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martes, 21 de julio de 2015

INVESTIGACIÓN: ARTRITIS ENCEFALITIS CAPRINA Y SALUD HUMANA (MÉXICO)

Existen trabajos de investigación cuyos resultados pueden generar alarma en la población en general, sino se explican convenientemente. No se trata de poner en duda la calidad del estudio realizado ni tampoco la experiencia del equipo científico, pero antes de su publicación hay que sopesar mucho sus posibles repercusiones en la sociedad y, muy especialmente, comprobar si existen trabajos de otros autores que hayan obtenido las mismas conclusiones. 

A continuación, se presenta un trabajo de investigación en el que se ha estudiado la incidencia de la artritis encefalitis caprina (AEC) y su posible relación con la salud humana en el municipio de Atlixco (Puebla, México). La AEC es una enfermedad propia de las cabras provocada por el virus de la Artritis Encefalitis Caprina (VAEC) perteneciente al genero de los Lentivirus de la familia Retroviridae, que está íntimamente relacionado con el virus de la neumonía progresiva ovina y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en el ser humano. 

El VAEC fue aislado por primera vez en 1980 en Estados Unidos (Crawford y Adams, 1981). Los Lentivirus del virus de la artritis encefalitis caprina (VAEC) inducen una inflamación progresiva crónica del tejido conectivo en cabras, manifestándose en artritis y mastitis. 

El presente trabajo fue realizado en el Laboratorio de Inmunología, Hospital de Pediatría, Centro Médico, Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y en el Laboratorio de Hematología del Hospital Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. En este estudio se utilizaron 200 hembras de la raza caprina Saanen, de 3 a 4 años de edad, pertenecientes a una granja situada en el Municipio de Atlixco, Puebla. Las cabras se evaluaron clínicamente y serológicamente mediante la prueba de ELISA para determinar anticuerpos anti-VAEC (Instituto Pourquier-MAEDI-VISNA/CAEV SERODIAGNOSIS-Version P00302/02) y anti-virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) 1 y 2 (GRENSCREEN® HIV/2 versión 2 (BIO-RAD, 72278). Por otra parte se hicieron pruebas serológicas mediante la técnica ELISA a 77 niños de 12 años de edad que consumieron leche de cabra para identificar anticuerpos anti-VAEC y anticuerpos anti-VIH 1 y 2.

Los resultados del estudio clínico muestran la presencia de artritis en 34 animales de 4 años de edad, con tumefacción de las articulaciones, especialmente de los carpos, que dificultaron la movilidad de los animales y, por tanto, sus posibilidades de alimentación y producción. Los datos serológicos obtenidos mediante ELISA indirecta de las 200 muestras de suero caprino estudiadas indican la presencia de 74 animales que presentaron anticuerpos específicos contra el VAEC, observándose la distribución de dichos valores. El ELISA GENSCREEN® HIV 1 /2 versión 2 permitió en 11 cabras de las 74 anteriores del estudio identificar anticuerpos anti-VIH1 y anti-VIH2 debido a la reacción cruzada. Por su parte, Rimstad y colaboradores (1993) estudiaron 108 cabras lecheras, de las cuales 27 sueros fueron considerados seropositivos a la prueba de ELISA indirecta, lo que representó el 25% de los animales estudiados, siendo dicha prevalencia muy superior a la hallada en este trabajo, lo que estaría relacionado a la probable seroconversión tardía de los animales del presente estudio.

En el estudio serológico realizado a los 77 niños por medio de la técnica de ELISA (GRENSCREEN®HIV/2), la línea de corte fue 0,210, siendo negativas todas las muestras de los sueros humanos para HIV 1 y 2. Asimismo, se detectaron anticuerpos anti-VAEC/MV (Maedi Visna) en 51 niños y ningún niño presento anticuerpos para anti-VIH 1 y 2. En el estudio de los 77 sueros de niños, para detectar anticuerpos específicos contra el VAEC, se registraron 51 sueros positivos a VAEC y 26 sueros negativos, a partir de la línea de corte de 0,223.

Hotzel y Cheevers (2003) estudiaron una secuencia similar entre la glicoproteína de superficie (SU) gp 135 de los lentivirus maedi-visna y el virus de la artritis encefalitis caprina (VAEC) y la gp 120 del virus de la inmunodeficiencia humana (HIV-1). Louie y colaboradores (2003) establecieron una nueva relación y demostraron que algunas cabras, infectadas con VAEC, poseen anticuerpos específicos-gp 135, estableciendo una reacción cruzada con el gp 120 de diversas cepas de VIH y también muestran que la reacción cruzada de las inmunoglobulinas dependen del nivel de glicosilación. Esta información concuerda con los resultados de esta investigación donde se demuestra la reacción cruzada entre el VAEC y el VIH, a través de las gp 135 y gp 120.

