jueves, 25 de junio de 2015

INVESTIGACIÓN: RESULTADOS INSEMINACIÓN ARTIFICIAL EN OVEJAS EN ARAGÓN (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se han estudiado los factores condicionantes de la inseminación artificial en ganaderías ovinas bajo el esquema de selección por prolificidad de la Comunidad Autónoma de Aragón (España).

Desde el año 1994 la Cooperativa Carnes Oviaragón viene desarrollando un Programa de Mejora y Selección Genética por prolificidad en la Rasa Aragonesa. En este trabajo se estudian diversos factores que pudieran haber influido sobre la fertilidad y prolificidad de las ovejas inseminadas durante el periodo 2001-2003. 

Se inseminaron 12.345 ovejas entre febrero de 2001 y agosto de 2003, distribuidas en 287 lotes de IA de entre 23 y 136 ovejas, (43 ± 14,8; media ± DS) pertenecientes a 123 ganaderías incluidas en el programa de mejora genética de la prolificidad. Eran ganaderías semiextensivas, de tamaño (600 ovejas/explotación) y nivel técnico medios. Las ovejas inseminadas eran adultas, primíparas o multíparas, secas, de 2-6 años de edad, y con un intervalo de al menos 60 días entre el último parto y la inseminación. No se inseminaron las ovejas con abortos recientes, vaginitis, metritis, suciedad vaginal, ausencia de celo o de condición corporal extrema. Las ovejas se sincronizaron con esponjas vaginales (40 mg de FGA) durante 12-14 días y 480 U.I. de eCG a la retirada de las esponjas. Se utilizó semen de motilidad superior a 4 que tuviese menos del 25% de morfoanomalías y más del 75% de espermatozoides vivos. Se diluyó en leche descremada y se acondicionó en pajuelas de 0,25 ml (400·106 espermatozoides) que se mantuvieron a 15ºC hasta el momento de la inseminación cervical, que se realizó entre 53,1 y 56,8 horas de la retirada de esponjas (54,8 ± 0,6 h) y entre 1,5 y 7,5 h de la preparación del semen (5,0 ± 0,8 h). La fertilidad de los lotes de IA se situó entre 12 y 92% (54,9 ± 15,9%) y su prolificidad entre 1 y 2,2 (1,57 ± 0,23). Dichos lotes se agruparon en 3 categorías según su fertilidad: “0”: fertilidad inferior a 44,8% (primer cuartil; 25% de los lotes); “1”: entre 44,8% y 66,7% (tercer cuartil; 50% de los lotes): “2”: superior a 66,7% (25% de los lotes). 

Con el mismo criterio se clasificaron por prolificidad en: “6”: <1,4; “7”: 1,4-1,72; “8”: >1,72. Las variables procedentes de las anotaciones tomadas por los inseminadores se categorizaron así: 
-Intervalo (horas) desde la retirada de esponjas a la IA: se calculó para la media del lote. Por ello, se añadió a la hora de comienzo de la inseminación el tiempo transcurrido para inseminar la mitad del lote. El tiempo para inseminar una oveja se estimó en 1,8 minutos, basándose en que los inseminadores implicados, habitualmente inseminan 100 ovejas en 3 horas. Los lotes se clasificaron en “A” (Alto; intervalo superior a 54,8 h) y “B” (Bajo; igual o inferior a 54,8 h).
-Intervalo en horas entre la preparación del semen y la IA: se calculó para la media del lote, según el procedimiento descrito en el apartado anterior. Los lotes se clasificaron en “a” (alto; tiempo superior a 5,2 h) y “b” (bajo; igual o inferior a 5,2 h).
-Valoración subjetiva de la calidad de la inseminación: “+” (Buena) y “-” (Normal o Mala). Las categorías de las variables consideradas se sometieron a un análisis de correspondencias múltiple, utilizando el PROC CORRESP del paquete estadístico SAS (SAS, 1999). Las comparaciones entre medias se realizaron mediante ANOVA y test de Duncan, utilizando el PROC GLM del SAS.

