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lunes, 18 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: OESTRUS OVIS EN CAPRINO (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la cronobiología de oestrus ovis en el ganado caprino del centro y suroeste español. 

A pesar de la manifiesta importancia de la parasitación causada por el díptero Oestrus ovis en los rumiantes menores de la Península Ibérica, son muy escasos los estudios realizados hasta la fecha, encaminados a conocer la incidencia real de dicha parasitación en nuestra cabaña caprina, así como la determinación de la influencia de los factores medioambientales en su presentación. El estudio de la cronobiología del parásito, aporta aplicaciones de tipo práctico, preventivas y de control, y por tanto determinar las épocas más idóneas para el tratamiento de esta miasis.

Para el estudio cronobiológico del parásito, se han examinado, de febrero a octubre de 2002, un total de 80 cabezas de caprinos adultos procedentes de diversas provincias del centro y suroeste de la geografía española: Toledo, Ciudad Real, Salamanca, Cáceres, Badajoz, Sevilla. Una vez sacrificados los animales, las cabezas eran separadas y seccionadas con un corte longitudinal. Las larvas encontradas fueron recopiladas de sus ubicaciones naturales y posteriormente identificadas según su grado de evolución siguiendo las claves entomológicas elaboradas por Zumpt (1965).

Los resultados obtenidos en las cabras examinadas muestran una prevalencia total del 34,94%, siendo 23 el número de animales infestados con alguno de los diferentes estados larvarios; similares resultados se han registrado en explotaciones caprinas del sur de Francia (Dorchies et al., 2000), con un 28,4% de los animales parasitados, aunque claramente inferiores a los observados en Grecia (Papadopoulos et al., 1997), donde el 97,2% de las cabras están parasitadas. 

En el presente trabajo, la prevalencia de esta patología en las explotaciones estudiadas fue del 84,6%, ya que tan sólo dos rebaños de los examinados presentaban todos sus animales libres de parasitación. La media de la intensidad de infestación fue de 3,9 larvas por individuo parasitado. El número más elevado de larvas encontradas en un animal fue de 45 L1 (registrado en octubre). Precisamente, los valores más elevados de la tasa de infestación se registraron en los meses de otoño, concretamente en septiembre y octubre, 5,5 y 8,4 larvas por cabeza, respectivamente. El porcentaje medio de L1 durante el periodo de estudio fue de 52,2%, mientras que L2 y L3 representan el 45,7% y el 2,1% del total de la carga larvaria registrada, respectivamente. La distribución de los porcentajes mensuales larvarios es muy diferente a la registrada en el caso de la especie ovina, siendo la principal diferencia el escaso número de larvas encontradas en las cabezas de cabras examinadas (Alcaide et al., 2003). El porcentaje de L1 es nulo en los meses de febrero y marzo. A partir del mes de abril (14,2 ºC; 53,6 mm) comienza un incremento progresivo hasta alcanzar un primer pico en junio (23,6 ºC; 1,6 mm), disminuyendo nuevamente durante el mes de julio. 

A pesar de que a partir de este mes se produce un sustancial incremento, que se conservarán en estos niveles elevados durante los meses de agosto, septiembre y octubre. Los porcentajes relativos de L2, alcanzan sus niveles más elevados durante febrero y marzo, mientras que a partir de abril se produce un progresivo descenso de dichos valores hasta el mes de julio (25,8 ºC; 0 mm) donde tiene lugar un ligero aumento, para finalmente desaparecer durante agosto, septiembre y octubre. El porcentaje relativo de L3 es prácticamente nulo a lo largo de los meses objeto de estudio, ya que tan sólo se registra la presencia de larvas maduras en los meses de verano, julio, agosto y octubre. Los valores de correlación entre los porcentajes larvarios y la temperatura resultaron significativas (p<0,05), para L1 r = 0,71, para L2 r = -0,76 y por último, para L3 r = 0,69. Sin embargo, los coeficientes de correlación calculados con respecto a la pluviosidad, no fueron significativos en ninguno de los casos. 

Como resumen se extraen las siguientes conclusiones:
-La prevalencia de oestrosis detectada en el ganado caprino del centro y suroeste español es significativa en comparación a las registradas en países vecinos.
-El periodo propicio para el desarrollo larvario detectado en los caprinos es más corto que el definido para los ovinos, concretamente, entre los meses de marzo y septiembre.
-La proporción de L1 que alcanzan la madurez es muy baja, por ello las cabras son menos fructíferas que las ovejas en el desarrollo de sucesivas generaciones de O. ovis.


Autoría: M. Alcaide y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

jueves, 14 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: MAEDI-VISNA EN OVEJA OJINEGRA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha realizado un estudio serológico del virus del Maedi-Visna en explotaciones ovinas de raza Ojinegra en la región de Aragón (España), registrando la evolución de la seroprevalencia durante el período 2002-2005. 

El Maedi-Visna es una enfermedad crónica causada por un lentivirus de distribución mundial. En España, las formas clínicas más frecuentes son la respiratoria y la mamaria, siendo menos habituales las formas nerviosas y articulares. En este sentido, las principales vías transmisibles de la enfermedad son de tipo mamario, muy importante en la transmisión del virus de las madres a los corderos a partir del calostro o de la leche, y la respiratoria, a través de aerosoles, que puede darse entre ovejas de cualquier edad. Esta patología tiene una incidencia muy negativa en los rebaños afectados, tanto por su amplia distribución geográfica y prevalencia, como por las pérdidas económicas directas e indirectas que ocasiona, que se traducen en un descenso de la fertilidad, de la prolificidad, del peso al nacimiento y del incremento medio diario. Esta enfermedad presenta un largo período de incubación durante el cual los animales apenas muestran sintomatología clínica, por lo que es de vital importancia realizar un diagnóstico serológico que permita identificar precozmente a los animales infectados a la vez que conocer el grado de infección del rebaño, y poder, de este modo, establecer un plan eficaz de control/erradicación de la enfermedad.

