En un trabajo de investigación se ha estudiado en ganado caprino la interacción de Mycoplasma agalactiae (M.a) con el sistema inmune del hospedador, así como la caracterización inmunohistoquímica de la respuesta inflamatoria mediante un panel de anticuerpos poli y monoclonales.
La Agalaxia Contagiosa Caprina es una enfermedad infecciosa caracterizada por mamitis, artritis, queratoconjuntivitis, neumonías y septicemias, pudiendo estar causada por diferentes especies del género micoplasma, destacando Mycoplasma agalactiae, considerado el principal agente causal de esta enfermedad, asociado al 90% de los brotes clínicos. A pesar de que esta enfermedad ha sido ampliamente descrita, aún existen lagunas en su patogenia, principalmente en el modo en el que esta clase de microorganismos interacciona con el sistema inmune de sus hospedadores, consiguiendo en ocasiones, instaurar una infección persistente e inaparente, de graves consecuencias epidemiológicas.
Este estudio se ha realizado en 19 cabras adultas con edades comprendidas entre los 2-4 años, serológicamente negativas a Mycoplasma mycoides subespecie mycoides Large Colony (MmmLC) y a M. agalactiae y microbiológicamente negativas en la leche tanto a micoplasmas como a otras bacterias y hongos. Quince cabras fueron inoculadas via intramamaria en la mama derecha con una dosis de 1,5 × 10(10) unidades formadoras de colonias (ufc) de una cepa de campo de M.a. que incluyó el antígeno mielo-monocítico (MAC387), lisozima, S-100, CD3, CD4, CD8, MHC-II, IgA e IgG, en el tejido mamario. Las cuatro cabras restantes se utilizaron como controles negativos. Los animales inoculados se repartieron aleatoriamente en tres grupos de 5 animales cada uno, siendo sacrificados a los 5, 15 y 45 días post-inoculación (dpi). Durante toda la experiencia, se realizó el seguimiento de los títulos de anticuerpos serológicos frente a M.a y la cuantificación de la excreción de la bacteria en la secreción mamaria. Tras el sacrificio, se tomaron muestras de tejido mamario que fueron inmediatamente procesadas para su estudio microbiológico, y muestras que fueron fijadas en formol al 10% y por congelación para su estudio histológico e inmunohistquímico.
Los resultados obtenidos revelan, durante fases iniciales de la infección (a los 5 dpi, M.a), una gran cantidad en el exudado inflamatorio presente en la luz acinar. Los anticuerpos anti-lisozima y MAC387 mostraron intensa inmunoreacción en el citoplasma de macrófagos y neutrófilos presentes en la luz acinar. A nivel intersticial se observó escasa presencia de células linfoplasmocitarias que expresaban IgG e IgA. Estos resultados, junto con la ausencia de respuesta serológica frente a M.a, muestran el papel predominante que la inmunidad inespecífica constituida por neutrófilos y macrófagos representa en fases iniciales de la enfermedad. A los 15 dpi, M.a se detectó en grandes concentraciones en la luz de los conductos galactóforos. En esta fase, la cantidad de neutrófilos y macrófagos presentes en las luces acinares se redujo.
Por otro lado, coincidiendo con las tasas más elevadas de títulos de anticuerpos en sangre, se observó un marcado incremento de células linfoplasmocitarias que expresaban IgG, y en menor medida IgA. Igualmente, se observó un notable incremento de linfocitos T CD3+ a nivel intersticial y periductal. Se constata la coexistencia a los 15 dpi de una respuesta defensiva humoral y celular y por tanto el desarrollo de una respuesta inmunológica específica contra M.a que, sin embargo, no consigue eliminar la infección.
