Mostrando entradas con la etiqueta sistema intensivo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sistema intensivo. Mostrar todas las entradas

miércoles, 15 de abril de 2015

INVESTIGACIÓN: SISTEMA PRODUCTIVO Y QUINTO CUARTO EN CORDEROS DE RAZA CHURRA TENSINA (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado el efecto del sistema de producción sobre el Quinto Cuarto en corderos de raza Churra Tensina criados en la región del Pirineo Aragonés (España).

En este trabajo se valoró el efecto del sistema de producción: extensivo versus intensivo sobre el Quinto Cuarto, en una población de 38 corderos machos, nacidos en partos simples de ovejas de dicha raza autóctona.

Los resultados obtenidos revelan que tanto el peso vivo vacío como el peso en canal caliente y fría, como los rendimientos (verdadero, comercial y en matadero) fueron superiores significativamente para el lote intensivo. Así mismo el peso de los despojos rojos y caídos fue superior en el lote intensivo (1.412,7 vs. 1.319,1 gramos) y (3.819,1 vs. 3.666,9 g), respectivamente, mientras que el peso de los despojos blancos fue inferior al del lote extensivo (1.491,0 vs. 1.611,9 g). No obstante el peso total del Quinto Cuarto no presentó diferencias significativas entre ambos lotes de corderos.


Autoría: R. Delfa y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)


jueves, 9 de mayo de 2013

PROTAGONISTAS: LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICA EN ANDALUCÍA (ESPAÑA), POTENCIAL DEL SECTOR

A partir del ingreso de España como Estado miembro de pleno derecho en la Unión Europea en 1986, se introducen cambios en las políticas agrarias de los distintos sectores productivos, cuya evolución a lo largo de estas tres décadas ha generado un mayor nivel de conocimiento, tanto a nivel estrictamente tecnológico como de mercado, sobre las diferentes estrategias, aplicadas según su nivel de intensificación. En este sentido, a pesar de que gran parte de las nuevas estrategias adoptadas fomentaron, en gran medida, la intensificación de los sistemas productivos agroalimentarios, no obstante, afortunadamente en la actualidad en muchas zonas rurales españolas la agricultura y la ganadería tradicionales tienen una presencia importante, con un peso no solo económico sino también con un indudable valor social, al ser actividades más respetuosas con el medio ambiente, y producir alimentos de calidad diferenciada con características más saludables para el conjunto de la población consumidora.

Andalucía es, después de Castilla y León, la segunda región española por superficie territorial, con 87.597 Km2, y la primera por población total, que en la actualidad se aproxima a los 8,5 millones de habitantes. En esta región española, con 62 comarcas y 770 municipios, existe una presencia importancia del medio rural; en el territorio regional se dan prácticamente todos los ecosistemas desde las dehesas y bosques hasta los desiertos y marismas, incluyendo los fértiles valles y llanuras interiores próximas a los grandes ríos hasta los montes, las sierras y montañas, con unos 400 municipios situados a una altitud superior a los 500 metros y, el sistema montañoso de Sierra Nevada que alcanza la mayor altura de la España continental.

Dentro de la economía andaluza, la actividad agroalimentaria, después del sector terciario (servicios, principalmente el turismo) genera la mayor cantidad de empleo de la región (377.000 agricultores activos), por delante incluso del sector industrial. Las grandes superficies agrícolas destinadas a los cereales, oleaginosas y leguminosas, los cultivos hortícolas intensivos, los frutales, especialmente el olivar, forman parte del paisaje tradicional ocupando numerosos espacios territoriales a lo largo y ancho de toda la región.

La evolución del sector agroalimentario ecológico en Andalucía ha sido en conjunto muy positiva en los últimos quince años, principalmente en lo que se refiere a las producciones agrícolas, con grandes incrementos en las superficies cultivadas, destacando entre ellas el olivar. Las cifras de este crecimiento en Andalucía son elocuentes, incrementándose la superficie agrícola ecológica desde unas 2.200 hectáreas en 1992 hasta alcanzar casi 96.000 ha en 2001, representando alrededor del 19% de la superficie total de este sector en España.

