viernes, 10 de mayo de 2013

2-PRODUCCIÓN DE LECHE ECOLÓGICA

La fuerte competencia existente en el sector lácteo de la Unión Europea y la aplicación de determinadas políticas agrarias comunitarias (PAC), principalmente, aquellas que establecen limitaciones a la producción de leche de vaca (sistema de 'cuotas' lácteas), enfocadas a la reducción de los enormes excedentes de estos alimentos ('continentales'), ocasionados, en gran medida, por la masiva intensificación de los sistemas productivos durante varias décadas, ha ocasionado una importante reducción del número de explotaciones bovinas en algunos países, España, entre ellos.

En contraposición con la tendencia general hacia la intensificación, la producción ecológica de leche requiere de modelos extensivos, más ligados a la tierra, y respetuosos del medio ambiente, asegurando mejores condiciones sanitarias y de bienestar a los animales, y recuperando los sistemas productivos tradicionales, con una comercialización más directa de alimentos lácteos más saludables para los consumidores.

En este sentido, la aprobación del Reglamento (CE) 2092/91 del Consejo de la Unión Europea, sobre la Producción Agraria Ecológica, fue un paso importante para impulsar el desarrollo de esta actividad en los países comunitarios, por tener carácter de normativa básica de obligado cumplimiento dentro del territorio europeo. Esta nueva normativa, que ha sido modificada en varias ocasiones, establece los estándares para la producción, elaboración, comercialización, etiquetado y control de los alimentos ecológicos y, asimismo, regula las condiciones de importación de productos procedentes de terceros países (no comunitarios). Los países miembros de la Unión Europea deben cumplir con esta normativa comunitaria, así como con las posibles normas regulatorias adicionales establecidas en los estándares internos de cada país.

Del análisis de dicha normativa, se pueden resaltar algunos de los aspectos más característicos de la producción ecológica de leche de vaca:

  • Período de conversión de la explotación lechera: Para que un establecimiento lácteo pueda ser certificado como ecológico, se exige un periodo de dos años (mínimo) de adaptación de la tierra al nuevo sistema productivo, y de seis meses como mínimo para los animales productores (vacas lecheras).
  • Carga o densidad ganadera en la explotación lechera: Como máximo se permiten dos vacas por hectárea de superficie.
  • Alimentación de las vacas lecheras: Se aboga por un mayor aprovechamiento de los recursos alimenticios naturales o cultivados, destacando los forrajes, que deben representar al menos el 60% de la materia seca total de la ración alimenticia diaria suministrada a los animales. En cuanto, a los alimentos concentrados, únicamente están autorizados los piensos ecológicos.
  • Sanidad e higiene de los rebaños: Se aplica el lema de "prevenir es mejor que curar", con trabajos de prevención de las enfermedades apoyados en las buenas prácticas de manejo de la higiene de las instalaciones y de los animales. En caso de necesidad de aplicar tratamientos veterinarios curativos de alguna patología, éstos serán preferentemente de naturaleza fitoterapéutica, utilizando productos homeopáticos y oligoelementos.
  • Selección animal: Es muy importante a la hora de comprar nuevos animales para su incorporación a la explotación lechera ecológica, debiendo tener especial cuidado en su elección. En la práctica, estos criterios influyen decisivamente en los resultados cuantitativos y cualitativos de las producciones de los establecimientos lácteos ecológicos. 
  • Instalaciones ganaderas: Las edificaciones y alojamientos para los animales deben cumplir unas condiciones adecuadas de espacio, limpieza, ventilación, orientación, inclinación, etc.
  • Manejo del estiércol: Se requiere su almacenamiento en las condiciones adecuadas con el fin de evitar los olores desagradables que puedan alterar la calidad de las producciones lácteas, e impedir las posibles 'fugas' o infiltraciones de las deyecciones animales en el suelo que contaminen las aguas subterráneas, o su posible vertido a los cauces públicos y aguas superficiales de dominio privado.
Estos y otros requisitos, establecidos en la legislación vigente, deben ser tenidos en cuenta a la hora de acometer la actividad de producción de leche ecológica de vaca, tanto en el caso de un proyecto de reconversión de un sistema productivo convencional ya existente, como en una nueva inversión para la creación de un nuevo establecimiento lácteo. En ambos casos, resulta muy recomendable realizar un estudio económico, como paso previo, antes de realizar cualquier tipo de inversión, siendo imprescindible que los datos utilizados en el mismo sean los propios de la zona de actuación, y estén suficientemente contrastados en las condiciones reales de la cadena de valor de esta actividad y del mercado actual.


