En un trabajo de investigación se ha estudiado la efectividad del control lechero del núcleo caprino de la provincia de Córdoba (España) en la raza Murciano-Granadina.
La tradición de la producción lechera caprina se localiza en la provincia de Córdoba en torno a la Subbética y otras regiones del sur y también en el Valle del Guadalquivir, pero es en el Valle de Los Pedroches, en la comarca del norte provincial donde en la última década se ha apreciado un mayor y más eficaz avance en este tipo de producción. Sin duda este desarrollo se ha visto influido estratégicamente por el impulso de la Cooperativa del Valle de los Pedroches (COVAP), la cual ha articulado un grupo de ganaderos muy emprendedores que de inmediato se han incorporado a los procesos de selección en el seno de la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de Raza Murciano Granadina (Caprigran).
En este trabajo se ha realizado un estudio específico del funcionamiento del Núcleo de Control de Córdoba (900) perteneciente de la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de Raza Murciano Granadina (Caprigran). Se evaluaron los rendimientos en producción total de leche, grasa total y proteína total y se contabilizaron los números de controles correspondientes disponibles en función del mes en el que se realizó el control, el año de control, el número de control y la edad de la cabra. En este estudio se han utilizado 99.302 controles individuales de leche total, 95.700 controles de contenido graso y 96.251 de contenido proteico, procedentes de lactaciones de cabras en el periodo 2000 a 2004 en el núcleo de control de Córdoba de la Asociación. Sobre la información obtenida se han evaluado las variables kilogramos de leche total, porcentaje graso y porcentaje de proteína trabajándose sobre la producción de test diario y sobre la frecuencias de controles en función de los siguientes criterios de clasificación: año de control, mes, edad de la hembra y número de control. Utilizando el procedimiento PROC.MEANS del paquete estadístico SAS versión 8.2, se calcularon las medias correspondientes a cada criterio de clasificación así como el recuento de observaciones por cada uno de ellos.
Los resultados obtenidos muestran un comportamiento productivo a lo largo del año ligeramente diferente al observado en los otros núcleos de la Asociación, con oscilaciones y unos picos en los meses de agosto y septiembre. Asimismo, el número de controles ha sido más constante a los largo del año que otros núcleos, apreciándose una clara disminución en los meses de abril y mayo. Estos resultados solamente pueden ser explicados por la fuerte influencia de la cooperativa que planifica la producción caprina de una manera muy detallada y de acuerdo a criterios altamente profesionales y no ecológicos. En este aspecto es interesante destacar la extraordinaria eficacia del Laboratorio de Análisis con una constancia casi absoluta entre los controles de campo para la leche y los análisis laboratoriales de la grasa y la proteína.
Por otra parte, existe una gran estabilidad en los registros productivos interanuales, lo que demuestra una gestión técnica muy eficaz por parte de los asesores de la cooperativa que mantienen una homogeneidad en los sistemas de las ganaderías integradas. Al mismo tiempo, tras un periodo expansivo hasta 2003, se aprecia un descenso en 2004, que podría deberse a un más correcto dimensionamiento en función de los recursos disponibles en el Núcleo de control y de los objetivos de la propia cooperativa.
En referencia a la edad de la cabra, la madurez productiva en esta población parece alcanzarse en períodos más tardíos a los apreciados en el resto de los núcleos, ya que solo a partir de la tercera lactación se perciben los niveles máximos que además se mantienen en una fase de meseta hasta el séptimo año de producción. En el mismo sentido es destacable como la reducción significativa de controles se presenta a partir del sexto y séptimo año, lo que implica una mayor longevidad productiva en los animales pertenecientes a esta población, hecho que solo puede explicarse por una mayor eficacia del sistema de producción, posiblemente apoyado especialmente en una correcta alimentación de los animales, con resultados muy superiores a los encontrados en la Cabra Canaria.
Los resultados obtenidos utilizando como criterio de clasificación el número de control, muestran una curva de lactación similar a la de la cabra Canaria y la de otros núcleos de esta Asociación, con un incremento del primero al segundo control y un descenso progresivo desde éste hasta el final de la lactación. Frente a los núcleos de las provincias de Almería y Granada, se observan unos niveles superiores del primer control; aspecto que podría no ser deseable en la prevención de patologías postparto. En cuanto al número de controles, los resultados revelan una alta incidencia de los mismos incluso en ordinales posteriores al noveno. En este sentido, y teniendo en cuenta que en zonas donde las razas poliéstricas estacionales tienen capacidad funcional no son recomendables las lactaciones superiores a los 240 días, debido a que no es preciso estacionalizar la comercialización de la leche. Mantener en control animales por encima del octavo control puede considerarse un menoscabo en la optimización de los recursos de control.
