertebrar el desarrollo del sector quesero artesanal fomentar la unión entre las mismas; el asociacionismo es un instrumento útil para asegurar su supervivencia, posibilitando la realización de actuaciones conjuntas para la reducción de los costes de compras de materias primas y materiales, promoción, comercialización, etc., y poder alcanzar nuevos mercados que valoren la calidad diferenciada de los productos artesanales.

Teniendo en cuenta las características de las queserías artesanales andaluzas se puede afirmar que tienen, en general, un gran potencial para conseguir una imagen de calidad diferenciada para sus producciones. Para ello se requiere un trabajo conjunto en el futuro de todas las entidades e instituciones que intervienen en el sector lácteo regional.


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea y María Jesús Jiménez Horwitz (autores)

2-DEHESA: ECOSISTEMA SOSTENIBLE

El ecosistema dehesa tiene una gran importancia para Andalucía, con una superficie superior a 1,25 millones de hectáreas, que representa aproximadamente el 14% del territorio regional y la mitad de la superficie española de este ecosistema (2,4 millones ha). La mayor extensión de la dehesa se localiza en la parte occidental de Andalucía, encontrándose los principales enclaves en Sierra Morena y las serranías gaditanas.

Asimismo, según datos de la Junta de Andalucía, existen un total de 128 municipios andaluces con más del 25% de su superficie ocupada por dehesas, lo que supone el 27% del territorio regional (22.480 km2). En la Península Ibérica, Andalucía comparte este ecosistema sostenible, principalmente, con las comunidades autónomas de Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla-León, y la región portuguesa de Alentejo.

Desde el punto de vista medioambiental, la dehesa andaluza goza actualmente de un alto nivel de protección a través de la legislación autonómica en materia forestal, así como en los ámbitos de la lucha contra incendios y los espacios naturales protegidos. La Reserva de la Biosfera de las Dehesas de Sierra Morena, declarada por la Unesco en 2002, tiene una superficie de 424.000 ha., siendo el mayor espacio protegido de este tipo en España y uno de los mayores del mundo.

En este sentido, el proyecto de transferencia y formación (Transforma) sobre “Mejora integral de los sistemas adehesados andaluces” aprobado por el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), para el periodo 2010-2012, tiene como principal finalidad dar respuesta a la problemática de las explotaciones en zonas adehesadas, y asegurar su rentabilidad en el futuro. En el proyecto participan diversos centros de la red del Ifapa y otras entidades e instituciones públicas y privadas (coordinado por Francisco A. Arrebola).

Entre los principales objetivos del citado proyecto hay que señalar los siguientes:

*Mejora de los sistemas ganaderos tradicionales mediante un manejo reproductivo más racional y la diversificación de las rentas de los productores.

*Mejora tecnológica de los procesos de elaboración y comercialización de productos lácteos tradicionales, con especial interés en las producciones artesanales.

*Mejora agronómica y regeneración forestal de la dehesa, incidiendo principalmente en el tratamiento de la “seca" o decaimiento del encinar, como patología de mayor gravedad en estos momentos.

*Mejora de la imagen socioeconómica de la dehesa mediante el estudio y valorización del ecosistema en su conjunto, potenciando sus externalidades e introduciendo sistemas gestión técnico-económica específicos para evaluar la rentabilidad de las explotaciones, y definir los umbrales de rentabilidad óptimos para cada zona.



Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares y Francisco Arrebola (autores)

PROTAGONISTAS: DEHESA, UN ECOSISTEMA SOSTENIBLE-1

La dehesa es un ecosistema tradicional donde coexisten las producciones agrícola, ganadera y forestal, cuya supervivencia a través de los siglos ha configurado el paisaje actual de muchas zonas rurales españolas, siendo además la base territorial de explotaciones que elaboran alimentos de calidad diferenciada, con un mayor valor añadido.

