Considerando a la mediación como un acto en el que intervienen voluntariamente las partes en conflicto con la intervención de una persona neutral, sin embargo, según Santiago Escribano, existen diferentes técnicas o escuelas que postulan ciertos matices.
En este sentido, la 'Escuela de Harvad', de vertiente más psicológica, defiende una gestión cooperativa del conflicto con la ayuda del mediador, partiendo de la base de que "todo conflicto es consecuencia de un problema previo que es necesario resolver para gestionar adecuadamente el conflicto"; se trata de negociar los distintos intereses de las partes asistidos por el mediador y, por tanto, su acción está muy centrada en el logro de acuerdos. En la práctica, es un modelo vinculado al mundo empresarial.
La 'Escuela Transformativa' se basa principalmente en la actitud de las partes ante el problema y no tanto en el análisis y tratamiento de la problemática anterior, considerando fundamental "la superación de cualquier tipo de visión unilateral del conflicto mediante la revalorización de las personas y el reconocimiento de las partes a través de una relación mutua que propugna la comprensión, y la modificación con ello de los propios sentimientos"; se considera al conflicto como una oportunidad de crecimiento y transformación más que un problema, siendo precisamente su objetivo la transformación del conflicto.
La 'Escuela Narrativa' nace del paradigma sistémico y su metodología se centra primordialmente en la oportunidad que se les concede a las partes de transmitir, desde sus propias perspectivas personales, las vivencias producto de la historia común debida al conflicto en cuestión. Se defiende que "el subjetivismo, los condicionantes externos de cada persona y sus valores, pueden contribuir a la mejor comprensión de los orígenes del conflicto y, en consecuencia, a mostrar el camino para solucionarlo"; tienen gran importancia la comunicación y el lenguaje, con sus inevitables cambios de construcción y deconstrucción de la realidad.
Sea cual sea el modelo o sistema elegido para la resolución de los conflictos, la mediación entre las partes implicadas contribuye siempre al fortalecimiento de la sociedad civil, reforzando los vínculos entre los ciudadanos, como se demuestra en los países más avanzados en la materia, evitando una carga de trabajo excesiva y costosa frente a los procedimientos sustanciados en los tribunales de justicia.
Fuente: Mundo del Agrónomo, nº 29 (2015). Madrid (España)
En este sentido, la 'Escuela de Harvad', de vertiente más psicológica, defiende una gestión cooperativa del conflicto con la ayuda del mediador, partiendo de la base de que "todo conflicto es consecuencia de un problema previo que es necesario resolver para gestionar adecuadamente el conflicto"; se trata de negociar los distintos intereses de las partes asistidos por el mediador y, por tanto, su acción está muy centrada en el logro de acuerdos. En la práctica, es un modelo vinculado al mundo empresarial.
La 'Escuela Transformativa' se basa principalmente en la actitud de las partes ante el problema y no tanto en el análisis y tratamiento de la problemática anterior, considerando fundamental "la superación de cualquier tipo de visión unilateral del conflicto mediante la revalorización de las personas y el reconocimiento de las partes a través de una relación mutua que propugna la comprensión, y la modificación con ello de los propios sentimientos"; se considera al conflicto como una oportunidad de crecimiento y transformación más que un problema, siendo precisamente su objetivo la transformación del conflicto.
La 'Escuela Narrativa' nace del paradigma sistémico y su metodología se centra primordialmente en la oportunidad que se les concede a las partes de transmitir, desde sus propias perspectivas personales, las vivencias producto de la historia común debida al conflicto en cuestión. Se defiende que "el subjetivismo, los condicionantes externos de cada persona y sus valores, pueden contribuir a la mejor comprensión de los orígenes del conflicto y, en consecuencia, a mostrar el camino para solucionarlo"; tienen gran importancia la comunicación y el lenguaje, con sus inevitables cambios de construcción y deconstrucción de la realidad.
Sea cual sea el modelo o sistema elegido para la resolución de los conflictos, la mediación entre las partes implicadas contribuye siempre al fortalecimiento de la sociedad civil, reforzando los vínculos entre los ciudadanos, como se demuestra en los países más avanzados en la materia, evitando una carga de trabajo excesiva y costosa frente a los procedimientos sustanciados en los tribunales de justicia.
Fuente: Mundo del Agrónomo, nº 29 (2015). Madrid (España)