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martes, 22 de julio de 2014

1-MASTITIS Y PRODUCCIÓN LECHERA

La mastitis o mamitis es una infección habitualmente presente en muchos establecimientos ganaderos dedicados a la producción de leche, y que puede provocar cuantiosas pérdidas a lo largo de la lactación de los rumiantes. Hace casi veinticinco años tuve la oportunidad de coordinar el primer programa integrado para mejorar la calidad de la leche en las explotaciones lecheras de Andalucía (España), con una triple vertiente: Investigación para conocer la situación real de los establecimientos ganaderos en materia de calidad de la leche producida y entregada a las industrias lácteas, Formación de los ganaderos de acuerdo con las futuras exigencias de la normativa europea sobre los requisitos higiénico-sanitarios que entonces estaba elaborando una comisión de expertos de la Comisión (CEE) y que más tarde se plasmaría en la ya histórica Directiva 92/46, y finalmente, Transferencia y Asistencia técnicas a las empresas del sector lácteo (productores e industriales) que voluntariamente se integrasen en el Plan para la Mejora de la Calidad de la Leche, desarrollado en la Planta Piloto de Lácteos de Hinojosa del Duque (Córdoba) bajo la coordinación de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.

Este Plan integrado para la mejora de la calidad de la leche estaba diseñado para facilitar el apoyo necesario a las explotaciones lecheras y empresas de elaboración de productos lácteos andaluzas, con objeto de obtener producciones lácteas de las mejores características cualitativas, aspectos éstos que muy pronto iban a exigirse en el ámbito comunitario (CEE), teniendo en cuenta la enorme incidencia que tienen las buenas condiciones higiénicas y sanitarias en la calidad de las producciones de las empresas del sector lácteo. Asimismo, el citado Plan complementaría las diversas actuaciones realizadas por la Administración pública en materia de sanidad animal, entre ellas, las campañas de saneamiento ganadero dirigidas a prevenir y frenar la propagación de enfermedades infecciosas más contagiosas, contribuyendo así a la erradicación de ciertas patologías endémicas en determinadas zonas.

No cabe duda de que la valiosa colaboración de los propios ganaderos en estas campañas, así como el importante papel asignado a las Asociaciones de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG), creadas posteriormente, con objeto de mejorar y vigilar la sanidad de las distintas especies animales dentro de sus respectivas comarcas de actuación, contribuyeron a cambiar positivamente la deficiente situación del sector lácteo.

En un interesante trabajo realizado por Teresa Calvo, veterinaria de la empresa Hipra, publicado recientemente, se cuantifican las pérdidas ocasionadas por la presencia de mastitis en explotaciones de pequeños rumiantes, alcanzándose cifras medias anuales de unos 300 y 500 litros de leche en ganaderías ovinas y caprinas, respectivamente, que reflejan la importancia económica del problema (Albéitar, 2014). Aunque estos datos son significativos y no hay que 'bajar la guardia' en la lucha permanente contra la mastitis, resultan mucho mejores que los encontrados por nosotros cuando hace años pusimos en marcha el Plan para la Mejora de la Calidad de la Leche.

Los profesionales que trabajamos directamente en estrecho contacto con los propios empresarios agroalimentarios, incluidos los ganaderos de producción de leche, aunque algunos aún se empeñan en no considerarlos así, en especial, por las frágiles dimensiones económicas condicionadas por el reducido tamaño y la dispersión geográfica de muchas explotaciones de pequeños rumiantes, no obstante, y a pesar de ello, no debemos olvidar el importante papel que éstas cumplen en el desarrollo sostenible de numerosas zonas rurales. En mi experiencia con los productores y elaboradores artesanos de productos lácteos he podido comprobar cómo se consigue generar su atención de modo inmediato, haciendo una pregunta de pocas palabras: ¿cuál es el precio a que venden la leche a las industrias?

Dicho efecto es instantáneo y de manera casi sobrenatural, se produce rápidamente una avalancha de intervenciones desde todas las zonas de la sala, seguida de un intenso debate entre los productores sobre las diferencias de precios percibidos por unos y otros. Pasada la "tempestad" vuelve a "reinar la calma", y es en ese preciso momento cuando hay que tomar la palabra para continuar con la exposición de los contenidos previstos en el programa de trabajo. En este sentido, me gusta personalmente incluir algunos ejemplos con números reales, que si bien no influyen en los precios de venta de la leche, en cambio, sí tienen una gran incidencia en la productividad de las explotaciones y en la renta final de los ganaderos.

Después de muchos años, aún recuerdo las expresiones de asombro de un grupo de ganaderos a los que les estaba hablando sobre la mastitis y sus consecuencias negativas sobre la calidad de la leche, entre ellas, los cambios en los principales componentes y la disminución de la producción en los animales infectados, cuando les expuse unas cifras de pérdidas estimadas por esta causa, que sólo en la comarca de Los Pedroches representaban varios centenares de millones de pesetas al año. Entonces fui consciente de que habían interpretado correctamente la gravedad del problema, no obstante, es muy oportuno el estudio realizado por Teresa Calvo, para que los productores de leche no se olviden de la mastitis, un enemigo que está siempre al acecho en los establecimientos ganaderos. 