José Luis Ares Cea (conferenciante)

1-PRODUCCIÓN DE LECHE ECOLÓGICA

Antes de introducir cualquier cambio en el actual sistema de producción agroalimentario se requiere de un conocimiento previo de la innovación y/o modificación del proceso, tanto en lo referente a la propia tecnología como a sus efectos económicos sobre la rentabilidad final de la empresa. No conviene olvidar esta recomendación aplicable, con carácter general, a cualquier sector productivo y, especialmente, a las producciones agroalimentarias convencionales, ya que son muchos los parámetros que el empresario deberá tener en cuenta antes de introducir cualquier cambio en el sistema actual, represente o no un coste importante en la inversión total requerida. 

En el caso concreto de las producciones ecológicas y la calidad de los alimentos existe, en general, mucha literatura, y no toda está contrastada con resultados científicos mediante la realización de estudios serios en condiciones reales de trabajo; por el contrario, hay que señalar que abunda la información "interesada" de determinados grupos de presión social y/o política, y de empresas de comercialización de instalaciones y materiales, y algunos técnicos que viven de esta actividad.

Antes de hacer nada, y mucho menos realizar inversión alguna, el empresario debe informarse ampliamente sobre las ventajas e inconvenientes del nuevo modelo de producción ecológica, consultando con técnicos cualificados y visitando algunas empresas que llevan años desarrollando dicha actividad productiva. Una vez finalizada esta primera etapa, el emprendedor tendrá suficientes elementos de juicio para tomar una decisión u otra, sin tanto riesgo de equivocarse con el nuevo proyecto de inversión.

En la Unión Europea, la producción de leche ecológica es hoy una realidad en diversos países comunitarios, donde también se conoce con otros nombres (orgánica, biológica, natural). Esta actividad se contempla dentro de las políticas e iniciativas de apoyo al desarrollo rural sostenible, siendo sus principales objetivos la protección del medio ambiente, el bienestar y la sanidad de los animales, la seguridad alimentaria, la producción de alimentos saludables, el aprovechamiento de los recursos locales, los canales cortos de comercialización, el trato directo con los consumidores, entre otros. 

Sin embargo, para alcanzar estos objetivos y poder vivir normalmente del trabajo realizado, las empresas lácteas ecológicas deben ser económicamente rentables, cuestión que no siempre es tenida en cuenta a la hora de abordar el nuevo proyecto y que, con frecuencia, es causa de graves contratiempos, que pueden incluso llevar al cierre de los establecimientos, casi "antes de comenzar" su actividad productiva. Ejemplos de estos fracasos abundan en muchos países y regiones europeas.

En cuanto a la valoración económica de la producción y comercialización de leche ecológica, se han realizado, durante los últimos años, distintos estudios en numerosos países, que pueden consultarse en la bibliografía internacional, especialmente, sobre la especie bovina, dado su mayor consumo en la mayor parte del mundo occidental (Bagenal, Berentsen y col., Brandl, Butler, Byström y col.,  Gilbert, Glaser, Haggar, Lampkin, Midmore y col., Morisset, Padel, Stonehouse y col., Stonehouse y col.), destacados especialistas en esta materia.


José Luis Ares Cea (conferenciante)

jueves, 9 de mayo de 2013

PROTAGONISTAS: IMPORTANCIA DE LA GANADERÍA ECOLÓGICA EN ANDALUCÍA (ESPAÑA)

Aunque con menor importancia que la agricultura ecológica, las estadísticas oficiales españolas muestran que las producciones ganaderas y las superficies de pastos y pastizales inscritas en esta actividad mantienen un crecimiento sostenido, especialmente en aquellas regiones con mayor presencia de sistemas productivos tradicionales, respecto a los modelos más intensivos. En el caso de Andalucía, las producciones ganaderas tradicionales tienen una presencia importante en las ocho provincias, destacando aquellas zonas rurales de sierra y monte, donde la actividad agrícola tiene escasa relevancia. En estas zonas, la ganadería ecológica tiene un gran potencial, no sólo desde el punto de vista socioeconómico, sino sobre todo por su valioso papel medioambiental, con un aprovechamiento racional de los recursos naturales e incluso como apoyo a la prevención de incendios forestales.