Como conclusión general, se ha constatado que la reacción cruzada entre las glicoproteínas de superficie gp 135 (VAEC) y gp 120 (HIV-1), suponen una posible relación antigénica, entre estas dos variantes, pero la cercanía del virus de la artritis-encefalitis caprina con el lentivirus responsable de la inmunodeficiencia humana ya supone una desagradable coincidencia.



Autoría: R. Reséndiz y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

jueves, 14 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: MAEDI-VISNA EN OVEJA OJINEGRA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha realizado un estudio serológico del virus del Maedi-Visna en explotaciones ovinas de raza Ojinegra en la región de Aragón (España), registrando la evolución de la seroprevalencia durante el período 2002-2005. 

El Maedi-Visna es una enfermedad crónica causada por un lentivirus de distribución mundial. En España, las formas clínicas más frecuentes son la respiratoria y la mamaria, siendo menos habituales las formas nerviosas y articulares. En este sentido, las principales vías transmisibles de la enfermedad son de tipo mamario, muy importante en la transmisión del virus de las madres a los corderos a partir del calostro o de la leche, y la respiratoria, a través de aerosoles, que puede darse entre ovejas de cualquier edad. Esta patología tiene una incidencia muy negativa en los rebaños afectados, tanto por su amplia distribución geográfica y prevalencia, como por las pérdidas económicas directas e indirectas que ocasiona, que se traducen en un descenso de la fertilidad, de la prolificidad, del peso al nacimiento y del incremento medio diario. Esta enfermedad presenta un largo período de incubación durante el cual los animales apenas muestran sintomatología clínica, por lo que es de vital importancia realizar un diagnóstico serológico que permita identificar precozmente a los animales infectados a la vez que conocer el grado de infección del rebaño, y poder, de este modo, establecer un plan eficaz de control/erradicación de la enfermedad.

En este trabajo se estudiado 52 ganaderías inscritas en el libro genealógico de la raza Ojinegra de Teruel. Para la realización de las pruebas serológicas se ha utilizado un ELISA a base de proteínas recombinantes y péptidos sintéticos (Innotest ®,Varea et al., 2001). La toma de muestras se ha realizado durante el primer semestre del año coincidiendo con la campaña oficial de saneamiento de brucelosis. En un primer sangrado de la explotación se han analizado los animales mayores de 18 meses, a lo que ha seguido un análisis anual de los animales seronegativos y de la reposición a partir de los 6 meses de edad.

A partir de los resultados obtenidos el Gobierno de Aragón ha propuesto un plan de control/erradicación, de aplicación voluntaria, que clasifica a los rebaños en tres grupos según la prevalencia: <25% (prevalencia baja), 25-40%(p. media) y >40%(p. alta). La aplicación del plan de control supone la selección obligatoria de la reposición a partir de madres seronegativas y la aplicación de forma optativa de otras medidas adicionales como el sacrificio de animales seropositivos con sintomatología compatible con Maedi-Visna y/o la segregación del rebaño según su estatus frente a la enfermedad. En función de la evolución de la seroprevalencia en los años consecutivos al primer análisis, las ganaderías podrán obtener la calificación de “Rebaño controlado” (prevalencia inferior al 5%), “Rebaño libre” (prevalencia inferior al 1%) y “Rebaño indemne” (cuando la prevalencia se mantenga en 0% durante 3 años consecutivos). Los nacimientos e incidencias son recogidos en un “control de paridera” obligatorio en el Libro Genealógico de la Raza, donde consta los siguientes datos; fecha de nacimiento, crotal del cordero, crotal de la madre, sexo, peso y sí es posible reproductor. Los animales positivos frente a este virus se marcan previamente a las pariciones mediante crotales auriculares no oficiales, de modo que el ganadero puede identificarlos fácilmente en el momento del parto y registrar esta información en el carné de paridera evitando dejar corderos de madres positivas.

