martes, 23 de abril de 2013

PROTAGONISTAS: LA ACTIVIDAD LÁCTEA Y EL DESARROLLO RURAL EN LAS REGIONES MEDITERRÁNEAS (UNIÓN EUROPEA)

Muchas de las empresas lácteas ubicadas en las regiones mediterráneas de la Unión Europea están íntimamente ligadas al territorio rural y a su desarrollo sostenible, destacando especialmente aquellas de pequeña dimensión productiva que integran un tejido empresarial de ciclo completo, por ser a la vez, ganaderos y productores de leche, y transformadores de esta materia prima en productos autóctonos de mayor valor añadido, cuya comercialización genera, en muchos casos, los únicos ingresos económicos para las poblaciones locales. En este sentido, hay que señalar que la producción, transformación y distribución de los productos lácteos constituyen actualmente actividades muy importantes, tanto en las economías de muchas regiones de los Estados miembros de la Comunidad Europea, como en la promoción de sus propias señas de identidad (alimentos lácteos con menciones geográficas de calidad protegida).

En el caso de España, después de la incorporación a la Unión Europea en 1986, se ha producido un crecimiento notable de las producciones agroalimentarias locales, entre ellas, las lácteas, con la creación de numerosas microempresas de campo y de pequeños establecimientos artesanales, mayoritariamente en régimen familiar, que ha supuesto una auténtica modernización de este actividad productiva. Estos nuevos establecimientos lácteos han revitalizado numerosas zonas agrarias, impulsando la actividad productiva en áreas de escasos recursos económicos con graves problemas estructurales: ausencia de alternativas empresariales, baja rentabilidad de las explotaciones ganaderas, abandono del campo, envejecimiento poblacional, desertización, degradación de la naturaleza, etc., lo que pone de manifiesto claramente la estrecha relación existente entre el desarrollo del medio rural y las producciones agroalimentarias locales de calidad diferenciada.

Los ecosistemas naturales de las diferentes regiones rurales españolas presentan un censo importante de pequeñas empresas queseras distribuidas a lo largo y ancho de todo el territorio nacional (MAPYA). A modo de ejemplo, podemos señalar las grandes extensiones de las dehesas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura; las vegas y campiñas de Aragón, La Rioja y Navarra; las zonas áridas y semiáridas del sureste peninsular y Murcia; o las zonas costeras de Asturias, Canarias, Cantabria y Comunidad Valenciana, entre otras. Muchas de estas zonas queseras rurales presentaban una problemática similar en materia de carencias de infraestructuras y servicios en comparación con las grandes áreas urbanas, con las enormes diferencias que esto implicaba en el grado de desarrollo socioeconómico de ambos territorios y en la calidad de vida de sus poblaciones.   

En Andalucía a esta problemática se añadían otros factores estructurales de muchos años, propios de regiones con un gran peso del sector agrario tradicional, y una escasa presencia de actividades industriales potentes en origen, lo cual agravaba aún más el desequilibrio existente en los distintos territorios. Esta situación desventajosa empieza a corregirse en la década de los noventa, gracias a la realización de importantes inversiones en el medio rural andaluz, para desarrollar e impulsar actividades agroalimentarias, entre ellas, la elaboración de quesos y otros productos lácteos, que resulten económicamente viables y sostenibles a medio y largo plazo, aprovechando los recursos humanos de estas zonas zonas tras una formación específica para lograr mejorar su cualificación profesional, la concesión de ayudas y subvenciones para los proyectos de creación de nuevas empresas y de modernización de las ya existentes, la investigación y transferencia de tecnologías adaptadas a este tipo de tejido empresarial, los programas de asistencia y asesoramiento tecnológico, las campañas de promoción de los productos, etc.

En este sentido, hay que señalar la enorme contribución que han tenido en el crecimiento espectacular del sector quesero andaluz, diversas instituciones regionales, entre ellas, la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía (CAP), la Planta Piloto de Lácteos del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), y los Grupos de Desarrollo Rural (GDRs), al apoyar la mayor parte de las iniciativas empresariales de las últimas dos décadas, lo cual ha permitido tener hoy modernas instalaciones, completamente homologadas según la normativa europea, con una amplia carta de productos cuya calidad va siendo cada día reconocida en el mercado nacional e internacional.



Docencia en Universidad de Córdoba (España). José Luis Ares Cea (autor)