Entre los resultados obtenidos en este estudio hay que señalar que las categorías de las diferentes variables se representan en el plano formado por las dimensiones Dim1 y Dim2, explican conjuntamente el 41,4% de la inercia total. Las categorías asociadas entre sí se encuentran alineadas respecto al origen de coordenadas. Así, se observan 4 grupos: 6, 0, - (1er cuadrante); a, A (2º cuadrante); +, 1, 7 (3er cuadrante); 8, 2, B, b (4º cuadrante). Por tanto, una alta fertilidad (2) está asociada a una alta prolificidad (8), (las categorías 2 y 8 están muy solapadas), y ambas se asocian a intervalos cortos entre la retirada de esponjas y la IA (B), así como a intervalos cortos entre la preparación del semen y la IA (b). 

Por otra parte, una fertilidad baja (0) se asocia a una prolificidad también baja (6) y a una valoración de la inseminación normal o mala (-). La asociación de la prolificidad con la fertilidad se manifiesta en una correlación positiva y significativa entre ambas (r = 0,4; P<0,0001). Aunque la capacidad predictora no es muy alta (16% de varianza explicada), se espera un incremento de unos 0,06 corderos por oveja parida por cada 10% de incremento en la fertilidad. Los lotes inseminados antes de 54,8 h tras la retirada de esponjas tuvieron una fertilidad un 7,5% superior que los inseminados más tarde (P<0,01), así como una prolificidad mayor (+0,1 corderos/oveja parida; P<0,01). Aunque en los lotes inseminados antes el semen también era más reciente (-0,6 h; P<0,01), un estudio más detallado mostró que el tiempo de espera del semen no influyó significativamente sobre la fertilidad, si bien la mayor fertilidad se alcanzó en lotes inseminados antes de 5,2 h tras la preparación del semen y antes de 54,8 h de la retirada de esponjas (59 ± 1,3%; media ± E.E.; n=125 lotes).

Los lotes en los que el inseminador valoró la calidad de la inseminación como “Buena” tuvieron una fertilidad mayor (+4,6%; P<0,05) que los que valoró como “Normal o Mala". La diferencia de fertilidad no se debió a diferencias en el momento de inseminación o en el tiempo de espera del semen, ya que fueron muy similares en ambos grupos. La prolificidad también fue similar.

Como conclusiones generales hay que indicar que es posible que estos resultados sean consecuencia de que, en la raza Rasa Aragonesa, la IA no se realice en el momento óptimo respecto a la retirada de esponjas. En este sentido, los resultados obtenidos indican la necesidad de estudiar el momento óptimo de la IA respecto a la retirada de esponjas, así como de acortar el tiempo de espera del semen. Ello sugiere que debería estudiarse el momento de ovulación a través del pico de LH bajo diversas condiciones y diseñar diluyentes que prolonguen la capacidad fecundante del semen.



Autoría: M.E. Blasco y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

miércoles, 24 de junio de 2015

INVESTIGACIÓN: 20-GRASA SALUDABLE LECHE DE PEQUEÑOS RUMIANTES

Diversos trabajos de investigación en nutrición de pequeños rumiantes han puesto de manifiesto el efecto de la adición de grasa en la suplementación de la dieta alimentaria de los animales en relación con el contenido en grasa de la leche obtenida. Asimismo, se ha estudiado la posible interacción entre la ración de forraje y la suplementación lipídica de la ración suministrada al animal.

Algunos autores han hallado un contenido en ácido ruménico en la leche de cabra, más alto en verano, cuando los animales consumían pastos frescos, registrándose además niveles mayores de C18:2. Por otra parte, diferentes dietas utilizadas en invierno, no parecen equivalentes en cuanto a la producción de ácido ruménico, pudiendo interaccionar de manera diferente con la grasa introducida en la dieta, cuando se empleaban heno de alfalfa o ensilado de maíz, junto con aceite de linaza o de girasol alto en oleico. De manera general, se deducía que el aceite de girasol alto en oleico provocaba un incremento en C18:0 y C18:1 en la leche producida, mientras que el aceite de linaza hacía aumentar los contenidos de ácido ruménico y vaccénico, siendo el aumento de este último 2,5 veces mayor que el ácido ruménico. Estos efectos eran aún mayores en el caso de consumo de la dieta con heno de alfalfa. Según los autores de los estudios, estos resultados indican que los efectos potenciales del CLA y de los isómeros trans del C18:1 sobre la salud humana, tienen que ser considerados de manera conjunta con sumo cuidado. De este modo se podrá predecir en cada caso el efecto que la suplementación de la dieta con una grasa, puede determinar sobre la calidad nutritiva de la grasa de la leche de cabra.