Los resultados obtenidos en el primer control serológico (periodo 2002-2003), se obtuvieron de una población de 18.944 animales de raza Ojinegra, de los que 9.944 dieron resultado positivo (52%), si bien, la prevalencia individual de cada rebaño presenta una gran variabilidad, con valores que oscilan desde un 5,03% hasta un 91%. Por otra parte, el análisis de los 8 rebaños que han seguido un plan de control indica que se ha producido un descenso de la seroprevalencia frente al virus del Maedi-Visna casi en la totalidad de los mismos, ya que 7 explotaciones han mostrado una clara disminución de la seroprevalencia, pasando todas a situarse por debajo del 40% de animales infectados. 

Las ganaderías donde ha disminuido la seroprevalencia se correspondían con explotaciones en las que el ganadero mostraba interés por el seguimiento de las analíticas e identificación de los animales positivos, aplicaba un estricto control de la reposición a partir de madres seronegativas e identificaba con claridad la clínica compatible con maedi. La única explotación en la que se ha observado un incremento de la seroprevalencia ha sido la ganadería 6, en la que se ha producido una adquisición de ovejas procedentes de otros rebaños sin ningún tipo de control frente a esta enfermedad, dada la imposibilidad de obtener corderas de rebaños libres de maedi. 

Los problemas más frecuentes encontrados durante el desarrollo de la campaña son por un lado, el escaso interés del ganadero por el control de una enfermedad de la que por sus características, no percibe su repercusión económica (dificultad de constatar una disminución en las producciones e inexistencia de cuadros agudos ni signos específicos), la dificultad sobre todo en los rebaños con altas prevalencias en la selección de una reposición que cumpla con las exigencias del estándar racial y proceda de madres seronegativas, y la no existencia de subvenciones destinadas a sufragar los gastos inherentes a la puesta en marcha de este plan. A pesar de todo, y teniendo en cuenta las características de estas ganaderías de régimen extensivo en secano, con escasa mano de obra, manejos sencillos e instalaciones, en muchos casos precarias, es inviable la aplicación de planes de control que impliquen manejos más complejos y caros (lactancia artificial, separación en dos rebaños de seronegativas y seropositivas) y de mayor repercusión económica para la administración que acomete todos los gastos del programa de extracción y análisis. A priori resulta prometedor el resultado obtenido hasta la fecha siempre y cuando, la implicación y la confianza en la campaña de los propietarios y de los técnicos sea la máxima. A partir de estos resultados la administración propuso un plan de control de la enfermedad consistente en la identificación de animales seropositivos, la selección de la reposición de madres seronegativas, el sacrificio de animales con clínica compatible con Maedi-Visna y la realización de controles serológicos anuales de los animales seronegativos y de la reposición mayor de seis meses.


Autoría: J.M. Ruz y R.M. Picazo (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

miércoles, 13 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: ESTUDIO DE LA OESTROSIS CAPRINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha realizado un estudio seroepidemiológico de la oestrosis caprina en explotaciones del suroeste español. 

La oestrosis es un proceso parasitológico en auge, debido a la gravedad de las pérdidas económicas que Oestrus ovis provoca en el sector caprino, centradas principalmente en un descenso en el rendimiento cárnico y lechero y las consiguientes mermas de productividad. Es relevante señalar, que la oestrosis es una parasitosis propia de las explotaciones extensivas, donde el ganado esta en contacto con el medio natural, hábitat del díptero. Por todo ello, se pone de manifiesto la gran importancia que supone el conocimiento de la incidencia de la oestrosis, debido al gran número de cabras que se crían en extensivo en España.

Para la realización de este sondeo seroepidemiológico, se procedió a la obtención de 1590 sueros sanguíneos de caprinos adultos procedentes de 175 explotaciones ubicadas en las provincias de Cáceres, Badajoz y Sevilla. Estas muestras fueron analizadas mediante la técnica inmunoenzimática ELISA. En dicho procedimiento se usó el método estandarizado por Dombre (2000), a partir del uso de un antígeno soluble de larvas 2 procedente de cabras infestadas naturalmente. Una vez optimizada la técnica, se procedió al procesado de las muestras. La tasa de anticuerpos o porcentaje de densidad óptica corregida se calcula mediante la siguiente fórmula:
DO suero problema - DO suero negativo
% D.O.C = DO suero positivo - DO suero negativo × 100
De tal manera que aquellos valores referentes a las muestras analizadas, que sean mayores o iguales al 40%, se consideran positivos.