Autoría: J.M. León y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)
La tradición de la producción lechera caprina se localiza en la provincia de Córdoba en torno a la Subbética y otras regiones del sur y también en el Valle del Guadalquivir, pero es en el Valle de Los Pedroches, en la comarca del norte provincial donde en la última década se ha apreciado un mayor y más eficaz avance en este tipo de producción. Sin duda este desarrollo se ha visto influido estratégicamente por el impulso de la Cooperativa del Valle de los Pedroches (COVAP), la cual ha articulado un grupo de ganaderos muy emprendedores que de inmediato se han incorporado a los procesos de selección en el seno de la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de Raza Murciano Granadina (Caprigran).
En este trabajo se ha realizado un estudio específico del funcionamiento del Núcleo de Control de Córdoba (900) perteneciente de la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de Raza Murciano Granadina (Caprigran). Se evaluaron los rendimientos en producción total de leche, grasa total y proteína total y se contabilizaron los números de controles correspondientes disponibles en función del mes en el que se realizó el control, el año de control, el número de control y la edad de la cabra. En este estudio se han utilizado 99.302 controles individuales de leche total, 95.700 controles de contenido graso y 96.251 de contenido proteico, procedentes de lactaciones de cabras en el periodo 2000 a 2004 en el núcleo de control de Córdoba de la Asociación. Sobre la información obtenida se han evaluado las variables kilogramos de leche total, porcentaje graso y porcentaje de proteína trabajándose sobre la producción de test diario y sobre la frecuencias de controles en función de los siguientes criterios de clasificación: año de control, mes, edad de la hembra y número de control. Utilizando el procedimiento PROC.MEANS del paquete estadístico SAS versión 8.2, se calcularon las medias correspondientes a cada criterio de clasificación así como el recuento de observaciones por cada uno de ellos.
Los resultados obtenidos muestran un comportamiento productivo a lo largo del año ligeramente diferente al observado en los otros núcleos de la Asociación, con oscilaciones y unos picos en los meses de agosto y septiembre. Asimismo, el número de controles ha sido más constante a los largo del año que otros núcleos, apreciándose una clara disminución en los meses de abril y mayo. Estos resultados solamente pueden ser explicados por la fuerte influencia de la cooperativa que planifica la producción caprina de una manera muy detallada y de acuerdo a criterios altamente profesionales y no ecológicos. En este aspecto es interesante destacar la extraordinaria eficacia del Laboratorio de Análisis con una constancia casi absoluta entre los controles de campo para la leche y los análisis laboratoriales de la grasa y la proteína.
Por otra parte, existe una gran estabilidad en los registros productivos interanuales, lo que demuestra una gestión técnica muy eficaz por parte de los asesores de la cooperativa que mantienen una homogeneidad en los sistemas de las ganaderías integradas. Al mismo tiempo, tras un periodo expansivo hasta 2003, se aprecia un descenso en 2004, que podría deberse a un más correcto dimensionamiento en función de los recursos disponibles en el Núcleo de control y de los objetivos de la propia cooperativa.
En referencia a la edad de la cabra, la madurez productiva en esta población parece alcanzarse en períodos más tardíos a los apreciados en el resto de los núcleos, ya que solo a partir de la tercera lactación se perciben los niveles máximos que además se mantienen en una fase de meseta hasta el séptimo año de producción. En el mismo sentido es destacable como la reducción significativa de controles se presenta a partir del sexto y séptimo año, lo que implica una mayor longevidad productiva en los animales pertenecientes a esta población, hecho que solo puede explicarse por una mayor eficacia del sistema de producción, posiblemente apoyado especialmente en una correcta alimentación de los animales, con resultados muy superiores a los encontrados en la Cabra Canaria.
Los resultados obtenidos utilizando como criterio de clasificación el número de control, muestran una curva de lactación similar a la de la cabra Canaria y la de otros núcleos de esta Asociación, con un incremento del primero al segundo control y un descenso progresivo desde éste hasta el final de la lactación. Frente a los núcleos de las provincias de Almería y Granada, se observan unos niveles superiores del primer control; aspecto que podría no ser deseable en la prevención de patologías postparto. En cuanto al número de controles, los resultados revelan una alta incidencia de los mismos incluso en ordinales posteriores al noveno. En este sentido, y teniendo en cuenta que en zonas donde las razas poliéstricas estacionales tienen capacidad funcional no son recomendables las lactaciones superiores a los 240 días, debido a que no es preciso estacionalizar la comercialización de la leche. Mantener en control animales por encima del octavo control puede considerarse un menoscabo en la optimización de los recursos de control.
Autoría: J.M. León y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)