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miércoles, 17 de abril de 2013

QUESO MEDITERRÁNEO: BROCCIU DE CÓRCEGA (FRANCIA)

El 'Brocciu' es considerado como «el queso nacional corso», cuya principal particularidad es que se elabora empleando el suero de quesería. Se consume principalmente dentro de la isla, tanto fresco como formando parte de numerosos preparados culinarios de la cocina local (pastas, pasteles, etc.). Aunque aún es un producto poco conocido fuera de Córcega, cada vez son más los consumidores foráneos que lo descubren durante sus estancias turísticas en la isla (INRA LRDE, Corte, E. Prost, Association Cucina Corsa).

En la actualidad es el único queso corso que tiene denominación de origen protegida (AOC, aprobada en 1983). A través de esta denominación de origen, también están protegidos todos los preparados elaborados "a base de Brocciu". La finalidad principal del Sindicato Interprofesional de Defensa de la denominación de origen es velar por mantener este patrimonio quesero tradicional, y contribuir a la valorización de la zona productora y a la actividad económica de los elaboradores del queso 'Brocciu', promocionando este producto entre los de alta gama (Syndicat AOC Brocciu).

Dentro del área geográfica protegida por la DOP del Brocciu, Alta-Córcega y Sur de Córcega, coexisten queserías que transforman únicamente la leche de su propia explotación ('fermiers'), junto con cooperativas lecheras e industriales de mayor dimensión productiva. En general, la producción de Brocciu es estacional, limitándose a la época de producción de leche de los rebaños de cabras y ovejas, que suele prolongarse hasta el principio del verano. Se estima una producción total de unas 650 toneladas anuales.

El proceso de elaboración del Brocciu da comienzo después de hacer el queso, recuperando el suero obtenido tras el moldeado y prensado del queso. Tradicionalmente, el suero fresco se vertía en un caldero de cobre, calentándolo al fuego de leña. Cuando la temperatura del suero alcanza alrededor de los 40°C, se añade una cantidad de leche entera fresca ('puricciu') en una proporción máxima del 35% del total de suero utilizado, y una cantidad de sal entre 5 y 10 g/l. A veces, se suele añadir también cierta cantidad de agua para obtener un Brocciu más suave o ligero.

A continuación, se calienta esta mezcla lentamente, eliminándose la espuma formada, hasta alcanzar los 80-85°C, temperatura de floculación (precipitación en superficie) de las proteínas lácteas. En este momento, los "flóculos" o grumos floculados suben a la superficie del recipiente donde se unen formando un bloque de masa frágil que se agita suavemente haciéndola girar sobre sí misma. Seguidamente, se apaga el fuego, se elimina la espuma por última vez, y se recupera cuidadosamente la masa del floculado mediante una espumadera ('mescula'). La masa obtenida se coloca en capas sucesivas dentro de un molde troncocónico, que antes se hacía artesanalmente con juncos trenzados y que hoy día suele ser de material plástico.

Una vez elaborado el Brocciu, se puede consumir fresco después de un tiempo de escurrimiento y oreado, variable según los usos y costumbres de la zona. El suero ácido sobrante ('ciabba', 'biscotta', 'seru') se puede aprovechar en la alimentación animal (ganado porcino) o en la limpieza de la lechería. En el caso del producto que se consume madurado ('passu'), se procede al salado en seco de la parte exterior tras un escurrido previo de 24 horas, transportándose a continuación a una sala fresca en la que va a permanecer desde un mínimo de 15 días hasta varios meses antes de su consumo.

En cuanto a la presentación tradicional del Brocciu su formato característico es troncocónico, con un peso variable entre 0,5 y 1,5 kg. Las piezas frescas no tienen corteza, y se reconocen por la pasta de color blanco, y su textura suave y esponjosa. Normalmente, su composición debe tener como mínimo un 40% de materia grasa y un extracto seco no inferior al 20%.

La venta del producto fresco se realiza fundamentalmente en el mercado interior de la isla, en especial en los puntos más cercanos a los establecimientos de producción. La fecha límite de consumo es de 5 días desde la elaboración del producto, lo cual es un obstáculo importante para su comercialización fuera de la isla.

En Córcega se acostumbra a consumir el Brocciu, tanto fresco como curado (salado o seco), bien directamente o formando parte de preparados de cocina o de pastelería tradicionales. En el caso de los productos salados que se van a utilizar en cocina o en pastelería, se procede previamente a su desalado. Este producto se utiliza frecuentemente en la preparación de las especialidades típicas de la cocina corsa, entre ellas el 'omelette', acompañado de menta silvestre, de alcachofas, calabacines o tomates rellenos y, en pastelería ('imbrucciata', 'fritella', 'fiadone', etc.).



