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lunes, 18 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: OESTRUS OVIS EN CAPRINO (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la cronobiología de oestrus ovis en el ganado caprino del centro y suroeste español. 

A pesar de la manifiesta importancia de la parasitación causada por el díptero Oestrus ovis en los rumiantes menores de la Península Ibérica, son muy escasos los estudios realizados hasta la fecha, encaminados a conocer la incidencia real de dicha parasitación en nuestra cabaña caprina, así como la determinación de la influencia de los factores medioambientales en su presentación. El estudio de la cronobiología del parásito, aporta aplicaciones de tipo práctico, preventivas y de control, y por tanto determinar las épocas más idóneas para el tratamiento de esta miasis.

Para el estudio cronobiológico del parásito, se han examinado, de febrero a octubre de 2002, un total de 80 cabezas de caprinos adultos procedentes de diversas provincias del centro y suroeste de la geografía española: Toledo, Ciudad Real, Salamanca, Cáceres, Badajoz, Sevilla. Una vez sacrificados los animales, las cabezas eran separadas y seccionadas con un corte longitudinal. Las larvas encontradas fueron recopiladas de sus ubicaciones naturales y posteriormente identificadas según su grado de evolución siguiendo las claves entomológicas elaboradas por Zumpt (1965).

Los resultados obtenidos en las cabras examinadas muestran una prevalencia total del 34,94%, siendo 23 el número de animales infestados con alguno de los diferentes estados larvarios; similares resultados se han registrado en explotaciones caprinas del sur de Francia (Dorchies et al., 2000), con un 28,4% de los animales parasitados, aunque claramente inferiores a los observados en Grecia (Papadopoulos et al., 1997), donde el 97,2% de las cabras están parasitadas. 

En el presente trabajo, la prevalencia de esta patología en las explotaciones estudiadas fue del 84,6%, ya que tan sólo dos rebaños de los examinados presentaban todos sus animales libres de parasitación. La media de la intensidad de infestación fue de 3,9 larvas por individuo parasitado. El número más elevado de larvas encontradas en un animal fue de 45 L1 (registrado en octubre). Precisamente, los valores más elevados de la tasa de infestación se registraron en los meses de otoño, concretamente en septiembre y octubre, 5,5 y 8,4 larvas por cabeza, respectivamente. El porcentaje medio de L1 durante el periodo de estudio fue de 52,2%, mientras que L2 y L3 representan el 45,7% y el 2,1% del total de la carga larvaria registrada, respectivamente. La distribución de los porcentajes mensuales larvarios es muy diferente a la registrada en el caso de la especie ovina, siendo la principal diferencia el escaso número de larvas encontradas en las cabezas de cabras examinadas (Alcaide et al., 2003). El porcentaje de L1 es nulo en los meses de febrero y marzo. A partir del mes de abril (14,2 ºC; 53,6 mm) comienza un incremento progresivo hasta alcanzar un primer pico en junio (23,6 ºC; 1,6 mm), disminuyendo nuevamente durante el mes de julio. 

A pesar de que a partir de este mes se produce un sustancial incremento, que se conservarán en estos niveles elevados durante los meses de agosto, septiembre y octubre. Los porcentajes relativos de L2, alcanzan sus niveles más elevados durante febrero y marzo, mientras que a partir de abril se produce un progresivo descenso de dichos valores hasta el mes de julio (25,8 ºC; 0 mm) donde tiene lugar un ligero aumento, para finalmente desaparecer durante agosto, septiembre y octubre. El porcentaje relativo de L3 es prácticamente nulo a lo largo de los meses objeto de estudio, ya que tan sólo se registra la presencia de larvas maduras en los meses de verano, julio, agosto y octubre. Los valores de correlación entre los porcentajes larvarios y la temperatura resultaron significativas (p<0,05), para L1 r = 0,71, para L2 r = -0,76 y por último, para L3 r = 0,69. Sin embargo, los coeficientes de correlación calculados con respecto a la pluviosidad, no fueron significativos en ninguno de los casos. 

Como resumen se extraen las siguientes conclusiones:
-La prevalencia de oestrosis detectada en el ganado caprino del centro y suroeste español es significativa en comparación a las registradas en países vecinos.
-El periodo propicio para el desarrollo larvario detectado en los caprinos es más corto que el definido para los ovinos, concretamente, entre los meses de marzo y septiembre.
-La proporción de L1 que alcanzan la madurez es muy baja, por ello las cabras son menos fructíferas que las ovejas en el desarrollo de sucesivas generaciones de O. ovis.