Como conclusión general del estudio se resume que la leche de los pequeños rumiantes resulta una alternativa tecnológica interesante para la industria láctea frente al predominio de la especie bovina. La naturaleza y composición de la grasa de la leche de cabra y de oveja presentan características beneficiosas para el ser humano, tanto desde un punto de vista nutritivo como saludable, especialmente para aquellos consumidores con requerimientos específicos. Asimismo, se constata la eficacia de las distintas estrategias alimenticias para optimizar desde el origen (alimentación animal) la composición grasa de estas leches, para la elaboración de productos lácteos de mayor calidad tecnológica, nutritiva o saludable..




Autoría: M.R Sanz Sampelayo y J. Boza (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

INVESTIGACIÓN: OESTROSIS EN MUFLÓN Y CABRA MONTÉS (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha realizado el estudio seroepidemiológico de la Oestrosis en muflón y cabra montés de las regiones españolas de Andalucía y Extremadura.

En España abundan los ungulados silvestres, como la Cabra Montés y el Muflón, entre otros, lo que ha generado una importante economía asociada a la caza de ellos. Algunos estudios han puesto de manifiesto que los ungulados silvestres de la Península Ibérica se hallaban seriamente afectados por tres tipos de miasis: oestrosis, hipodermosis y wholfartiosis. 

La oestrosis es una parasitosis producida por los estadios larvarios del díptero Oestrus ovis. Este parásito obligado de ovinos y caprinos provoca una afección de carácter respiratorio, e incluso nervioso, en sus presentaciones más graves. Por todo ello, se pone de manifiesto la gran importancia que supone el conocimiento de la incidencia de la oestrosis en las especies salvajes del suroeste peninsular.

Para la realización del chequeo seroepidemiológico sobre Oestrosis se utilizaron un total de 137 sueros de cabras monteses (Capra pyrenaica victoriae y Capra pyrenaica hispanica) y 80 de muflones (Ovis musimon) procedentes de las provincias de Cáceres, Cádiz, Málaga, Granada, Jaén y Almería, han sido analizadas mediante la técnica inmunoenzimática ELISA. Para el análisis de los sueros de muflones se empleó el método ELISA indirecto de dobles anticuerpos (estandarizado por Yilma, 1992), a partir de un antígeno somático de larvas II procedentes de ovinos infestados naturalmente. En el caso del análisis serológico de las muestras procedentes de Cabra Montés se utilizó la técnica ELISA estandarizada por Dombre (2000), cuya base antigénica es un extracto soluble de larvas II procedentes de cabras infestadas naturalmente. Una vez optimizada la técnica a nuestras condiciones laboratoriales, se procesaron las muestras. El lector de ELISA proporciona resultados de la densidad óptica problema, así como las lecturas de los sueros controles positivos y negativos, pero resulta necesario calcular la densidad óptica corregida (% DOC = DO suero problema - DO suero negativo / DO suero positivo - DO suero negativo × 100), de tal manera que aquellos valores referentes a las muestras analizadas, que sean mayores o iguales al 15% en el caso de los muflones y al 35% para las cabras, se consideran positivos.