Fuente: Quesos artesanos del Mediterráneo (libro CAP, 2007). Sevilla (España). Magali Orticoni (autora).
José Luis Ares (coordinación)

QUESO MEDITERRÁNEO: CÓRCEGA (FRANCIA)

Entre los quesos elaborados en la isla de Córcega (Francia), conocidos genéricamente con el término español de 'corsos', se incluyen diversas variedades tradicionales, de creciente prestigio en el mercado consumidor. Si tenemos presente que una de las frases empleadas frecuentemente para definir la diversidad quesera de un país o región se refiere al valor de su rico patrimonio de quesos tradicionales, no cabe duda de que esta isla ocupa un lugar importante en este sector.

La Asociación de Queseros de Córcega (Casgiu Casanu, 2005), recomienda que “Degustando los quesos corsos, desde los que son dulces como los 'Bastelicaccia' y 'Venachese', pasando por el 'Niolincu' con aromas fuertes, y hasta llegar al 'Calinzana' que es picante, ¡las papilas gustativas de los consumidores estarán encantadas!. Los que prefieran los quesos de pasta más firme, pueden elegir el 'Sartinese', de pasta prensada no cocida, que se produce en el sur de la isla y es dulce con un ligero aroma de frutos secos. Además de estos productos más conocidos, se pueden mencionar también otros quesos como el 'Ascu', el 'Alesani', el 'Ostricon' o el 'Taravu'…”

Prácticamente todos los quesos corsos se elaboran con leche cruda de oveja y/o de cabra, puras o mezcladas, presentando elevados valores de materia grasa elevados (45-55%). Existe en la isla una gran gama de productos, mayoritariamente quesos de coagulación enzimática por adición de cuajo, preparado tradicionalmente a partir de los cuajares de cabritos sacrificados y preparados por los queseros en las propias explotaciones ganaderas y que, actualmente, se ha sustituido, en muchos casos, por los cuajos comerciales (INRA LRDE, Corte).

Los quesos de pasta prensada no cocida son los productos tradicionales de Córcega, que según el proceso de elaboración se clasifican en dos categorías distintas: semiduros y blandos. Entre los primeros, aparecen los quesos prensados levemente a mano, predominando entre los segundos los quesos de corteza natural, lavada, o "florida", con un período de maduración más o menos prolongado. Actualmente en esta isla, se producen también productos de la gama fresca, cuyo consumo se hace directamente como queso fresco, o bien formando parte de platos o de preparados culinarios típicos de la gastronomía local. Más recientemente, con objeto de diversificar su oferta quesera algunos productores han comenzado a elaborar quesos de coagulación láctica.

Los quesos corsos presentan gran diversidad de formatos y coloraciones de la pasta, variables desde el blanco al amarillo pálida o grisáceo. La textura puede ser muy diversa: fina y frágil, compacta pero suave, consistente y friable, firme, untuosa y homogénea, etc. El sabor varía del dulce al picante según la clase de leche empleada en su elaboración (oveja o cabra) y el grado de maduración. El peso oscila entre 300 g a 2 kg.

En general, los quesos corsos se consumen de forma directa, aunque está aumentando el hábito de emplearlos en la cocina isleña o en pastelería. Se suelen consumir muy frescos (recién elaborados), tiernos (con dos o tres semanas de maduración), curados ('fattu', con seis a ocho semanas) o viejos ('vecchju', con tres a cuatro meses o más).

Después de un determinado tiempo de curación, el queso presenta una corteza característica que contribuye a mantener su formato y proteger la pasta, que en algunos tipos fermentados puede llegar a presentar un avanzado estado de descomposición ('casgiu merzu'), muy apreciado, sin embargo, por los consumidores locales más entendidos.



Fuente: Quesos artesanos del Mediterráneo (libro CAP, 2007). Sevilla (España). Magali Orticoni (autora).
José Luis Ares (coordinación)

viernes, 12 de abril de 2013

SECTOR QUESERO CÓRCEGA (FRANCIA): IMPORTANCIA SOCIOECONÓMICA

La isla de Córcega (Francia) se divide administrativamente en dos provincias: Haute-Corse y Corse du Sud; esta isla cuenta con 360 municipios y presenta una gran diversidad territorial y paisajística, con un fuerte contraste entre los municipios del litoral con alta densidad de población, buenos equipamientos e infraestructuras, y los municipios del interior rural, en riesgo de desertificación y despoblamiento. Es una región insular montañosa con una superficie total de 8.680 km2 y un censo poblacional de 273.060 habitantes; tiene una altitud media de 570 metros y numerosos territorios de difícil acceso (aislados).