En este trabajo se estudiado 52 ganaderías inscritas en el libro genealógico de la raza Ojinegra de Teruel. Para la realización de las pruebas serológicas se ha utilizado un ELISA a base de proteínas recombinantes y péptidos sintéticos (Innotest ®,Varea et al., 2001). La toma de muestras se ha realizado durante el primer semestre del año coincidiendo con la campaña oficial de saneamiento de brucelosis. En un primer sangrado de la explotación se han analizado los animales mayores de 18 meses, a lo que ha seguido un análisis anual de los animales seronegativos y de la reposición a partir de los 6 meses de edad.

A partir de los resultados obtenidos el Gobierno de Aragón ha propuesto un plan de control/erradicación, de aplicación voluntaria, que clasifica a los rebaños en tres grupos según la prevalencia: <25% (prevalencia baja), 25-40%(p. media) y >40%(p. alta). La aplicación del plan de control supone la selección obligatoria de la reposición a partir de madres seronegativas y la aplicación de forma optativa de otras medidas adicionales como el sacrificio de animales seropositivos con sintomatología compatible con Maedi-Visna y/o la segregación del rebaño según su estatus frente a la enfermedad. En función de la evolución de la seroprevalencia en los años consecutivos al primer análisis, las ganaderías podrán obtener la calificación de “Rebaño controlado” (prevalencia inferior al 5%), “Rebaño libre” (prevalencia inferior al 1%) y “Rebaño indemne” (cuando la prevalencia se mantenga en 0% durante 3 años consecutivos). Los nacimientos e incidencias son recogidos en un “control de paridera” obligatorio en el Libro Genealógico de la Raza, donde consta los siguientes datos; fecha de nacimiento, crotal del cordero, crotal de la madre, sexo, peso y sí es posible reproductor. Los animales positivos frente a este virus se marcan previamente a las pariciones mediante crotales auriculares no oficiales, de modo que el ganadero puede identificarlos fácilmente en el momento del parto y registrar esta información en el carné de paridera evitando dejar corderos de madres positivas.

Los resultados obtenidos en el primer control serológico (periodo 2002-2003), se obtuvieron de una población de 18.944 animales de raza Ojinegra, de los que 9.944 dieron resultado positivo (52%), si bien, la prevalencia individual de cada rebaño presenta una gran variabilidad, con valores que oscilan desde un 5,03% hasta un 91%. Por otra parte, el análisis de los 8 rebaños que han seguido un plan de control indica que se ha producido un descenso de la seroprevalencia frente al virus del Maedi-Visna casi en la totalidad de los mismos, ya que 7 explotaciones han mostrado una clara disminución de la seroprevalencia, pasando todas a situarse por debajo del 40% de animales infectados. 

Las ganaderías donde ha disminuido la seroprevalencia se correspondían con explotaciones en las que el ganadero mostraba interés por el seguimiento de las analíticas e identificación de los animales positivos, aplicaba un estricto control de la reposición a partir de madres seronegativas e identificaba con claridad la clínica compatible con maedi. La única explotación en la que se ha observado un incremento de la seroprevalencia ha sido la ganadería 6, en la que se ha producido una adquisición de ovejas procedentes de otros rebaños sin ningún tipo de control frente a esta enfermedad, dada la imposibilidad de obtener corderas de rebaños libres de maedi. 

Los problemas más frecuentes encontrados durante el desarrollo de la campaña son por un lado, el escaso interés del ganadero por el control de una enfermedad de la que por sus características, no percibe su repercusión económica (dificultad de constatar una disminución en las producciones e inexistencia de cuadros agudos ni signos específicos), la dificultad sobre todo en los rebaños con altas prevalencias en la selección de una reposición que cumpla con las exigencias del estándar racial y proceda de madres seronegativas, y la no existencia de subvenciones destinadas a sufragar los gastos inherentes a la puesta en marcha de este plan. A pesar de todo, y teniendo en cuenta las características de estas ganaderías de régimen extensivo en secano, con escasa mano de obra, manejos sencillos e instalaciones, en muchos casos precarias, es inviable la aplicación de planes de control que impliquen manejos más complejos y caros (lactancia artificial, separación en dos rebaños de seronegativas y seropositivas) y de mayor repercusión económica para la administración que acomete todos los gastos del programa de extracción y análisis. A priori resulta prometedor el resultado obtenido hasta la fecha siempre y cuando, la implicación y la confianza en la campaña de los propietarios y de los técnicos sea la máxima. A partir de estos resultados la administración propuso un plan de control de la enfermedad consistente en la identificación de animales seropositivos, la selección de la reposición de madres seronegativas, el sacrificio de animales con clínica compatible con Maedi-Visna y la realización de controles serológicos anuales de los animales seronegativos y de la reposición mayor de seis meses.


Autoría: J.M. Ruz y R.M. Picazo (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

miércoles, 13 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: ESTUDIO DE SCRAPIE OVINO (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha realizado un estudio histopatológico de los casos de Scrapie ovino en explotaciones de Castilla y León (España) durante el período 2000-2005.

El Scrapie (Tembladera o Prurigo Lumbar) es una enfermedad neurodegenerativa transmisible, crónica y fatal que afecta al ganado ovino y caprino, y está incluida dentro del grupo de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET). Las primeras descripciones de manifestaciones clínicas de esta enfermedad datan del siglo XVIII. Actualmente el Scrapie se distribuye por todos los países con cabaña ovina, excepto en Australia y Nueva Zelanda, donde se ha erradicado gracias a las estrictas medidas de control sanitario. En España existen referencias de esta enfermedad desde 1987. El diagnóstico del Scrapie se basa en el estudio histopatológico ya que no se observan lesiones macroscópicas significativas. Las alteraciones microscópicas se caracterizan por una degeneración vacuolar bilateral, tanto del cuerpo neuronal como del neuropilo. Otra característica de este proceso nervioso es su estrecha relación con el genotipo del hospedador, estableciéndose 15 genotipos diferentes, agrupados en cinco grados según la susceptibilidad al desarrollo del mismo. La clínica que se desarrolla en el Scrapie es insidiosa y crónica, apareciendo en animales de dos a cinco años, con un periodo de prepatencia de tres a seis meses, y un desenlace fatal; los primeros síntomas que aparecen están relacionados con el comportamiento que posteriormente evolucionan a incoordinación, prurito, hiperestesia y caquexia.