Entre las principales producciones ganaderas andaluzas, hay que destacar la producción láctea, con un censo de 24.435 explotaciones lecheras totales, lo cual sitúa a esta región en el cuarto puesto en este subsector productivo, por detrás de las comunidades autónomas de Galicia, Castilla y León, y Asturias, donde las explotaciones bovinas son predominantes. Las ganaderías lecheras de pequeños rumiantes cuentan con un censo en Andalucía de 7.840 explotaciones, existiendo 6.961 establecimientos de ganado caprino, especie que ocupa el primer lugar entre las regiones españolas, con más del 40% del censo total a nivel nacional. 

Las cifras anuales de la producción láctea andaluza, por especie ganadera, se encuentran en torno a los 640, 253 y 1,2 millones de litros para la leche de vaca, cabra y oveja, respectivamente. La producción de leche de vaca, procedente principalmente de explotaciones intensivas, se destina al consumo líquido como producto comercial de larga conservación (esterilizada, uperizada), y a la fabricación de diversos productos lácteos como los yogures, batidos, quesos frescos y curados, etc. En cambio, las producciones lácteas caprinas y ovinas se obtienen generalmente en explotaciones más tradicionales y menos intensivas, con un aprovechamiento importante de los recursos naturales locales (pastos y pastizales) y los subproductos agrícolas e industriales en la alimentación de los animales, permitiendo al mismo tiempo el desarrollo de una actividad económica en zonas con pocas alternativas productivas.

Por otra parte, hay que señalar que la producción láctea andaluza es hoy claramente insuficiente para abastecer la demanda del mercado regional, debiendo comprarse fuera una gran parte de los productos consumidos en Andalucía. Ante esta situación, las producciones lácteas de calidad diferenciada, entre ellas, los alimentos artesanales, de campo, tradicionales, y ecológicos, tendrían grandes posibilidades de venta, tanto en el mercado interno como alternativa a los productos industriales convencionales y, por supuesto, también en el ámbito nacional e internacional. En este sentido, no hay que olvidar que Andalucía tiene una importante superficie de pastos y pastizales (16%) y de terrenos forestales (11%) susceptibles de ser aprovechados por una ganadería bajo sistemas de producción ecológica.

Dentro de las distintas especies ganaderas lecheras presentes en Andalucía, destaca el ganado caprino, que tiene aún una enorme presencia en muchas de las zonas rurales más desfavorecidas, donde estos animales constituyen prácticamente las únicas alternativas económicas, por su buena capacidad para aprovechar medios naturales muy pobres y de escasos recursos alimenticios, adaptándose en entornos difíciles en los que seguramente no podrían sobrevivir otras especies lecheras, llegando incluso la cabra, en determinadas condiciones de manejo, a ser fisiológicamente más eficiente que la vaca.

Durante los últimos años, se ha producido en Andalucía una profunda reconversión en el sector caprino lechero introduciendo sistemas productivos más intensivos, con instalaciones más grandes y modernas, en contraste con la desaparición de numerosas explotaciones marginales de pequeña dimensión, muy ligadas al medio rural y al aprovechamiento de sus recursos naturales autóctonos. Sin embargo, en la actualidad, debido a las costosas inversiones realizadas en muchas zonas andaluzas, financiadas en gran parte por fondos comunitarios, numerosas explotaciones caprinas intensivas atraviesan dificultades económicas para afrontar tanto los gastos financieros de la inversión como los debidos al aumento de los precios de las materias primas, combustibles y energía, etc., que no son compensados con la venta de la leche producida.

