lunes, 18 de febrero de 2013

CURSO RECEPCIÓN, ALMACENAMIENTO DE LECHE 2013 (ESPAÑA)

El curso de "Recepción y Almacenamiento de la Leche", organizado por el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), se desarrollará del 18 al 22 de febrero de 2013 en las instalaciones de la Planta Piloto de Lácteos ubicada en la localidad de Hinojosa del Duque (Córdoba, España). Este es el primer módulo del curso de "Especialista en Quesería", y se integra dentro del Programa de Actualización de Conocimientos de los Empresarios Agroindustriales, impartido por dicha institución. La duración total del curso es 30 horas lectivas, de las cuales 10 son teóricas y 20 prácticas.

En este primer módulo se imparten cuatro unidades didácticas: composición y características de la leche, recepción, almacenamiento, y control de procesos. Los principales objetivos del módulo son conocer los principales constituyentes de la leche y sus características físico-químicas, así como la importancia de las operaciones de recepción y almacenamiento de la calidad de la leche, identificando los posibles riesgos higiénico-sanitarios y los sistemas de control de los puntos críticos durante estas etapas del proceso productivo.

Los destinatarios de este módulo teórico-práctico, de carácter presencial, son productores de leche (ganaderos), técnicos y trabajadores del sector quesero (empresas artesanales e industriales), así como nuevos emprendedores del sector.



 

Fuente: Circular informativa (2013). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). María Jesús Jiménez Horwitz (presidenta). Sede AQAA: Jayena (Granada, España).
José Luis Ares Cea (profesor)

CURSO ESPECIALISTA EN QUESERÍA 2013 (ESPAÑA)

El curso de "Especialista en Quesería", organizado por el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), se desarrollará del 18 de febrero al 29 de noviembre de 2013 en las instalaciones de la Planta Piloto de Lácteos ubicada en la localidad de Hinojosa del Duque (Córdoba, España). Este curso consta de trece módulos y se integra dentro del Programa de Actualización de Conocimientos de los Empresarios Agroindustriales, impartido por dicha institución. La duración total del curso es 520 horas lectivas, de las cuales 142 son teóricas y 378 prácticas.

La finalidad del curso de formación empresarial especializada para técnicos en quesería, es la de conocer los fundamentos teórico-prácticos y desarrollar sus habilidades y destrezas en el ejercicio de esta labor dentro del sector quesero, tanto integrando las plantillas laborales de las empresas del ramo, como al frente de sus propias iniciativas profesionales.

Los destinatarios del curso teórico-práctico, en su mayor parte, de carácter presencial, son productores de leche (ganaderos), técnicos y trabajadores del sector quesero (empresas artesanales e industriales), así como nuevos emprendedores del sector.



Fuente: Circular informativa (2013). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). María Jesús Jiménez Horwitz (presidenta). Sede AQAA: Jayena (Granada, España).
José Luis Ares Cea (profesor)

3-CÓMO PRESENTAR QUESOS EN LA MESA

De modo similar a lo que sucede con otras actividades humanas, la preparación de los quesos para su presentación en la mesa, requiere un conocimiento teórico previo y, sobre todo, mucha práctica; la combinación adecuada de experiencia y habilidad puede convertir la tarea de cortar los quesos en algo divertido y estético. Dada la enorme diversidad de quesos existentes en el mundo resultaría imposible resumir en unas pocas palabras las técnicas aplicables en cada tipo de producto; por ello, a continuación, se exponen únicamente algunas recomendaciones generales para el corte y la presentación de los grupos y clases de quesos más comercializados en España.

Los quesos frescos muy húmedos y los de pasta blanda requieren precauciones especiales a la hora de cortarlos, recurriendo incluso al empleo del hilo quesero en sustitución del cuchillo habitual, para que no se modifique su estructura o cuerpo original que, por el contrario, no suelen exigirse a los quesos madurados muy prensados y de consistencia firme. Dependiendo de su formato y tamaño, algunos quesos se cortan como un pastel o tarta, en cuñas, lonchas, rodajas, dados, barritas, etc.; por la mitad los de formato pequeño, y no se suelen cortar los de peso inferior a 100 gramos.