En este trabajo se ha estudiado un total de 2753 ovinos procedentes de la Comunidad de Castilla y León que fueron enviados al Servicio de Diagnóstico Anatomopatológico Veterinario de Universidad (SEDAPV-ULE), desde los diversos Planes de Control y Vigilancia de las Encefalopatías, Servicios Veterinarios Oficiales, Laboratorios Regionales de Sanidad Animal (LRSA), veterinarios clínicos y rebaños donde se ha declarado la enfermedad. En el caso de los animales sujetos al Plan de Control y Vigilancia de las EET, el muestreo fue aleatorio entre los animales sacrificados en matadero. Los ovinos del Plan Complementario de Vigilancia de las EET se seleccionaron entre el desecho de varios rebaños escogidos al azar de las nueve provincias de la Comunidad. De los ovinos remitidos al SEDAPV-ULE se estudiaron todos aquellos animales mayores de un año de edad con procesos crónicos o nerviosos. Así mismo, se tuvo la oportunidad de estudiar 110 ovinos de aptitud lechera y raza Assaf (o cruces de esta), procedentes de tres focos declarados de Scrapie, con sintomatología nerviosa o pertenecientes a la cohorte de edad y/o genética de los casos positivos. En estos tres rebaños se tuvo acceso a los genotipos de la mayoría de los casos positivos así como a conocer la clínica que presentaron antes de su muerte o sacrificio. De todos los animales se tomaron muestras de sistema nervioso central (SNC) para su posterior procesado y estudio histopatológico e inmunohistoquímico con anticuerpos monoclonales frente a PrPres.

Los datos obtenidos en este estudio permitieron el diagnóstico de 158 casos de Scrapie, lo que indica que la prevalencia de la enfermedad es relativamente baja (5,78%), elevándose ligeramente (9,02%) si se contabilizan únicamente los animales seleccionados según sintomatología o pertenencia a la cohorte de edad o genética de los casos positivos. Por otra parte, se ha observado que la gravedad de las lesiones en el SNC y la intensidad de la señal inmunohistoquímica están directamente relacionadas con la fase clínica del animal enfermo, siendo más graves en las fases terminales. 

En cuanto a las frecuencias genotípicas y su relación con el Scrapie, hay que indicar que la mayor parte de los casos positivos (61,54% de los positivos) presentaron un genotipo ARQ/ARQ, considerado como grado tres (R3, poco resistentes a padecer la enfermedad). La elevada frecuencia de este genotipo en la mayoría de los casos positivos diagnosticados, podría deberse no sólo a la susceptibilidad genética a esta enfermedad, sino también a que se trata de un genotipo muy frecuente en los rebaños estudiados (34,57% de la población total). 

El estudio clínico se realizó en animales positivos procedentes de las granjas con un caso positivo. El primer síntoma destacable es el rechazo al ordeño que sufren los ovinos en las primeras fases clínicas, manifestado como patadas e intranquilidad. Posteriormente, el animal se retrasa al entrar en la sala de ordeño tanto por los problemas locomotores como por la desorientación que comienzan a presentar. Avanzando el proceso, se apreciaron alteraciones en la marcha, con claudicaciones del tercio posterior. Más tarde, estas claudicaciones son más frecuentes presentando el animal grandes dificultades para incorporarse. En este momento aparecen las mioclonias, evidentes principalmente en la cabeza, y el mascado en vacío. El estado del animal se agrava, muriendo tras cuatro o cinco días de postración. El prurito intenso, clasificado como uno de los signos típicos de esta enfermedad, fue observado pero de manera poco intensa.

Aunque se ha citado la predisposición de ciertas razas ovinas a presentar Scrapie, la mayor incidencia en animales de raza Assaf (o cruces de ésta) encontrada en este estudio, podría deberse a que ésta es la raza más extendida en las explotaciones de aptitud lechera del área geográfica estudiada. Así mismo, el régimen de explotación semiintensivo en ganado ovino de aptitud lechera condiciona unos signos clínicos tempranos, diferentes a los descritos en rebaños de otras aptitudes.


Autoría: M. Fuertes y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

INVESTIGACIÓN: SÍNDROME DIARREICO EN CABRITOS (ESPAÑA)


En un trabajo de investigación se ha estudiado la incidencia del síndrome diarreico en cabritos de las explotaciones lecheras ubicadas en las zonas norte de Almería y oeste de Murcia (España). 

La producción de cabritos lechales para sacrificio representa, en la zona de centro-norte de Almería y oeste de Murcia, del 17 al 23 % de los ingresos económicos de las explotaciones caprinas integradas en la cooperativa 'La Pastora de Taberno' (Almería). La profesionalización del sector caprino lechero requiere un gran esfuerzo inversor (mejora de instalaciones, equipos de ordeño, genética, lactancia artificial, etc.). Los problemas relacionados con la patología suponen mermas importantes en la cuenta de ingresos. Uno de los problemas que más interesan al ganadero es el de la diarrea en cabritos recién nacidos: por su complejidad en el manejo y tratamiento medicamentoso, por los resultados casi siempre decepcionantes, porque año tras año se repiten en algún lote productivo, y una larga lista de inconvenientes que cualquier veterinario de explotación puede añadir. En este estudio se pretende identificar los agentes etiológicos, conocer aspectos de su patogenia y epidemiología y, por último, establecer un protocolo eficaz destinado a la prevención del problema.

Este trabajo se ha realizado durante el período comprendido entre septiembre de 2001 y marzo de 2005, investigando los brotes de diarreas en cabritos de 4 a 16 días de vida, al ser este el intervalo de edad en que mayor número de bajas se producen (96 % de bajas por diarrea hasta la venta a matadero sobre los 35 días de vida -datos propios-). Se han enviado a laboratorio un total de 67 cabritos enteros y refrigerados para su análisis, procedentes de 42 explotaciones diferentes ubicadas en 12 municipios de las provincias de Almería y Murcia. Los análisis consisten en: historia clínica, examen macroscópico de anatomía patológica, histopatología, microbiología (tinciones Gram y Giemsa, cultivo en medios apropiados e identificación bioquímica) y parasitología por frotis y tinción Zielh-Neelsen. Se han escogido al azar 6 explotaciones con problemas de diarreas neonatales reincidentes, procediendo a realizar un tratamiento de quimioprofilaxis con lactato de halofuginona durante 5 días tras encalostramiento a dosis de 1 ml por cabrito y día vía oral.