Tras el análisis serológico frente a Oestrus ovis de las muestras, la seropositividad detectada para muflones y cabras monteses fueron del 47,5% y 12,41%, respectivamente. Los porcentajes de densidad óptica corregida fueron del 38,75% para los muflones y del 11,43% para los caprinos. Los porcentajes de prevalencia obtenidos en muflones por comarcas muestreadas son: Sierra de Miravete (Cáceres) 52,17%, Sierra de San Pedro (Cáceres) 25% y Sierra de Cazorla (Jaén) 61,29%. Mientras que los porcentajes de prevalencia descritos en cabras monteses por comarcas son los siguientes: Cáceres (Sierra de Gredos) 0%, Cádiz (Sierra de Grazalema) 0%, Málaga (Sierra de Tejeda) 21,05%, Granada (Sierra Nevada) 15,94%, Jaén (Sierra de Cazorla) 33,33% y por último Almería (Sierra de Gador) 0%.

Algunos estudios anteriores han puesto de manifiesto que el 46% de los muflones muestreados en Andalucía presentaban larvas de Oestrus ovis, resultados muy similares a los detectados mediante serología en este trabajo. En cambio, diversos autores han registrado valores de prevalencia más elevados para la Cabra Montés en Andalucía, donde el 74%  y 62,2% de los animales presentaban larvas de Oestrus caucasicus. A tenor de las importantes diferencias obtenidas, se debe plantear la posible deficiencia de sensibilidad en la técnica empleada, debido fundamentalmente al uso de antígenos elaborados a partir de larvas de la especie doméstica Oestrus ovis y no de Oestrus caucasicus, como parece ser predominante en las cabras salvajes.


Autoría: M. Alcaide y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

martes, 23 de junio de 2015

INVESTIGACIÓN: ALTERACIONES LOCOMOTORAS EN OVEJAS POR TRIBULUS TERRESTRIS

En un trabajo de investigación se han estudiado en ganado ovino las alteraciones locomotoras como patologías asociadas al consumo de pastos con abundante presencia de Tribulus terrestris ('pinchabicicletas').

Tiíbulus terrestris es una planta de la familia de las zigofiláceas, que incluye más de 250 especies, raramente herbáceas; su nombre, procede del griego “treis bolus”, tres dardos, que alude a las espinas del fruto. Son numerosos los nombres comunes que identifican a esta planta, pero los más conocidas son, en castellano: 'abrojo', 'alborjos', 'alforjas', 'arvojos', 'duros', 'espigón', 'mormaga'; en portugués: 'abrolhos'; en catalán: 'abriull', 'abrull', 'queixals de vella', 'queixals de llop', 'cairell', 'punxaclaus', 'cadells', 'canets', 'gossos', 'creus de Sant Antoni', 'redet'; en vasco: 'sasilarra', 'saparrlarr'; en gallego: 'abrolho', 'abrolhos', 'abrolhos-terrestres'. 

Para el caso descrito en este estudio se estima más adecuado el nombre de 'pinchabicicletas', que se recoge en las publicaciones del Servicio de Investigación Agraria del Gobierno de Aragón (España), si bien en esta región también se utiliza frecuentemente el nombre de 'descalzaperros'. Los caracteres botánicos de esta planta son: especie anual, de hasta 60 cm, cubierta de suave vello, rastrera, y reptante. Su distribución es mundial, encontrándose en Europa, en España, en el noroeste de Francia y el centro de Rusia. Sus flores son hermafroditas, amarillas, pequeñas, regulares, axilares, solitarias sobre pedúnculos más pequeños que las hojas paripennadas; tiene un cáliz caduco formado por cinco sépalos lanceolados, la corola compuesta por cinco pétalos oblongos más largos que el cáliz, el androceo con diez estambres igualando o sobrepasando la corola, el gineceo mostrando un estilo muy corto y estigma con cinco radios, el fruto en cápsula pentámera con cinco semillas muy espinosas (cuatro cada una) y distribuidos en estrella. Esta planta germina en primavera y florece en verano. Nace en la vera de los caminos, en los linderos y ribazos, escombros y sitios incultos de todo el país, así como en los baldíos, lugares arenosos y cultivos abandonados.