Los quesos de formato cilíndrico son los más habituales y se pueden cortar de diferentes formas; en los de pasta prensada y gran tamaño, conviene realizar el corte en varias veces sucesivas, para ello se procede en primer lugar formando grandes trozos triangulares, que se cortarán nuevamente transversalmente en otros trozos más pequeños a partir del vértice de los anteriores, y así sucesivamente hasta obtener las porciones del tamaño deseado. Los quesos de formato cilíndrico más pequeños se suelen cortar también en trozos triangulares pero de dimensiones más reducidas, con el tamaño apropiado para su presentación definitiva. En los quesos de pasta azul se prefiere el corte en forma de 'bisel'.

En aquellos quesos de pasta prensada cilíndricos aplanados o de tipo 'torta' el corte recomendado es también en trozos triangulares con sus dimensiones definitivas iguales; por el contrario, en los quesos de pasta blanda y consistencia cremosa que no mantienen su estructura, en lugar de cortarlos, resulta más adecuado separar la corteza de una de sus caras manteniendo intacto el resto del producto y procediendo a continuación a consumirlos untando la pasta sobre pan con un cuchillo directamente o recogiendo la misma con una cuchara en aquellos quesos de textura más fluída.

Otros quesos de formato cilíndrico, como los tubulares o cilindros alargados, se cortan en trozos discoidales o rodajas en sus dimensiones definitivas en las piezas de menor tamaño, o bien se trocean sucesivamente por mitades en los quesos más grandes. Si los quesos son de gran tamaño se recomienda cortarlos en primer lugar en grandes rodajas, que se seguirán cortando varias veces en trozos triangulares más pequeños hasta conseguir el tamaño final deseado para su consumo.

Los quesos redondos muy pequeños se suelen cortar en dos mitades iguales, adquiriendo así su presentación definitiva. En aquellos quesos cuadrados o rectangulares, primero se dan varios cortes longitudinales hasta obtener barritas, que si son grandes deben cortarse nuevamente de forma transversal al corte anterior para alcanzar las porciones de tamaño apropiado. En aquellos quesos que mantengan intacta su estructura original y no se deshagan o 'desmoronen' al cortarlos, se procederá a obtener trozos triangulares procurando que los mismos tengan las mismas proporciones de pasta y corteza para que su presentación resulte más atractiva.

Desde hace unos años se pueden adquirir en los establecimientos comerciales distintos quesos con formatos no habituales, entre los que destacan aquellos con forma de pirámide, tronco-cónicos, cuboides alargados, etc. Si se trata de quesos de pequeño tamaño, se recomienda cortarlos verticalmente desde el vértice hasta la base, procurando que los trozos definitivos no representen más de una cuarta parte del queso completo. Otros quesos enmohecidos se cortan en punta, desde el vértice hasta el exterior, considerando dicho vértice como el centro del queso. Los quesos fundidos prensados, en general, se cortan en 'lonchas', y las cremas fundidas, no se cortan, sino que se consumen, en forma de delgadas láminas untándolas directamente sobre pan u otros alimentos.

En los quesos muy añejos y los de pasta muy dura y seca, no se recomienda su corte ya que tienen una estructura poco cohesiva y suelen deshacerse con el cuchillo por lo que, en estos productos, es más aconsejable usar el 'raspador' o presentarlo en forma de 'virutas', o usar un 'sacabocados' especial. En el caso de los quesos conservados en aceite, el tipo de corte dependerá de su presentación inicial y de las condiciones y duración de la conservación; si los quesos se almacenaron en formatos enteros, entonces, se suelen cortar en cuñas, dados, barritas, etc.; en cambio, si se cortaron previamente antes de su conservación en el aceite, el modo de presentación en la mesa vendrá condicionado por el corte realizado inicialmente.


Fuente: Informe Técnico (2005). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). Manuel Peña Párraga (presidente). Sede AQAA: Baena (Córdoba, España).
José Luis Ares y Ana María Rey (autores)

viernes, 15 de febrero de 2013

2-CÓMO PRESENTAR QUESOS EN LA MESA

Una adecuada presentación de los quesos en la mesa puede influir muy positivamente en la correcta percepción de sus principales atributos y características cualitativas a través de nuestros sentidos. Pero los resultados de la degustación dependerán también de las condiciones de conservación de los quesos en los establecimientos comerciales y en nuestros hogares, expuestas anteriormente. Si ambas operaciones se realizan correctamente, conservación y presentación, entonces sacaremos el máximo provecho a cada queso, disfrutando plenamente de sus propiedades organolépticas, identificando aquellas cualidades singulares, con un sinfin de notas y matices de aromas y sabores para deleite de nuestros paladares. 

