La fuerte competencia existente en el sector lácteo de la Unión Europea y la aplicación de determinadas políticas agrarias comunitarias (PAC), principalmente, aquellas que establecen limitaciones a la producción de leche de vaca (sistema de 'cuotas' lácteas), enfocadas a la reducción de los enormes excedentes de estos alimentos ('continentales'), ocasionados, en gran medida, por la masiva intensificación de los sistemas productivos durante varias décadas, ha ocasionado una importante reducción del número de explotaciones bovinas en algunos países, España, entre ellos.
En contraposición con la tendencia general hacia la intensificación, la producción ecológica de leche requiere de modelos extensivos, más ligados a la tierra, y respetuosos del medio ambiente, asegurando mejores condiciones sanitarias y de bienestar a los animales, y recuperando los sistemas productivos tradicionales, con una comercialización más directa de alimentos lácteos más saludables para los consumidores.
En este sentido, la aprobación del Reglamento (CE) 2092/91 del Consejo de la Unión Europea, sobre la Producción Agraria Ecológica, fue un paso importante para impulsar el desarrollo de esta actividad en los países comunitarios, por tener carácter de normativa básica de obligado cumplimiento dentro del territorio europeo. Esta nueva normativa, que ha sido modificada en varias ocasiones, establece los estándares para la producción, elaboración, comercialización, etiquetado y control de los alimentos ecológicos y, asimismo, regula las condiciones de importación de productos procedentes de terceros países (no comunitarios). Los países miembros de la Unión Europea deben cumplir con esta normativa comunitaria, así como con las posibles normas regulatorias adicionales establecidas en los estándares internos de cada país.
Del análisis de dicha normativa, se pueden resaltar algunos de los aspectos más característicos de la producción ecológica de leche de vaca:
- Período de conversión de la explotación lechera: Para que un establecimiento lácteo pueda ser certificado como ecológico, se exige un periodo de dos años (mínimo) de adaptación de la tierra al nuevo sistema productivo, y de seis meses como mínimo para los animales productores (vacas lecheras).
- Carga o densidad ganadera en la explotación lechera: Como máximo se permiten dos vacas por hectárea de superficie.
- Alimentación de las vacas lecheras: Se aboga por un mayor aprovechamiento de los recursos alimenticios naturales o cultivados, destacando los forrajes, que deben representar al menos el 60% de la materia seca total de la ración alimenticia diaria suministrada a los animales. En cuanto, a los alimentos concentrados, únicamente están autorizados los piensos ecológicos.
- Sanidad e higiene de los rebaños: Se aplica el lema de "prevenir es mejor que curar", con trabajos de prevención de las enfermedades apoyados en las buenas prácticas de manejo de la higiene de las instalaciones y de los animales. En caso de necesidad de aplicar tratamientos veterinarios curativos de alguna patología, éstos serán preferentemente de naturaleza fitoterapéutica, utilizando productos homeopáticos y oligoelementos.
- Selección animal: Es muy importante a la hora de comprar nuevos animales para su incorporación a la explotación lechera ecológica, debiendo tener especial cuidado en su elección. En la práctica, estos criterios influyen decisivamente en los resultados cuantitativos y cualitativos de las producciones de los establecimientos lácteos ecológicos.
- Instalaciones ganaderas: Las edificaciones y alojamientos para los animales deben cumplir unas condiciones adecuadas de espacio, limpieza, ventilación, orientación, inclinación, etc.
- Manejo del estiércol: Se requiere su almacenamiento en las condiciones adecuadas con el fin de evitar los olores desagradables que puedan alterar la calidad de las producciones lácteas, e impedir las posibles 'fugas' o infiltraciones de las deyecciones animales en el suelo que contaminen las aguas subterráneas, o su posible vertido a los cauces públicos y aguas superficiales de dominio privado.
Estos y otros requisitos, establecidos en la legislación vigente, deben ser tenidos en cuenta a la hora de acometer la actividad de producción de leche ecológica de vaca, tanto en el caso de un proyecto de reconversión de un sistema productivo convencional ya existente, como en una nueva inversión para la creación de un nuevo establecimiento lácteo. En ambos casos, resulta muy recomendable realizar un estudio económico, como paso previo, antes de realizar cualquier tipo de inversión, siendo imprescindible que los datos utilizados en el mismo sean los propios de la zona de actuación, y estén suficientemente contrastados en las condiciones reales de la cadena de valor de esta actividad y del mercado actual.
José Luis Ares Cea (conferenciante)