jueves, 22 de noviembre de 2012

ANÁLISIS SENSORIAL DE QUESOS: TÉCNICA DE CATA

El análisis sensorial consiste en evaluar a través de los sentidos las características o atributos de un determinado producto agroalimentario. En general, el análisis sensorial está aún poco presente en los planes de control de calidad desarrollados en la industria quesera, a diferencia de lo que ocurre con otros alimentos. Sin embargo, durante los últimos años, el análisis sensorial va cobrando mayor importancia, especialmente, en los quesos protegidos por denominaciones de origen y otras menciones de calidad diferenciada.

En primer lugar, hay que señalar que aunque la cata es una actividad eminentemente subjetiva, a diferencia de lo que ocurre con otras técnicas analíticas de alimentos, no obstante, mediante el entrenamiento previo se consigue formar paneles de catadores expertos, capaces de valorar los productos catados dentro de rangos de puntuación bastante acotados.

Existen muchos tipos de catas de quesos, entre las modalidades más comunes, destacan las descriptivas, las promocionales, los concursos, las degustaciones informativas, debiendo elegirse la técnica adecuada en cada caso. Empleando la técnica elegida, el panel de catadores procede a evaluar los quesos de la sesión de cata correspondiente, realizando un "escaneo" o "radiografía" de los atributos presentes en las muestras catadas. Esta información puede ser comparada con referencias de calidad facilitadas en la propia sesión de cata (carta de colores, escalas de texturas, colección de aromas, etc.), o de forma empírica mediante las impresiones sensoriales basadas en los conocimientos adquiridos previamente.

Los resultados de la cata se recopilan en diferentes tipos de fichas técnicas utilizando modelos adaptados a cada caso. La cumplimentación de las fichas técnicas se realiza individualmente por parte de cada catador, con el fin de que la evaluación sensorial resulte lo más imparcial posible. La valoración de los atributos del queso se realiza mediante sistemas de puntuación comprendidos entre valores prefijados según los tipos de productos catados. Con frecuencia se emplean valores comprendidos en una escala de 0-9 puntos, aunque este rango puede ser inferior o superior.

En el caso de la cata de quesos, se distinguen dos fases claramente diferenciadas. En una primera, la fase visual, los catadores evalúan la presentación de los quesos, puntuando primero el aspecto externo (corteza, formato, tamaño, color, posibles defectos, etc.); a continuación, se evalúan los atributos del queso “al corte” (color, firmeza, cerco, defectos, etc.). La segunda fase se denomina olfato-gustativa, que es en general, la que incluye los atributos principales en la evaluación de la calidad global del queso (aroma, textura en boca, olor, sabor, retrogusto).

Un catador experto debe tener entre sus principales cualidades, la disciplina, la percepción sensorial, la concentración y la reflexión comparativa, y una buena memoria. El tabaco, las especias, el alcohol, el picante y la sal ocultan sabores y enmascaran aromas sutiles, por lo que es preciso evitar su consumo en las horas previas a la sesión de cata. Es importante que los miembros de los paneles de cata utilicen un vocabulario común que permita utilizar criterios uniformes en las valoraciones sensoriales.


Fuente: Docencia en la Universidad de Córdoba (España).
José Luis Ares Cea (autor).