Córcega es la región menos industrial de Francia y la más dedicada al sector terciario, con una densidad de población tres veces inferior a la media nacional (30 habitantes/ km2). El turismo y el comercio producen más de la mitad de la riqueza regional. El sector agrícola se concentra en las zonas de llanuras litorales (viticultura, cítricos, hortofruticultura, forrajes), excepto la ganadería que ocupa mayoritariamente los territorios interiores de la isla.

A continuación, se presentan las cifras estadísticas correspondientes a los sectores de la agricultura, ganadería y transformación de leche en la isla de Córcega (Insee-Agreste-Casgiu Casanu-Ilocc, 2003).


  • Explotaciones agrícolas totales (número): 2.862
  • Explotaciones ganaderas totales (número): 1.661 (58%)
  • Explotaciones lecheras totales (número): 700 (25%)
  • Superficie Agrícola Útil total (km2): 3.081
  • Personas activas agrícolas (número): 4.840
  • Censo ovino total (número de cabezas): 148.000
  • Producción de leche de oveja (millones de litros/ año): 10
  • Censo caprino total (número de cabezas): 47.000
  • Producción de leche de cabra (millones de litros/ año): 3
  • Producción total de leche (millones de litros/ año): 13
  • Volumen total de leche recogida (millones de litros/ año): 8,5
  • Producción quesera total (tm/ año): 1.780
  • Queserías industriales totales (número): 18
  • Producción de quesos de oveja (tm/ año): 1.400
  • Producción de quesos de cabra (tm/ año): 80
  • Producción de 'Brocciu' (tm/ año): 300
  • Queserías tipo 'fermier' de oveja (número): 115
  • Volumen transformado de leche de oveja (millones de litros/ año): 1,73
  • Producción de quesos de oveja excluido 'Brocciu' (tm/ año): 337
  • Queserías tipo fermier de cabra (número): 163
  • Volumen transformado de leche de cabra (millones de litros/ año): 2,36
  • Producción de quesos de cabra excluido 'Brocciu' (tm/ año): 346
  • Queserías mixtas tipo fermier de oveja y de cabra (número): 22
  • Volumen transformado de leche mixta (millones de litros/ año): 0,49
  • Producción fermière de 'Brocciu' (tm/ año): 150-250

Respecto a los sectores productivos agroalimentarios, la agricultura representa una parte mínima de la actividad económica de la isla y ocupa tan sólo el 5,6% de la población activa total, predominando una agricultura tradicional y extensiva, con presencia de actividades ganaderas (cerdos, bovinos de carne, ovinos, caprinos para la producción quesera y apicultura) y el cultivo de castaños. La agricultura más especializada, moderna e intensiva está orientada a la fruticultura, principalmente, la producción de mandarinas clementinas y de la vid. Las explotaciones ovinas y caprinas lecheras representan hoy sólo un 25% de la actividad agraria de la isla, predominando dentro del sector ganadero los bovinos de carne.
 
Los productos locales son el reflejo de la cultura de la isla: charcutería, quesos, mieles con denominación de origen, vinos procedentes de cepas locales (DOP), harina de castañas, galletas, etc., muy valorados en el mercado local, por su estrecha vinculación con el medio geográfico y por su gran demanda en el sector turístico como productos típicos de la gastronomía autóctona.
 
No obstante, entre la problemática actual que tiene el sector agroalimentario de Córcega, hay que señalar la dificultad de los jóvenes agricultores y ganaderos para quedarse en las zonas rurales debido, entre otros aspectos, a las trabas para acceder a la titularidad de la tierra, la falta de estructuración del sector y el aislamiento geográfico de muchas explotaciones agrarias, sin olvidar el progresivo envejecimiento de la población rural a pesar de la existencia de algunas iniciativas para intentar solucionar este problema durante estos últimos años.
 
Respecto al sector lácteo de Córcega, la totalidad de la producción lechera se destina a la transformación de quesos, existiendo un censo de tres empresas lácteas que recogen más de un millón de litros (cada una), y quince queserías artesanales, con un volumen que oscila entre los 100.000 y 500.000 litros.

Sin embargo, desde el punto de vista de los sistemas productivos tradicionales, hay que resaltar que afortunadamente aún existen en Córcega algunos ganaderos que realizan la trashumancia con sus rebaños, como lo hicieron sus antepasados durante siglos, permaneciendo con los animales durante el invierno en la campiña, subiendo a los pueblos en primavera y partiendo en verano a los puertos de montaña (a 'muntagnera'), para descender nuevamente a los pueblos al inicio del otoño, momento en que tenían lugar las parideras. Después continuaban su viaje buscando los pastos de las zonas litorales (a 'piaghja').