En fases avanzadas, a los 45 dpi, la detección inmunohistoquímica de M.a fue escasa y principalmente en los conductos galactóforos. El infiltrado inflamatorio se observó formando folículos linfoides con una alta organización morfológica y celular con amplios centros germinales ocupados por células que expresan la proteína S-100 y el CMH-II. Durante este periodo y coincidiendo con la desaparición de los títulos de anticuerpos serológicos frente a M.a, se observó una marcada reducción en la cantidad de células linfoides que expresaban IgG e IgA y la población de linfocitos T, mostró el predominio de linfocitos T CD8+ frente a los linfocitos T CD4+. Este hecho sugiere que en fases avanzadas o crónicas de la infección glandular, la respuesta humoral local estaba deprimida debido posiblemente a la acción inmunomodulatoria que es capaz de desarrollar micoplasma spp, revelando una adaptación entre el microorganismo y su hospedador.
Como conclusión general se resume que la agalaxia contagiosa caprina producida experimentalmente por M.a, provoca el desarrollo de una respuesta inflamatoria local que se inicia de manera inespecífica con neutrófilos y macrófagos incapaces de eliminar la infección. En el futuro serán necesarios otros estudios de la actividad de las poblaciones de linfocitos T CD4+ y CD8+ así como de la producción local de citoquinas para llegar a comprender como se establece la interacción entre Mycoplasma agalactiae y el sistema inmune del hospedador.
Autoría: A. Castro-Alonso y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)
Los resultados obtenidos revelan, durante fases iniciales de la infección (a los 5 dpi, M.a), una gran cantidad en el exudado inflamatorio presente en la luz acinar. Los anticuerpos anti-lisozima y MAC387 mostraron intensa inmunoreacción en el citoplasma de macrófagos y neutrófilos presentes en la luz acinar. A nivel intersticial se observó escasa presencia de células linfoplasmocitarias que expresaban IgG e IgA. Estos resultados, junto con la ausencia de respuesta serológica frente a M.a, muestran el papel predominante que la inmunidad inespecífica constituida por neutrófilos y macrófagos representa en fases iniciales de la enfermedad. A los 15 dpi, M.a se detectó en grandes concentraciones en la luz de los conductos galactóforos. En esta fase, la cantidad de neutrófilos y macrófagos presentes en las luces acinares se redujo.
Por otro lado, coincidiendo con las tasas más elevadas de títulos de anticuerpos en sangre, se observó un marcado incremento de células linfoplasmocitarias que expresaban IgG, y en menor medida IgA. Igualmente, se observó un notable incremento de linfocitos T CD3+ a nivel intersticial y periductal. Se constata la coexistencia a los 15 dpi de una respuesta defensiva humoral y celular y por tanto el desarrollo de una respuesta inmunológica específica contra M.a que, sin embargo, no consigue eliminar la infección.
En fases avanzadas, a los 45 dpi, la detección inmunohistoquímica de M.a fue escasa y principalmente en los conductos galactóforos. El infiltrado inflamatorio se observó formando folículos linfoides con una alta organización morfológica y celular con amplios centros germinales ocupados por células que expresan la proteína S-100 y el CMH-II. Durante este periodo y coincidiendo con la desaparición de los títulos de anticuerpos serológicos frente a M.a, se observó una marcada reducción en la cantidad de células linfoides que expresaban IgG e IgA y la población de linfocitos T, mostró el predominio de linfocitos T CD8+ frente a los linfocitos T CD4+. Este hecho sugiere que en fases avanzadas o crónicas de la infección glandular, la respuesta humoral local estaba deprimida debido posiblemente a la acción inmunomodulatoria que es capaz de desarrollar micoplasma spp, revelando una adaptación entre el microorganismo y su hospedador.
Como conclusión general se resume que la agalaxia contagiosa caprina producida experimentalmente por M.a, provoca el desarrollo de una respuesta inflamatoria local que se inicia de manera inespecífica con neutrófilos y macrófagos incapaces de eliminar la infección. En el futuro serán necesarios otros estudios de la actividad de las poblaciones de linfocitos T CD4+ y CD8+ así como de la producción local de citoquinas para llegar a comprender como se establece la interacción entre Mycoplasma agalactiae y el sistema inmune del hospedador.
Autoría: A. Castro-Alonso y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)