En el caso de que para su degustación sea necesario presentar los quesos en pequeñas porciones, esta  operación de preparación previa requiere de una serie de recomendaciones para realizar el corte, troceado, rallado, raspado, 'astillado', 'virutado', 'untado', 'pinchado', etc., en las mejores condiciones dependiendo de cada tipo de producto. No hay que olvidar que la forma en que realicemos estas operaciones influirá decisivamente en el éxito o fracaso de la degustación, dando por buenas tanto la calidad del queso que hemos adquirido como su conservación hasta el momento del consumo. Algunos especialistas y gastrónomos opinan que una buena técnica de corte de los quesos puede incluso considerarse como una "actividad artística" singular, igual que ocurre, con el jamón, los embutidos, las carnes frescas y otros tipos de alimentos.

Una vez que tengamos decididas las presentaciones de los distintos quesos en la mesa, su orden en la degustación, se procederá o no a su corte, en función del tamaño y formato eligiendo, en su caso, el modo más adecuado para realizar su troceado mediante la elección y el uso de los instrumentos y utensilios específicos. Afortunadamente, hoy encontramos en el comercio una amplia diversidad de materiales y útiles adecuados para muchas variedades de quesos, por eso resulta aconsejable que no usemos cualquier tipo de utensilios o cubiertos de uso general en cocina (cuchillos, cucharas, tenedores, etc.).

Si el corte de los quesos lo realizamos con cuchillos 'queseros', con un diseño especial, y de uso generalizado en muchas variedades diferentes, la primera recomendación es que se encuentren en perfecto estado de higiene y bien afilados para facilitar la homogeneidad de la operación, consiguiendo pequeñas porciones muy similares en cada plato ('cuñas', 'taquitos', 'barritas', 'dados', 'rodajas', 'perlas', 'conos', 'lonchas', etc.). Asismismo, para conseguir una mayor rapidez en esta operación es de gran ayuda usar cuchillos de distinto tamaño, con unas dimensiones proporcionales al tamaño y peso de los quesos; el uso de cuchillos inadecuados puede estropear irreversiblemente la estructura del alimento y obtener una mala presentación del mismo en la mesa.

Cuando se quiere cortar el queso en láminas muy finas, puede resultar múy útil mojar previamente el cuchillo de hoja fina en agua hirviendo, para evitar que se peguen al mismo, y pueda estropearse su presentación  en la mesa. Otra recomendación práctica aplicable, por ejemplo, a la operación de rallado del queso sin que éste se pegue, es la de untar el rallador con un poco de aceite de almendra dulce. En los quesos de pasta blanda, muy cremosos y adhesivos, entre ellos, los de coagulación láctica es cortarlos con los dispositivos conocidos como 'hilos queseros'.

Otra cuestión a tener en cuenta en la operación de troceado del queso y en su presentación posterior en la mesa, es el tipo de envasado comercial, ya que no haremos lo mismo con un producto entero que con otro adquirido cortado en porciones de menores dimensiones, ya que en este último caso habrá que realizar su presentación manteniendo las proporciones originales. En este caso, además, la correcta conservación del queso resulta fundamental si se quieren evitar alteraciones importantes en la calidad, como su desecación prematura, la pérdida de grasa por 'sudado' excesivo en forma de pequeñas gotitas, la desaparición de los mohos y bacterias específicos de algunos tipos de quesos madurados, etc.

En cuanto a dejar o no la corteza o presentación exterior del queso en los cortes realizados, hay diversas opiniones, en unos casos se recomienda su eliminación cuando ésta no es comestible, mientras que en otros se defiende su permanencia siempre, para dar más vistosidad al plato. De cualquier forma, lo que sí hemos comprobado es que si la degustación no se va a realizar de manera inmediata, dejar la corteza facilita la conservación del queso cortado. 


