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miércoles, 20 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: PARASITOLOGÍA EN CABRA MONTÉS (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha realizado un estudio ecoparasitológico de la Cabra Montés (Capra pyrenaica victoriaeen la Reserva de Caza "La Sierra" (Cáceres, España).

La Cabra Montés es una especie emblemática y de gran valor ecológico en la Península Ibérica y en la actualidad también esta adquiriendo un importante valor económico al ser incluida en el catálogo de especies cinegéticas. De las distintas actuaciones que se pueden realizar para la gestión de la Cabra Montés, una de ellas es la relacionada con los aspectos sanitarios. Existen numerosas enfermedades, tanto infecciosas como parasitarias que pueden afectar a esta especie, además algunas de estas enfermedades pueden ser transmitidas a los animales domésticos y viceversa.

Este estudio se realizó sobre animales pertenecientes a la Reserva Regional de Caza "La Sierra" situada en el norte de la provincia de Cáceres (Tornavacas, Guijo de Sta. Bárbara, Losar, Viandar y Jarandilla de la Vera). Dicha Reserva cuenta con un censo de 800 a 1.700 cabezas, dependiendo de la época del año. Se analizaron muestras de un total de 30 animales (26 machos, 3 hembras y un chivo), la mayoría abatidos en rececho siguiendo el Plan Cinegético aprobado para la zona o hallados enfermos siendo, en todos los casos, las muestras recogidas por los Agentes de Medio Ambiente de la Reserva, en el lugar donde fueron abatidos o hallados los animales, siguiendo para ello un protocolo de recogida y remisión previamente diseñado. Se han realizado diagnósticos parasitológicos directos e indirectos; y adicionalmente serología frente a una serie de enfermedades infecciosas de interés como son: Maedi-Visna, Brucelosis, Salmonelosis, Clamidiasis y Paratuberculosis.

Las parasitosis diagnosticadas en la Cabra Montes de Extremadura fueron:
-Protozoos: Presencia de ooquistes de Eimeria spp. causantes de Coccidiosis en el 100% de los individuos analizados, si bien las cargas parasitarias solamente alcanzan cifras elevadas (58.800 Ooquistes/g heces) y preocupantes en el individuo joven. Estudios realizados en Salamanca cifran la prevalencia en un 43%, incrementándose hasta un 85% en Andalucía.
-Cestodos: Se ha identificado la presencia de Moniezia benedeni (prevalencia= 3,7%) y Moniezia expansa (11,1%) por sus huevos y a partir de adultos en el animal joven y en las hembras adultas. En Andalucía la prevalencia es de un 10%, mientras que en Salamanca se reduce al 6%.
-Nematodos gastrointestinales: Las especies de nematodos gastrointestinales identificados en la Cabra Montés de Extremadura se realizaron en base a la observación de larvas III y adultos. El 100% de las muestras analizadas resultaron positivas para estos parásitos, aunque no aparecieron en cantidades elevadas (tres individuos); se han identificado un total de 8 géneros: Bunostomum, Haemonchus, Nematodirus, Ostertagia, Oesophagostomum, Teladorsagia, Trichostrongylus y Trichuris. Esta parasitación suele ser frecuente también en Andalucía y Salamanca, donde hallan un 100% de prevalencia, respectivamente.
-Nematodos de localización pulmonar: En los lóbulos apicales del pulmón fue hallado Muellerius capillaris (100% de prevalencia), protostrongilido causante de Bronconeumonias Verminosas. En Andalucía la prevalencia para esta parasitación fue cifrada en el 74,3%.

Los Artrópodos y las enfermedades transmitidas por ellos han sido: 
-Ixodidosis: Se ha detectado la presencia de Ixodes ricinus en 10 hembras y 5 machos (33,3% de prevalencia), especie de garrapata que transmite multitud de patógenos, también se han encontrado garrapatas pertenecientes a la especie Rhipicephalus bursa en 44 larvas, 5 ninfas y un macho (prevalencia=66,6%), e Ixodes ricinus, hecho coincidente con la positividad encontrada tras los análisis serológicos de Babesiosis (56,5%), pues esta especie de ixódido es precisamente el vector reconocido de Babesia ovis en esta región. En cabras de Andalucía se ha encontrado una prevalencia del 58,1% de parasitación por Ixodidos.
-Oestrosis (Oestrus spp.): La presencia de este parásito se pretendió detectar por la técnica ELISA, al respecto, indicar que todos los sueros testados frente al antígeno de Oestrus ovis fueron negativos. Por último, señalar que en la encuesta serológica sobre procesos infecciosos, tan sólo un animal resultó positivo a Paratuberculosis.

Como conclusiones generales se puede afirmar que el estado sanitario de los animales analizados es "aceptable" en lo que a parásitos se refiere, aunque la prevalencia encontrada fue alta. Por otra parte, las hembras presentaron mayores y más diversas parasitaciones que los machos, lo cual pudiera estar relacionado con posibles bajadas de defensas durante la gestación y lactancia de sus crías, hecho que influirá a la larga sobre su función reproductora. Respecto a los animales jóvenes, el único individuo investigado mostró una parasitación preocupante, que pudo ser la causa de su muerte, aunque este caso aislado posiblemente no refleje la situación real del colectivo estudiado.