La delicada situación que atraviesa el sector caprino intensivo en la actualidad puede y debe servir de modelo para aquellos jóvenes ganaderos andaluces que han decidido desarrollar la producción láctea a través de los sistemas tradicionales extensivos, incluido el pastoreo, con menores inversiones en instalaciones y menos dependientes de la compra de insumos de origen externo. Entre estos sistemas más respetuosos con el medio ambiente, no cabe duda, de que la producción láctea ecológica es una alternativa a potenciar.

Analizando las potencialidades del mercado actual para absorber este posible crecimiento de las producciones lácteas de las explotaciones caprinas tradicionales, no hay que olvidar la enorme importancia estratégica de este sector productivo, siendo Andalucía una de las regiones más importantes del mundo, representando más del 50% del porcentaje total español. Sin embargo, hay que destacar que este margen de crecimiento es amplio debido, por una parte, al elevado porcentaje de suministro externo de los alimentos lácteos consumidos en Andalucía y, por otra, a que la mayor parte de la leche de cabra producida en la región es transformada en industrias queseras foráneas que aparecen entre los principales suministradores del mercado interno andaluz. 

La reconversión de los actuales modelos productivos es absolutamente necesario para mejorar las difíciles condiciones económicas de muchas explotaciones lecheras andaluzas, siendo la elaboración de alimentos lácteos de calidad diferenciada la alternativa con mejores posibilidades de negocio, como podemos comprobar analizando los resultados de aquellas empresas que están elaborando producciones ecológicas, artesanales y de campo.  

Finalmente, a continuación, se presentan distintos indicadores de las estadísticas oficiales, que reflejan la importancia de las producciones ganaderas ecológicas y de sus industrias de transformación, tanto a nivel andaluz como nacional; los primeros valores corresponden a Andalucía, los segundos a España, y los últimos a los porcentajes relativos entre ambos (año 2001):

  • Pastos, praderas y forrajes (ha):  11.899, 58/ 167.474,30/ 7,11
  • Explotaciones ganaderas totales (nº):  166/  1.336/ 12,43
  • Explotaciones de vacuno de carne (nº):  56/ 6837 8,20
  • Explotaciones ovinas (nº):  52/ 3317 15,71
  • Explotaciones caprinas (nº): 29/ 55/ 52,73
  • Explotaciones porcinas (nº): 12/ 63/ 19,05
  • Explotaciones avícolas (nº):  12/ 85/ 14,12
  • Explotaciones apícolas (nº):  5/ 437 11,63
  • Industrias totales productos animales (nº):  36/  182/ 19,78
  • Industrias de carnes frescas (nº):  11/  19/ 57,89
  • Industrias lácteas (nº):  1/ 32/ 3,13
  • Industrias de ovoproductos (nº):  4/  11/ 36,36
  • Industrias de la miel (nº):  3/  23/ 13,04
  • Otras industrias ganaderas (nº):  17/  69/ 24,64
Del análisis de estos datos podemos concluir que a pesar de que Andalucía representa importantes porcentajes en explotaciones ganaderas ecológicas en relación con las cifras totales españolas, los recursos naturales disponibles no están suficientemente aprovechados si se consideran el bajo número de industrias lácteas existentes en este sector.



José Luis Ares Cea (conferenciante)

2-SITUACIÓN DE LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICA

El consumo total de productos ecológicos en 1998 no llegaba en España al 1%; sin embargo, el mayor conocimiento de los consumidores y la disponibilidad de estos productos en los comercios convencionales está impulsando el crecimiento de este sector durante los últimos años. El valor de las producciones ecológicas comercializadas en 2000 superó los 100 millones de euros en el conjunto del Estado español. En el balance comercial exterior hay que señalar que se destinan a la exportación aproximadamente el 80% de los productos ecológicos españoles, principalmente a los países del centro y norte de Europa; mientras que las importaciones procedentes de Alemania, Holanda, Francia, Bélgica e Italia representan alrededor del 50%.

Durante los últimos cinco años se ha producido un elevado crecimiento del sector agroalimentario ecológico en España, tanto en el número de operadores como en la superficie total inscrita, con incrementos superiores al 32 y 90%, respectivamente. A continuación, se muestra la situación de la producción agraria ecológica en las distintas regiones españolas (MAPA, 2003), donde se aprecia la importancia de Andalucía, que ocupa el primer lugar por superficie agraria inscrita (39% del total nacional), y el segundo por número de operadores totales (27%).

