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miércoles, 24 de junio de 2015

INVESTIGACIÓN: OESTROSIS EN MUFLÓN Y CABRA MONTÉS (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha realizado el estudio seroepidemiológico de la Oestrosis en muflón y cabra montés de las regiones españolas de Andalucía y Extremadura.

En España abundan los ungulados silvestres, como la Cabra Montés y el Muflón, entre otros, lo que ha generado una importante economía asociada a la caza de ellos. Algunos estudios han puesto de manifiesto que los ungulados silvestres de la Península Ibérica se hallaban seriamente afectados por tres tipos de miasis: oestrosis, hipodermosis y wholfartiosis. 

La oestrosis es una parasitosis producida por los estadios larvarios del díptero Oestrus ovis. Este parásito obligado de ovinos y caprinos provoca una afección de carácter respiratorio, e incluso nervioso, en sus presentaciones más graves. Por todo ello, se pone de manifiesto la gran importancia que supone el conocimiento de la incidencia de la oestrosis en las especies salvajes del suroeste peninsular.

Para la realización del chequeo seroepidemiológico sobre Oestrosis se utilizaron un total de 137 sueros de cabras monteses (Capra pyrenaica victoriae y Capra pyrenaica hispanica) y 80 de muflones (Ovis musimon) procedentes de las provincias de Cáceres, Cádiz, Málaga, Granada, Jaén y Almería, han sido analizadas mediante la técnica inmunoenzimática ELISA. Para el análisis de los sueros de muflones se empleó el método ELISA indirecto de dobles anticuerpos (estandarizado por Yilma, 1992), a partir de un antígeno somático de larvas II procedentes de ovinos infestados naturalmente. En el caso del análisis serológico de las muestras procedentes de Cabra Montés se utilizó la técnica ELISA estandarizada por Dombre (2000), cuya base antigénica es un extracto soluble de larvas II procedentes de cabras infestadas naturalmente. Una vez optimizada la técnica a nuestras condiciones laboratoriales, se procesaron las muestras. El lector de ELISA proporciona resultados de la densidad óptica problema, así como las lecturas de los sueros controles positivos y negativos, pero resulta necesario calcular la densidad óptica corregida (% DOC = DO suero problema - DO suero negativo / DO suero positivo - DO suero negativo × 100), de tal manera que aquellos valores referentes a las muestras analizadas, que sean mayores o iguales al 15% en el caso de los muflones y al 35% para las cabras, se consideran positivos.

Tras el análisis serológico frente a Oestrus ovis de las muestras, la seropositividad detectada para muflones y cabras monteses fueron del 47,5% y 12,41%, respectivamente. Los porcentajes de densidad óptica corregida fueron del 38,75% para los muflones y del 11,43% para los caprinos. Los porcentajes de prevalencia obtenidos en muflones por comarcas muestreadas son: Sierra de Miravete (Cáceres) 52,17%, Sierra de San Pedro (Cáceres) 25% y Sierra de Cazorla (Jaén) 61,29%. Mientras que los porcentajes de prevalencia descritos en cabras monteses por comarcas son los siguientes: Cáceres (Sierra de Gredos) 0%, Cádiz (Sierra de Grazalema) 0%, Málaga (Sierra de Tejeda) 21,05%, Granada (Sierra Nevada) 15,94%, Jaén (Sierra de Cazorla) 33,33% y por último Almería (Sierra de Gador) 0%.

Algunos estudios anteriores han puesto de manifiesto que el 46% de los muflones muestreados en Andalucía presentaban larvas de Oestrus ovis, resultados muy similares a los detectados mediante serología en este trabajo. En cambio, diversos autores han registrado valores de prevalencia más elevados para la Cabra Montés en Andalucía, donde el 74%  y 62,2% de los animales presentaban larvas de Oestrus caucasicus. A tenor de las importantes diferencias obtenidas, se debe plantear la posible deficiencia de sensibilidad en la técnica empleada, debido fundamentalmente al uso de antígenos elaborados a partir de larvas de la especie doméstica Oestrus ovis y no de Oestrus caucasicus, como parece ser predominante en las cabras salvajes.


Autoría: M. Alcaide y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

lunes, 18 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: OESTRUS OVIS EN CAPRINO (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la cronobiología de oestrus ovis en el ganado caprino del centro y suroeste español. 