En este sentido, se puede afirmar que la "historia quesera" de Córcega va ligada al hecho de ser una isla montañosa, ubicada en el Mediterráneo occidental. Desde hace milenios, los pastores vienen aprovechando los diferentes recursos naturales de la isla incluso aquellos ecosistemas de topografía más accidentada, gracias al pastoreo de los rebaños de cabras y ovejas, que normalmente están constituidos por razas autóctonas bajo sistemas de explotación extensiva. Estas prácticas migratorias tradicionales permitían a los pastores seguir el ciclo de crecimiento de los pastos para asegurar la alimentación de sus rebaños a lo largo del año. Así, se aprovechaban más racionalmente los espacios naturales de alta y media montaña, disponiendo cada pueblo de una asignación de zonas de trashumancia previamente delimitadas. La tradición histórica de estos sistemas productivos, unida al aislamiento geográfico de estas zonas, ha dado lugar a la gran diversidad quesera actual de Córcega.

El queso tipo 'fermier' tiene su importancia en esta isla, ya que representa un 35% de la producción quesera total. Córcega tiene una sola denominación de origen, el 'Brocciu', que es un producto lácteo elaborado a partir del lactosuero, muy bien valorado incluso fuera de la isla. No hay que olvidar de que si Córcega presenta actualmente una producción quesera rica y diversificada, se debe en gran medida a la actividad de los productores 'fermiers', quienes constituyen la principal garantía de continuidad de estas tradiciones ancestrales. Este tipo de producción aparece regulada oficialmente, de manera que el término 'fermier' sólo se reserva para el queso elaborado según los métodos tradicionales en una explotación que obtiene y utiliza sólo la leche proveniente del ordeño de sus propios animales (Decreto n° 88-1206 del 30/12/1988).

En el productor 'fermier' se integra toda la cadena láctea, desde la producción de la leche hasta la venta de los quesos. Los productos, de este modo, son totalmente típicos del territorio en el que el pastor explota su rebaño, manteniéndose viva la tradición quesera local. En Córcega, la mitad de la producción quesera se obtiene en las propias explotaciones ('fermière'), que en su mayor parte son pequeñas queserías familiares que transforman volúmenes de leche reducidos.

Los quesos 'fermiers' son productos naturales elaborados sin aditivos químicos, utilizando solo sal y cuajo. Si bien actualmente existen en la isla pocos productores 'fermiers' con autorización comunitaria, bajo el control de los servicios veterinarios oficiales, se cuenta con el apoyo de los laboratorios privados para analizar la calidad microbiológica de sus productos.

Por otra parte, existe en Córcega una Asociación de Queseros de campo Casgiu Casanu, que asesora técnicamente a los productores 'fermiers' de la isla y, que junto a la Asociación Interprofesional Lechera, se encargan de mejorar la identificación y la valorización de las producciones queseras locales, así como velar por la protección del importante patrimonio quesero autóctono. En los tres últimos años, se ha observado un aumento de la demanda de quesos y un estancamiento de la producción, registrándose un fuerte aumento del precio de la leche hasta alcanzar un precio de 1,15€/litro y 0,80€/l en las leches de oveja y cabra, respectivamente.    



Fuente: Quesos artesanos del Mediterráneo (libro CAP, 2007). Sevilla (España). Magali Orticoni (autora).
José Luis Ares (coordinación)

lunes, 8 de abril de 2013

RAZA CAPRINA 'CORSA' CÓRCEGA (FRANCIA)

Algunas de las principales características de la cabra Corsa de la región quesera de la isla de Córcega (Francia) son las siguientes: 

No se conoce realmente el origen de la cabra 'Corsa'. Se estima que fue introducida en la isla de Córcega con la llegada de las primeros asentamientos poblacionales. Es una raza ligada a las poblaciones caprinas tradicionales de la cuenca mediterránea. Su presencia se remonta a tiempos muy antiguos, habiéndose encontrado vestigios del siglo VI aC.

El censo caprino actual de Córcega está representado mayoritariamente por animales autóctonos de la raza Corsa (90%). Las hembras tienen un tamaño medio de 45 kg de peso y 63 cm de alzada. Los cuernos (98% de la población) son de tipo 'ibex', las orejas son de tamaño normal y levantadas. Casi todos los animales tienen perilla. Tienen el pelo largo, de color muy variado. La longitud del pelo, la perilla y la tonalidad de las orejas son características fijas de la raza insular que presenta un polimorfismo destacable en lo que se refiere al color del pelo. Este polimorfismo, además de presentar un interés genético indudable, da idea de que estas poblaciones caprinas han evolucionado poco desde sus orígenes, lo cual es típico de los rebaños extensivos (INRA LRDE Corte).