Autoría: M. Alcaide y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

miércoles, 13 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: ESTUDIO DE LA OESTROSIS CAPRINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha realizado un estudio seroepidemiológico de la oestrosis caprina en explotaciones del suroeste español. 

La oestrosis es un proceso parasitológico en auge, debido a la gravedad de las pérdidas económicas que Oestrus ovis provoca en el sector caprino, centradas principalmente en un descenso en el rendimiento cárnico y lechero y las consiguientes mermas de productividad. Es relevante señalar, que la oestrosis es una parasitosis propia de las explotaciones extensivas, donde el ganado esta en contacto con el medio natural, hábitat del díptero. Por todo ello, se pone de manifiesto la gran importancia que supone el conocimiento de la incidencia de la oestrosis, debido al gran número de cabras que se crían en extensivo en España.

Para la realización de este sondeo seroepidemiológico, se procedió a la obtención de 1590 sueros sanguíneos de caprinos adultos procedentes de 175 explotaciones ubicadas en las provincias de Cáceres, Badajoz y Sevilla. Estas muestras fueron analizadas mediante la técnica inmunoenzimática ELISA. En dicho procedimiento se usó el método estandarizado por Dombre (2000), a partir del uso de un antígeno soluble de larvas 2 procedente de cabras infestadas naturalmente. Una vez optimizada la técnica, se procedió al procesado de las muestras. La tasa de anticuerpos o porcentaje de densidad óptica corregida se calcula mediante la siguiente fórmula:
DO suero problema - DO suero negativo
% D.O.C = DO suero positivo - DO suero negativo × 100
De tal manera que aquellos valores referentes a las muestras analizadas, que sean mayores o iguales al 40%, se consideran positivos.

Los resultados obtenidos muestran un total de 717 animales positivos a la presencia de anticuerpos específicos frente a Oestrus ovis, con una seroprevalencia del 46,04% y un porcentaje de anticuerpos del 41,83%. La prevalencia por explotaciones detectada es del 91,43%. En este sentido, la seroprevalencia detectada para los caprinos españoles es superior a las encontradas en Marruecos (14%) y Francia (28,4%). 

La seroprevalencia por explotaciones detectada en este trabajo fue del 91,43%, ya que un total de 160 explotaciones del total presentaban animales seropositivos. Por otra parte, los resultados de seroprevalencia por provincias fueron del 52,12% para Badajoz, del 37,43% para Cáceres y del 52,75% para Sevilla. En cuanto a la tasa de anticuerpos detectada, fue del 47,91% para los caprinos analizados en Badajoz, del 33,75% en Cáceres y del 47,85% para Sevilla. 

Respecto a la posible relación existente entre la elevada prevalencia detectada de la parasitación y los potenciales factores predisponentes de la presencia de O. ovis en el suroeste de la Península Ibérica, se analizaron los parámetros de seroprevalencia y tasa de anticuerpos en función de la latitud, altitud, tamaño de rebaño y densidad de población ganadera. Los resultados obtenidos indican que latitudes meridionales (<39,5N), bajas altitudes (<650 metros), grandes tamaños de rebaño (>30 cabras por explotación) y una alta densidad de población (>7,5 cabras por km2) son factores predisponentes para la presentación de casos de oestrosis caprina. La correlación calculada entre los valores de seroprevalencia y tasa de anticuerpos y los diferentes factores de riesgo, revela la existencia de una correlación negativa no significativa entre la seroprevalencia y la latitud; tan sólo se ha podido constatar que los caprinos explotados entre los paralelos 39,5 N y 38,8 N presentan unos valores, tanto de seroprevalencia como de porcentaje de anticuerpos, menores que en el resto de las regiones muestreadas. De la misma manera, correlación negativa pero no significativa, es la detectada entre los parámetros cuantitativos analizados y la altitud, por lo que a priori la altitud no parece ser un factor restrictivo a la parasitación de los caprinos por O. ovis. Entre el tamaño de rebaño y los parámetros estudiados, se describe una correlación positiva muy significativa, es decir, cuanto mayor es el número de efectivos en una explotación caprina mayor es la probabilidad de la existencia de animales seropositivos a O. ovis. En este sentido, otros autores observaron que el número de vuelos de las moscas grávidas aumentaban en proporción al número de cabras que pastaban juntas. En cuanto a la correlación entre la densidad de población caprina y la seroprevalencia y la tasa de anticuerpos, el coeficiente calculado resultó significativamente positivo, lo cual quiere expresar que en zonas de mayor densidad de población caprina es mayor la probabilidad de hallar animales seropositivos y con tasas de anticuerpos más elevadas, que en aquellas regiones menos pobladas.


Autoría: M. Alcaide y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)