martes, 7 de mayo de 2013

DISTINTIVO DE CALIDAD AMBIENTAL EN ANDALUCÍA (ESPAÑA)

El proyecto de ley sobre la  gestión integrada de la calidad ambiental aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía (España)  recopila premisas básicas de la "Estrategia de Desarrollo Sostenible" de la Unión Europea, entre ellas, la fijación de nuevas líneas de incentivos, el fomento de acuerdos y controles voluntarios por parte de empresas para alcanzar niveles de calidad por encima de las exigencias legales, apostando por un tejido productivo menos contaminante del medio ambiente.

Entre las principales novedades de esta nueva norma está la creación de un "Distintivo de calidad" destinado a aquellas empresas que, además de acreditar el cumplimiento de la normativa vigente, se comprometan también a aplicar procesos adicionales de minimización de residuos, reutilización, reciclaje y ahorro de agua y energía. Con este sello de calidad, que también servirá de referencia a los consumidores, se pretende respaldar a las empresas en sus procesos de modernización ambiental.

Por su parte, los incentivos públicos estarán especialmente orientados a hacer posible la mayor exigencia de calidad ambiental que en la práctica supondrá la Autorización Ambiental Integrada (AAI), facilitando que las empresas apliquen técnicas de control y mínimo impacto sin afectar a la producción.

Igualmente novedosa es la regulación por primera vez en Andalucía de la contaminación lumínica, con una serie de normas que se sientan las bases para una zonificación del territorio y el establecimiento de niveles de iluminación en función de cada zona, teniendo en cuenta la compatibilidad de los intereses municipales y empresariales con los científicos, ecológicos y de ahorro energético. Actualmente, tan sólo Cataluña y Canarias disponen de una legislación de ámbito autonómico que aborda este tipo de impacto sobre el medio ambiente.

En relación con el ruido, el proyecto de ley también recoge una nueva zonificación en la que se incorpora la posibilidad de designar servidumbres acústicas y que servirá de marco legal para la realización de mapas de ruido y planes contra la contaminación acústica. En este sentido, se faculta a los municipios para establecer restricciones del uso de zonas públicas en aquellos casos en que el ruido pudiera afectar al descanso de los ciudadanos.



José Luis Ares Cea (conferenciante)

GESTIÓN CALIDAD AMBIENTAL EN ANDALUCÍA (ESPAÑA): PROYECTO DE LEY

La Junta de Andalucía (España) apuesta por la gestión integrada de la calidad ambiental, mediante la aprobación de un proyecto de ley en sesión del Consejo de Gobierno de 26 de septiembre de 2006. Esta nueva norma reforzará las exigencias en la prevención de la contaminación, y reducirá los trámites administrativos y requisitos necesarios al integrar en un único documento todas las autorizaciones para la protección medioambiental dentro de la Comunidad Autónoma. Se ha realizado una amplia compilación, revisada y actualizada, de toda la legislación autonómica existente en materia ambiental, lo que supone simplificar y agilizar bastante todos los procedimientos administrativos.

La futura ley también aumentará el nivel de exigencia en los procesos de prevención y control y favorecerá la implicación ambiental del sector productivo mediante nuevas líneas de incentivos económicos y acuerdos voluntarios. Además, por primera vez se regulará la contaminación lumínica en Andalucía y, de acuerdo con las directivas europeas, se actualizarán los objetivos de calidad ambiental relativos a residuos, aire, agua, suelos y ruido.

Respecto a la agilización de procedimientos, el texto incorpora la denominada Autorización Ambiental Integrada (AAI) prevista en la directiva europea de prevención de la contaminación, que integra en un solo trámite las diversas autorizaciones sectoriales para el control ambiental de los centros productivos en materias como las emisiones a la atmósfera, los vertidos, los residuos, las vías pecuarias o la evaluación de impacto ambiental. Este permiso se concede fijando límites de contaminación que pueden ser más restrictivos que los establecidos en la legislación, ya que dependen de la mejor tecnología disponible en cada caso. En este sentido, Andalucía ha sido, después de Cataluña, la segunda comunidad autónoma en aplicar la AAI, que actualmente afecta a más de 650 empresas, debiendo extenderse a todas las industrias antes de octubre de 2007.