El ciclo reproductivo empieza en otoño debido a que las cabras no tienen un anoestro estacional excesivamente marcado. Su actividad ovárica es muy alta en los meses de enero, febrero, junio, julio, septiembre y octubre. La cabra de raza Corsa produce una media de 180 kg de leche en una lactación de 210 días, con unas tasas porcentuales de materia grasa y proteica del 4,8% y 3,5% respectivamente.



Fuente: Quesos artesanos del Mediterráneo (libro CAP, 2007). Sevilla (España). Magali Orticoni (autora).
José Luis Ares (coordinación)

viernes, 5 de abril de 2013

RAZA OVINA 'CORSA' CÓRCEGA (FRANCIA)

Algunas de las principales características de la oveja Corsa de la región quesera de la isla de Córcega (Francia) son las siguientes: 

La oveja Corsa pertenece a la familia de las razas 'jarreuses' mediterráneas. Tiene un origen muy antiguo, y sus sistemas tradicionales de explotación han ido evolucionando a través de los siglos en función de unas condiciones climáticas y de aprovechamiento de los recursos naturales muy específicas. Aunque los rebaños de esta raza se localizan esencialmente en la isla de Córcega, también se pueden encontrar en la Francia continental donde se valoran sus aptitudes para utilizar los recursos pastorales (Upra Brebis Corse).

En los sistemas tradicionales, basados en una oferta de pasto estacional, la producción media de leche es aproximadamente de unos 100 litros por oveja y año. En las explotaciones con una alimentación más equilibrada, pueden alcanzarse unas producciones variables desde los 140 a 150 litros hasta 360 litros por año en los rebaños más seleccionados. Aunque la oveja Corsa produce menos leche que otras razas más especializadas, como por ejemplo, la 'Lacaune', o la 'Sarda', sin embargo, se puede afirmar que presenta una buena aptitud lechera si se considera su pequeño tamaño (35 kg de media). La producción es baja en cantidad pero se compensa por una leche muy rica (132 g de extracto seco útil por litro).

Es una oveja muy rústica, que se desplaza con facilidad en distintas zonas de pastoreo de la isla y durante la trashumancia, es fácil de ordeñar (100 ovejas por persona y hora). Es poco prolífica (115%), pero es muy fértil, como lo demuestran los resultados de fertilidad (67%) obtenidos en 1997 utilizando inseminación artificial. La capa exterior presenta una gran variabilidad de colores.

La alimentación tradicional de la oveja Corsa se basa en el aprovechamiento de los recursos naturales mediante el pastoreo. Los pastores tienen en cuenta la gran capacidad de esta oveja para movilizar las reservas corporales durante el periodo de escasez de pastos e iniciar de nuevo la producción de leche en primavera. Debido a la evolución de la agricultura en la isla de Córcega, especialmente con la desaparición del cultivo de cereales y de la viña, se ha producido una diversificación de los sistemas de producción animal durante los últimos años. Actualmente, los rebaños se extienden tanto en zonas montañosas como en las campiñas donde aprovechan los cultivos forrajeros existentes. De este modo, los ganaderos aprovechan la aptitud de esta oveja para producir leche fuera de la temporada habitual, para así cubrir mejor la demanda del mercado en esa época del año.

La época de los partos suele empezar en septiembre y se suelen concentrar en el mes de octubre en el caso de aquellas explotaciones ganaderas que venden la leche, o incluso se prolongan hasta noviembre en aquellos establecimientos que elaboran los quesos 'fermiers', que se producen exclusivamente a partir de la leche de su propia explotación. El período de ordeño de las ovejas finaliza habitualmente en los meses de junio o julio, sobre todo en el caso de las explotaciones ganaderas que venden la leche que producen; sin embargo, los productores 'fermiers', continúan, muchas veces, elaborando quesos durante el verano, practicando la trashumancia de los rebaños. El tamaño medio del rebaño es de unas 200 ovejas de ordeño por explotación ganadera, aunque existe, no obstante, una gran variabilidad, desde rebaños de unas 80 ovejas hasta otros de 1.000 cabezas en las zonas menos escarpadas o de llanura.