Comunidad Autónoma (España): operadores totales (nº) y superficie inscrita (ha)

Andalucía:  5.079 y 283.219,76
Aragón:  859 y 74.169,30
Asturias:  99 y 2.165,06
Baleares:  320 y 12.109,51
Canarias:  542 y 5.738,45
Cantabria:  95 y 4.371,60
Castilla-La Mancha:  1.252 y 47.638,00
Castilla y León:  231 y 13.502,00
Cataluña:  915 y 56.214,63
Extremadura:  5.787 y 131.752,00
Galicia:  322 y 5.947,68
Madrid:  111 y 5.012,50
Murcia:  757 y 20.583,04
Navarra:  715 y 28.962,15
La Rioja:  297 y 8.625,35
País Vasco:  138 y 662,40
Comunidad Valenciana:  986 y  24.581,00

Totales:  18.505 operadores y 725.254,43 ha

Considerando los datos estadísticos antes expuestos, el desarrollo del sector agroalimentario ecológico en Andalucía ha sido muy importante durante estos últimos años. Durante el período 1992-2000, se incrementó espectacularmente la superficie total inscrita, pasando de 2.212 a 69.042 ha y el número de productores de 193 hasta 2.749. Relacionado con esta actividad, el Informe de Situación del anterior Plan Estratégico de la Agricultura Ecológica en Andalucía elaborado por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía para el período 2002-2006, mostraba grandes expectativas para este sector productivo regional.   

A continuación, se muestran los datos comparativos de la situación del sector de la producción ecológica en Andalucía en los años 2001 y 2003, donde se pueden apreciar los elevados incrementos de los indicadores considerados, registrándose aumentos muy significativos, con valores que triplican la superficie total inscrita, y duplican el número de elaboradores (MAPA, CAAE).

Número total de operadores y superficie agraria ecológica en Andalucía (años 2001 y 2003)

Superficie total inscrita (ha):  95.878 y 283.220
Productores (número):  3.566 y 4.768
Elaboradores (número):  148 y 305
Importadores (número):  1 y 6
Operadores totales (número): 3.715 y  5.079 




José Luis Ares Cea (conferenciante)

1-SITUACIÓN DE LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICA

Aunque resulta difícil contrastar los datos estadísticos de la producción ecológica a nivel mundial, no cabe duda de que esta actividad viene experimentando un fuerte avance, durante los últimos años, en los principales países agroalimentarios, con una demanda creciente de estos alimentos por parte de muchos consumidores, preocupados por la seguridad alimentaria y por una alimentación más saludable.

En el mundo existen aproximadamente unos 16 millones de hectáreas de superficie de producción ecológica (2001), siendo los principales países productores Australia (7,6 millones ha), Argentina (3 millones ha) e Italia (1 millón ha). No existen datos de producción de la mayoría de los países africanos, mientras que la superficie destinada a la actividad ecológica es escasa en el continente asiático, estimándose alrededor de las 50 mil ha. Por contra, destaca la gran importancia de Oceanía, con una superficie ecológica que se aproxima al 50% del total mundial. Aunque América del Norte representa menos del 8% de la superficie mundial, la producción ecológica de Canadá y Estados Unidos está creciendo progresivamente. No obstante, los países latinoamericanos cuentan con una importante superficie ecológica que supera el 20% del total mundial, cuyas producciones en muchos casos se dirigen al mercado internacional, como es el caso de Argentina con volúmenes de exportación superiores al 80%.

En Europa, la superficie destinada a las producciones ecológicas supone alrededor del 24% del total mundial. Sin embargo, existen grandes diferencias entre países en cuanto al nivel de desarrollo del sector. Así, mientras que la producción se concentra principalmente en Italia, Alemania, Reino Unido y España, por el contrario, el mercado más importante está en los países del centro y norte de Europa, aunque hay que señalar que en el área mediterránea el consumo interno ha tenido un menor grado de desarrollo, destinando principalmente sus producciones ecológicas a la exportación.