Fuente: Informe Técnico (2005). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). Manuel Peña Párraga (presidente). Sede AQAA: Baena (Córdoba, España).
José Luis Ares y Ana María Rey (autores)

PROTAGONISTAS: CÓMO PRESENTAR QUESOS EN LA MESA-1

La enorme diversidad de tipos de quesos existentes en el mundo hace casi imposible establecer unas normas comunes para su presentación en la mesa, debido principalmente, a las distintas características de los mismos: formato, tamaño, peso, existencia o no de 'corteza' exterior y su posible naturaleza comestible, tipo de pasta prensada o sin prensar y sus múltiples variantes (fresca, blanda, semidura, dura, cocida, filante o ahilada, 'tortas', untables, fundidas, etc.), consistencia (baja, media, alta), textura (abierta, cerrada), firmeza al corte (buena, regular, mala), presencia o no de 'ojos' o agujeros y su distirbución en el interior del queso, y otros aspectos importantes en la masticación, entre ellos, la adhesividad, elasticidad, plasticidad, granulosidad, cohesividad, arenosidad......, sin olvidarnos de otras propiedades destacadas que somos capaces de identificar con nuestros sentidos de la vista (color, tonalidades, matices, manchas), el olfato (tipos de olores y aromas y su intensidad) y el gusto (sabores básicos: ácido, dulce, amargo y salado, y sensaciones trigeminales), regusto y su persistencia (corta, media, larga), factores que hay que tener en cuenta a la hora de realizar una presentación adecuada en la mesa. 

Al preparar una sesión de degustación de quesos, además de los aspectos propios de cada tipo de queso, ya comentados, debemos también tener en cuenta sus niveles de intensidad, ya que éstos son detectados fácilmente por  nuestros sentidos, especialmente, las sensaciones conjuntas del olfato y el gusto (olfato-gustativas), de tal manera que se recomienda comenzar siempre a degustar los quesos más 'suaves' o 'ligeros', incrementando dichos niveles a medida que avanzamos en la degustación, hasta finalizar con los productos más 'fuertes' o 'potentes'. Así podemos convertir el simple acto de comer en algo divertido, con todos nuestros sentidos disfrutando de una verdadera "sinfonía" de colores, texturas, aromas y sabores. 

Teniendo presentes estos conocimientos básicos, la primera decisión práctica que adoptaremos a la hora de servir los quesos en la mesa será si se presentan enteros o en pequeñas porciones, para lo que debemos tener en cuenta el tamaño y peso del queso; en general, los formatos muy pequeños se presentan enteros o sin trocear.

Otros aspectos importantes  a considerar es si se presentan los quesos con corteza o sin ella, en función de que sea o no comestible la parte exterior del producto, por ejemplo, se mantiene la corteza en los tipos de quesos cuyas recetas tradicionales incluyen el crecimiento exterior de mohos, bacterias o levaduras durante su proceso natural de maduración y afinado. Asimismo, se recomienda mantener la parte exterior del queso en aquellos productos con presentaciones singulares: especias, plantas aromáticas, salvados de cereales, granos o semillas y hojas y partes vegetales comestibles, manteca ibérica, etc.

En el caso, de los quesos tipo 'torta', de pasta muy blanda y gran cremosidad, hay dos modos de presentarlos, enteros con la parte superior de la corteza cortada y presentada en la mesa en forma de cubierta o 'tapa', o en pequeñas porciones dispuestas sobre cucharas adecuadas o untadas directamente sobre pan u otros alimentos para su consumo inmediato.

Los quesos conservados en aceite de oliva, productos muy tradicionales en todas las provincias andaluzas, se suelen presentar en la mesa dispuestos en platos o recipientes especiales acompañados de un pequeño volumen del aceite empleado en su conservación, con el fin de poder degustar ambos alimentos de manera independiente, y apreciar sus diferentes características organolépticas.




Fuente: Informe Técnico (2005). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). Manuel Peña Párraga (presidente). Sede AQAA: Baena (Córdoba, España).
José Luis Ares y Ana María Rey (autores)

3-QUESOS, CALIDAD DEL CAMPO A LA MESA

Artesanos, profesionales, investigadores y técnicos del sector quesero tenemos que ser capaces de utilizar un lenguaje claro, sencillo y directo para que los consumidores finales, intermediarios y público en general sepan apreciar las diferencias de los quesos artesanos y a valorar mejor su calidad entre la gran diversidad de productos existentes en el comercio. Se trata, en definitiva, de saber “explicar” la calidad de los quesos artesanos en todos los eslabones de la cadena alimentaria, es decir, desde el 'campo a la mesa', como indica el título que le he puesto a esta conferencia. Esta actitud es ya es una realidad en algunos países europeos, donde la calidad de estos productos artesanos es adecuadamente identificada, diferenciada y muy valorada por los consumidores.