Los resultados analíticos obtenidos sobre la etiología de diarreas en los cabritos de las explotaciones estudiadas donde se aislaron criptosporidios, revelan una mortalidad del 10% en una de ellas, y entre el 60 y el 70 % en las cinco restantes, al complicarse con Manheimia Haemolytica a nivel pulmonar. En otros siete casos la etiología se complicó con el mismo patógeno pulmonar incrementando siempre un 15-25 % la mortalidad frente a la misma etiología y la ausencia de M. Haemolytica. En el 72 % de los casos se encontraron criptosporidios, casi siempre en elevada cantidad y con severas lesiones sobre las vellosidades intestinales, la mayor parte de ellos en el rango de edad de 4 a 12 días de vida. Una cuestión importante es que no existen diferencias entre lactancia natural y artificial en los resultados. La duda surge si introdujéramos la variable “encalostramiento con biberón o sonda” ya que casi todos los cabritos son encalostrados a natura durante 12-24 horas.

Con estos resultados se puede formular la siguiente hipótesis sobre la patogenia y epidemiología del síndrome diarreico: ¿Son los criptosporidios desencadenantes/agravantes de las diarreas? 


-Los criptosporidios acceden al aparato digestivo del cabrito a través de las ubres sucias de sus madres y/o ingestión de la suciedad de la cama.
-A los 4-7 días comienzan las primeras diarreas y el ganadero comienza a tratar con antibióticos. Su escasa acción sobre los criptosporidios y persistencia de la diarrea, la eliminación de la flora intestinal y consiguiente disbiosis, la selección de los escasos E. coli resistentes y su multiplicación, la mala absorción de nutrientes, parada intestinal y proliferación de clostridios, el estado de emaciación y deshidratación, trae como resultado la muerte del animal, aparte de haber diseminado entre todos sus compañeros su problema.
-Los cabritos, tanto en corral como en sala de lactancia artificial, tienen un alto componente gregario, sobre todo para dormir y en épocas de frío, lo que facilita la amplia difusión del problema en corto periodo de tiempo.
-La tardanza en avisar a un veterinario, los malos hábitos terapéuticos, los consejos erróneos de los vecinos, el tiempo de diagnóstico laboratorial y el fin de semana, entre otros aspectos negativos, contribuyen a agravar dicha problemática.

Con estos conocimientos en base a la experiencia de campo, si se consigue controlar la primoinfestación por criptosporidios y su daño sobre la mucosa intestinal, se incidirá positivamente sobre el 72 % de los problemas diarreicos neonatales en aquellos casos afectados, repercutiendo también sobre las complicaciones secundarias con colibacilosis y clostridiosis. Para ello, se escogen 6 explotaciones caprinas reincidentes año tras año en alguna de sus parideras y tratamos los cabritos recién nacidos durante 5 días seguidos con lactato de halofuginona tras el encalostramiento. Este tratamiento preventivo hace buena la hipótesis y reduce las bajas de cabritos a parámetros económicamente viables. La aparición de diarreas leves y fácilmente combatibles se pueden asociar a la falta de lesiones iniciales debidas a criptosporidios y a la mayor resistencia del cabrito por igual motivo. Otras 16 explotaciones fueron objeto de seguimiento con menor intensidad de tratamiento (3-4 días) y más espaciado en el tiempo (3-5 días tras nacimiento) con resultados similares y mortalidades nunca superiores al 15 %.


Autoría: J.P. Pardo y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

martes, 12 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: MAEDI-VISNA EN OVEJAS ASSAF (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha valorado la importancia relativa del Maedi-Visna (MV) como causa de deshecho (desvieje) en rebaños ovinos de raza Assaf con una alta seroprevalencia (Zamora, España). 

El Maedi Visna (MV) es una enfermedad crónica del ovino adulto, causada por un lentivirus, que cursa con adelgazamiento progresivo y se puede presentar bajo cuatro formas clínicas y lesionales: respiratoria, mamaria, nerviosa y articular. En España se conoce desde los años 80 y actualmente está diseminada por todo el país, alcanzando en ciertas regiones una seroprevalencia superior al 90% de los rebaños. Ante la escasez de datos acerca de la importancia relativa del MV como causa de pérdida de animales, y de la frecuencia de las distintas formas de presentación, en este trabajo se realiza el seguimiento anual y estudio anatomopatológico de todos los ovinos desechados en dos rebaños ovinos de producción lechera con elevada seroprevalencia (superior al 75%).

Este estudio se ha realizado en dos rebaños de ovejas Assaf (A y B), situados en la provincia de Zamora y separados por 7 km de distancia, en régimen intensivo de producción láctea. Las únicas incorporaciones permanentes de animales procedentes de otras explotaciones fueron los machos empleados para la reproducción y, entre ambas, se produjo intercambio temporal de machos durante la época de cubrición. El rebaño A está constituido por 304 animales mantenidos en alojamientos adaptados a la cría de ovejas a partir de construcciones previas no destinadas a este fin y en el que las condiciones de higiene y manejo son deficientes, siendo muy escasos tanto la ventilación como el espacio disponible para los animales. El rebaño B está formado por 365 animales alojados en una nave de reciente construcción, destinada a tal fin, en la que el espacio disponible para las ovejas es adecuado pero que presenta una ventilación deficiente. 

Los estudios serológicos se realizaron en todo el efectivo, para conocer la seroprevalencia del rebaño, y en los ovinos desechados, utilizando un test ELISA (Innotest MVV ELISA, Innogenetics, Zwijnaarde, Suiza). Entre marzo de 2004 y febrero de 2005 se estudiaron todos los animales, mayores de 3 meses, muertos o desechados, por cualquier causa (36 del rebaño A y 12 del B). Los únicos animales adultos que fueron baja en los rebaños y que no pudieron estudiarse son aquellos destinados al sacrificio en matadero para su aprovechamiento cárnico (8 animales en el rebaño A y 13 en el rebaño B). Se valoraron los síntomas presentes en el momento del estudio y el historial clínico referido por el ganadero y el veterinario. El estudio serológico del rebaño A mostró una prevalencia de la infección por Maedi Visna del 75,33%, siendo en el B del 95,9%. Posteriormente se realizó la necropsia completa tomándose muestras del sistema nervioso central, glándula mamaria y pulmón además de cualquier otro órgano que presentase alteración macroscópica, que se fijaron en formol tamponado al 10% para su estudio histopatológico. Las lesiones asociadas al MV se clasificaron de acuerdo a sus características microscópicas, extensión y gravedad en tres categorías: leve (+), moderada (++) y grave (+++).

