En un trabajo de investigación se ha estudiado la efectividad del control lechero del núcleo caprino de la provincia de Almería (España) en la raza Murciano-Granadina.
Los núcleos de control tienen función principal el dotar a los esquemas de selección de una correcta información genealógica y productiva para la evaluación genética de los reproductores. Dado que el funcionamiento de estas entidades supone un coste elevado, la finalidad de este trabajo es realizar un estudio específico del funcionamiento del Núcleo de Control de Almería (448) perteneciente de la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de Raza Murciano Granadina (Caprigran). El conocimiento de los puntos críticos en los núcleos supone una herramienta de gran interés para mejorar la eficiencia de la inversión realizada en el control lechero.
La base experimental utilizada se compone de un total de 127.798 controles individuales de leche total producida, 113.418 observaciones de contenido graso y 113.927 de contenido en proteína de hembras cuyas lactaciones se han producido entre los años 1991 y 2004 en el Núcleo de Control de Almería de la Asociación. Sobre la información obtenida para las variables: kilos de leche total, porcentaje graso y porcentaje de proteína, se ha trabajado sobre la producción en control diario y sobre la frecuencias de controles en función de los siguientes criterios de clasificación: año de control, mes, edad de la hembra y número de control. Utilizando el procedimiento PROC.MEANS del paquete estadístico SAS versión 8.2, se calcularon las medias correspondientes a cada criterio de clasificación así como el recuento de observaciones por cada uno de ellos.
Los resultados de las producciones (en valores medios diarios) para leche total, el porcentaje de grasa y porcentaje de proteína, están acompañados por la frecuencia de observaciones para cada una de las categorías. De forma similar a los datos hallados en la cabra Canaria, la producción lechera es de aproximadamente 1,90 kilogramos de leche por cabra en los meses más estables en cuanto a número de controles. Asimismo, la grasa y proteína se mantienen para estos mismos meses en porcentajes de 5 y 5,7; y entre 3,4 y 3,8, respectivamente. Se ha constatado una asociación entre la disminución de rendimientos y la disminución del número de controles, la cual podría explicarse porque entre los meses de agosto y octubre se incrementa considerablemente el número de animales que están al comienzo o al final de la lactación.
En otro período (años) se aprecia una relativa inconstancia en cuanto a las producciones de leche y mayor estabilidad para grasa y proteína, lo cual podría indicar que la producción cuantitativa de leche está más fuertemente influida por las oscilaciones interanuales, ya que no se aprecia en este caso una asociación entre las tasas de producción y el número de controles. Asimismo, el núcleo tiene una tendencia expansiva permanente, destacando la coherencia de los datos obtenidos entre los controles cuantitativos y cualitativos, lo que permite valorar positivamente el trabajo del Laboratorio de Análisis de Almería. En este sentido, casi el 70% de las lactaciones que se inician alcanzan el quinto control lechero, lo que supone una gran eficacia, ya que el cociente entre animales controlados y lactaciones terminadas, de acuerdo con la normativa española (Real Decreto 368/2005), y las recomendaciones del ICAR (www.icar.org), es muy alto; mucho más si se descartan los animales que sólo se controlan una vez y las primíparas que tienen filtros de validación más laxos.
Con estas observaciones se puede observar el comportamiento de la curva de lactación de la población estudiada, que comienza con un ascenso desde el primer control hasta alcanzar el máximo productivo en el segundo, iniciándose desde aquí un descenso continuo hasta el secado. Con respecto a la edad de control hay que indicar que según los resultados obtenidos las cabras alcanzan su madurez productiva a partir del tercer año, con unas cifras tanto para leche como para grasa y proteína que permanecen estables hasta el final de su vida productiva. Solamente se observa un descenso en cabras excepcionalmente viejas que se han mantenido en el núcleo. Se aprecia también una máxima concentración de controles entre la segunda, tercera y cuarta lactación; iniciándose un descenso que se hace claramente significativo a partir de la sexta lactación. Esto denota una mayor longevidad productiva de esta población frente a la raza caprina Canaria, superior a dos años.
Autoría: A. Alonso y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)