En España, debido a los sistemas tradicionales de producción agraria en régimen extensivo aún predominantes en muchas zonas, se dan las condiciones apropiadas para el desarrollo de la actividad ecológica, tanto en el sector agrícola como ganadero. Durante la década de los noventa se ha registrado un fuerte crecimiento en superficie y en número de explotaciones agrarias ecológicas. En el año 2000, las estadísticas oficiales del sector agrario ecológico español mostraban un censo de 14.060 operadores totales (13.394 productores, 666 elaboradores y 10 importadores) y una superficie total inscrita de 380.920 ha.

En el análisis de la distribución de la superficie por cultivos y otros aprovechamientos se pone de manifiesto la gran importancia de los pastos y bosques con más del 50% de la extensión total inscrita. En relación con la superficie de cultivos destacan olivar (38%), cereales (26%), frutos secos (13%) y vid (6%). En cuanto a la ganadería ecológica hay que destacar la mayor presencia de esta actividad en Extremadura, con un 61% del censo total de las explotaciones inscritas a nivel nacional, seguida de Andalucía con menos del 13%, siendo muy escasa su importancia en el resto de comunidades autónomas. Analizando la situación de las industrias alimentarias relacionadas con la actividad agrícola ecológica en España, destacan por número de empresas inscritas los siguientes subsectores: hortofrutícolas (25%), bodegas (16%), almazaras (15%), y panificación (14%), quedando el resto de sectores muy repartido con pequeños porcentajes.




José Luis Ares Cea (conferenciante)

PROTAGONISTAS: LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICA EN ANDALUCÍA (ESPAÑA), POTENCIAL DEL SECTOR

A partir del ingreso de España como Estado miembro de pleno derecho en la Unión Europea en 1986, se introducen cambios en las políticas agrarias de los distintos sectores productivos, cuya evolución a lo largo de estas tres décadas ha generado un mayor nivel de conocimiento, tanto a nivel estrictamente tecnológico como de mercado, sobre las diferentes estrategias, aplicadas según su nivel de intensificación. En este sentido, a pesar de que gran parte de las nuevas estrategias adoptadas fomentaron, en gran medida, la intensificación de los sistemas productivos agroalimentarios, no obstante, afortunadamente en la actualidad en muchas zonas rurales españolas la agricultura y la ganadería tradicionales tienen una presencia importante, con un peso no solo económico sino también con un indudable valor social, al ser actividades más respetuosas con el medio ambiente, y producir alimentos de calidad diferenciada con características más saludables para el conjunto de la población consumidora.

Andalucía es, después de Castilla y León, la segunda región española por superficie territorial, con 87.597 Km2, y la primera por población total, que en la actualidad se aproxima a los 8,5 millones de habitantes. En esta región española, con 62 comarcas y 770 municipios, existe una presencia importancia del medio rural; en el territorio regional se dan prácticamente todos los ecosistemas desde las dehesas y bosques hasta los desiertos y marismas, incluyendo los fértiles valles y llanuras interiores próximas a los grandes ríos hasta los montes, las sierras y montañas, con unos 400 municipios situados a una altitud superior a los 500 metros y, el sistema montañoso de Sierra Nevada que alcanza la mayor altura de la España continental.

Dentro de la economía andaluza, la actividad agroalimentaria, después del sector terciario (servicios, principalmente el turismo) genera la mayor cantidad de empleo de la región (377.000 agricultores activos), por delante incluso del sector industrial. Las grandes superficies agrícolas destinadas a los cereales, oleaginosas y leguminosas, los cultivos hortícolas intensivos, los frutales, especialmente el olivar, forman parte del paisaje tradicional ocupando numerosos espacios territoriales a lo largo y ancho de toda la región.

La evolución del sector agroalimentario ecológico en Andalucía ha sido en conjunto muy positiva en los últimos quince años, principalmente en lo que se refiere a las producciones agrícolas, con grandes incrementos en las superficies cultivadas, destacando entre ellas el olivar. Las cifras de este crecimiento en Andalucía son elocuentes, incrementándose la superficie agrícola ecológica desde unas 2.200 hectáreas en 1992 hasta alcanzar casi 96.000 ha en 2001, representando alrededor del 19% de la superficie total de este sector en España.