Junto a este permiso integrado, el proyecto normativo crea también la denominada Autorización Ambiental Unificada para actividades o proyectos de menor entidad, lo que conllevará una reducción de seis meses respecto a los plazos de tramitación actuales y una mayor seguridad jurídica para los interesados. En relación con la prevención y control ambiental, la futura ley incrementará los niveles de exigencia al obligar a someterse a evaluación de impacto ambiental a todos los proyectos de envergadura, incluidos los que actualmente sólo precisan de informe ambiental (este trámite, menos restrictivo, queda eliminado). Junto con ello, se mantiene la modalidad de calificación ambiental como competencia municipal para los proyectos y actividades de menor entidad.


José Luis Ares Cea (conferenciante)

DEFENSA DE LA DEHESA EN ANDALUCÍA (ESPAÑA)

La Junta de Andalucía (España) promueve un pacto social para garantizar la supervivencia de las dehesas andaluzas, instando a las Administraciones central y europea para que apoyen este modelo de desarrollo sostenible en sus políticas agrarias y medioambientales. El Consejo de Gobierno regional ha aprobado, en su sesión de 18 de octubre de 2005, un Acuerdo por el que se promueve el "Pacto Andaluz por la Dehesa", con el objetivo implicar a la sociedad y a las administraciones en la defensa de este ecosistema único en Europa para la explotación sostenible de los recursos agroganaderos y forestales, y que en Andalucía ocupa cerca de un millón de hectáreas.

El texto del Pacto estará consensuado con un amplio listado de instituciones y organizaciones sociales, empresariales, agrarias y ecologistas de la comunidad autónoma, que han mostrado su interés por adherirse a este acuerdo. Asimismo, se invita al Gobierno central y a las administraciones de otras comunidades autónomas y países con presencia de este ecosistema, como ocurre con Portugal, para que promuevan acuerdos semejantes que puedan desembocar en un Pacto por la dehesa de la Península Ibérica. También se propone a la Unión Europea el reconocimiento de la dehesa como un modelo de desarrollo sostenible a apoyar en el marco de las políticas comunitarias.

La propuesta, que a su vez da cumplimiento a una proposición no de ley aprobada en el Parlamento de Andalucía (abril 2005), hace especial referencia a la necesidad de regenerar la cobertura vegetal de las dehesas y mejorar la rentabilidad económica de sus producciones, ante las amenazas que actualmente suponen factores como el cambio climático y el deterioro y progresivo envejecimiento del arbolado. En esta propuesta del Pacto Andaluz por la Dehesa, se resaltan los valores tanto ecológicos como socioeconómicos de este sistema de producción, al que considera "paradigmático" del desarrollo sostenible hacia el que debe avanzar la economía andaluza. La rica diversidad biológica, el carácter de refugio para muchas de las especies amenazadas, el papel que desempeñan en territorios en los que apenas hay otras alternativas económicas, la producción de alimentos de gran valor añadido o el gran potencial para el desarrollo de la agricultura y ganadería ecológicas y el turismo rural, constituyen algunos de los rasgos más destacados.

Las dehesas andaluzas ocupan aproximadamente una décima parte del territorio regional, con una especial presencia en Sierra Morena y las serranías gaditanas. En la Península Ibérica, Andalucía comparte este modo de explotación de los recursos con Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla-León y la región portuguesa del Alentejo, principalmente. Su origen se encuentra en el 'aclaramiento' y 'limpieza' de los bosques originarios de encinas y alcornoques para integrar múltiples aprovechamientos asociados (cultivos, ganadería, pastos, caza, leña, corcho, etc.), evitando alterar el equilibrio ecológico del territorio.