Existen numerosas referencias bibliográficas referidas a diferentes procesos en los que interviene esta planta: responsable de la ictericia enzoótica en ovinos, en Sudáfrica (“geeldikkop”) y Australia (“tribulosis” o “Coonabarabran ataxia”). La ingestión de la planta provoca ictericia aguda e hinchazón del hígado y riñones. La planta es más toxica en la etapa después de marchitarse, conservando su toxicidad incluso a temperaturas de -15 ºC. Cuando esta planta se ha empleado en la alimentación de ovejas, con dosis subtóxicas, iniciando la administración a los 100 días de gestación, se produjo una alta mortalidad en los corderos e incapacidad de los supervivientes para buscar el pezón durante la lactancia natural. Esta planta contiene alcaloides y es considerada como hepatotóxica, con importancia en los casos de fotosensibilización secundaria o hematógena. Asimismo, se han descrito síndrome con alteraciones locomotoras en ovejas australianas, debido a una alteración degenerativa de la médula espinal y caracterizado por debilidad y parexia de las extremidades traseras, que solamente afecta a los animales adultos y tras un consumo prolongado de grandes cantidades de planta. Otros autores han descrito la aparición de cuadros de atrofia muscular unilateral. También existen estudios donde se ha puesto de manifiesto la capacidad del hongo saprofito Phytomyces chartarum, productor de esporidesmina, de crecer Tribulus terrestris, con implicaciones en la aparición de cirrosis y fotosensibilización secundaria o hepatógena del ganado ovino.

En este trabajo se describe un caso clínico que difiere de los cuadros antes citados, estando más relacionado con la acción traumática del fruto (“pinchabicicletas” o “descalzaperros”). El estudio se realizó en una explotación de 2.500 ovejas de raza 'Rasa Aragonesa', encontrándose en uno de los rebaños, de unas 1.000 ovejas, unas 70 cabezas afectadas por alteraciones locomotoras ('cojeras'), pertenecientes al lote de las ovejas 'vacías'. Estos animales pastaban en unos terrenos de la periferia de la ciudad de Zaragoza, que se habían quedado baldíos ese año debido a su recalificación como zona industrial. Los campos habían sido cultivos de trigo duro y predominaba el ricio, aunque se podían encontrar otro gran número de plantas, entre las que destacaba Tribulus terrestris. 

Las alteraciones detectadas diferían del cuadro citado en las ovejas australianas, y tras el examen de la marcha de los animales y después de una exhaustiva exploración se concluía que la cojera se debía a problemas del tercio distal de la pata y más concretamente a nivel de las pezuñas. El estado del espacio interdigital y del rodete coronario en la exploración era normal y se procedió a la limpieza y recorte de la pezuña, sin encontrarse lesiones que afectaran a la pared o a la línea blanca. Posteriormente se limpio la suela y se quitaron las capas superficiales con legra o cuchillo; se observó la aparición de unos pequeños puntos en la suela y al despalmar, parcialmente, a los animales afectados, apareció un líquido maloliente que separaba la suela del corion plantar. Los puntos encontrados correspondían a perforaciones de la suela y en algún caso se encontraron frutos de Tríbulus terrestris clavados en la misma. Los análisis bacteriológicos daban crecimientos de gérmenes variados con predominio de los encontrados en el 'pedero' ovino y otras infecciones podales, resultado de la contaminación secundaria de las perforaciones ocasionadas en la suela.

Se afectaron 500 de las 1000 ovejas del rebaño y se determinó que se debería sacar las ovejas de estos pastos y hacer tratamientos parenterales con Terramicina de larga acción a los animales afectados y tratamiento local tras el despalme a los que no remitían. Debe destacarse que fue necesario utilizar pediluvios durante dos meses para evitar contaminaciones del espacio interdigital, pero la curación del rebaño no fue verdadera hasta que no se realizó un recorte y curación de los cascos de los animales que no habían curado tras la inyección de Terramicina de larga acción.

Como conclusión general se resume que la presencia de Tribulus terrestris en los pastos de consumo de las ovejas se asocia a la aparición de alteraciones locomotoras en los animales, principalmente, cojeras, debidas a la perforación de la suela con una etiología microbiana múltiple, y contaminación del corion plantar. La actuación local (arreglo de pezuña y despalme) y la inyección de Terramicina retardada permitieron casi la recuperación del número total de ovejas afectadas.