Fuente: Comunicación docente (2014). Planta Piloto de Lácteos (Hinojosa del Duque, Córdoba).
José Luis Ares Cea (profesor)

jueves, 8 de noviembre de 2012

CALIDAD LECHE DE OVEJA PATAGONIA (ARGENTINA)

La producción mundial mundial de leche de oveja se concentra en los continentes asáitico y europeo, por ese orden, principalmente en China, Turquía, Siria, Irán,Italia, Grecia, España, Rumania y Francia. Actualmente, algunos países del continente americano están apostando por esta actividad, entre ellos, Argentina donde, según un estudio realizado por Ingrid Bain (INTA-Trelew), la producción de leche de oveja es una alternativa interesante para los productores ovinos de la Patagonia (al sur del país).

La producción de leche de oveja en Argentina superó las 550 mil toneladas en la campaña 2001-2002, con 56 explotaciones ovinas lecheras, un censo de 3200 ovejas y 27 queserías (SAGYPA). Durante estos últimos años este sector ha continuado su nivel de desarrollo, orientando su actividad hacia las producciones lácteas de mayor calidad.

En este sentido, desde el INTA-Trelew se ha venido trabajando con los productores en la mejora de la calidad de la leche de los rebaños ovinos, principalmente, en el Valle Inferior del río Chubut.

La leche de oveja se caracteriza por su alto contenido de sólidos totales (especialmente de grasas y proteínas, con porcentajes de 6,5-12,0, y 4,8-6,5, respectivamente), y por presentar también otras características cualitativas muy variables: densidad = 1,033-1,040 g/ cc, punto crioscópico = -0,565/-0,583º C, acidez = 18-24º Dornic, pH = 6,6-6,8, lactosa = 4,6-4,8%, minerales = 0,8-1,2%, etc.

Esta leche es una excelente materia prima para las industrias lácteas, principalmente, en la elaboración de quesos, con elevados rendimientos de transformación (3-4 en quesos frescos, y 6-8 en quesos madurados, valores expresados en litros de leche por kilogramo de queso). Estas cifras son muy superiores a las de las especies bovina y caprina.

No obstante, estos rendimientos empeoran significativamente en función de la calidad de la leche producida: composición físico-química (grasa, proteína, lactosa, calcio), características higiénico-sanitarias (bacterias, células somáticas, sustancias inhibidoras), y propiedades organolépticas (aspecto, color, olor sabor); sin olvidar, otros factores más ligados a los sistemas productivos y al manejo de las explotaciones rebaños (raza, selección, alimentación,reproducción, instalaciones, etc.).

La actuación sobre todos estos aspectos ha permitido mejorar la calidad de la leche de oveja producida en la región. De cara al futuro, los esfuerzos por desarrollar este sector no acaban al asegurar la producción de leche de calidad sino que ahora se encaminan a la modificación de la estacionalidad (época de lactación), ya que para consolidarse la industria láctea necesita un suministro constante de leche para que sus instalaciones puedan funcionar a pleno rendimiento todo el año.

Fuente: Elaboración de quesos artesanales con leche de oveja: Valle Inferior del Río Chubut, idia XXI (artículo). Ingrid Bain (INTA-Trelew). Chubut (Argentina).
José Luis Ares Cea (profesor-cooperación internacional)

DIVERSIFICACIÓN PRODUCCIÓN LÁCTEA OVINA PATAGONIA (ARGENTINA): TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA INTA-CHUBUT

La necesidad de diversificar las producciones ovinas tradicionales, debido principalmente a la caída de los precios de la carne y de la lana en el mercado internacional, está favoreciendo la reconversión hacia la producción de leche y quesos de oveja en gran parte de las explotaciones ganaderas del sur de Argentina, en especial, las ubicadas en el Valle Inferior del Río Chubut (Patagonia), según un estudio realizado por Ingrid Bain (INTA-Trelew).

En este sentido, y para dar apoyo técnico a los productores de la región, la Estación Experimental Agropecuaria de Trelew del Instituto de Tecnología Agropecuaria de Argentina (INTA), comenzó a trabajar en 1996 en el fomento y desarrollo de la actividad láctea en el Valle Inferior del río Chubut (cuenca lechera).

Para ello, el equipo técnico dirigido por Edgardo Salgado estudió los sistemas ovinos tradicionales de la región, realizando una amplia prospección para recopilar la información real en los propios establecimientos de la zona, y que una vez analizada sirvió de base para el plantemaniento y ejecución de diversos proyectos de experimentación e investigación contando con la participación activa de los productores.

Entre los temas abordados, figuran la producción de forraje, la formulación de dietas para ovejas lecheras, la selección y mejora genética de los rebaños ovinos, el manejo de la reproducción, entre otros. Tras los diversos estudios y ensayos realizados en condiciones de campo, los resultados obtenidos en las líneas de trabajo fueron transferidos al sector productor.

Desde la Estación Experimental del INTA-Trelew se consiguió intensificar la actividad ovina de la región, modificando progresivamente el sistema tradicional de producción de carne y lana por otro sistema mixto de leche y carne más orientado al mercado de los productos de mayor calidad.

En las zonas con un alto potencial forrajero se apuesta por la producción de leche destinada a la elaboración de quesos artesanales de oveja (pasta blanda, semidura y dura).


Fuente: Informe (INTA-Trelew). Chubut (Argentina).
José Luis Ares Cea (profesor-cooperación internacional)