Desde el punto de vista medioambiental, la dehesa tiene actualmente asegurada en Andalucía un alto nivel de protección a través de las leyes autonómicas en distintas materias: forestal, lucha contra incendios, y espacios naturales protegidos. Asimismo, la comunidad autónoma cuenta con la Reserva de la Biosfera de las Dehesas de Sierra Morena (declarada por la Unesco en 2002), que con una superficie de 424.000 hectáreas es el mayor espacio protegido de este tipo en España y uno de los mayores del planeta.

En cuanto al fomento de las producciones de la dehesa, la Consejería de Agricultura y Pesca (CAP) gestiona diversas líneas de apoyo incluidas en el marco de las medidas agroambientales, a las que se añaden las relativas a las Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADS), y a la transformación y comercialización de productos agroalimentarios. Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente lleva a cabo diversos programas dirigidos a mejorar la situación fitosanitaria del arbolado y la producción corchera andaluza, así como para salvar árboles en dehesas afectadas por obras de infraestructuras. En la actualidad, ambos departamentos forman parte de la nueva Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Por otra parte, hay que destacar que ambos departamentos trabajan conjuntamente con el Ministerio de Agricultura y con diversas comunidades autónomas españolas con el fin de diseñar una posible línea de ayuda específica para las dehesas, que podría financiarse, a partir de 2007, con cargo al nuevo Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).



José Luis Ares Cea (conferenciante)

GEODIVERSIDAD EN ANDALUCÍA: GESTIÓN INTEGRADA

La Junta de Andalucía (España) aprueba medidas para proteger el patrimonio geológico del territorio de esta Comunidad Autónoma. En este sentido, el Consejo de Gobierno andaluz ha aprobado, en su sesión de 5 de octubre de 2010, la "Estrategia Andaluza de Gestión Integrada de la Geodiversidad", que establece las medidas para proteger y aprovechar las posibilidades económicas, turísticas, educativas, culturales y científicas del patrimonio geológico regional. Este patrimonio, de gran proyección internacional, que tiene rocas de todos los periodos, está integrado actualmente por 588 enclaves inscritos en el Inventario Andaluz de Georrecursos (IAG).

El documento aprobado, con una vigencia de ocho años, contiene 97 acciones para reforzar la protección y aprovechamiento del patrimonio geológico regional, dirigidas a garantizar la conservación de los enclaves, propiciar su utilización sostenible, crear un modelo de gestión integrada; impulsar la participación institucional de Andalucía en programas internacionales como ‘Geosites' o ‘Geoparque', y desarrollar proyectos de educación ambiental y difusión de los valores de la geodiversidad andaluza. Este documento ha contado con las aportaciones de distintas administraciones, grupos de desarrollo rural, agencias locales de desarrollo, organizaciones sociales, museos, universidades, centros de investigación, instituciones científico-técnicas, empresas y promotores turísticos.

Entre las acciones previstas, destacan la firma de convenios de colaboración con propietarios particulares, la creación de una red de centros de interpretación y puntos de información, la elaboración de soporte legal específico para el IAG con definición de usos y actividades permitidas (particularmente las espeleológicas), la creación de un banco autonómico de datos, y la elaboración de un catálogo andaluz de productos artesanales locales relacionados con la geodiversidad. La Estrategia también desarrollará otro conjunto de medidas orientadas a la inclusión de los criterios de protección y aprovechamiento del patrimonio geológico en los distintos planes territoriales, urbanísticos, turísticos y medioambientales, así como en los proyectos de desarrollo rural financiados con fondos europeos y estatales.

