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lunes, 22 de junio de 2015

INVESTIGACIÓN: 18-GRASA SALUDABLE LECHE DE PEQUEÑOS RUMIANTES

Se han realizado distintos estudios empleando aceite de pescado en la suplementación de la dieta alimentaria de la cabra, analizándose los efectos sobre el contenido graso de la leche obtenida, así como su perfil de ácidos grasos.

Cuando se empleaba el aceite de pescado sin ninguna protección en la ración suministrada a los animales, se obtenía una leche cuya grasa presentaba un incremento en los trans C18:1, una caída en el C18:0, unas pequeñas transferencias a leche del C20:5 y C22:6, detectándose igualmente, la aparición del ácido 10-hidrosiesteárico junto a un incremento sensible de C18:1, resultado éste último, al parecer debido a la movilización lipídica corporal que podría haber tenido lugar, ya que la ingesta de materia seca caía en un 50%. Las tasas de transferencia del C20:5 y C22:6 resultaban ser de un 4-5%, valores similares a los obtenidos en vacas por diversos autores.

La protección parcial conseguida por una envuelta con caseína tratada con formaldehido, no evitaba el incremento en la concentración de trans C18:1 y 10-hidrosiesteárico, lográndose aumentar levemente, las tasas de transferencia del C20:5 y C22:6. A partir de estos resultados se deduce el modo de obtener leche de cabra con grasa rica en PUFA n-3. Asimismo, para evitar la caída en la ingesta así como la producción en el rumen de ácidos grasos trans, se recomienda que el nivel de inclusión de la grasa en la dieta no sea alto y que el grado de protección de la misma frente al rumen, resulte máximo.

El equipo científico dirigido por Julio Boza (EEZ-Granada, España) han conseguido elaborar una grasa protegida frente al metabolismo ruminal, a base de aceite de pescado, incluida en la dieta en forma de sales cálcicas de los distintos ácidos grasos, con objeto de que la leche obtenida tuviera una composición grasa más saludable. En este sentido, se ha analizado la ingesta, utilización digestiva individual y metabólica de estas dietas para los distintos ácidos grasos, considerándose su efecto sobre la composición de la grasa láctea y de los quesos elaborados con esa leche, en distintos estudios realizados conjuntamente con el equipo humano de la Planta Piloto de Lácteos (IFAPA Hinojosa del Duque).

El proceso de protección y estabilización de la grasa, daba en un principio lugar, a un producto cuya composición reflejaba la del aceite original pero con unas claras diferencias respecto del contenido en los ácidos grasos más significativos (C20:5 y C22:6). En consecuencia, por medio de la inclusión de esta grasa en la dieta, se obtenía una leche cuya grasa presentaba niveles más altos de poliinsaturados, especialmente C18:2 y C18:3, junto a concentraciones más bajas de saturados. Al mismo tiempo, las cantidades de triglicéridos de cadena media (C6-C14), aparecían sin cambios significativos. 

Después de los primeros ensayos y una vez mejorado el proceso de protección y estabilización del aceite de pescado, se lograba una grasa protegida cuyo perfil en ácidos grasos resultaba similar a la del aceite original. El empleo de este producto en la dieta de la cabra daba lugar a una leche con un mayor contenido en ácidos grasos poliinsaturados n-3, especialmente C20:5 y C22:6, obteniéndose como en los casos anteriores, niveles más bajos de ácidos grasos saturados. Asimismo, se registraron resultados indicativos del buen grado de protección conseguido, de acuerdo especialmente, con la utilización de las dietas, tanto a nivel digestivo como metabólico. 

Posteriores resultados pusieron de manifiesto que la transferencia desde la dieta a la leche obtenida, para los ácidos C22:6, C20:5 y C22:5, resultaba ser de un 3.0, 18.4 y 38.5%, respectivamente. Junto a esto, los niveles en la grasa de la leche de CLA y ácidos grasos trans C18:1, resultaban ser para el caso del consumo de la dieta suplementada o no suplementada con la grasa, iguales a 1,68 y 6,72% o, 0,36 y 0,76% respectivamente. 

Respecto del efecto del momento de la lactación, se deducía que cuando esto coincidía con el final de la lactación en vez de con el centro de la misma, los niveles en la grasa láctea tanto de poliinsaturados totales como de C20:5 y C22:6, aumentaban considerablemente. En un trabajo se analizaba la persistencia de los efectos conseguidos una vez suspendida la suplementación al animal, detectándose un mantenimiento tanto en la mayor producción de leche como en el rendimiento de grasa y proteína, después de la suspensión de la dieta modificada. Por el contrario, el cambio en la composición de la grasa de la leche, desparecía una vez suspendida la suplementación.




