lunes, 4 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: CONTROL LECHERO DE CABRA MURCIANO-GRANADINA EN NÚCLEO DE GRANADA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la efectividad del control lechero del núcleo caprino de la provincia de Granada (España) en la raza Murciano-Granadina.

En los sistemas ganaderos, el control productivo, en este caso lechero, es el proceso dedicado a la recolección de la información que rodea a los animales en sus unidades de producción y completada con su procesado, interpretación y difusión de resultados con la perspectiva de tomar decisiones para la cría animal de las futuras generaciones. Esto desarrolla y moviliza una completa organización, es más una red de trabajo social que un procedimiento meramente técnico, por ello se la considera no sólo una herramienta estrechamente ligada a los objetivos a alcanzar dentro de los programas de cría, sino que además es un motor de desarrollo para todas las acciones dedicadas a la mejora de la productividad y eficacia global de los sistemas de producción animal. En las razas lecheras autóctonas españolas, la rutina de control lechero y su aplicación crea en todos los casos descritos una serie de problemas para la obtención de datos de modo continuo a lo largo del tiempo, y que además sean útiles a la hora de su uso en las valoraciones genéticas. Otro problema que se plantea es la escasa información genealógica de los datos disponibles, lo que dificulta y limita más el rendimiento de esos datos.

Este estudio tiene la finalidad de contabilizar el número de controles y los registros medios conseguidos en producciones diarias en un periodo de la evolución del Núcleo de Control Lechero de Granada (núcleo nacional 362) perteneciente a la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de Raza Murciano-Granadina (Caprigran), y poder detectar las principales deficiencias tratando de identificar los puntos críticos en el funcionamiento del núcleo, sobre los que poder trabajar en futuras experiencias. Se han estudiado los datos del período 1991-2004, ambos inclusive, utilizándose como base del análisis el número de controles realizados en el seno del núcleo con respecto a la leche producida por día de control y animal, y su contenido en grasa y proteína. Los datos del recuento se han clasificado de acuerdo a los niveles de los siguientes factores: año de control, mes de control, edad de la cabra en el control y el número de control. Al mismo tiempo se obtuvieron los valores promedio de la producción individual de leche, grasa y proteína por control, utilizando el procedimiento PROC.MEANS del paquete estadístico SAS en su versión 8.2. Como base experimental se dispuso de un total de 288.476 controles individuales de leche total, 252.102 observaciones de contenido graso por control y 252.680 de contenido proteico.

Los resultados obtenidos muestran un aumento en el número de controles a partir del año 1997, tanto en la producción total de leche, como en su contenido en grasa y proteína; posteriormente a esta fecha los valores encontrados para la producción promedio se muestran muy estables. Del mismo modo se ha observado que no existen grandes diferencias entre el número de controles de producción total y los componentes graso y proteico, lo cual contribuye a facilitar el análisis genético de los animales mediante el uso de modelos multicarácter. Por otra parte, se aprecia una notable estabilidad del número de controles entre los distintos meses del año, hecho que facilita la adecuada programación de los recursos humanos y materiales disponibles. La producción de leche diaria osciló entre mínimos de 1,38 kilogramos en el mes de septiembre hasta unos valores máximos de 1,68 kg en febrero. Si bien los valores máximos de contenido graso y proteico se obtuvieron en los meses de octubre a diciembre, y los mínimos entre mayo y julio. En agosto, al coincidir con el período vacacional, no se ha registrado control alguno. Al igual que en el caso del año de control se ha observado que la disponibilidad de controles cualitativos se sitúa en niveles próximos a la de los controles cuantitativos para una misma clase durante los diferentes meses del año.

Respecto a los niveles productivos registrados en función de la edad de la cabra, revelan valores mínimos de producción diaria en la primera lactación tanto para la leche como para su contenido graso y proteico. A partir de esta lactación, se aprecia un incremento progresivo en la cantidad de leche producida (en kilogramos) hasta alcanzar los máximos valores en la cuarta lactación, mientras que para los contenidos en grasa y proteína se percibió una estabilidad generalizada. En cuanto a las observaciones del número de controles disponibles para cada una de las edades estudiadas, se registra un menor número de controles realizados en los animales durante la primera lactación; así como un descenso de la información de las cabras que superaron la sexta lactación (más de las tres cuartas partes de la población caprina estudiada se concentra en los cinco primeros partos). De forma similar a los apartados anteriores, se observa que la disponibilidad de controles cualitativos se encuentra en concordancia con el de controles cuantitativos para una misma clase, hecho que manifiesta una notable eficacia en el control lechero.

El comportamiento de los promedios productivos obtenidos para la cantidad diaria en función del número de control para la leche total sigue la pauta de ofrecer unos valores máximos en los primeros controles para iniciar un descenso progresivo en el transcurso de los controles. Así, se aprecia un pico de 1,72 kilogramos de leche, en el segundo control, descendiendo luego de forma continua hasta el período de secado, acompañado del consiguiente aumento del porcentaje de grasa y proteína. En cuanto al funcionamiento del núcleo, cabe señalar que la relación entre la información cuantitativa y cualitativa está prácticamente equilibrada a lo largo de toda la lactación, si bien hay aunar esfuerzos con la finalidad de incrementar el volumen de datos tanto cuantitativos como cualitativos en el sexto y séptimo control de la lactación, con la finalidad de evitar un incremento de lactaciones no válidas.

Una de las conclusiones generales de este trabajo es que la iniciativa para el desarrollo de núcleos de control lechero e incluso de los programas de mejora genética debe partir en sentido ascendente y nunca a la inversa, es decir , que cualquier intento de esta naturaleza que parta de la Administración debe contar previamente con una demanda del sector ganadero. En segundo lugar, se hace evidente la necesidad de una adecuada coordinación entre los gestores de las razas caprinas españolas, las administraciones públicas competentes, los científicos y los técnicos, con la finalidad de desarrollar un modelo a nivel nacional adaptado a las características de las explotaciones y las razas españolas.


Autoría: J.M. León y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)