De los 588 puntos de interés geológico catalogados por el IAG en la comunidad autónoma, 115 se localizan en la provincia de Almería, 97 en Granada y 94 en Jaén, seguidas por Málaga con 69, Cádiz con 62, Córdoba con 61, Huelva con 56, y Sevilla con 34. Dentro de este patrimonio, destacan enclaves como la Cueva del Agua en Sorbas y la Isla de Terreros, en la provincia de Almería; el Acantilado de Barbate y la Falla del Salto del Cabrero de Benaocaz (Cádiz); el Meandro del Guadalquivir en Montoro y la Cueva de los Murciélagos en Zuheros (Córdoba); el Karst de Sierra Gorda y el Arrecife Mioceno de Jayena (Granada); la Gruta de las Maravillas y la Flecha de El Rompido (Huelva); las Termas de Jabalcruz y las Calizas del Jurásico Medio del Río Quiebrajano (Jaén); la Cueva de Nerja y el Desfiladero de los Gaitanes (Málaga), y el Cerro del Hierro y los Travertinos del Huesna, en la provincia de Sevilla.

Muchos de los lugares inventariados se incluyen en espacios naturales protegidos que fueron declarados atendiendo fundamentalmente a sus valores geológicos. Estos son los casos, entre otros, del Karst en Yesos de Sorbas y el Desierto de Tabernas (Almería), el Torcal de Antequera (Málaga) y Despeñaperros (Jaén). Más allá de reforzar su conservación, ya garantizada por la legislación autonómica, la Estrategia Andaluza de Geodiversidad plantea aprovechar al máximo las posibilidades de este patrimonio para la utilización en iniciativas socioeconómicas de desarrollo rural sostenible, especialmente en el ámbito del turismo y en la línea de los proyectos que ya funcionan en zonas como la Cuenca Minera de Riotinto o en las principales grutas y cavidades de la comunidad.


José Luis Ares Cea (conferenciante)

APOYO TÉCNICO ECOSISTEMA DEHESA: RETOS

La evolución futura del ecosistema de la dehesa requiere una apuesta firme de la sociedad en su conjunto en la defensa de este valioso patrimonio natural, cultural y socioeconómico. La problemática actual de este ecosistema está directamente relacionada con diversos aspectos de carácter técnico o científico que requieren el apoyo de las instituciones competentes en la materia. Entre estos problemas figuran la incidencia de plagas y enfermedades en la dehesa, agravada durante los últimos años por la muerte del arbolado como consecuencia del "decaimiento" o la “seca”; la gestión de los espacios naturales regenerados; el manejo de pastos y pastizales y su aprovechamiento por el ganado; la puesta a punto de sistemas de trazabilidad adecuados al sistema productivo; la mejora constante de la calidad de las producciones; el desarrollo de canales de comercialización específicos; la promoción de una imagen clara de la dehesa y los productos asociados a este territorio y su difusión al conjunto de la sociedad; etc.

Durante los últimos años se han venido llevando a cabo, desde diversos organismos e instituciones andaluzas, distintas actuaciones orientadas al mantenimiento de la dehesa, entre ellas, algunas específicas como el régimen de ayudas en el marco de las medidas de acompañamiento de la PAC, gestionadas a partir del año 1998 por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía y consiguiendo la implantación de buenas prácticas encaminadas a la protección del suelo, paisaje, masas vegetales y ganadería en una superficie cercana a las 165.000 ha. Esta medida ha continuado, a partir de 2004, mediante una línea de ayuda para actuaciones en sistemas adehesados (medida 12 del Reglamento 1257/1999). La aprobación en 2005 del acuerdo sobre el Pacto Andaluz por la Dehesa (Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía) persigue potenciar los valores ecológicos y socioeconómicos de la dehesa al mismo tiempo que promueve la implicación de toda la sociedad en la defensa de tan valioso ecosistema.

Con objeto de fomentar las producciones obtenidas en la dehesa, entre ellas, las actividades ganaderas y sus industrias derivadas, la Consejería de Agricultura y Pesca gestiona y realiza diversas líneas de actuación, destacando las relativas al apoyo de las Asociaciones de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG) y las Asociaciones para el Tratamiento Integrado de Plagas (ATRIAs), el seguimiento de sistemas y técnicas de producción, la racionalización y mejora de la utilización de los pastos, y la ayuda para la transformación y comercialización de productos.

Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente lleva a cabo diversos programas dirigidos a mejorar la situación fitosanitaria de las especies arbóreas y otras actividades relacionadas con las producciones forestales. Asimismo, este departamento dispone de una amplia información sobre la situación ambiental de las dehesas andaluzas, y continúa realizando actuaciones para la prevención y lucha contra el “decaimiento” o “seca” que afecta a numerosos encinares. Otras actuaciones son el seguimiento de la incidencia de plagas y enfermedades a través de la Red fitosanitaria, el plan de calas de corcho y el rescate de plantas singulares en dehesas afectadas por la construcción de infraestructuras. Actualmente, ambos departamentos están integrados dentro de la nueva Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente.

En materia de I+D+i son varios los grupos de trabajo andaluces que estudian distintos aspectos del ecosistema de la dehesa y sus producciones, entre ellos, las universidades, los institutos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y los centros de investigación y formación agraria del Instituto de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA). En este sentido, el IFAPA, organismo autónomo adscrito a la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, cuenta con un Área Temática sobre Producción Ecológica y Recursos Naturales, entre cuyas funciones se incluyen el estudio y la planificación de actividades propias del sector de la actividad agraria ecológica (agricultura y ganadería), y la conservación y sostenibilidad de los medios naturales de producción (suelo y agua).

En el ámbito de los sectores agroalimentarios en las dehesas andaluzas también vienen trabajando diversas entidades privadas, como ocurre con las organizaciones empresariales, asociaciones de productores, consorcios, uniones de consumidores, etc., tanto en la defensa de los propios intereses sectoriales como en la difusión de sus producciones ante el conjunto de la sociedad. Sin embargo, y a pesar del importante crecimiento experimentado durante los últimos años por el sector de la actividad agraria ecológica en Andalucía y de la mejora constante de la calidad de los productos, es mucho el esfuerzo que aún hay que hacer para ganar los grandes mercados internacionales de estos alimentos.

En relación con la ganadería ecológica y sus industrias derivadas, cabe señalar, a modo de ejemplo, el caso del sector quesero andaluz, con un fuerte ritmo de creación de empresas durante los últimos años hasta superar actualmente las 80 industrias, muchas de las cuales se encuentran situadas en zonas de dehesas. Por contra, existen en este sector sólo cuatro empresas que elaboran quesos ecológicos en la actualidad, a pesar de la gran demanda de este tipo de productos en los mercados nacional e internacional. En este sentido, el reto para el sector agroalimentario regional es evidente, las herramientas para afrontarlo están disponibles, pero la última palabra la tienen como siempre los propios productores.



José Luis Ares Cea (conferenciante)

PROTAGONISTAS: DEHESA Y GANADERÍA ECOLÓGICA

La dehesa es por definición uno de los sistemas de producción ganadera más cercanos al concepto de actividad ecológica, siendo este ecosistema el más importante de todos los existentes en España y, muy especialmente, en Andalucía, tanto por superficie territorial como por la calidad diferenciada de sus producciones. En este sistema “agrosilvopastoral”, único en Europa, han convivido en perfecta armonía con el medio ambiente, durante siglos, las más diversas actividades humanas agrícolas, ganaderas y forestales, manteniendo el desarrollo sostenible de explotación de los recursos del ecosistema natural hasta nuestros días.

La importancia de la dehesa desde el punto de vista medioambiental ha sido reconocida internacionalmente, principalmente como fuente de biodiversidad., y de producciones ganaderas de alta calidad. El territorio ocupado actualmente por la dehesa en la Península Ibérica se aproxima a los 3,6 millones de hectáreas, siendo 2,4 y 1,2 millones ha las superficies española y portuguesa, respectivamente.

En España, la dehesa se extiende principalmente por las zonas centro y suroeste, destacando por su superficie las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, y Madrid. Las regiones portuguesas más extensas según su superficie de dehesa o “montado”(nombre dado en Portugal) son el Alentejo y el norte del Algarve. En este sentido, las dehesas forman parte del patrimonio cultural de un área geográfica extensa que ocupa más del 25% del territorio de la Península Ibérica, contribuyendo a la fijación de la población rural de más de 500 municipios.