Autoría: L. M. Ferrer y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

INVESTIGACIÓN: 19-GRASA SALUDABLE LECHE DE PEQUEÑOS RUMIANTES

Diversos estudios han demostrado la interacción existente entre la fracción forraje de la dieta del animal y la suplementación lipídica, y su incidencia en la composición en ácidos grasos de la grasa de la leche producida. En este sentido, se ha constatado que cuando se altera la proporción y el tipo de forraje de la dieta, la composición en ácidos grasos de la grasa de la leche, se altera no sólo en función de la modificación de la propia síntesis de novo, sino también, en razón del contenido y composición de la grasa del forraje suministrado. 

Esta alteración se ha comprobado empleando diversas fuentes alimenticias, entre ellas, el heno de alfalfa, la alfalfa deshidratada o el pasto en verde; en los dos últimos casos, se administra al animal una ración con menos fibra junto a una mayor cantidad de grasa rica en C18:2 y C18:3. Como consecuencia y debido a lo primero, se produce una grasa láctea con un mayor contenido en C18:1 y menos C18:2. En razón del segundo aspecto indicado, se consigue una grasa láctea más insaturada, con un mayor contenido en PUFA, y menos de C14:0 y C16:0, unido a veces, a una menor cantidad de ácidos C6-C10.

En la cabra, diversos estudios ponen de manifiesto que la síntesis de lípidos microbianos resulta muy activa, ya que estos lípidos contienen niveles altos de ácidos grasos de cadena pequeña, particularmente, de la forma 'iso' y 'anteiso', así como ácidos grasos de cadena ramificada, que pueden encontrarse en la leche. La proporción de forraje y el tipo de éste, pueden determinar la composición de los lípidos microbianos, sobre todo la razón C18:0/C18:1, así como la proporción de ácidos grasos de cadena corta.

Estos autores concluyen que el contenido y naturaleza de la grasa de la dieta suministrada resultan ser unos factores que determinan la cantidad y composición de la grasa de la leche de cabra, de manera mucho más intensa que lo hace la cantidad y naturaleza de la fibra de la ración, pudiéndose por medio de la manipulación de estos factores llegar a obtenerse una leche con una determinada calidad nutritiva, incluso más saludable para el organismo humano.
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Autoría: M.R Sanz Sampelayo y J. Boza (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

lunes, 22 de junio de 2015

INVESTIGACIÓN: ADENOMACARCINOMA EN OVEJAS (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación se ha estudiado la presencia de adenomacarcinoma cromóforo de hipófisis, melanoma intraocular y adenocarcinoma pulmonar en ovejas de edad avanzada. 

El adenocarcinoma cromófobo de hipófisis y el melanoma intraocular son tumores muy poco frecuentes en la especie ovina. En este trabajo se expone un caso clínico de presencia conjunta de ambos tumores en una oveja, que también presentaba lesiones de adenocarcinoma pulmonar ovino (APO), una neoplasia muy difundida en esta especie.

Una hembra ovina Rasa Aragonesa de 14 años de edad presentaba una historia de síntomas neurológicos. La oveja fue sometida a un procedimiento de exploración rutinario haciendo especial hincapié en la exploración neurológica. También se llevó a cabo una exploración ocular mediante ultrasonidos utilizando un ecógrafo ATL HDI 3500 con una sonda de alta frecuencia. Tras la necropsia, se tomaron muestras de los tumores que fueron fijados en formol tamponado al 4%, incluídos en parafina, cortados y teñidos con hematoxilina y eosina.