Probablemente el origen de los sistemas adehesados sea la consecuencia de la intervención humana en el “aclarado” del arbolado en los bosques originarios de encinas y alcornoques, reduciendo la masa forestal con objeto de permitir otros aprovechamientos asociados: cultivos, ganadería, pastos, caza, leña, corcho, etc., procurando no alterar demasiado el equilibrio ecológico del ecosistema.

Este ecosistema, de rica diversidad biológica, juega un papel fundamental en la conservación del medio ambiente por ser el refugio de numerosas especies amenazadas, y por permitir el aprovechamiento por parte de la ganadería tradicional de sus recursos naturales herbáceos y arbóreos. Asimismo, sus condiciones naturales permiten el desarrollo de diversas producciones ecológicas, cada vez más demandadas en el mercado, y el crecimiento progresivo del turismo rural. Actividades que contribuyen notablemente a la vertebración de los territorios rurales, equilibrando su desarrollo económico y social. En la actualidad, las principales actividades económicas de los sistemas adehesados son la producción de corcho (60% de la producción nacional), cerdo ibérico, ganado ovino y el toro de lidia y, en menor medida, las producciones lácteas (leche y quesos).

La dehesa tiene un gran potencial para la elaboración de alimentos de calidad diferenciada. Sin embargo, en la actualidad este ecosistema se encuentra seriamente amenazado por diversas causas, entre otras, por el denominado síndrome del decaimiento del arbolado o “seca” del encinar, la falta de regeneración ordenada de la masa arbórea y el excesivo aprovechamiento forestal en muchas zonas. La “seca” está afectando seriamente la viabilidad de algunas dehesas, como por ejemplo, ocurre en el Andévalo (Huelva), donde se estima la desaparición hasta la fecha de un 30% de la arboleda.

Esta situación se ve agravada por otros factores como la dificultad para encontrar mano de obra cualificada, el escaso nivel de asociacionismo de los productores, las dificultades tecnológicas para transformar y comercializar los productos locales en las condiciones exigidas por la normativa vigente, etc.; en estos momentos la conservación de este valioso ecosistema depende más que nunca de obtener unas producciones de alto valor añadido frente a las convencionales, cuyos precios en el mercado permitan mejorar la baja rentabilidad actual de las explotaciones.

En definitiva, se trata de revitalizar, mediante la articulación de sistemas de gestión y organización modernos, la imagen de la dehesa "naturaleza" ligada a la elaboración de alimentos de calidad diferenciada como los productos lácteos (quesos, cuajada, requesones, yogures, postres), evitando la creciente intensificación de las producciones incompatibles con el medio ambiente, y conservando los recursos naturales autóctonos (incrementos estimados de hasta un 50%).



Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares y Francisco Arrebola (autores)

2-SECTOR LÁCTEO ANDALUZ: CLAVES

Como suele decirse habitualmente: toda región que tenga suficiente potencial para producir alimentos lácteos de calidad diferenciada tiene un auténtico "tesoro", que debe saber aprovechar a la hora de posicionarse en el mercado frente a las producciones convencionales. Aquellos empresarios que no lo entiendan así perderán seguramente buenas posibilidades de realizar transacciones comerciales beneficiosas.

En este sentido, aún queda trabajo por realizar en Andalucía, para que las empresas queseras aprovechen todo su potencial actual. Todos los estudios realizados indican que los productos lácteos autóctonos de calidad diferenciada, tienen buena demanda en el mercado actual, por parte de consumidores que quieren productos auténticos, originales y distintos a los convencionales.

El sector lácteo tradicional de Andalucía tiene una clara ventaja en este campo frente a otras regiones, ya que una elevada proporción de las producciones locales de leche de cabra y de oveja aún procede de explotaciones semiextensivas, semiintensivas y extensivas, donde los animales aprovechan en régimen de pastoreo los recursos naturales de cada zona (pastos y pastizales), los rastrojos de las cosechas de los cultivos (cereales, leguminosas y oleaginosas), y los subproductos de las plantaciones de frutales (olivo, cítricos, almendro, vid), complementados con forrajes (frescos y henificados) y menores cantidades de piensos compuestos. Aspectos éstos reconocidos suficientemente en muchos trabajos científicos, por su influencia en la calidad diferenciada de los productos lácteos.