El aprovechamiento de la dehesa permite la existencia de un tejido empresarial importante, orientado especialmente a las producciones ganaderas artesanas y tradicionales que constituyen las señas de identidad más apreciadas por la sociedad en su conjunto (productos del cerdo ibérico, carne de vacuno, corderos y cabritos lechales, quesos y derivados lácteos, miel). El carácter multiproductivo y extensivo del ecosistema de la dehesa constituye su principal fortaleza al obtener producciones de calidad diferenciada en condiciones respetuosas con el medio ambiente y la conservación de los recursos naturales autóctonos.

Las especies forestales predominantes en los sistemas de la dehesa son las pertenecientes al género Quercus, principalmente encinas y alcornoques y, en menor proporción, quejigos y otros robles; en algunas zonas pueden encontrarse formando parte del arbolado principal especies como el acebuche, el fresno o la sabina, entre otras. En la mayoría de las dehesas coexisten las superficies de vegetación arbórea, pastos, pastizales y monte mediterráneo, con otras donde se practican actividades agrícolas y ganaderas extensivas. Precisamente ha sido el pastoreo de los animales uno de los aprovechamientos tradicionales de la dehesa y que ha dado lugar a una importante actividad económica en muchas zonas rurales.

Las actividades realizadas durante muchos años en la dehesa han permitido la selección natural de varias razas autóctonas muy adaptadas al medio geográfico, siendo su presencia aún hoy mayoritaria en las explotaciones ganaderas españolas (cerdo Ibérico, vacas Retinta y Morucha, oveja Merina, cabra Blanca Andaluza, etc.).

Andalucía es una de las regiones españolas con mayor superficie de dehesa, repartida principalmente por Sierra Morena y las serranías de Cádiz, con una extensión cercana al millón de hectáreas, que representa más del 10% del territorio regional. En general, las dehesas andaluzas se caracterizan por su ubicación en zonas ligeramente montañosas (sierras, serranías y montes) de suelos poco fértiles no aptos para otros aprovechamientos distintos del ganadero o forestal, aunque ocasionalmente pueden cultivarse bajo régimen de secano extensivo. Las dehesas forman parte esencial de los paisajes de diversos espacios andaluces protegidos, entre ellos, los parques naturales de Cardeña y Montoro y la Sierra de Hornachuelos, ambos en la provincia de Córdoba, Andujar en Jaén, Los Alcornocales en Cádiz, Sierra de Aracena y Picos de Aroche en Huelva y Sierra Norte en Sevilla.

En este sentido, la protección de la dehesa y de su entorno socioeconómico forma parte de las prioridades de desarrollo rural y de conservación de la naturaleza, tanto en el ámbito de la Comunidad Autónoma andaluza como en el nacional e internacional. A propuesta de Andalucía se declaró a las dehesas de Sierra Morena como Reserva de la Biosfera, que con una extensión de unas 424.000 hectáreas se convierte así en el mayor espacio protegido de este tipo en España y uno de los mayores del mundo (UNESCO, 2002).

La realidad actual demuestra que una adecuada planificación permite aprovechar racionalmente los recursos naturales de este espacio protegido y otros ecosistemas del territorio andaluz, con el desarrollo de múltiples actividades agrarias ecológicas, entre ellas, la ganadería lechera de pequeños rumiantes (ovejas y cabras).


José Luis Ares Cea (conferenciante)

PROTAGONISTAS: LA PRODUCCIÓN GANADERA ECOLÓGICA Y LA POLÍTICA MEDIOAMBIENTAL

En la Unión Europea, no se concibe actualmente ningún sistema de producción agrario ecológico, ya sea de actividad agrícola o ganadera, que no cumpla con los principios de la política ambiental, principalmente los que definen al desarrollo sostenible y la conservación de los recursos naturales de los distintos ecosistemas. En este sentido, en la Conferencia de las Naciones Unidas celebrada en Johannesburgo (Sudáfrica), si bien se reconocieron los avances logrados en la Unión Europea en materia medioambiental, también se puso de manifiesto la existencia de otras regiones y países en los que aún hay importantes obstáculos políticos, sociales y económicos para conseguir un desarrollo sostenible y equitativo.