Después de una exploración clínica exhaustiva de la oveja, no se detectaron anormalidades en los sistemas cardiovascular, respiratorio y digestivo. En la evaluación neurológica, el animal mostró depresión, reflejos espinales lentos, disminución sensorial y una tendencia a presionar con la cabeza las paredes del cubículo. En el ojo derecho se detectó microftalmos y enoftalmos severoultrasonidos reveló una gran masa intraocular que llenaba la cámara posterior. Transcurridos unos días, el animal fue sacrificado, realizándose la correspondiente necropsia donde se observó una masa neoplásica de gran tamaño que reemplazaba a la glándula pituitaria normal y comprimía a las estructuras cerebrales adyacentes. Histopatológicamente el tumor destruía la Pars distalis de la hipófisis e infiltraba la neurohipófisis y el cerebro. Estaba formado por células hipofisarias tumorales pleomórficas y de citoplasma débilmente eosinofílico. Los núcleos tenían formas muy variables, a veces eran multinucleados y las figuras mitóticas eran frecuentes. El interior del tumor estaba necrosado y con abundantes hemorragias y calcificaciones. De acuerdo con estos hallazgos el tumor fue diagnosticado como adenocarcinoma cromófobo de hipófisis. 

Macroscópicamente, el ojo derecho estaba atrofiado. Tras un corte sagital se observo una gran masa densa, fuertemente pigmentada que llenaba la cámara posterior originando una luxación del cristalino y la formación de una hernia hacia la cámara anterior. Histológicamente el tumor se originaba a partir del iris y el cuerpo ciliar y se extendía hacia la retina causando su degenaración y desprendimiento. El tejido estaba compuesto por células fusiformes con abundante melanina y fue diagnosticado como melanoma intraocular. 

En la superficie del lóbulo diafragmático del pulmón derecho se encontró un pequeño nódulo de color gris. La observación histológica mostró la presencia de células epiteliales neoplásicas que reemplazaban a los pneumocitos tipo II normales. Sus núcleos eran de tamaño uniforme y no se apreciaron muchas figuras mitóticas. El estroma del tumor estaba ligeramente infiltrado de células inflamatorias y fibras conectivas. Estas características macroscópicas e histológicas coincidían con las de una lesión preclínica de adenocarcinoma pulmonar ovino (APO) en su forma clásica. No se detectaron metástasis de ninguno de estos tres tumores en el cadáver, únicamente se encontró la presencia de quistes visibles de sarcocystis en el esófago. Los tumores de hipófisis son muy poco frecuentes en las especies domésticas, especialmente en el ganado ovino. Prácticamente todas las descripciones en esta especie son adenomas, pero recientemente ha sido publicado el caso de un adenocarcinoma de hipófisis en un carnero. 

Las características histológicas malignas del tumor de hipófisis que padecía esta oveja se diagnosticaron como un adenocarcinoma, a pesar de que no se encontraron metástasis. Sin embargo, fueron detectados otros tumores primarios en el cadáver. Hasta el momento, todos los tumores de hipófisis han sido descritos como tumores primarios únicos. Para estos autores, éste es el primer hallazgo conjunto en una misma oveja de un adenocarcinoma cromófobo de hipófisis, un melanoma intraocular y un nódulo de APO. Los tumores intraoculares pigmentados son también extremadamente poco frecuentes en esta especie. En la literatura sólo hay registrados dos casos de este tipo de tumores en ovino, a la fecha de realización de este estudio. La APO, sin embargo, es un cáncer de pulmón ovino que ha sido descrito en muchos países en multitud de ocasiones. La avanzada edad de este animal podría haber favorecido el desarrollo de este cuadro multitumoral, incrementando las posibilidades de aparición de varios tumores primarios.


Autoría: J. A. García de Jalón y colaboradores (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

INVESTIGACIÓN: 18-GRASA SALUDABLE LECHE DE PEQUEÑOS RUMIANTES

Se han realizado distintos estudios empleando aceite de pescado en la suplementación de la dieta alimentaria de la cabra, analizándose los efectos sobre el contenido graso de la leche obtenida, así como su perfil de ácidos grasos.