Por otra parte, y a pesar de la necesidad de poner en marcha nuevas estrategias productivas, hay que resaltar que la ganadería y la industria de transformación ecológicas, no han alcanzado aún en Andalucía un grado de desarrollo capaz de satisfacer la demanda actual del mercado. Por tanto, resulta necesario hacer un mayor esfuerzo para impulsar el desarrollo de estas actividades en la región, desarrollando diversos programas integrados de trabajo destinados a mejorar la obtención, transformación y diferenciación de los productos ganaderos tradicionales. Diversos organismos e instituciones regionales están actualmente trabajando en esta materia, entre ellos, el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA).



José Luis Ares Cea (conferenciante)

PROTAGONISTAS: ¿PRODUCCIÓN ECOLÓGICA O INTENSIVA EN LA UNIÓN EUROPEA?

Durante las dos últimas décadas la Política Agraria Europea (PAC) ha experimentado cambios importantes en sus líneas prioritarias, destacando la mayor relevancia de los programas dirigidos a fomentar un desarrollo rural más sostenible en base a sistemas productivos más respetuosos con el medio ambiente. En este sentido, se da un paso importante en las políticas agrarias implantadas hasta entonces, ya no se trata únicamente de producir alimentos para el abastecimiento cuantitativo de la población, sino de atender las nuevas exigencias de los consumidores en materia de calidad y seguridad alimentaria. 

Por otra parte, las anteriores políticas agrarias comunitarias habían sido tan "eficaces" en sus modelos productivos intensivos que se habían generado importantes excedentes de alimentos, de difícil colocación en el mercado internacional, y cuyos costes de almacenamiento y financiación suponían unas cargas económicas muy elevadas para el presupuesto de la Unión Europea. 

Esta mayor intensificación de los sistemas productivos comunitarios estaba además incidiendo negativamente en las condiciones medioambientales de muchas zonas rurales e incluso urbanas, tal como demostraban los distintos estudios realizados sobre indicadores de contaminación en ambas áreas territoriales. No podemos olvidar que el impacto real de esta progresiva incorporación de innovaciones tecnológicas más intensivas en la agricultura y la ganadería tradicionales, principalmente en aquellas áreas de montaña, dehesas, zonas áridas y semiáridas y otros ecosistemas frágiles, debe evaluarse no sólo desde el punto de vista de la eficiencia en la propia intensificación de los nuevos sistemas productivos y en la mejora de la productividad de las explotaciones agrarias, sino que es muy importante tener también en cuenta la sostenibilidad medioambiental de dichas estrategias a corto y medio plazo. La contaminación ambiental, en la que actividad agraria contribuye de modo relevante, constituye un grave problema tanto en las grandes ciudades y zonas industriales urbanas como en el propio medio rural, donde la calidad de vida de sus habitantes puede verse afectada por este problema.

Afortunadamente, en las últimas reformas de la PAC se establecieron nuevas estrategias dirigidas a fomentar una actividad agroalimentaria moderna y eficiente mediante el apoyo a la incorporación de aquellas tecnologías suficientemente contrastadas y exentas de riesgos ecológicos, dirigidas a potenciar un modelo empresarial más respetuoso con conservación de la naturaleza; es decir, se trata de hacer compatibles la productividad y rentabilidad de las explotaciones agrarias mediante un aprovechamiento más racional de los recursos naturales. Al mismo tiempo, esta menor intensificación de los sistemas productivos permitirá reducir los importantes excedentes agrarios en la Unión Europea (cereales, leche, carne, etc.), disminuyendo los gastos generales (financiación, subvenciones, costes de almacenamiento, etc.), de repercusiones muy negativas para el conjunto de la sociedad.

En este contexto, resulta de vital importancia el desarrollo de nuevos sistemas de producción adaptados a las condiciones locales que permitan mejorar el aprovechamiento de numerosas zonas rurales potencialmente productivas (montes, dehesas, pastos comunales, etc.), generando rentas complementarias con un indudable valor socioeconómico. De esta manera se contribuye decisivamente a elevar el nivel de vida de la población agraria, evitando en gran medida el abandono de muchas zonas rurales.



José Luis Ares Cea (conferenciante)