En la Cumbre de Johannesburgo se consideró la interdependencia de los tres pilares fundamentales del desarrollo sostenible: el crecimiento económico, el desarrollo social y el medio ambiente, estableciéndose como declaración política final el compromiso colectivo para fortalecer estos pilares a escala local, nacional, regional y global. El Plan de Acción acordado en la Cumbre estableció distintas estrategias: agua y saneamiento, energías, productos químicos, recursos naturales, globalización y, asimismo, consumo y producción sostenible. Dentro de este último apartado, las acciones estratégicas prioritarias se dirigen a favorecer el cambio de los sistemas actuales hacia pautas de producción y consumo más sostenibles, fomentando el apoyo de las instituciones y entidades implicadas en el sector agrario ecológico e introduciendo nuevos conceptos en los canales de información a la sociedad en su conjunto como la “ecoeficiencia”, la producción “limpia”, y la “responsabilidad social” de las empresas.

Las producciones ecológicas, por definición respetuosas con el medio ambiente, tienen como finalidad fundamental el suministro de alimentos de calidad a una población cada vez más exigente principalmente en los aspectos relacionados con la salud. Se trata de producir alimentos libres de contaminantes químicos y por tanto más saludables. La propia normativa reguladora de la actividad agraria ecológica prohíbe el empleo de sustancias químicas de síntesis tales como pesticidas, herbicidas y fertilizantes en los sistemas de producción vegetal, y también los antibióticos, hormonas y estimulantes del crecimiento y otras sustancias en los sistemas de producción animal.

Por tanto, en los sistemas de producción ganadera está expresamente prohibido la utilización de estas sustancias ya sea como tratamientos preventivos o curativos, debiendo vigilarse estrechamente los alimentos que consumen los animales y el manejo reproductivo de los mismos. En los sistemas ecológicos tampoco se pueden utilizar semillas transgénicas, ni aditivos o conservantes artificiales en las industrias de transformación de alimentos.

En el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea celebrado en Bruselas se discutió sobre la definición de buenas prácticas agrarias y medioambientales de acuerdo con las características de cada Estado miembro. Relativo al ejercicio de la actividad ganadera, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación elaboró en su día el Plan de Trazabilidad de las Producciones Ganaderas (MAPA, 2007), que constituye un útil instrumento de gestión para obtener información respecto a todas las etapas de elaboración de un alimento o cualquier otro producto de origen animal, desde el campo o la granja hasta su puesta a disposición del consumidor.

Se trata así de garantizar la seguridad de los alimentos al permitir conocer en todo momento los sistemas de producción de los mismos incluyendo tanto las materias primas como todos los procesos a lo largo de la cadena de transformación y comercialización. De esta manera se delimitan mejor las responsabilidades de los distintos operadores del sistema (producción, transformación y comercialización) y se favorece la retirada efectiva de los productos en caso de alerta sanitaria.

El Plan tiene previsto utilizar los diversos mecanismos ya existentes, tales como el Registro informatizado de las explotaciones ganaderas y de sus titulares (REGA), la identificación de los animales mediante el marcado individual (RIIA), el Registro informatizado de los movimientos de animales hasta el momento del sacrificio (REMO), y de los transportistas (SIRENTRA), así como del etiquetado de los productos y registros del origen y destino de cada fase. Se pretende integrar estos mecanismos ya existentes en un nuevo sistema, manteniendo su interacción con otros medios técnicos como la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE) y el Sistema de Gestión Integral de la Alimentación Animal (SILUM), para conseguir la seguridad alimentaria de los consumidores garantizando la trazabilidad de los animales y de los productos.


José Luis Ares Cea (conferenciante)