Los resultados obtenidos reflejan los signos clínicos que motivaron la eliminación de los animales, observándose que el adelgazamiento progresivo y los trastornos motores de origen nervioso, síntomas característicos del MV, han sido los más frecuentes. Este hallazgo se confirma con el estudio anatomopatológico de dichos animales donde el MV figura como el diagnóstico mas frecuente. Estos resultados reflejan la importancia de la infección por MV en los dos rebaños controlados, que supone la causa principal de eliminación de animales, situación que, en otros estudios, no se considera frecuente incluso en rebaños con alta tasa de infección, quedando demostrada la importancia de las pérdidas directas que esta enfermedad ocasiona (48 efectivos muertos o eliminados). 

Al estudiar la localización y tipo de lesión que presentan los ovinos examinados, se han encontrado diferencias entre ambos rebaños. Así, la neumonía intersticial asociada al MV es el hallazgo más común en el rebaño A, donde casi el 70% de los animales presenta lesiones en el pulmón, de las cuales más de la mitad son de carácter grave o moderado, mientras que en el rebaño B la forma nerviosa fue la más común, presente de forma grave en el 58% de los animales estudiados, mientras que en el pulmón tan solo se observaron lesiones leves. Se han propuesto distintas hipótesis para explicar esta diferencia en las formas de presentación, tales como la implicación de diferentes cepas y genes concretos, que determinarían tropismos diferentes (Craig et al., 1997) o la raza (Houwers et al., 1987). En este caso, aunque no puede excluirse que existan diferentes cepas en ambos rebaños por lo que serían necesarios estudios virológicos posteriores, la proximidad geográfica y el intercambio de animales sugerirían que probablemente las cepas sean semejantes, similar a lo que ocurre con la raza. La única diferencia significativa encontrada entre ambos rebaños es el manejo y alojamiento de los animales, que explicaría la mayor tasa de bajas y enfermedades diferentes observadas en el rebaño A, con peores condiciones, sugiriendo que el hacinamiento animal y las deficientes condiciones de ventilación predispondrían hacia la forma pulmonar del Maedi Visna, si bien esta posible relación debería ser estudiada en otros rebaños de características similares.


Autoría: J. Benavides y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

viernes, 31 de octubre de 2014

13-LECHE DE CABRA: NUTRICIÓN Y SALUD

A modo de conclusión del trabajo coordinado por los doctores Boza y Sanz Sampelayo, se puede señalar que desde el punto de vista de una alimentación humana saludable, la leche de cabra posee ciertas peculiaridades, entre ellas, la estructura física y el perfil químico de la materia grasa, la naturaleza y composición de las fracciones de sus proteínas y carbohidratos, la alta digestibilidad, la escasa incidencia de reacciones alérgicas, etc., lo que hace aconsejable su empleo en personas con intolerancias a la leche de vaca o con diversas patologías que precisen de alimentos de fácil digestión y utilización de sus nutrientes. Por el contrario, contiene comparativamente con la leche humana y de vaca, menores contenidos de vitamina B12 y de ácido fólico, que deben tenerse presente en la programación de las dietas o en su correspondiente suplementación.

Por otra parte, diversos especialistas reconocen que aún son escasos los trabajos de investigación que estudien las peculiares características de la leche de cabra y sus repercusiones en la salud humana, mediante los correspondientes protocolos médicos. Para otros autores, como Haenlein (1980 y 1992), la falta de información sobre los efectos beneficiosos de la leche de cabra tanto en la literatura científica como en la divulgativa, podría ser intencionada para evitar que se conozcan sus propiedades como alternativa dietética. Estas propiedades beneficiosas de la leche de cabra, ya habían sido destacadas hace varios siglos por Alonso de Herrera en su Tratado General de Agricultura publicado en 1513: "la leche de las cabras, mayormente de las prietas, es muy buena para las personas comida por las mañanas, y tanto es mejor, cuanto de mejores pasto comieren, es muy singular para los viejos, y para los niños, que después de Ja leche de mugeres, la de las cabras es la mejor, y aun para los tísicos, que da sustancia y consuela los pulmones llagados".

Finalmente, para que la producciones lácteas caprinas sigan siendo una realidad en nuestros campos y pueblos, con un tejido empresarial local que elaboren productos artesanos de calidad diferenciada, creando empleo en las zonas rurales, se deben intensificar los trabajos de I+D en esta especie animal. Sin duda, sería de gran interés para este sector productivo, abordar líneas de investigación que incluyan el estudio de la utilización digestiva y metabólica de los diferentes componentes de la leche de cabra y su papel en el organismo, la posible modificación y mejora por la manipulación de la alimentación de los animales, así como las repercusiones que estos alimentos tienen sobre la nutrición y salud de los consumidores. Los resultados de dichos estudios permitirían mejorar la calidad de la leche de cabra y sus derivados lácteos, potenciando su imagen como fuente nutritiva más saludable, con las consiguientes repercusiones favorables tanto para los ganaderos productores, como para los elaboradores y consumidores, representando otra alternativa alimentaria para el conjunto de la población. 



Fuente: "Aspectos nutricionales de la leche de cabra" (Dres. J. Boza López y M. R. Sanz Sampelayo, pág. 109-139).
Circular informativa (2014). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). María Jesús Jiménez Horwitz (presidenta). Sede AQAA: Jayena (Granada, España).
José Luis Ares Cea (asesor científico)

martes, 8 de julio de 2014

1-LECHE DE CABRA VERSUS LECHE DE VACA

Ante la pregunta ¿puede considerarse diferente la calidad de la leche de cabra frente a la leche de vaca?, diversos investigadores vienen estudiando, desde hace varios años, las principales características nutricionales y saludables de ambos alimentos. En este sentido, se expone a continuación, un interesante trabajo coordinado por los doctores Julio Boza López y María Remedios Sanz Sampelayo, prestigiosos científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y que durante varias décadas han estudiado con profundidad la alimentación, y fisiología de esta especie rumiante en las instalaciones de la Estación Experimental del Zaidín (Granada, España), así como sus efectos en la calidad de la leche y los productos lácteos caprinos. En este campo he tenido la inmensa suerte de colaborar con ellos y su excelente equipo humano, en varios proyectos de investigación (Planta Piloto de Lácteos, IFAPA), adquiriendo la mayor parte de mis conocimientos sobre la especie caprina, por lo que los considero mis maestros. 

