Aunque no comparto el lema de "que todo tiempo pasado fue mejor", sin embargo, no se puede dejar de reconocer lo acertado de esta expresión tradicional en algunos casos concretos, en los que irremediablemente se realizan actuaciones condenadas de antemano al mayor de los fracasos, sin que una o varias personas podamos hacer nada para evitarlo. Y es precisamente, en ese momento, cuando echamos la vista atrás buscando encontrar viejas respuestas para las nuevas cuestiones o, incluso, podríamos decir, aflicciones y necesidades de los productores y empresarios de un determinado sector económico.
En este sentido, rebuscando entre mis viejos papeles he encontrado una noticia de prensa que sin duda merece formar parte de esta sección de 'hemeroteca', que "sin prisas pero sin pausas" voy poniendo a disposición de los seguidores y lectores de este blog, con la intención de continuar difundiendo la cultura láctea en la población. Valga esta finalidad prioritaria para defender la importancia de la ganadería en las zonas rurales, no sólo desde el punto de vista socioeconómico por la actividad productiva generada en dichas regiones, sino también por su valor estratégico como 'despensa' y sector proveedor de las proteínas de origen animal, básicas en nuestra alimentación mediterránea.
Es sobradamente conocido que, incluso, la mayoría de los defensores y usuarios de dietas vegetarianas no prescinden totalmente de este importante aporte nutritivo, imprescindible para un correcto funcionamiento del organismo humano. Por naturaleza, somos seres omnívoros, es decir, que tenemos la capacidad de comer simultáneamente alimentos vegetales y animales en nuestra dieta 'normal'.
Pero volvamos a lo nuestro, sobre las grandes expectativas de aquella reunión celebrada en 1989 en el Centro de Capacitación y Experimentación Agraria de Hinojosa del Duque (Córdoba, España), con objeto de crear una Fundación 'para la Investigación y el Desarrollo agroganadero' en el norte de la provincia. La idea era ambiciosa y seguramente habría de suponer un fuerte apoyo para la ganadería tradicional de la zona, y la consolidación definitiva del joven Departamento de Producción Animal, Pastos y Forrajes, adscrito a la Dirección General de Investigación y Extensión Agrarias de la Junta de Andalucía, y con sede en el Centro de Investigación y Desarrollo Agrario (CIDA Alameda del Obispo) en la ciudad de Córdoba.
Estas líneas fundamentales para la creación de la nueva Fundación contaban, además, con la ventaja de que ya existían en Andalucía unos recursos humanos de investigadores, profesores y personal técnico y auxiliar especializados en el área de la producción ganadera, así como diversas instalaciones y equipamientos ubicadas en Centros agroalimentarios de las provincias de Córdoba, Granada y Sevilla.
Con esta finalidad, Agustín López Ontiveros, entonces titular de la citada Dirección General, convoca a los representantes de los agricultores y ganaderos locales, presidentes de cooperativas agrarias, gerentes de entidades financieras, directores de centros de formación especializada, responsables de departamentos de investigación agroalimentaria, alcaldes de los municipios del norte de la provincia de Córdoba, y medios de comunicación, a una reunión para sentar las bases de la nueva estructura que tendrá la Fundación y visitar las instalaciones del Centro de Capacitación y Experimentación Agraria de Hinojosa del Duque, entre ellas, la Planta Piloto de Lácteos construida en 1986.
Tal como temíamos, es de lamentar que aquél meritorio intento se quedó únicamente en eso, en una iniciativa más de tantas que no salen adelante, por diversos motivos, que algún día expondremos con más detalle en este blog. A modo de avance, decir tan solo que cuando los protagonismos y posiciones individuales se ponen por delante del bien común, las mejores ideas suelen "dormir el sueño de los justos", o sea, bien almacenadas en condiciones de completa 'hibernación', en cajones adecuados, para no volver a ver jamás la luz.