No obstante, ¿cuál es el riesgo de adoptar esta estrategia en el sector lácteo andaluz?. En primer lugar, hay que señalar la dificultad que supone el cambio de mentalidad de muchos empresarios lácteos para adaptarse a esta nueva situación, unido al progresivo abandono del campo por parte de los más jóvenes y mejor formados, al desconocimiento de las técnicas de promoción y marketing para desarrollar una nueva imagen de los productos capaz de convencer a los consumiores y, las prisas para obtener beneficios a corto plazo, entre otras casusas.

Estas nuevas estrategias para cambiar la imagen de los productos lácteos elaborados en Andalucía deben conseguir una mayor presencia en los mercados nacional e internacional de los alimentos de calidad diferenciada: autóctonos, naturales, tradicionales, artesanos, de ganadería propia, ecológicos, producciones integradas, etc. En una primera etapa, la principal finalidad no debe centrarse en conseguir la mayor rentabilidad económica de las empresas lácteas sino en mantener vivo el patrimonio cultural y gastronómico de muchas zonas rurales, carentes de otras alternativas productivas que eviten su desaparición en el futuro. Para ello es fundamental, a corto plazo, evitar que continúe el progresivo abandono de los sistemas extensivos en los pequeños rumiantes y, especialmente, el pastoreo del ganado lechero en sierras y montañas, que caracterizan la calidad singular de los quesos tradicionales andaluces, siendo además estas actividades generadoras de empleo y contribuyendo al mantenimiento de población activa en muchas zonas rurales, mostrándose también muy eficaces en el aprovechamiento y la valorización de los recursos naturales locales e incluso en la lucha contra los incendios forestales.

Entonces, cabe hacer la siguiente pregunta ¿Qué necesita el sector lácteo andaluz para su sostenibilidad?.

La respuesta a esta cuestión tiene varias claves, una de ellas, es el objetivo principal de esta Jornada técnica: disponer de un marco normativo específico que facilite el funcionamiento de las actuales empresas lácteas andaluzas, y fomente la creación de otras en el futuro, especialmente las de pequeña dimensión, que por su débil estructura productiva y económica son las que tienen más dificultades para competir en las condiciones actuales del mercado. No obstante, son éstas las que tienen mayor potencial, con un modelo de actuación inmerso en el mundo rural y en la defensa del patrimonio gastronómico tradicional, elaborando productos artesanos de calidad diferenciada, cada vez más apreciada por los consumidores de mayor poder adquisitivo.

Un producto lácteo de calidad diferenciada debe elaborarse mediante sistemas de producción muy ligados al medio rural y sus recursos naturales (entorno geográfico, paisaje, territorio); sin olvidar de que estas empresas deben ser social y económicamente viables, contribuyendo así al desarrollo sostenible (conservación de la naturaleza, biodiversidad, defensa del bienestar animal, etc.) y al modelo de vida de su entorno (cultura, costumbres, protección de los sistemas tradicionales, etc.), elementos que forman parte indisoluble de la identidad de la empresa. Otros factores de calidad diferenciada no menos importantes son las razas ganaderas autóctonas, el pastoreo de los animales, la elaboración artesanal, la presentación natural de los productos, la comercialización en origen, las campañas promocionales individuales, etc.

Finalmente, hay que destacar que el sector lácteo de Andalucía tiene actualmente un gran potencial y puede presentar un crecimiento sostenido en el tiempo si logra desarrollar una imagen clara basada en la calidad diferenciada y en la gran diversidad territorial de sus zonas rurales. Y las empresas, las ya existentes y las nuevas que se pongan en marcha en los próximos años, deben contar con personas que sepan transmitir esta calidad diferenciada a los consumidores.