Autoría: A. Gragera-Slikker y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

martes, 5 de mayo de 2015

INVESTIGACIÓN: VALORACIÓN TÉCNICAS ELISA DIAGNÓSTICO DE PARATUBERCULOSIS OVINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se han valorado dos técnicas analíticas 'ELISA' empleadas para el diagnóstico serológico de la paratuberculosis en ganado ovino (España).

La paratuberculosis es una enfermedad infecciosa crónica de los rumiantes adultos, provocada por el Mycobacterium avium subspecies paratuberculosis (Map), que cursa con adelgazamiento progresivo, diarrea y finalmente la muerte de los animales afectados. Desde que los individuos se infectan hasta que comienzan a mostrar signos clínicos transcurren prolongados periodos de tiempo, siendo potencialmente excretores, por lo que uno de los aspectos críticos de esta infección es su diagnóstico en el animal vivo. 

Las técnicas serológicas, aunque presentan como principal limitación que identifican predominantemente animales en las fases clínicas o preclínicas de la enfermedad, son las más ampliamente utilizadas por la facilidad de obtención de las muestras, su bajo coste y rapidez en los resultados. Son de gran utilidad en la confirmación de casos clínicos sospechosos y en la estimación de la prevalencia de la infección en el rebaño. Desde su desarrollo en los años 70, la técnica ELISA es en la actualidad la más ampliamente utilizada por su capacidad de automatización, rapidez y presentar los mejores valores de sensibilidad, habiéndose propuesto diferentes métodos. Por otra parte, una de las principales limitaciones en la valoración de técnicas diagnósticas está en el método de referencia utilizado para categorizar los individuos como infectados o libres de la infección. Se ha propuesto una clasificación de las lesiones que muestran los animales estrechamente asociada a las distintas fases de la infección y que ya ha sido utilizada con éxito anteriormente como “gold standard” o referencia en la evaluación de pruebas diagnósticas.

En este trabajo se ha realizado una valoración comparativa entre dos tests ELISA, uno de reciente aparición, y otro ya existente y de conocida eficacia, así como de su rendimiento en la detección de animales que presentan distintas fases de la infección. Las dos técnicas de ELISA (A y B) se han valorado sobre 1001 sueros ovinos de distintas procedencias: 619 muestras obtenidas de animales vivos, de rebaños donde existe paratuberculosis y no se ha practicado la vacunación; 132 sueros de ovinos que habían sido vacunados (entre 1 y 4 meses postvacunación); 250 sueros de animales no vacunados en los que se pudo llevar a cabo su estudio anatomopatológico y categorización lesional, procedentes tanto de infecciones naturales como experimentales. Sobre todas las muestras de suero señaladas se han llevado a cabo las siguientes técnicas: ELISA indirecto de elaboración propia (ELISA A), en el que previa adsorción de los sueros con M. phlei, se utilizan placas fijadas con antígeno protoplasmático PPA-3 de Map (Allied Monitor, Estados Unidos) y como conjugado proteína G (Pérez et al., 1997); técnica de ELISA (ELISA B) mono y bicúpula (Instituto Pourquier, Montpellier, Francia), siguiendo las instrucciones del fabricante. En los 250 ovinos donde se realizó el estudio anatomopatológico, se analizaron muestras de válvula ileocecal, íleon, yeyuno y nódulos linfáticos, tras su fijación en formol al 10% e inclusión en parafina. Se calculó el índice kappa (k) de concordancia y los valores de sensibilidad y especificidad de las dos técnicas ELISA, tomando como referencia la presencia de lesiones, utilizando el programa informático WinEpiscope 2.0.

Los resultados obtenidos en el número total de efectivos ovinos revelan un mayor porcentaje de animales positivos con la técnica ELISA B. El índice k arroja un valor de 0,879, indicativo de una concordancia casi perfecta entre la técnica ELISA B, de reciente aparición, con la prueba A, técnica ya contrastada desde hace varios años para el diagnóstico de la paratuberculosis ovina. El ELISA A es una técnica más laboriosa y necesita más tiempo de preparación de reactivos que el B, aunque su coste económico es menor. Cuando se toman sólo los ovinos vacunados, el valor de concordancia desciende ligeramente (k= 0,73), siendo el ELISA A el que ofrece mayor número de animales positivos. De los 250 ovinos en los que se llevó a cabo un estudio histopatológico, 96 animales (38,4%) presentaron lesiones asociadas a paratuberculosis, que se clasificaron en formas focales o subclínicas y formas difusas o graves. Para ambas técnicas, se observa una menor capacidad de detección de las formas focales, hecho esperado ya que las mismas se asocian a respuestas humorales poco intensas, mientras que la positividad se incrementa en ovinos con formas difusas, especialmente las multibacilares. Cuando se comparan ambas técnicas, se observa que el ELISA B detecta un mayor número de animales con lesión que el A, independientemente del tipo, destacando la diferencia significativa de animales positivos con formas focales y difusas linfocíticas. Cuando se toma la presencia de lesiones como referencia, se obtienen unos valores de sensibilidad del 56,25 y 66,6% para las técnicas A y B, respectivamente, siendo la especificidad del 85,7% para ambas; en cambio, al considerar sólo las lesiones difusas, asociadas a formas clínicas, la sensibilidad asciende al 78,2 y 91,3% para cada técnica.

Autoría: O. Moreno y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)