Fuente: Quesos artesanos del Mediterráneo (libro CAP, 2007). Sevilla (España). Magali Orticoni (autora).
José Luis Ares (coordinación)

RAZAS GANADERAS AUTÓCTONAS CÓRCEGA (FRANCIA)

En las regiones queseras de la isla de Córcega (Francia), tienen gran importancia las razas ovinas y caprinas locales, muy adaptadas a las condiciones ambientales de las distintas zonas de producción. 

En Córcega, la raza ovina 'Corsa' es reconocida oficialmente y está integrada en un programa de mejora genética desde hace 25 años, en el marco de la Unidad de Selección y Promoción de las Razas Animales (UPRA). Esta Unidad es en realidad una Asociación de criadores de ganado selecto de esta raza, que ha obtenido buenos resultados en cuanto a la mejora de su productividad lechera, manteniendo sin embargo las cualidades de rusticidad de la raza.

En el caso de la raza caprina 'Corsa', aunque su programa de selección es bastante reciente, es una raza que se adapta muy bien al pastoreo de la isla y actualmente es muy valorada a nivel nacional por sus estándares bien definidos.

Por otra parte, hay que resaltar que todas las explotaciones ganaderas de Córcega que deseen elaborar y comercializar el queso 'Brocciu', actualmente el único con denominación de origen protegida (DOP), deben tener, después de un periodo de transición, exclusivamente rebaños de animales de las razas 'Corsa', ya sean de ovinos o caprinos.


Fuente: Quesos artesanos del Mediterráneo (libro CAP, 2007). Sevilla (España). Magali Orticoni (autora).
José Luis Ares (coordinación)

martes, 19 de febrero de 2013

PROTAGONISTAS: ENCUENTRO QUESERO MEDITERRÁNEO EN MOLITERNO (ITALIA) 'PROGRAMA 2006' UNIÓN EUROPEA

Dentro del marco del proyecto europeo MIREDAF, se realizó el Encuentro Quesero del Mediterráneo como Acto oficial de Clausura  de las actividades desarrolladas por las diversas instituciones y entidades públicas y privadas, junto con una representación de los productores y elaboradores de quesos, y profesionales y técnicos de las regiones queseras participantes en la iniciativa comunitaria Interreg III-B del programa transnacional MEDOCC, durante el periodo 2003-2006.

El evento que contó con una numerosa asistencia de productores, profesionales de distintos sectores, y público en general tuvo lugar del 9 al 11 de junio de 2006 en la localidad de Moliterno (Potenza, Italia), que se encuentra situada en el Valle del Cilento, cerca de la ciudad de Nápoles. El objetivo del Encuentro profesional es la puesta en marcha de una red euromediterránea para la protección, la promoción y el desarrollo territorial del patrimonio quesero artesanal del Mediterráneo.

Por parte de Andalucía, en calidad de región quesera participante en dicho proyecto, estuvieron presentes en el Encuentro sectorial un grupo de queseros andaluces, algunos directivos de la Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA), el Ayuntamiento de Baena (Córdoba, España), técnicos de la Consejería de Agricultura y Pesca, y de los Grupos de Desarrollo Rural andaluces, e investigadores del IFAPA Alameda del Obsipo y de la Universidad de Sevilla. En total, la delegación andaluza estuvo integrada por doce personas.

A continuación, se presenta el Programa del Encuentro Quesero del Mediterráneo:

Día 9 de junio:

10:00 horas: Inauguración oficial del Encuentro Quesero: Intervienen las autoridades políticas regionales y locales, así como una representación de eurodiputados del Parlamento y técnicos de la Comisión de la Unión Europea.

10:30 horas: Conferencia de prensa. Presentación de las actividades desarrolladas en el proyecto MIREDAF, y entrega de ejemplares de los materiales elaborados por el equipo de trabajo (libros, videos, web, etc.).

11:30 horas: Proyección de una película en la que se exponen los quesos elaborados en la región Lucana, que engloba a la Basilicata y El Vallo de Cilento, considerados como productos tradicionales en riesgo de extinción.

12:00 horas: Debate abierto.

17:00 horas: Seminario de trabajo: Integrado por los miembros de todas las delegaciones de las regiones queseras mediterráneas, contando con la participación tanto de los productores como de los técnicos e investigadores. Los contenidos abordados han sido los siguientes:

a) Líneas de trabajo.
b) Características de los territorios queseros mediterráneos.
c) Acciones para la valorización de los territorios.
d) Objetivos del proyecto.
e) Propuesta de creación de la futura "Red para los Quesos Mediterráneos", que incluirá tanto a las regiones participantes actualmente en el proyecto como a todas aquellas que deseen integrarse en el futuro.
f) Perspectivas para el sector quesero artesanal del Mediterráneo.