Los resultados obtenidos muestran un total de 717 animales positivos a la presencia de anticuerpos específicos frente a Oestrus ovis, con una seroprevalencia del 46,04% y un porcentaje de anticuerpos del 41,83%. La prevalencia por explotaciones detectada es del 91,43%. En este sentido, la seroprevalencia detectada para los caprinos españoles es superior a las encontradas en Marruecos (14%) y Francia (28,4%). 

La seroprevalencia por explotaciones detectada en este trabajo fue del 91,43%, ya que un total de 160 explotaciones del total presentaban animales seropositivos. Por otra parte, los resultados de seroprevalencia por provincias fueron del 52,12% para Badajoz, del 37,43% para Cáceres y del 52,75% para Sevilla. En cuanto a la tasa de anticuerpos detectada, fue del 47,91% para los caprinos analizados en Badajoz, del 33,75% en Cáceres y del 47,85% para Sevilla. 

Respecto a la posible relación existente entre la elevada prevalencia detectada de la parasitación y los potenciales factores predisponentes de la presencia de O. ovis en el suroeste de la Península Ibérica, se analizaron los parámetros de seroprevalencia y tasa de anticuerpos en función de la latitud, altitud, tamaño de rebaño y densidad de población ganadera. Los resultados obtenidos indican que latitudes meridionales (<39,5N), bajas altitudes (<650 metros), grandes tamaños de rebaño (>30 cabras por explotación) y una alta densidad de población (>7,5 cabras por km2) son factores predisponentes para la presentación de casos de oestrosis caprina. La correlación calculada entre los valores de seroprevalencia y tasa de anticuerpos y los diferentes factores de riesgo, revela la existencia de una correlación negativa no significativa entre la seroprevalencia y la latitud; tan sólo se ha podido constatar que los caprinos explotados entre los paralelos 39,5 N y 38,8 N presentan unos valores, tanto de seroprevalencia como de porcentaje de anticuerpos, menores que en el resto de las regiones muestreadas. De la misma manera, correlación negativa pero no significativa, es la detectada entre los parámetros cuantitativos analizados y la altitud, por lo que a priori la altitud no parece ser un factor restrictivo a la parasitación de los caprinos por O. ovis. Entre el tamaño de rebaño y los parámetros estudiados, se describe una correlación positiva muy significativa, es decir, cuanto mayor es el número de efectivos en una explotación caprina mayor es la probabilidad de la existencia de animales seropositivos a O. ovis. En este sentido, otros autores observaron que el número de vuelos de las moscas grávidas aumentaban en proporción al número de cabras que pastaban juntas. En cuanto a la correlación entre la densidad de población caprina y la seroprevalencia y la tasa de anticuerpos, el coeficiente calculado resultó significativamente positivo, lo cual quiere expresar que en zonas de mayor densidad de población caprina es mayor la probabilidad de hallar animales seropositivos y con tasas de anticuerpos más elevadas, que en aquellas regiones menos pobladas.


Autoría: M. Alcaide y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

lunes, 11 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: VACUNA POLIVALENTE MICOPLASMAS EN CAPRINO DE CANARIAS (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha desarrollado una vacuna polivalente inactivada frente a las cuatro especies de micoplasmas asociadas al síndrome de agalaxia contagiosa (AC) en el ganado caprino (España).

La agalaxia contagiosa es una enfermedad infecto-contagiosa propia del ganado ovino y caprino ocasionada por cuatro especies del género Mycoplasma. El M. agalactiae es el principal agente etiológico del síndrome en ovejas y cabras, aunque en el ganado caprino, la enfermedad también puede estar causada por Mycoplasma capricolum subsp. capricolum (Mcc), Mycoplasma mycoides subsp. mycoides LC (Mmm LC) y Mycoplasma putrefaciens. Las estrategias empleadas para la protección vacunal frente a la enfermedad han recaído en vacunas convencionales vivas atenuadas, y mayoritariamente en vacunas inactivadas, desarrolladas frente a M. agalactiae (OIE, 2000), en las que ha recaído el peso de la inmunoprofilaxis. Existe poca información sobre el desarrollo de vacunas inactivadas frente al resto de especies implicadas en el síndrome. En regiones endémicas de la enfermedad, como es el caso de las Islas Canarias, en las cuales están presentes las cuatro especies asociadas al síndrome, existe un problema importante, la variabilidad etiológica de la enfermedad, lo que ha motivado la realización del presente trabajo. 