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea (autor)

PROTAGONISTAS: EL SECTOR LÁCTEO ANDALUZ, CLAVES-1

Andalucía es la primera región española por población, con 8.424.102 habitantes (datos de 2011) y la segunda por superficie total, con 87.597 km2 (96,2 habitantes/ km2). Es una región tipicamente mediterránea con una temperatura media de 15,9º C, y una gran diversidad de climas y paisajes, donde abundan las zonas de gran fertilidad como los valles y campiñas, que constituyen la base de una agricultura muy competitiva, junto a las zonas de ganadería extensiva como las dehesas y las sierras y montañas, e incluso en los desiertos del extremo oriental de la región.

Las montañas de Sierra Nevada son las más elevadas de la España continental (3.481 metros del pico Mulhacén), y unos 400 municipios andaluces se localizan a alturas superiores a 500 metros. En la zona occidental de Andalucía se encuentra el punto de mayor pluviometría de España (Grazalema, con más de 2.200 mm de lluvia anuales); asimismo, la región se caracteriza por su abundancia de recursos naturales, con una importante superficie forestal (46.000 km2), y 244 espacios protegidos (28.000 km2). El producto interior bruto (PIB) es superior a 149.160 M€, y la producción final agraria se aproxima a los 10,3 M€. Estas excelentes condiciones naturales, y un importante censo de población, convierten a esta región en una potencia agroalimentaria, tanto por sus producciones como por la elevada demanda del consumo regional.

Sin embargo, hay que señalar que a pesar del gran potencial agroalimentario andaluz, con gran diversidad de alimentos de alta calidad, muy apreciados en los mercados nacional e internacional, existen aún importantes diferencias de desarrollo económico entre los diversos sectores productivos de la región, con un porcentaje muy elevado de la agricultura frente a la ganadería (15%), muy superior a la cifras medias española y comunitaria.

Por otra parte, debido a múltiples causas, el sector ganadero andaluz viene experimentando un claro retroceso durante los últimos años, siendo esta situación más preocupante en las explotaciones ganaderas extensivas y semiextensivas, lo que no se debe precisamente a la escasez de recursos naturales en la región, dada la gran abundancia de pastos y pastizales, y de terrenos forestales susceptibles de aprovechamiento por el ganado. Varias son las causas de esta problemática, pero de todas ellas, hay que señalar el auge experimentado por el sector de la construcción durante los últimos años y su masiva contratación de trabajadores agrarios, que ha provocado el abandono masivo de muchas explotaciones ganaderas por parte de jóvenes y mayores, con el consiguiente deterioro de la producción primaria.

Analizando la estructura del sector lácteo andaluz cabe destacar que la producción regional de leche es claramente insuficiente para abastecer al mercado local; la producción de leche de vaca oscila según los años, alrededor del 10% del total español, y la de oveja es casi testimonial (1%); sin embargo, en cuanto a las producciones de la especie caprina, Andalucía es una de las primeras regiones europeas por volumen de producción de leche de cabra, representando actualmente más del 50% del total nacional.

La producción regional de leche de vaca se realiza exclusivamente en explotaciones ganaderas en régimen intensivo y se destina al consumo en forma líquida (mayoritariamente como leches esterilizadas de larga vida, y un volumen casi testimonial de leche pasterizada de corta caducidad) y transformada en otros productos lácteos (yogures, batidos, quesos de mezcla, postres, etc.).

Por el contrario, y a excepción de la elaboración de mínimas cantidades de quesos artesanos puros de cabra o de oveja por parte de microempresas artesanales, las producciones lácteas andaluzas de pequeños rumiantes se destinan mayoritariamente a la elaboración de quesos de mezcla, principalmente con leche de vaca, que en gran parte se transforman fuera de la región, con la consiguiente pérdida de ingresos y de riqueza para el sector lácteo local.

A esta pérdida económica se añade la no menos importante pérdida de imagen de los productos lácteos andaluces, que al ser elaborados por empresas localizadas fuera de la región carecen de identidad y marcas propias con las que competir en el mercado, salvo contadas excepciones.


Fuente: Jornada técnica sobre "El Sector Lácteo Andaluz ante la Nueva Normativa de Calidad" (2012). Loja (Granada, España).
José Luis Ares Cea (autor)