En la foto de la portada del Diario Córdoba, que recogió esta importante iniciativa, aparecen algunos de los participantes en dicha reunión durante su visita a las instalaciones del Centro de Capacitación y Experimentación Agraria de Hinojosa del Duque. Encabezando la comitiva, Agustín López Ontiveros acompañado de sus Jefes de Servicio, Fernando Morillo Pérez y Rafael Cantizano García.
En este sentido, rebuscando entre mis viejos papeles he encontrado una noticia de prensa que sin duda merece formar parte de esta sección de 'hemeroteca', que "sin prisas pero sin pausas" voy poniendo a disposición de los seguidores y lectores de este blog, con la intención de continuar difundiendo la cultura láctea en la población. Valga esta finalidad prioritaria para defender la importancia de la ganadería en las zonas rurales, no sólo desde el punto de vista socioeconómico por la actividad productiva generada en dichas regiones, sino también por su valor estratégico como 'despensa' y sector proveedor de las proteínas de origen animal, básicas en nuestra alimentación mediterránea.
Es sobradamente conocido que, incluso, la mayoría de los defensores y usuarios de dietas vegetarianas no prescinden totalmente de este importante aporte nutritivo, imprescindible para un correcto funcionamiento del organismo humano. Por naturaleza, somos seres omnívoros, es decir, que tenemos la capacidad de comer simultáneamente alimentos vegetales y animales en nuestra dieta 'normal'.
Pero volvamos a lo nuestro, sobre las grandes expectativas de aquella reunión celebrada en 1989 en el Centro de Capacitación y Experimentación Agraria de Hinojosa del Duque (Córdoba, España), con objeto de crear una Fundación 'para la Investigación y el Desarrollo agroganadero' en el norte de la provincia. La idea era ambiciosa y seguramente habría de suponer un fuerte apoyo para la ganadería tradicional de la zona, y la consolidación definitiva del joven Departamento de Producción Animal, Pastos y Forrajes, adscrito a la Dirección General de Investigación y Extensión Agrarias de la Junta de Andalucía, y con sede en el Centro de Investigación y Desarrollo Agrario (CIDA Alameda del Obispo) en la ciudad de Córdoba.
Estas líneas fundamentales para la creación de la nueva Fundación contaban, además, con la ventaja de que ya existían en Andalucía unos recursos humanos de investigadores, profesores y personal técnico y auxiliar especializados en el área de la producción ganadera, así como diversas instalaciones y equipamientos ubicadas en Centros agroalimentarios de las provincias de Córdoba, Granada y Sevilla.
Con esta finalidad, Agustín López Ontiveros, entonces titular de la citada Dirección General, convoca a los representantes de los agricultores y ganaderos locales, presidentes de cooperativas agrarias, gerentes de entidades financieras, directores de centros de formación especializada, responsables de departamentos de investigación agroalimentaria, alcaldes de los municipios del norte de la provincia de Córdoba, y medios de comunicación, a una reunión para sentar las bases de la nueva estructura que tendrá la Fundación y visitar las instalaciones del Centro de Capacitación y Experimentación Agraria de Hinojosa del Duque, entre ellas, la Planta Piloto de Lácteos construida en 1986.
Tal como temíamos, es de lamentar que aquél meritorio intento se quedó únicamente en eso, en una iniciativa más de tantas que no salen adelante, por diversos motivos, que algún día expondremos con más detalle en este blog. A modo de avance, decir tan solo que cuando los protagonismos y posiciones individuales se ponen por delante del bien común, las mejores ideas suelen "dormir el sueño de los justos", o sea, bien almacenadas en condiciones de completa 'hibernación', en cajones adecuados, para no volver a ver jamás la luz.
En la foto de la portada del Diario Córdoba, que recogió esta importante iniciativa, aparecen algunos de los participantes en dicha reunión durante su visita a las instalaciones del Centro de Capacitación y Experimentación Agraria de Hinojosa del Duque. Encabezando la comitiva, Agustín López Ontiveros acompañado de sus Jefes de Servicio, Fernando Morillo Pérez y Rafael Cantizano García.