Entonces, ¿cuáles son esos factores que diferencian la calidad de los quesos artesanos?. Aunque la calidad es un concepto muy amplio, bajo el que se definen numerosos aspectos, que incluso varían de unas regiones a otras, y también entre los diferentes colectivos e individuos; sin embargo, particularizando para el sector quesero artesano andaluz señalaré a continuación algunos de los aspectos que considero más importantes a la hora de diferenciar la calidad global de estos productos.

1.El territorio: la mayoría de las queserías artesanales andaluzas están localizadas en zonas rurales y, por lo tanto, sus productos tienen un origen geográfico muy delimitado e identificado con el paisaje, que les confiere una personalidad propia a diferencia de lo que ocurre con las grandes industrias que frecuentemente realizan su actividad en un ámbito territorial mucho más amplio y, en muchos casos, fuera del entorno agrario.

2.Una producción más sostenible: las empresas ligadas al territorio rural aprovechan mejor los recursos naturales existentes en la zona. Se trata en su mayoría de microqueserías y empresas artesanales de pequeña dimensión y bajo impacto medioambiental en el entorno, debido principalmente a los sistemas tradicionales de producción poco intensificados, conservando muchas de ellas las prácticas y técnicas extensivas y semiextensivas, transmitidas durante generaciones.

3.Una producción más integrada: muchas de las empresas artesanales andaluzas realizan todas las actividades dentro de un circuito cerrado o 'ciclo completo', es decir, son ganaderos y queseros al mismo tiempo y, además, comercializan directamente todos los productos elaborados. Así, se le asegura al consumidor la completa trazabilidad y la autenticidad de los mismos, cumpliendo el eslógan 'del campo a la mesa'.

4.La conservación de las razas ganaderas autóctonas: Andalucía cuenta con un importante y diverso patrimonio ganadero debido a la existencia de razas de especies rumiantes autóctonas, cuya producción de leche, proveniente especialmente de los rebaños caprinos y ovinos, es destinada casi totalmente a la elaboración de quesos, evitando en gran medida su desaparición gracias a la actividad quesera. En los principales países queseros europeos la protección de sus razas autóctonas va de la mano de la elaboración de quesos artesanos de calidad diferenciada.

5.La calidad de las materias primas: en muchas serranías, montes y dehesas andaluzas aún es frecuente encontrarnos con rebaños de cabras, ovejas y vacas que aprovechan los pastos y otras plantas de estos ecosistemas naturales, y que le confieren a la leche que producen unas características especiales de aroma y sabor que la diferencian enormemente de las producciones lácteas de las explotaciones intensivas donde los animales son alimentados mayoritariamente con piensos. En este sentido, no estaríamos exagerando si afirmamos que la calidad de la leche "comienza en el campo", ya que muchas de sus principales características cualitativas se deben a los nutrientes y alimentos naturales que comen los animales productores durante el pastoreo. Existen mucho estudios científicos que así lo demuestran!.

6.Un modelo de elaboración artesanal: a diferencia de lo que ocurre en las grandes industrias donde todo el proceso productivo está mecanizado, en cambio, en las microempresas lácteas y las pequeñas queserías artesanales suelen "hacer a mano" todas o algunas de las operaciones de elaboración más delicadas. Se dice habitualmente, que el artesano verdaderamente “mima su queso" y le da un "toque especial" y personal, propio de cada elaborador. Asimismo, hay que destacar que este modelo productivo, en su conjunto, genera más puestos de trabajo directos e indirectos, y emplea más mano de obra local, con la consiguiente repercusión socioeconómica para las zonas rurales donde desarrollan su actividad la mayor parte de estas pequeñas empresas artesanales.

7.La calidad de los productos finales: a diferencia de las producciones masivas más estandarizadas propias de las grandes industrias, las pequeñas producciones queseras artesanales permiten conseguir una mayor diversidad de calidades en los quesos, que podríamos definir como más “a la carta”. El quesero artesano tiene una mayor capacidad para influir sobre la calidad final de sus productos, e incluso poder "sorprender” a los consumidores de los mismos, con unos quesos distintos según la época del año, la alimentación del ganado, la calidad de las materias primas, la receta utilizada, las presentaciones naturales de los quesos, etc. En Andalucía, algunos artesanos están actualmente elaborando quesos utilizando recetas tradicionales de la zona, con notable éxito en el mercado, incluidos los consumidores más exigentes.