Actualmente, la leche de cabra está presente en grandes centros comerciales y cadenas de distribución alimentaria, saliendo del medio rural, donde su consumo se restringía, prácticamente, al estrato de consumidores de mayor edad en pequeñas localidades, llegando a las ciudades para ser reconocida por el conjunto de la sociedad consumidora de productos lácteos. Este cambio se debe, en gran medida, a las beneficiosas propiedades que se atribuyen a este alimento. En numerosos países de la Unión Europea y de otras regiones del mundo, se está empleando la leche de cabra de forma creciente como alimento para niños y estratos de con requerimientos específicos.

Desde un punto de vista nutritivo, este particular valor de la leche de cabra se justifica en base a la composición específica de los distintos nutrientes que aporta, especialmente su proteína y grasa, componentes en los se diferencia claramente de la leche de vaca. Desde hace tiempo, distintos especialistas vienen sugiriendo que el valor de la proteína de la leche de cabra podría resultar mejor que la de vaca, de acuerdo con su utilización tanto a nivel digestivo como metabólico, aspectos que se justifican en base a la distinta composición en fracciones proteicas de ambos tipos de leche, así como por la diferente disponibilidad energética y la capacidad de utilización de las proteínas debido a la naturaleza de su materia grasa.

En relación con las fracciones de caseínicas de la leche de cabra, presenta niveles más bajos de αS1-caseína, lo que determina que a nivel del estómago se forme un coágulo más blando y desmoronable, facilitándose de este modo la acción enzimática de las proteasas gástricas, así como posteriormente, en el intestino, que permite una más rápida y eficiente digestibilidad en el organismo humano.

Por otra parte, la principal diferencia entre la composición de la leche de cabra y vaca, se debe a la naturaleza de su grasa. En este sentido, la leche de cabra presenta una grasa cuyo contenido en los llamados triglicéridos de cadena media, formados por ácidos grasos cuya cadena carbonada tiene entre 6 y 14 átomos de carbono, alcanza normalmente un porcentaje cercano al 30%, a diferencia de la de vaca que no presenta más de un 20%. Los triglicéridos de cadena media se caracterizan por seguir una vía de utilización distinta de los triglicéridos de cadena larga, utilización que facilita en un principio, su digestión y, después, su aprovechamiento a nivel metabólico como fuente de energía, la que puede ser aprovechada en distintos procesos, como los de mantenimiento e incluso, la síntesis proteica. La importancia de la naturaleza de la grasa de la leche de cabra en cuanto a su alto contenido en triglicéridos de cadena media, radica en el hecho de que existe abundante bibliografía sobre los posibles efectos beneficiosos para la salud debido a su asociación entre el consumo de grasas saturadas y la incidencia de enfermedad cardiovascular así como distintos tipos de cánceres.

En las últimas décadas se ha registrado una preocupación creciente por parte de muchos consumidores en relación con una alimentación más saludable, llegando incluso a cambiar sus hábitos alimenticios consumiendo alimentos lácteos desnatados o semidesnatados o "light", lo que puede originar problemas carenciales por falta en la dieta de determinados nutrientes (aminoácidos, ácidos grasos esenciales, minerales, vitaminas, etc.). Se ha constatado que no todas las grasas contribuyen de la misma manera al desarrollo de enfermedad cardiovascular, dependiendo esto del particular metabolismo de cada persona, que según su naturaleza la utiliza como fuente de energía o acumulándose a nivel corporal en mayor o menor grado. En este sentido, y aunque el origen de los procesos de termogénesis (producción de calor asociada a la oxidación de un substrato en el organismo animal), continua siendo materia de controversia, hoy parece que la naturaleza de la grasa de la dieta resulta ser un factor a considerar.

La realización de distintos tipos de ensayos muestra que los ácidos grasos poliinsaturados y los de cadena corta y media, se oxidan como fuente de energía más rápida e intensamente que lo hacen los saturados de cadena larga, siendo por tanto acumulados en menor cantidad, pudiendo dar lugar en consecuencia, a un incremento de la termogénesis inducida por la dieta alimentaria. Asimismo, se ha constatado que la presencia de ácidos grasos poliinsaturados o de cadena media, da lugar en virtud de su utilización, a un incremento en la retención de proteína. De acuerdo con estos antecedentes, se han llevado a cabo distintos tipos de estudios y ensayos tendentes a establecer comparativamente, la calidad de la proteína y grasa de la leche de cabra y de vaca, tanto desde un punto de vista nutritivo como saludable. En base a resultados experimentales obtenidos por nuestro grupo de trabajo se presentan los resultados más relevantes en los distintos aspectos ya indicados.




Fuente: Circular informativa (2006). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). Manuel Peña Párraga (presidente). Sede AQAA: Baena (Córdoba, España).
José Luis Ares Cea (asesor científico)

martes, 1 de julio de 2014

12-LECHE DE CABRA: NUTRICIÓN Y SALUD

Los temas relacionados con alergias e intolerancias alimentarias en seres humanos cobran cada día mayor importancia, a medida que se adquieren nuevos conocimientos en la ciencia de los alimentos y sus repercusiones en la nutrición y la salud de los consumidores. En este sentido, la leche y los productos lácteos no son una excepción en estas patologías.

Un caso bastante frecuente lo constituye el síndrome de malabsorción, y que independiente de su etiología, puede llegar a afectar severamente a la estructura y función del intestino, provocando el aumento de paso de macromoléculas (proteínas) procedentes del alimento, por vía "paracelular", hacia la circulación sistémica, donde son reconocidas como proteínas extrañas al organismo causando un fenómeno de alergia, secundario al proceso de malnutrición o malabsorción.