En cuanto a la metodología utilizada, las cepas seleccionadas para su inclusión en el preparado vacunal fueron estudiadas por SDS-PAGE e Immunoblotting, seleccionando las más idóneas en función de sus perfiles proteicos y principalmente antigénicos. Se utilizó el medio PH con un 20% de suero (Kirchhoff y Rosengarten, 1984) para la elaboración del antígeno. El porcentaje de cada especie incluido en el preparado vacunal se realizó en función de los resultados previos obtenidos en trabajos anteriores de este equipo. La elaboración de la vacuna se realizó modificando la metodología descrita por Tola y colaboradores (1999), utilizando cuatro formulaciones diferentes en función del agente inactivante (formol o fenol) y el adyuvante utilizado (Hidróxido de aluminio, con o sin Quil-A®). Las vacunas fueron testadas en un rebaño libre de AC, para observar la seroconversión de los animales vacunados frente a un grupo control (ELISA e Immunoblotting). Posteriormente, se vacunaron animales situados en una granja gravemente afectada de AC, al objeto de conocer datos acerca de la eficacia real en condiciones de campo de los preparados vacunales (“desafío natural”). Se analizaron estadísticamente los valores de seroconversión entre los grupos controles y los animales vacunados.

Los resultados obtenidos en el rebaño libre de AC, y en el empleo, en condiciones de campo, de dos dosis de una vacuna polivalente inactivada elaborada frente a Mycoplasma spp con un 75% de antígeno (30% de M. agalactiae y Mmm LC, 15% de Mcc y M. putrefaciens) de diferentes cepas de cada especie (garantizando la cobertura del mayor número de determinantes antigénicos posibles) inactivada con fenol (0,5%) y adyuvantada con un 25% de la combinación de hidróxido de aluminio y saponina purificada (Quil-A®) (500μg), revelan la inducción de una respuesta humoral específica elevada durante 6 meses en cabras adultas, encontrando diferencias serológicas estadísticamente significativas en alguno de los controles con respecto a un grupo vacunado con una vacuna similar sin incluir el Quil-A®, obteniendo ambas resultados similares frente a un grupo control no vacunado (p<0,001). 

Al testarla en un rebaño gravemente afectado de AC, la administración de dos vacunas polivalentes de igual composición antigénica pero inactivadas con formol (0,1%) produjo una mejora importante en el estado sanitario de las cabras y 'baifos' (cabritos) en una explotación gravemente afectada de AC, reduciendo significativamente la tasa de abortos en cabras adultas (en casi el 100%), la mortalidad de la recría (casi un 90%), la presentación de casos de poliartritis y de problemas respiratorios, así como el estado de portador lactógeno en los cabritos incorporados al proceso productivo. No obstante, se produjeron diferencias serológicas significativas entre los lotes de animales vacunados, siendo superiores en la vacuna que incluye Quil-A® (p<0,001). En un grupo de cabras no vacunadas la tasa de abortos se situó en el 70%. El uso de estas vacunas, y principalmente su eficacia desata mucha controversia entre unos autores y otros; algunos han obtenido resultados satisfactorios con su utilización, tanto en condiciones experimentales como en condiciones de campo. En este sentido, Villalba et al. (1991), y León Vizcaíno et al. (1995) afirman que la inmunización sistemática unida a un aislamiento sanitario reduce de modo significativo la enfermedad y el estado de portador lactógeno; por el contrario, otros autores (Sarris y Papadopoulos, 1987), han concluido que el uso de estas vacunas no previene el establecimiento de la infección en la explotación, ni garantizan la supresión de la infección mamaria.



Autoría: C. De la Fe y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

martes, 5 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: VALORACIÓN TÉCNICAS ELISA DIAGNÓSTICO DE PARATUBERCULOSIS OVINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se han valorado dos técnicas analíticas 'ELISA' empleadas para el diagnóstico serológico de la paratuberculosis en ganado ovino (España).

La paratuberculosis es una enfermedad infecciosa crónica de los rumiantes adultos, provocada por el Mycobacterium avium subspecies paratuberculosis (Map), que cursa con adelgazamiento progresivo, diarrea y finalmente la muerte de los animales afectados. Desde que los individuos se infectan hasta que comienzan a mostrar signos clínicos transcurren prolongados periodos de tiempo, siendo potencialmente excretores, por lo que uno de los aspectos críticos de esta infección es su diagnóstico en el animal vivo. 

