Cualquier profesional o experto que haya tenido que realizar algún trabajo dentro del sector ganadero en España habrá comprobado, o 'sufrido' el excesivo individualismo y, muchas veces, incluso el secretismo existente en esta actividad económica, principalmente, en el área de los pequeños rumiantes, y en especial en el subastare del caprino lechero. Además, parece que este aislamiento tradicional, se transmite a través de las generaciones, sin apenas registrarse modificaciones significativas, pasando a formar parte del 'paisaje' y de la 'cultura' ganadera de amplios territorios, frente a escasos ejemplos de apertura a las innovaciones tecnológicas y a la predisposición para la constitución de movimientos asociativos potentes y con buenas estructuras funcionales.
Otra cuestión no menos curiosa es que, en general, este individualismo es más acusado en aquellos microestablecimientos artesanales o explotaciones caprinas de pequeña dimensión productiva, siendo justamente los más necesitadas de apoyo y asesoramiento tecnológico y comercial. Considerando esta realidad, no sería demasiado aventurado afirmar que se puede calcular un factor de correlación positivo, bastante fiable, entre la pequeña dimensión productiva de las explotaciones caprinas y el individualismo de los ganaderos involucrados en el manejo de las mismas, medida en forma de rechazo o resistencia a integrarse en estructuras asociativas.
La debilidad estructural de estas pequeñas empresas caprinas las hace fácilmente vulnerables en las transacciones comerciales en el mercado lechero actual, que se caracteriza por la compra de leche centralizada en unas pocas industrias de gran dimensión, que a su vez distribuyen un alto porcentaje de sus productos a través de grandes cadenas comerciales (hipermercados, supermercados, intermediarios mayoristas, autoservicios, etc.). Unos y otros fijan los precios de la leche y los derivados lácteos atendiendo a sus propias estrategias y posiciones en los mercados, en los que los productores caprinos prácticamente carecen de toda posibilidad de negociación actuando de manera individual.
Sin embargo, a pesar de esta situación claramente estructural que se mantiene, casi inalterable, desde hace varias décadas, no obstante, en la actualidad para muchos pequeños productores caprinos sus problemas parecen estar ligados únicamente al precio de venta de la leche, sin que por ello, vayan a modificar su posición individualista. Recuerdo muy pocas actividades formativas desarrolladas con este grupo de ganaderos caprinos donde los precios de la leche no hayan sido los auténticos protagonistas del debate y los comentarios por parte de los productores participantes, eclipsando incluso los temas centrales del programa impartido.
En mi opinión, analizando lo ocurrido hasta ahora, seguramente, muchas de estas microexplotaciones y pequeñas ganaderías caprinas desaparecerán del sector durante los próximos años, a favor de otras de mayor dimensión productiva, con productores de mentalidad más 'abierta' a las innovaciones tecnológicas, y más proclives al asociacionismo como fórmula de economía de escala para conseguir mejores precios en la venta de leche y otros productos lácteos.
No quiero decir con esto de que las empresas caprinas deban ir hacia un modelo de intensificación estricta, como defienden muchos expertos, sino todo lo contrario, estoy a favor de mantener la diversidad de los sistemas productivos tradicionales en este sector. En función del aprovechamiento más racional de los recursos naturales deben seguir coexistiendo los sistemas extensivos en aquellas zonas que tengan posibilidades de pastoreo para los animales, o los regímenes mixtos de manejo de los rebaños, ya sea de modo semiextensivo o semiintensivo. En este sentido, las actividades de formación de ganaderos y pastores que se vienen realizando por parte del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) están destinadas a facilitar el desarrollo sostenible de estos sistemas más ligados a la tierra y con mayores necesidades de recursos humanos.
En este contexto, hay que celebrar la noticia de la creación de 'Procasur' (Productores de Caprino del Sur), cooperativa de segundo grado que concentrará el 90% de la leche de cabra producida por los ganaderos integrados en las cooperativas de la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (Faeca), convirtiéndose en el primer grupo por volumen de comercialización de leche de esta especie tanto en Andalucía como a nivel nacional.
Esta iniciativa ha sido promovida por el Departamento de Ganadería de Faeca, presentándose esta nueva entidad asociativa el 18 de noviembre de 2010 en la localidad de Antequera (Málaga, España), con su sede provisional en la ciudad de Sevilla, siendo su presidente Juan González Campos. La nueva cooperativa 'Procasur' presenta una capacidad productiva de unos 60 millones de litros de leche de cabra al año, y unas previsiones de facturación inicial en torno a los 35 millones de euros. Estando entre sus planes a corto plazo integrar a otras cooperativas caprinas de las regiones vecinas como es el caso de Extremadura y Murcia.
Durante el Acto oficial de presentación de la cooperativa 'Procasur' han intervenido la consejera de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Clara Aguilera, quién insistió en la necesidad de que los ganaderos se integren en estas estructuras asociativas como fórmula de garantizar su permanencia en el sector caprino. Por su parte, el presidente de Faeca, Antonio Luque, incidió en la importancia de que las cooperativas ganen dimensión para poder mejorar la rentabilidad y la competitividad de las explotaciones ganaderas de sus socios.
Deseamos que esta nueva entidad tenga mucho éxito en su papel de vertebrar el sector caprino lechero español, lo que sin duda redundará en una mejora de la rentabilidad de las pequeñas explotaciones ganaderas en momentos de grave crisis como el actual. La Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía aplaude esta iniciativa y ofrece su colaboración a la nueva entidad, para lo cual nuestro asesor científico, José Luis Ares, se ha puesto recientemente en contacto con sus directivos.
Fuente: Circular informativa (2010). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). María Jesús Jiménez Horwitz (presidenta). Sede AQAA: Jayena (Granada, España).
José Luis Ares (asesor científico)