Cuando se empleaba el aceite de pescado sin ninguna protección en la ración suministrada a los animales, se obtenía una leche cuya grasa presentaba un incremento en los trans C18:1, una caída en el C18:0, unas pequeñas transferencias a leche del C20:5 y C22:6, detectándose igualmente, la aparición del ácido 10-hidrosiesteárico junto a un incremento sensible de C18:1, resultado éste último, al parecer debido a la movilización lipídica corporal que podría haber tenido lugar, ya que la ingesta de materia seca caía en un 50%. Las tasas de transferencia del C20:5 y C22:6 resultaban ser de un 4-5%, valores similares a los obtenidos en vacas por diversos autores.

La protección parcial conseguida por una envuelta con caseína tratada con formaldehido, no evitaba el incremento en la concentración de trans C18:1 y 10-hidrosiesteárico, lográndose aumentar levemente, las tasas de transferencia del C20:5 y C22:6. A partir de estos resultados se deduce el modo de obtener leche de cabra con grasa rica en PUFA n-3. Asimismo, para evitar la caída en la ingesta así como la producción en el rumen de ácidos grasos trans, se recomienda que el nivel de inclusión de la grasa en la dieta no sea alto y que el grado de protección de la misma frente al rumen, resulte máximo.

El equipo científico dirigido por Julio Boza (EEZ-Granada, España) han conseguido elaborar una grasa protegida frente al metabolismo ruminal, a base de aceite de pescado, incluida en la dieta en forma de sales cálcicas de los distintos ácidos grasos, con objeto de que la leche obtenida tuviera una composición grasa más saludable. En este sentido, se ha analizado la ingesta, utilización digestiva individual y metabólica de estas dietas para los distintos ácidos grasos, considerándose su efecto sobre la composición de la grasa láctea y de los quesos elaborados con esa leche, en distintos estudios realizados conjuntamente con el equipo humano de la Planta Piloto de Lácteos (IFAPA Hinojosa del Duque).

El proceso de protección y estabilización de la grasa, daba en un principio lugar, a un producto cuya composición reflejaba la del aceite original pero con unas claras diferencias respecto del contenido en los ácidos grasos más significativos (C20:5 y C22:6). En consecuencia, por medio de la inclusión de esta grasa en la dieta, se obtenía una leche cuya grasa presentaba niveles más altos de poliinsaturados, especialmente C18:2 y C18:3, junto a concentraciones más bajas de saturados. Al mismo tiempo, las cantidades de triglicéridos de cadena media (C6-C14), aparecían sin cambios significativos. 

Después de los primeros ensayos y una vez mejorado el proceso de protección y estabilización del aceite de pescado, se lograba una grasa protegida cuyo perfil en ácidos grasos resultaba similar a la del aceite original. El empleo de este producto en la dieta de la cabra daba lugar a una leche con un mayor contenido en ácidos grasos poliinsaturados n-3, especialmente C20:5 y C22:6, obteniéndose como en los casos anteriores, niveles más bajos de ácidos grasos saturados. Asimismo, se registraron resultados indicativos del buen grado de protección conseguido, de acuerdo especialmente, con la utilización de las dietas, tanto a nivel digestivo como metabólico. 

Posteriores resultados pusieron de manifiesto que la transferencia desde la dieta a la leche obtenida, para los ácidos C22:6, C20:5 y C22:5, resultaba ser de un 3.0, 18.4 y 38.5%, respectivamente. Junto a esto, los niveles en la grasa de la leche de CLA y ácidos grasos trans C18:1, resultaban ser para el caso del consumo de la dieta suplementada o no suplementada con la grasa, iguales a 1,68 y 6,72% o, 0,36 y 0,76% respectivamente. 

Respecto del efecto del momento de la lactación, se deducía que cuando esto coincidía con el final de la lactación en vez de con el centro de la misma, los niveles en la grasa láctea tanto de poliinsaturados totales como de C20:5 y C22:6, aumentaban considerablemente. En un trabajo se analizaba la persistencia de los efectos conseguidos una vez suspendida la suplementación al animal, detectándose un mantenimiento tanto en la mayor producción de leche como en el rendimiento de grasa y proteína, después de la suspensión de la dieta modificada. Por el contrario, el cambio en la composición de la grasa de la leche, desparecía una vez suspendida la suplementación.




Autoría: M.R Sanz Sampelayo y J. Boza (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)