En general, la intolerancia alimenticia se define como una reacción adversa y reproducible en el organismo ante la ingestión de un alimento o ingrediente específico, englobando una gran diversidad de patologías, que pueden clasificarse en dos grupos; por una parte, aquellas que no están sujetas a los mecanismos inmunológicos y, por otra, las que interviene el sistema inmune, conociéndose estas últimas como reacciones alérgicas.

En el caso de la leche, dentro de las intolerancias no inmunológicas debidas al consumo de este alimento, se podrían deber a los denominados 'errores innatos' del metabolismo, conocidos también como reacciones idiosincrásicas, debidas a una susceptibilidad de la persona que implica una alteración enzimática; esta es la situación de la intolerancia a la lactosa, ya sea por déficit congénito de la enzima lactasa, o por causa de patologías gastrointestinales como consecuencia de distintos falos metabólicos, como sucede en las intolerancias a grasas o disacáridos, con la consiguiente acumulación de éstos en el intestino, debida al déficit transitorio de disacaridasas (enfermedad de Chon o la colitis ulcerosa), o por síndromes malabsortivos que indirectamente causan verdaderos procesos alérgicos ya que, al dañar al intestino, se permite el acceso al sistema circulatorio de los antígenos presentes en el lumen intestinal, provocando la puesta en marcha de los sistemas de defensa. Esta última intolerancia se conoce desde hace muchos años, y fue puesta en evidencia por Finlestein (1905), al observar reacciones alérgicas en niños marásmaticos alimentados con leche de vaca.

En las reacciones mediadas por mecanismos inmunológicos, cabe señalar que el intestino, en general, dispone de una barrera efectiva que no permite la absorción de bacterias, antígenos y macromoléculas que, normalmente, existen en el mismo. Sin embargo, la alteración de este sistema inmunológico lleva a la aparición de reacciones alérgicas, entre las que destacan la deficiencia selectiva de inmunoglobulina A (IgA), que se encuentra, normalmente, en la saliva y en secreciones intestinales y tiene como misión impedir la absorción de macromoléculas, así como la disminución de la respuesta de los linfocitos T, aumentando la producción de los anticuerpos sistémicos (IgE, IgG), causantes de distintos tipos de reacciones de hipersensibilidad, entre ellas las de tipo IV, con una latencia superior a las veinticuatro horas entre la ingestión y la aparición de los primeros síntomas, por lo que se denominan también como reacciones de hipersensibilidad 'retardada', cuya presencia es frecuente en niños con intolerancia a la leche de vaca.

Son numerosos los síntomas descritos de la alergia gastrointestinal y, todos ellos parecen apuntar a la ingestión de diversos tipos de alimentos, entre ellos, la leche de vaca. Estos síntomas pueden localizarse en el tracto gastrointestinal (diarreas, hemorragias, enteropatías, vómitos), o a nivel sistémico, variando su intensidad desde el cuadro de exantema hasta la anafilaxis. Por otra parte, en un estudio realizado por French (1970) se destacan las ventajas del consumo de la leche de cabra, especialmente, en las enfermedades alérgicas del tipo de eczema, que pueden atribuirse a una hipersensibilidad a las proteínas de la leche de vaca.

En la leche de vaca se han encontrado, al menos, 26 proteínas diferentes que poseen antigenicidad; en el suero lácteo, que representa, al menos, el 20% del total de las proteínas lácteas, se han detectado por radioinmuno-electroforesis cruzada, 36 determinantes antigénicos distintos. Estudios de carácter inmunológicos, llevados a cabo para la determinación de las fracciones proteicas lácteas susceptibles de ser ligadas a anticuerpos IgE procedente de suero humano, han mostrado que existen numerosas variaciones en cantidad y calidad, en repuesta de este tipo de anticuerpo a las proteínas de la leche en niños con alergia a la leche de vaca. Asimismo, se ha puesto de manifiesto que la alfaS1-caseína, la beta-caseína y, sobre todo, la beta-lactoglobulina son las fracciones de mayor capacidad alergénica en los seres humanos (Ametani y col., 1987).

En la leche humana están ausentes la alfaS1-caseína y la beta-lactoglobulina, lo que podría hacer comprensible su concepción de antígeno para el organismo. Aunque la beta-caseína es mayoritaria en la leche humana, parece ser bastante diferente a la existente en la leche de vaca, atendiendo al hecho de que la beta-caseína humana sólo inhibe el 27% de la respuesta de la beta-caseína de leche de vaca frente a su propio anticuerpo, desarrollados en conejos (Otani y Hosono,1989).

En cuanto a la leche de cabra hay que destacar que ha sido ampliamente estudiada desde hace muchos años por numerosos investigadores en distintos países, entre ellos, Gamble y col, 1939; Rosenblum y Rosenblum, 1952; Walker, 1965; French, 1970; Devendrá y Burns, 1970; Van der Horst, 1976; Brenneman, 1978; Zeman, 1982; Zadow y col., 1983, Taitz y Armitage, 1984; Saini y Gilí, 1991; Park, 1991 y 1994; Haenlein,1992. Estos autores recomiendan la sustitución de la leche de vaca por la de cabra o por productos lácteos caprinos, en los casos de personas con problemas de alergia debidos al consumo de la primera. Por otra parte, la proteína de la leche de cabra muestra unas diferencias significativas en cuanto a su composición aminoacídica, respecto de la de vaca y otras especies animales, que parecen estar relacionadas con su buen comportamiento como alimento en aquellas personas que presentan problemas de alergias a la leche de vaca.



Fuente: "Aspectos nutricionales de la leche de cabra" (Dres. J. Boza López y M. R. Sanz Sampelayo, pág. 109-139).
Circular informativa (2014). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). María Jesús Jiménez Horwitz (presidenta). Sede AQAA: Jayena (Granada, España).
José Luis Ares Cea (asesor científico)

jueves, 21 de noviembre de 2013

6-GANADERÍA INTEGRADA: PROFILAXIS Y CUIDADOS VETERINARIOS (ANDALUCÍA, ESPAÑA)

En el apartado 3.4 del Anexo del Reglamento Específico de Ganadería Integrada, aprobado mediante la Orden de 29 de noviembre de 2005, de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía (España), se incluyen la profilaxis y los cuidados veterinariosdentro del punto 3 relativo a los Principios de la ganadería integrada.