Autoría: M.R Sanz Sampelayo y J. Boza (2005)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

viernes, 30 de enero de 2015

INVESTIGACIÓN: SAL CÁLCICA ÁCIDOS GRASOS EN GANADO CAPRINO (ESPAÑA)

En el trabajo de investigación sobre el uso de ácidos grasos poliinsaturados n-3 y sus posibles efectos beneficiosos en la fisiología animal, reseñado anteriormente en este blog (entrada 30/01/2015), se ha diseñado una dieta suplementada con sales cálcicas de aceite de pescado, y se ha estudiado su comportamiento en la especie caprina para la obtención de leche y carne más saludables.

El aporte de lípidos protegidos contra la biohidrogenación ruminal en la alimentación de rumiantes es una alternativa muy extendida en los sistemas ganaderos con el fin de incrementar el contenido energético de la dieta y modificar la composición en ácidos grasos de la leche y de la canal.

La metodología empleada en este trabajo para la obtención de las sales cálcicas ha sido la desarrollada por Boza y col. (1999), que es una adaptación novedosa del método de Jenkins y Palmquist (1984). Esta técnica consiste en someter al aceite de pescado a una hidrólisis alcalina con una solución de hidróxido sódico (sosa) al 20% en etanol al 10%. Con objeto de conseguir una emulsión estable y homogénea entre el aceite y la sosa, se introduce la mezcla en una cuba de saponificación y se agita durante dos horas a una temperatura de 70 ºC; a continuación, se deja reposar durante dos horas a temperatura ambiente. Al jabón sódico formado se le añade fosfato sódico (Na2HPO4) y carbonato sódico (Na2CO3). Seguidamente, se adiciona una solución de cloruro cálcico (Cl2Ca) al 20%, y se procede a agitar la mezcla para conseguir la precipitación de las sales cálcicas de los ácidos grasos; se prensan las sales cálcicas obtenidas y se dejan secar a una temperatura de 15-20 ºC durante 5-6 días. Para proteger las sales cálcicas de su oxidación se le añade,
inmediatamente después del prensado, una mezcla de antioxidantes compuesta por un 0,2% de hidroxianisol butilado (BHA) y un 0,03% de ascorbil palmitato (éster palmítico del ácido ascórbico o vitamina C), cuidadosamente mezclada con un 10% de alfalfa en polvo (cantidad sobre el total de las sales cálcicas), con objeto de asegurar una distribución homogénea.

El grado de saponificación de la grasa protegida fue de 0,848, proporción calculada como la fracción de grasa no extraída en soxtec previa hidrólisis ácida. Mediante el método descrito por Sukhija y Palmquist (1990) se estudió el grado de protección de este producto frente al metabolismo ruminal, determinando la disociación de las sales cálcicas en líquido ruminal a diferentes niveles de pH (5'0, 5'5, 6'0 y 6'5). El contenido de calcio fue determinado por hidrólisis con 6 mol/ l de ácido clorhídrico (HCl), y la concentración de calcio fue hallada por espectrofotometría de absorción atómica. Los resultados obtenidos muestran una proporción de sales cálcicas disociadas de 3,66 g/ 100 g determinadas al pH fisiológico del rumen (6,5, aproximadamente), indicando que este producto es prácticamente inerte en el rumen.


Autoría: J.R Fernández (2007)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

INVESTIGACIÓN: ACEITE DE PESCADO EN GANADO CAPRINO (ESPAÑA)

En el trabajo de investigación sobre el uso de ácidos grasos poliinsaturados n-3 y sus posibles efectos beneficiosos en la fisiología animal, reseñado anteriormente en este blog (entrada 30/01/2015), se ha diseñado una dieta suplementada con aceite de pescado, alimento natural enriquecido en esta grasa saludable. Se ha estudiado su comportamiento en la especie caprina para la obtención de leche y carne más saludables.

El aceite de pescado utilizado es un subproducto secundario en la producción de harina de pescado, destinado habitualmente por la industria a la fabricación de jabones, pinturas, barnices y lubricantes, productos que no aprovechan el valor nutricional de esta materia prima. El aceite de pescado empleado en los ensayos experimentales de este estudio estaba compuesto de una mezcla de aceites de atún, salmón y caballa, subproducto procedente de una empresa andaluza. Este aceite empleado en los ensayos tenía un 28% ± 3 de PUFA n-3; esta elevada proporción de ácidos grasos de larga cadena con varias insaturaciones confirió a esta materia prima unas características muy adecuadas para los objetivos del estudio.