Por otra parte, y a pesar de la necesidad de poner en marcha nuevas estrategias productivas, hay que resaltar que la ganadería y la industria de transformación ecológicas, no han alcanzado aún en Andalucía un grado de desarrollo capaz de satisfacer la demanda actual del mercado. Por tanto, resulta necesario hacer un mayor esfuerzo para impulsar el desarrollo de estas actividades en la región, desarrollando diversos programas integrados de trabajo destinados a mejorar la obtención, transformación y diferenciación de los productos ganaderos tradicionales. Diversos organismos e instituciones regionales están actualmente trabajando en esta materia, entre ellos, el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA).



José Luis Ares Cea (conferenciante)

PROTAGONISTAS: ¿PRODUCCIÓN ECOLÓGICA O INTENSIVA EN LA UNIÓN EUROPEA?

Durante las dos últimas décadas la Política Agraria Europea (PAC) ha experimentado cambios importantes en sus líneas prioritarias, destacando la mayor relevancia de los programas dirigidos a fomentar un desarrollo rural más sostenible en base a sistemas productivos más respetuosos con el medio ambiente. En este sentido, se da un paso importante en las políticas agrarias implantadas hasta entonces, ya no se trata únicamente de producir alimentos para el abastecimiento cuantitativo de la población, sino de atender las nuevas exigencias de los consumidores en materia de calidad y seguridad alimentaria. 

Por otra parte, las anteriores políticas agrarias comunitarias habían sido tan "eficaces" en sus modelos productivos intensivos que se habían generado importantes excedentes de alimentos, de difícil colocación en el mercado internacional, y cuyos costes de almacenamiento y financiación suponían unas cargas económicas muy elevadas para el presupuesto de la Unión Europea. 

Esta mayor intensificación de los sistemas productivos comunitarios estaba además incidiendo negativamente en las condiciones medioambientales de muchas zonas rurales e incluso urbanas, tal como demostraban los distintos estudios realizados sobre indicadores de contaminación en ambas áreas territoriales. No podemos olvidar que el impacto real de esta progresiva incorporación de innovaciones tecnológicas más intensivas en la agricultura y la ganadería tradicionales, principalmente en aquellas áreas de montaña, dehesas, zonas áridas y semiáridas y otros ecosistemas frágiles, debe evaluarse no sólo desde el punto de vista de la eficiencia en la propia intensificación de los nuevos sistemas productivos y en la mejora de la productividad de las explotaciones agrarias, sino que es muy importante tener también en cuenta la sostenibilidad medioambiental de dichas estrategias a corto y medio plazo. La contaminación ambiental, en la que actividad agraria contribuye de modo relevante, constituye un grave problema tanto en las grandes ciudades y zonas industriales urbanas como en el propio medio rural, donde la calidad de vida de sus habitantes puede verse afectada por este problema.

Afortunadamente, en las últimas reformas de la PAC se establecieron nuevas estrategias dirigidas a fomentar una actividad agroalimentaria moderna y eficiente mediante el apoyo a la incorporación de aquellas tecnologías suficientemente contrastadas y exentas de riesgos ecológicos, dirigidas a potenciar un modelo empresarial más respetuoso con conservación de la naturaleza; es decir, se trata de hacer compatibles la productividad y rentabilidad de las explotaciones agrarias mediante un aprovechamiento más racional de los recursos naturales. Al mismo tiempo, esta menor intensificación de los sistemas productivos permitirá reducir los importantes excedentes agrarios en la Unión Europea (cereales, leche, carne, etc.), disminuyendo los gastos generales (financiación, subvenciones, costes de almacenamiento, etc.), de repercusiones muy negativas para el conjunto de la sociedad.

En este contexto, resulta de vital importancia el desarrollo de nuevos sistemas de producción adaptados a las condiciones locales que permitan mejorar el aprovechamiento de numerosas zonas rurales potencialmente productivas (montes, dehesas, pastos comunales, etc.), generando rentas complementarias con un indudable valor socioeconómico. De esta manera se contribuye decisivamente a elevar el nivel de vida de la población agraria, evitando en gran medida el abandono de muchas zonas rurales.



José Luis Ares Cea (conferenciante)