3.4. Profilaxis y cuidados veterinarios.

1. La sanidad animal se fundamentará en un programa de prevención que tenga en cuenta los siguientes principios:

a) Selección de razas, cruces o estirpes de animales adaptados, rústicos y resistentes.

b) Aplicación de prácticas zootécnicas adecuadas para cada especie animal, tendentes a fortalecer la inmunidad natural y resistencia frente a las enfermedades.

c) Adecuación de las cargas ganaderas, con el fin de evitar problemas sanitarios derivados de las situaciones de hacinamiento de los animales.

d) La alimentación se ajustará a lo que es técnicamente correcto para cada especie, desde el punto de vista nutricional y sanitario.

2. Será obligada la prescripción de medicamentos en receta extendida por un veterinario legalmente capacitado, de acuerdo con el Real Decreto 109/95, de 27 de enero, sobre medicamentos veterinarios.

3. La información relativa a los tratamientos medicamentosos, incluidos los piensos medicamentosos y las pautas vacunales, se mantendrá continuamente actualizada en el correspondiente libro de registro de tratamientos medicamentosos, previsto en el artículo 8 del Real Decreto 1749/1998, de 31 de julio, por el que se establecen las medidas de control aplicables a determinadas sustancias y residuos en los animales vivos y sus productos.

4. Los animales tratados se marcarán o identificarán de forma que sea posible distinguirlos inequívocamente durante el plazo de espera establecido para el tratamiento prescrito. Se aislarán obligatoriamente del resto en caso de enfermedad infecciosa, o si se produce debilidad y/o emaciación.

5. Se evitará, en la medida de lo posible, la aparición de patologías zootécnicas o de manejo provocadas por situaciones o prácticas inapropiadas, desencadenantes de situaciones de estrés.

6. Se prohíbe la medicación sistemática como práctica de sanidad preventiva, salvo que ésta se justifique por prescripción veterinaria para la lucha contra alguna patología concreta.

7. Contarán con un programa sanitario básico que presentarán para su aprobación por el órgano competente de la Consejería de Agricultura y Pesca, y será supervisado en su aplicación por el personal veterinario autorizado de la explotación. El programa comprenderá las siguientes actuaciones:

1ª Programa de control frente a las enfermedades infecto-contagiosas presentes en la explotación no sometidas a control oficial.

2ª Programa de control frente a parasitosis externas e internas.

3ª Código de buenas prácticas de higiene, con indicación de las medidas de bioseguridad que se prevean adoptar, incluyendo un programa de limpieza y desinfección, desinsectación y desratización y un programa de eliminación higiénica de cadáveres y otros subproductos animales no destinados al consumo humano.

8. La explotación ganadera pertenecerá a una Agrupación de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG), salvo que cuente con personal veterinario autorizado por la Administración para el desarrollo de las mismas funciones.

9. Se practicará el aislamiento, cuarentena y observación de todos los animales que entren en la explotación.

10. Deberá comunicarse a la autoridad competente cualquier foco de enfermedad, sospecha o circunstancia que pueda suponer un peligro para la salud pública, la sanidad animal o el medio ambiente de acuerdo con lo establecido en la legislación vigente.

11. Contará con un local específico o botiquín para los medicamentos veterinarios, estando prohibido el almacenamiento de productos fuera del mismo, así como la existencia de medicamentos caducados, sin etiqueta o sin receta.

12. Se prohíbe el tratamiento de los animales con combinaciones o mezclas de antibióticos no registradas, y el sometimiento a condiciones o dietas que puedan favorecer la aparición de anemia.

Más información:  Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), nº 5, de 10/01/2006 (páginas 14-18).


Fuente: Circular informativa (2006). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). Manuel Peña Párraga (presidente). Sede AQAA: Baena (Córdoba, España).
José Luis Ares Cea (asesor científico)

viernes, 8 de noviembre de 2013

IX JORNADAS DE CAPRINO Y OVINO 2007 EN ALMERÍA (ESPAÑA)

La Delegación Provincial de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía (España) junto con el El Colegio Oficial de Veterinarios de Almería han organizado las IX Jornadas de Caprino y Ovino, celebradas en la urbanización 'Almerimar' de la localidad de El Ejido (Almería) durante los días 25 y 26 de mayo de 2007, con la colaboración de Cajamar, Intervet, Shering-Plough, Hypred, Farco vet, Hipra, Palco Veterinaria, y SEOC.

El evento se ha estructurado en los tres módulos siguientes: I Estudio de Patologías, diarreas neonatales, II 'Lengua Azul', y III Producción Animal.

En el módulo I se abordan los principales agentes etiológicos de las diarreas en cabritos y corderos neonatos, su epidemiología, patogenia, clínica y lesiones; asimismo, se establecen las bases de la actuación preventiva. Los contenidos temáticos de este módulo se desarrollan en base a cinco ponencias sobre inmunología calostral y desarrollo inmunológico del neonato, criptosporidiosis, colibacilosis, clostridiosis, y factores predisponentes y de riesgo en la diarrea del cordero y del cabrito, y finaliza con una mesa redonda sobre la importancia de las diarreas neonatales en la economía ganadera, y la manera de abordar el problema por los veterinarios de campo.

El módulo II está integrado por una ponencia sobre las estrategias de control del brote de la 'lengua azul' en Andalucía, y un debate centrado en el futuro de la lengua azul y la creación de las Asociaciones de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG).

La producción animal se ha expuesto en el módulo III, con el desarrollo de dos ponencias, una primera sobre la calidad de la carne de cabrito y de cordero y sus factores determinantes, seguida de un debate relativo a la trazabilidad en la producción cárnica de los pequeños rumiantes; en la segunda se abordó la calificación morfológica en ganado caprino lechero y la valoración de reproductores machos y hembras. El módulo ha finalizado con la realización de un ejercicio práctico de calificación morfológica con la valoración individual de ejemplares (machos y hembras) por parte de los veterinarios y otros técnicos asistentes al evento.

Los conferenciantes de las Jornadas Técnicas proceden de las universidades de Córdoba, Sevilla y Zaragoza, y de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía y de la empresa Intervet.



Fuente: Circular informativa (2007). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA) Manuel Peña Párraga (presidente). Sede AQAA: Baena (Córdoba, España).
José Luis Ares Cea (asesor científico)