A pesar de la manifiesta importancia de la parasitación causada por el díptero Oestrus ovis en los rumiantes menores de la Península Ibérica, son muy escasos los estudios realizados hasta la fecha, encaminados a conocer la incidencia real de dicha parasitación en nuestra cabaña caprina, así como la determinación de la influencia de los factores medioambientales en su presentación. El estudio de la cronobiología del parásito, aporta aplicaciones de tipo práctico, preventivas y de control, y por tanto determinar las épocas más idóneas para el tratamiento de esta miasis.

Para el estudio cronobiológico del parásito, se han examinado, de febrero a octubre de 2002, un total de 80 cabezas de caprinos adultos procedentes de diversas provincias del centro y suroeste de la geografía española: Toledo, Ciudad Real, Salamanca, Cáceres, Badajoz, Sevilla. Una vez sacrificados los animales, las cabezas eran separadas y seccionadas con un corte longitudinal. Las larvas encontradas fueron recopiladas de sus ubicaciones naturales y posteriormente identificadas según su grado de evolución siguiendo las claves entomológicas elaboradas por Zumpt (1965).

Los resultados obtenidos en las cabras examinadas muestran una prevalencia total del 34,94%, siendo 23 el número de animales infestados con alguno de los diferentes estados larvarios; similares resultados se han registrado en explotaciones caprinas del sur de Francia (Dorchies et al., 2000), con un 28,4% de los animales parasitados, aunque claramente inferiores a los observados en Grecia (Papadopoulos et al., 1997), donde el 97,2% de las cabras están parasitadas. 

En el presente trabajo, la prevalencia de esta patología en las explotaciones estudiadas fue del 84,6%, ya que tan sólo dos rebaños de los examinados presentaban todos sus animales libres de parasitación. La media de la intensidad de infestación fue de 3,9 larvas por individuo parasitado. El número más elevado de larvas encontradas en un animal fue de 45 L1 (registrado en octubre). Precisamente, los valores más elevados de la tasa de infestación se registraron en los meses de otoño, concretamente en septiembre y octubre, 5,5 y 8,4 larvas por cabeza, respectivamente. El porcentaje medio de L1 durante el periodo de estudio fue de 52,2%, mientras que L2 y L3 representan el 45,7% y el 2,1% del total de la carga larvaria registrada, respectivamente. La distribución de los porcentajes mensuales larvarios es muy diferente a la registrada en el caso de la especie ovina, siendo la principal diferencia el escaso número de larvas encontradas en las cabezas de cabras examinadas (Alcaide et al., 2003). El porcentaje de L1 es nulo en los meses de febrero y marzo. A partir del mes de abril (14,2 ºC; 53,6 mm) comienza un incremento progresivo hasta alcanzar un primer pico en junio (23,6 ºC; 1,6 mm), disminuyendo nuevamente durante el mes de julio. 

A pesar de que a partir de este mes se produce un sustancial incremento, que se conservarán en estos niveles elevados durante los meses de agosto, septiembre y octubre. Los porcentajes relativos de L2, alcanzan sus niveles más elevados durante febrero y marzo, mientras que a partir de abril se produce un progresivo descenso de dichos valores hasta el mes de julio (25,8 ºC; 0 mm) donde tiene lugar un ligero aumento, para finalmente desaparecer durante agosto, septiembre y octubre. El porcentaje relativo de L3 es prácticamente nulo a lo largo de los meses objeto de estudio, ya que tan sólo se registra la presencia de larvas maduras en los meses de verano, julio, agosto y octubre. Los valores de correlación entre los porcentajes larvarios y la temperatura resultaron significativas (p<0,05), para L1 r = 0,71, para L2 r = -0,76 y por último, para L3 r = 0,69. Sin embargo, los coeficientes de correlación calculados con respecto a la pluviosidad, no fueron significativos en ninguno de los casos. 

Como resumen se extraen las siguientes conclusiones:
-La prevalencia de oestrosis detectada en el ganado caprino del centro y suroeste español es significativa en comparación a las registradas en países vecinos.
-El periodo propicio para el desarrollo larvario detectado en los caprinos es más corto que el definido para los ovinos, concretamente, entre los meses de marzo y septiembre.
-La proporción de L1 que alcanzan la madurez es muy baja, por ello las cabras son menos fructíferas que las ovejas en el desarrollo de sucesivas generaciones de O. ovis.


Autoría: M. Alcaide y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)