Día 10 de junio:

9:00 horas: Reunión del Comité técnico de Pilotaje del proyecto.

11:00 horas: Constitución de la "Asociación para los Quesos Artesanos del Mediterráneo" y elaboración de la propuesta de sus Estatutos.

12:00 horas: Propuesta de la candidatura de Moliterno como primera ciudad mediterránea del queso artesanal. Rueda de prensa con diversos medios de comunicación nacionales, regionales y locales. 

12:30 horas: Acto de "Hermanamiento quesero" entre las ciudades de Moliteno y de Baena, con la intervención de los responsables de ambos ayuntamientos.

13:00 horas: Presentación del libro sobre los Quesos Artesanales del Mediterráneo en las instalaciones del teatro municipal, por parte de un prestigioso periodista italiano y especialista gastronómico.

15:00 horas: Realización del "Laboratorio del Gusto Quesero Mediterráneo" en un palacio de la ciudad. Presentación y degustación de los quesos artesanales de todas las regiones participantes, por parte de productores y técnicos de las distintas delegaciones.

18:00 horas: Taller sobre "El carro de los Quesos" dirigido a los profesionales de los sectores de la hostelería, el turismo y la gastronomía, como modo de promocionar la presencia de los quesos artesanos mediterráneos en estos importantes "escaparates".

Día 11 de junio:

Visita a queserías caseras, artesanales y de campo de la región de la Basilicata (jornada completa).



Fuente: Circular informativa (2006). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). Manuel Peña Párraga (presidente). Sede AQAA: Baena (Córdoba, España).
José Luis Ares Cea (miembro del Comité técnico e investigador del proyecto)

lunes, 14 de enero de 2013

5-PASTOREO GANADO MEDITERRÁNEO

En Córcega, la muntagnera es una trashumancia vertical, que actualmente constituye un sistema tradicional de pastoreo bien definido, tanto para las ovejas como para las cabras dentro de cada comarca o pieve, entre las zonas litorales bajas durante el invierno y las zonas de elevada altitud durante el verano.

Hace años, las zonas bajas eran más insalubres durante el verano, por lo que la población local se desplazaba en esta época a las zonas altas, junto con el ganado.

El queso de montaña o muntanacciu, sigue siendo muy apreciado en la actualidad, ya que proviene de la leche del final de la lactación, de mayor riqueza, producida por animales que consumen pastos muy aromáticos, presentando por lo tanto unas características sensoriales singulares.

De producción muy limitada, este queso se cura en bodegas naturales de piedra conocidas como casgiles situadas en las zonas más elevadas. Lamentablemente, la producción de este queso está actualmente en declive.



Fuente: Quesos artesanos del Mediterráneo (libro CAP, 2007). Sevilla (España).
José Luis Ares y Jean Paul Dubeuf (autores)

viernes, 9 de noviembre de 2012

PROTAGONISTAS: LOS QUESOS ARTESANOS DEL MEDITERRÁNEO, 'PRESENTACIÓN DEL LIBRO' (UNIÓN EUROPEA)

Cinco regiones europeas, cinco territorios mediterráneos, un solo patrimonio quesero, constituyen el alma de una cultura de larga tradición histórica.

Se ha escrito mucho sobre el Mediterráneo, como tierra de cultivos, soleada, apasionada, pero también muy diversificada en cuanto a sus regiones y tradiciones. Se habla mucho de sus productos, los cítricos, los vinos, los aceites de oliva. ¿Pero qué papel juegan los quesos en los sistemas productivos tradicionales mediterráneos?. ¿Realmente asociamos la imagen de estas regiones con los quesos?.

Cuando tenemos la ocasión de introducirnos en las regiones mediterráneas, conocer las costumbres de sus gentes, contemplar sus paisajes, recorrer sus territorios, con su enorme diversidad de ecosistemas naturales, apreciamos realmente la riqueza que encierran estos parajes como elementos fundamentales de desarrollo sostenible en el ámbito socioeconómico y medioambiental.

Un recorrido por los montes y colinas de vegetación multicolor, sus montañas y sierras inhóspitas, sus fértles deltas y valles, sus marismas y dehesas únicas, incluso por sus desiertos, nos traslada a otros tiempos y nos trae la imagen muchas veces borrosa pero, afortunadamente, aún real, de un pastor con sus animales aprovechando los recursos naturales de esos territorios, cuya supervivencia sería muy difícil sin la actividad ganadera.

