El concepto de “agroecología”, manejado actualmente por numerosos autores, aparece como consecuencia de un nuevo enfoque teórico y metodológico en el estudio de la actividad agraria, analizando conjuntamente todos los elementos de los procesos agrarios: los ciclos minerales, las transformaciones de energía, los procesos biológicos y las relaciones socioeconómicas. En este sentido, la agroecología pretende abordar la producción agraria de una forma alternativa a la agricultura de tipo convencional.
En la Conferencia Europea sobre “Agricultura y Alimentación Ecológica” celebrada en 2001 en Dinamarca se firmó una Declaración en la que se incluían, entre otros, los siguientes conceptos y principios: la actividad agraria ecológica se considera una valiosa herramienta para contribuir a resolver simultáneamente los problemas relacionados con la producción de alimentos, el medio ambiente, el bienestar animal y el desarrollo rural. Asimismo, resulta necesario impulsar el desarrollo de un mercado europeo para los productos agrarios ecológicos, debido a la creciente demanda de estos productos por parte de los consumidores, siendo la alimentación ecológica certificada una gran oportunidad para este sector.
Según diversos autores, el origen de la actividad ecológica moderna se sitúa en 1924 en Austria, llegando a España muchos años más tarde, en la década de los setenta. Durante los años ochenta fue un estandarte fundamentalmente ideológico defendido por las múltiples asociaciones ecologistas que surgían en todo el territorio español. Esa etapa se correspondía con una Política Agraria Comunitaria (PAC) netamente productivista, que generaba grandes excedentes, en especial, las producciones denominadas continentales (leche y carne de bovino, cereales), mayoritarias en los países europeos septentrionales.
Para enfrentarse a esta problemática, los representantes de diversos países, organizaciones agrarias e instituciones participantes en la Conferencia Europea de Copenhague, sentaron las bases de la agricultura y alimentación ecológicas, arbitrando mecanismos para facilitar la cooperación y ejecución de las estrategias conjuntas de los sectores públicos y privados de los distintos Estados comunitarios. El marco de actuación comprendía el análisis global de las oportunidades y problemática del sector agrario ecológico, incluyendo a todos los actores implicados: agricultores, ganaderos, industriales, distribuidores, investigadores y técnicos, representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y consumidores finales.
Por una parte, se trataba de influir, dentro del ámbito europeo, en la PAC y en los acuerdos internacionales con terceros países y, por otra, en el Codex Alimentarius y en la Organización Mundial del Comercio (OMC). La meta principal era elaborar un Plan de Acción Estratégico para el sector agrario ecológico, contando con el apoyo del Consejo, la Comisión y los gobiernos europeos.
Se fijaron como objetivos prioritarios: analizar el verdadero potencial de desarrollo de la producción, transformación, comercio y consumo de productos ecológicos en Europa, y presentar una estrategia consensuada basada y orientada en el mercado incluyendo todos los aspectos clave para el desarrollo integrado de la actividad ecológica, entre ellos, la protección del medio ambiente, el bienestar animal, la calidad de los alimentos, la seguridad alimentaria, la legislación, la certificación de productos, la investigación y formación, la creación de mercados específicos, el comercio internacional y el comportamiento del consumidor final. Mantener la biodiversidad de las especies vegetales y animales en el medio natural, se convierte así en un principio fundamental para la planificación de los sistemas productivos ecológicos.
José Luis Ares Cea (conferenciante)
José Luis Ares Cea (conferenciante)