Las técnicas serológicas, aunque presentan como principal limitación que identifican predominantemente animales en las fases clínicas o preclínicas de la enfermedad, son las más ampliamente utilizadas por la facilidad de obtención de las muestras, su bajo coste y rapidez en los resultados. Son de gran utilidad en la confirmación de casos clínicos sospechosos y en la estimación de la prevalencia de la infección en el rebaño. Desde su desarrollo en los años 70, la técnica ELISA es en la actualidad la más ampliamente utilizada por su capacidad de automatización, rapidez y presentar los mejores valores de sensibilidad, habiéndose propuesto diferentes métodos. Por otra parte, una de las principales limitaciones en la valoración de técnicas diagnósticas está en el método de referencia utilizado para categorizar los individuos como infectados o libres de la infección. Se ha propuesto una clasificación de las lesiones que muestran los animales estrechamente asociada a las distintas fases de la infección y que ya ha sido utilizada con éxito anteriormente como “gold standard” o referencia en la evaluación de pruebas diagnósticas.

En este trabajo se ha realizado una valoración comparativa entre dos tests ELISA, uno de reciente aparición, y otro ya existente y de conocida eficacia, así como de su rendimiento en la detección de animales que presentan distintas fases de la infección. Las dos técnicas de ELISA (A y B) se han valorado sobre 1001 sueros ovinos de distintas procedencias: 619 muestras obtenidas de animales vivos, de rebaños donde existe paratuberculosis y no se ha practicado la vacunación; 132 sueros de ovinos que habían sido vacunados (entre 1 y 4 meses postvacunación); 250 sueros de animales no vacunados en los que se pudo llevar a cabo su estudio anatomopatológico y categorización lesional, procedentes tanto de infecciones naturales como experimentales. Sobre todas las muestras de suero señaladas se han llevado a cabo las siguientes técnicas: ELISA indirecto de elaboración propia (ELISA A), en el que previa adsorción de los sueros con M. phlei, se utilizan placas fijadas con antígeno protoplasmático PPA-3 de Map (Allied Monitor, Estados Unidos) y como conjugado proteína G (Pérez et al., 1997); técnica de ELISA (ELISA B) mono y bicúpula (Instituto Pourquier, Montpellier, Francia), siguiendo las instrucciones del fabricante. En los 250 ovinos donde se realizó el estudio anatomopatológico, se analizaron muestras de válvula ileocecal, íleon, yeyuno y nódulos linfáticos, tras su fijación en formol al 10% e inclusión en parafina. Se calculó el índice kappa (k) de concordancia y los valores de sensibilidad y especificidad de las dos técnicas ELISA, tomando como referencia la presencia de lesiones, utilizando el programa informático WinEpiscope 2.0.

Los resultados obtenidos en el número total de efectivos ovinos revelan un mayor porcentaje de animales positivos con la técnica ELISA B. El índice k arroja un valor de 0,879, indicativo de una concordancia casi perfecta entre la técnica ELISA B, de reciente aparición, con la prueba A, técnica ya contrastada desde hace varios años para el diagnóstico de la paratuberculosis ovina. El ELISA A es una técnica más laboriosa y necesita más tiempo de preparación de reactivos que el B, aunque su coste económico es menor. Cuando se toman sólo los ovinos vacunados, el valor de concordancia desciende ligeramente (k= 0,73), siendo el ELISA A el que ofrece mayor número de animales positivos. De los 250 ovinos en los que se llevó a cabo un estudio histopatológico, 96 animales (38,4%) presentaron lesiones asociadas a paratuberculosis, que se clasificaron en formas focales o subclínicas y formas difusas o graves. Para ambas técnicas, se observa una menor capacidad de detección de las formas focales, hecho esperado ya que las mismas se asocian a respuestas humorales poco intensas, mientras que la positividad se incrementa en ovinos con formas difusas, especialmente las multibacilares. Cuando se comparan ambas técnicas, se observa que el ELISA B detecta un mayor número de animales con lesión que el A, independientemente del tipo, destacando la diferencia significativa de animales positivos con formas focales y difusas linfocíticas. Cuando se toma la presencia de lesiones como referencia, se obtienen unos valores de sensibilidad del 56,25 y 66,6% para las técnicas A y B, respectivamente, siendo la especificidad del 85,7% para ambas; en cambio, al considerar sólo las lesiones difusas, asociadas a formas clínicas, la sensibilidad asciende al 78,2 y 91,3% para cada técnica.

Autoría: O. Moreno y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)