No obstante, el elevado número de enlaces insaturados del aceite requiere un manejo más complicado, por su mayor susceptibilidad al deterioro oxidativo, que acorta su período de vida útil. En este sentido, aunque los procesos oxidativos ligados a la presencia de los PUFA pueden ser beneficiosos en algunos alimentos al generar compuestos carboxílicos de sabor deseable, también suelen causar deterioros de sabor, olor, color y textura. Para retardar el enranciamiento del producto, conservarlo el mayor tiempo posible, reducir sus pérdidas nutricionales y proteger al animal frente a la formación de peróxidos lipídicos, se utilizó una mezcla de antioxidantes compuesta por un 0,2% de hidroxianisol butilado (BHA) y un 0,03% de ascorbil palmitato (éster palmítico del ácido ascórbico o vitamina C), calculándose estos porcentajes respecto a la cantidad de aceite de pescado.



Autoría: J.R Fernández (2007)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)

INVESTIGACIÓN: ALIMENTOS CAPRINOS ENRIQUECIDOS ÁCIDOS GRASOS POLIINSATURADOS (ESPAÑA)

En un trabajo de investigación sobre el uso de ácidos grasos poliinsaturados n-3 y sus posibles efectos beneficiosos en la fisiología animal, se ha diseñado un método de obtención de alimentos naturales enriquecidos con esta grasa saludable. 

El objetivo general de este estudio ha consistido en determinar los efectos de los ácidos grasos poliinsaturados n-3 sobre diferentes aspectos de la fisiología animal, así como su utilización a nivel metabólico, para verificar una intervención beneficiosa en la cadena alimentaria humana a través de la obtención natural de leche y carne de cabra más saludables para los consumidores. 
En este trabajo se han abordado los siguientes objetivos específicos:
-Estudio del efecto del aceite de pescado rico en ácidos grasos poliinsaturados n-3 (PUFA) sobre algunos parámetros del sistema inmune animal ante ciertas enfermedades parasitarias.
-Utilización metabólica de los PUFA n-3 como fuente de energía, y estudio de la termogénesis inducida por una dieta suplementada con aceite de pescado.
-Efecto de la suplementación lipídica sobre la ingesta y la digestibilidad aparente de la dieta.
-Efecto del suplemento sobre la función reproductiva del animal, y estudio de la rentabilidad ganadera a partir de los índices de fertilidad y prolificidad.
-Efecto de los PUFA n-3 sobre la composición tisular de los cabritos al nacimiento y sobre el crecimiento de los neonatos.
-Obtención de leche de cabra enriquecida de forma natural en PUFA n-3, con características funcionales para la salud de los consumidores.
-Obtención de canales de carne de cabrito con características funcionales para los consumidores, gestados y amamantados por las cabras alimentadas con la dieta suplementada con aceite de pescado.

La metodología del trabajo consistió en la realización de cuatro ensayos experimentales con animales in vivo, en diferentes modelos experimentales en los que se suministró la dieta suplementada con aceite de pescado rico en PUFA n-3 o sus sales cálcicas.

Los resultados obtenidos permiten extraer las siguientes conclusiones:
-Durante una infección por Trichinella spiralis, la suplementación de la dieta con aceite de pescado rico en ácidos grasos poliinsaturados n-3 determina una reducción del número de helmintos en intestino del animal y del número de larvas en el diafragma, así como un incremento en las respuestas Th1 y Th2.
-La termogénesis asociada al consumo de dos dietas con el mismo nivel de energía metabolizable, se debe a la distinta composición en nutrientes de las mismas. Los ácidos grasos poliinsaturados n-3 de la dieta presentan una elevada tasa de oxidación, contribuyendo sensiblemente al mantenimiento del balance energético.
-El análisis de la utilización nutritiva de una dieta suplementada con las sales cálcicas de ácidos grasos procedentes de aceite de pescado, considerando los resultados obtenidos sobre la digestibilidad aparente de la fibra y de los principales PUFA n-3, muestra un grado óptimo de protección del aceite de pescado utilizado en este trabajo.
-La suplementación de la dieta con aceite de pescado protegido rico en ácidos grasos poliinsaturados n-3, determina en cabras en gestación un incremento del índice de prolificidad.
-La composición en PUFA n-3 de la grasa riñonada, epiplónica y mesentérica, así como la del cerebro, timo, bazo, hígado y corazón en el feto, puede modificarse suplementando la dieta de las madres en una grasa rica en PUFA n-3, aspecto que determina la fisiología de estos órganos y depósitos grasos.
-La suplementación de la dieta de la cabra con aceite de pescado protegido frente al metabolismo ruminal, permite la obtención de leche con una composición lipídica con una menor presencia de ácidos grasos saturados y una mayor cantidad de PUFA n-3 y de ácido linoleico conjugado (CLA), siendo estas características más saludables para los consumidores.
-Los cabritos gestados y amamantados por madres que toman un suplemento de aceite de pescado protegido, proporcionan a los 45 días de su nacimiento una canal enriquecida en PUFA n-3 y del ácido graso esencial CLA.



Autoría: J.R Fernández (2007)
José Luis Ares Cea (recopilación científica)