Son realmente estos sistemas ganaderos tradicionales los que hacen del Mediterráneo una región única por la amplia diversidad de sus producciones lácteas. Resultaría difícil imaginar el rico patrimonio quesero actual sin esos rebaños de razas autóctonas, alimentándose en los campos mediterráneos: las cabras dispersas "a su aire", las ovejas unidas en grupos homogéneos, también las vacas y búfalas, aunque éstas más escasas, que permiten en su conjunto la diversa producción de productos de calidad diferenciada que hoy podemos degustar y disfrutar.

Es entonces, cuando vienen a nuestra memoria los diversos tipos de quesos mediterráneos, entre otros: las tomes de cabra de la Provenza francesa, las tortas y los curados españoles, y los pecorinos, ricottas y mozzarellas italianos, ¡todos ellos con sus extraordinarios sabores y aromas peculiares!.

No cabe duda de que el Mediterráneo es una región quesera. La tradición quesera y pastoril ha contribuido a forjar la historia, los paisajes y a los propios países mediterráneos. La elaboración de quesos a la que nos referimos no se realiza en las enormes fábricas en las que existen cadenas automatizadas invadidas por el acero inoxidable, que permiten la elaboración de miles de toneladas de productos estandarizados que después son vendidos masivamente en las grandes empresas de distribución del mundo entero. Por el contrario, nuestra imaginación nos conduce a cuevas centenarias, a las “bories”, “casgiles”, o “bodegas” en las que, incluso en verano, cuando las temperaturas son muy elevadas en el exterior, se puede almacenar la leche antes de cuajarla y dejar que se "liberen" lentamente todos los aromas naturales del campo.

Si cerramos por un momento los ojos, parece que esta descripción evoca irremediablemente al pasado, a los cánticos que se intercambiaban las poblaciones de un lado y otro de los valles, a los gritos de los pastores conduciendo sus rebaños por los campos, y no podemos evitar que nos invada la nostalgia de un mundo ya perdido. Sin embargo, se trata más bien de lo contrario.

Aquí nos referimos a los quesos mediterráneos que hoy siguen "vivos", auténticos herederos de esta larga tradición artesana milenaria, que continúa afortunadamente expandiéndose en muchos de nuestros territorios. Bajo esta denominación incluimos, tanto los productos elaborados exclusivamente en la propia explotación ganadera (fermiers franceses y otras denominaciones), como los quesos provenientes de las microqueserías y pequeñas empresas lácteas (pymes), muchas de las cuales conservan intactas las recetas tradicionales heredadas de sus antepasados.

Entendemos que una tradición no es una cultura muerta, es un conjunto de prácticas y costumbres que se enriquecen, se transforman, se funden con la realidad y la diversidad de nuestro mundo contemporáneo. Los quesos artesanos, cimentando su identidad a partir de la historia de los pueblos y de los territorios, constituyen un patrimonio de gran riqueza, repleto de matices de sabores y aromas, donde se integran de manera armoniosa las claves de los sistemas productivos tradicionales, entre otras, paisajes, animales, pastos, actividad humana, costumbres y modos de vida, recetas.

En este sentido, podemos afirmar que actualmente los quesos valorizan los paisajes singulares del Mediterráneo, las razas animales locales permiten un aprovechamiento racional de los recursos naturales de los ecosistemas autóctonos y, finalizando con la actividad quesera que permite el asentamiento de la población en muchas zonas rurales de escasas alternativas económicas.

La principal finalidad de este libro es contribuir a la difusión del patrimonio quesero mediterráneo. Se pretende concienciar a las autoridades competentes, a los consumidores de quesos, y a la sociedad en su conjunto, sobre la importancia que tiene la conservación y protección de nuestra riqueza quesera.

Para avanzar en la promoción y desarrollo de este legado tradicional, cinco regiones europeas de la cuenca mediterránea se han unido en la realización de un proyecto común financiado por la Unión Europea (Miredaf): Provenza-Alpes-Costa Azul, territorio francés de grandes trashumancias, de cumbres alpinas y colinas perfumadas, donde las novelas pastoriles están siempre presentes; Andalucía, segunda región española en extensión, crisol de culturas, cantada por poetas, tierra de verdes olivares, con sus amplios espacios montañosos y paisajes adehesados donde aún hoy pastorean los rebaños de cabras y ovejas; las regiones meridionales italianas de la Basilicata, antigua Lucania, y de la Campania, con el Parque Nacional del Cilento y el Valle de Diano, de rica tradición ganadera, que han conservado su carácter rural y, la hermosa isla de Córcega, con sus montañas surgidas del mar y sus paisajes abruptos jalonados de pastores.



Fuente: Quesos artesanos del Mediterráneo (libro CAP, 2007). Sevilla (España).
José Luis Ares y Jean-Paul Dubeuf (autores)