8.La comercialización directa y personalizada: es una actividad muy importante para el éxito o fracaso de cualquier empresa. Para algunos supone el final del camino, en mi opinión, es en realidad el comienzo, ya que si ésta fracasa su influencia tiene una repersusión muy negativa en todo el modelo productivo, a veces, de consecuencias irreversibles. Aquí se reúnen todas los elementos comentados anteriormente. En este sentido, podemos decir que, en general, la gran ventaja del quesero artesano es su relación directa y personal con los distintos agentes comerciales del mercado, lo cual le da más posibilidades para "defender" mejor sus productos, representando además un gran beneficio para los consumidores que pueden adquirir los quesos más 'frescos', con mayor periodicidad, a veces, diariamente.


Finalmente, quiero terminar esta conferencia diciendo que en base a estos criterios y a otros que no he enumerado para no extenderme mucho, tenemos que ser capaces todos, empresarios y técnicos, de hacer llegar el mensaje a los consumidores sobre las ventajas de la calidad diferenciada de los quesos artesanos andaluces. Espero que esta calidad se reconozca cada vez más, para que el sector quesero artesanal continúe creciendo sostenidamente.
Muchas gracias por su atención. A continuación, abrimos el turno de preguntas.



Fuente: Conferencia sobre “Los quesos artesanos de Andalucía, calidad del campo a la mesa”. Encuentro profesional del Sector Quesero (13-02-2009). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). Sede AQAA: Baena (Córdoba, España).
José Luis Ares Cea (conferenciante)

jueves, 14 de febrero de 2013

2-QUESOS, CALIDAD DEL CAMPO A LA MESA

Analizando el recorrido del sector quesero de Andalucía (España) durante las últimas dos décadas, hasta nuestros días, hay que decir que el camino no ha sido fácil, pero en mi opinión ha merecido la pena. En este sentido, si miramos hacia atrás y nos remontamos a la situación existente en este sector hace algo más de 20 años, cuando tuve la oportunidad de coordinar la puesta en funcionamiento de la Planta Piloto de Lácteos de la Consejería de Agricultura en el centro de capacitación agraria de Hinojosa del Duque (comarca de Los Pedroches, norte de Córdoba), la marginalidad era la característica predominante de una actividad muy poco desarrollada en la mayor parte de las comarcas y pueblos andaluces.

De hecho gran parte de las actividades que entonces realizamos estaban dirigidas a la formación de los recursos humanos para permitir que muchos de los ganaderos que elaboraban quesos en sus explotaciones de forma marginal dieran el paso para convertirse en modernos empresarios que vendiesen legalmente sus productos en el mercado en igualdad de condiciones respecto a los queseros de otras regiones españolas y comunitarias.

Hoy podemos afirmar con total rotundidad que las queserías artesanales de Andalucía son empresas dotadas de modernas instalaciones, con unos recursos humanos bien cualificados en materia tecnológica, y unos productos que van ganando nuevos mercados progresivamente, a base de cuidar la calidad de los mismos cada vez más.

Los consumidores pueden estar seguros de que los quesos artesanos andaluces cumplen todos los requisitos exigidos por la legislación actual, incluso con unos niveles de calidad superiores a los productos elaborados en otras regiones, como lo demuestra los numerosos premios recibidos durante los últimos años en concursos nacionales (MARM y Gourmet en Madrid, Castilla y León, Canarias, Cataluña, Extremadura, etc.) e internacionales (Italia, Francia, Inglaterra, etc.). Y a nivel regional, en el concurso de la Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA), pionero en la región, y cuya entrega de premios tiene lugar hoy en este acto del día de hoy.

No obstante, lo que acabo de exponer no debe servir de excusa para "dormirnos en los laureles", sino más bien todo lo contrario, hay que continuar avanzando, sin descanso. En este sentido, considero de que no estaría fuera de contexto hacernos la siguiente pregunta: ¿qué podemos hacer para impulsar el crecimiento sostenido del sector de los quesos artesanos andaluces?. En mi opinión, la respuesta primera sería la de que se pueden hacer varias cosas, pero quizá una de las más urgentes es la promoción de estos productos en base a sus múltiples características diferenciales respecto a los quesos elaborados por las grandes industrias, exponiendo de forma clara estas peculiaridades al público en general. 



Fuente: Conferencia sobre “Los quesos artesanos de Andalucía, calidad del campo a la mesa”. Encuentro profesional del Sector Quesero (13-02-2009). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). Sede AQAA: Baena (Córdoba, España).
José Luis Ares Cea (conferenciante)