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miércoles, 7 de diciembre de 2016

PUBLICACIÓN: REVISTA 2016-7 MADRID (ESPAÑA)

Título: REPRODUCCIÓN ANIMAL: DIAGNÓSTICO Y LÍNEAS DE ACTUACIÓN DEL CAPRINO EN ESPAÑA.
Revista: Industrias Lácteas Españolas (ILE)
Temática: Sector lácteo, Producción caprina, Diagnóstico sectorial, Líneas de actuación, Anatomía, Reproducción, Manejo reproductivo, Gestación, Partos.
Claves: ganadería, industria, sector lácteo, caprino, situación actual, perspectivas sectoriales, reproducción, anatomía, aparato reproductor, sincronización de los celos, cubrición, inseminación, gestación, parto.
Contenidos: Introducción, Situación y perspectivas, Sector caprino, Análisis DAFO, Fortalezas, Debilidades, Amenazas, Oportunidades, Propuestas de actuación, Comentarios generales.
Ilustraciones: Fotografías, figuras, tablas.
Autoría: José Luis Ares Cea.
Editorial: Publicaciones Técnicas Alimentarias.
Lugar de publicación: Madrid (España).
Volumen/ número: 38, noviembre 446.
Páginas inicial/ final: 12/27.
Idioma: español.
Año: 2016.
 
Fuente: Circular informativa (2017). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). María Jesús Jiménez Horwitz (presidenta). Sede AQAA: Jayena (Granada, España).
José Luis Ares Cea (asesor científico)

martes, 23 de octubre de 2012

EL ÁCIDO FÓLICO EN LOS ALIMENTOS

Según la frecuencia y la cantidad consumida se pueden establecer las siguientes tres categorías de alimentos:

*Alimentos preferentes: se consumen con frecuencia y en cantidades abundantes:

Leche y lácteos: Leche, yogures y otras leches fermentadas, productos lácteos no excesivamente grasos o dulces (cuajada, petit suisse), quesos fermentados (lácticos, pasta azul).

Carnes, pescado, huevos y derivados: Todo tipo de carnes (preferible las magras) y pescados, hígado, riñón, huevo.

Cereales, patatas y legumbres: Todos salvo los indicados como "alimentos limitados".

Verduras: Todas, mejor frescas, en ensalada o poco cocidas. Las más ricas en folatos son: endibias, escarola, berros, acelga, espinacas, col, lombarda, coles de Bruselas y repollo.

Frutas: Todas. Las más ricas en folatos son: fresa, fresón, frambuesa, naranja, mango, melón, y kiwi.

Bebidas: Todas salvo las indicadas en el resto de apartados. Zumo de naranja. Cerveza sin alcohol.

Grasas: Aceites de oliva y semillas (girasol, maíz, soja), mantequilla o margarina.

Otros productos: Levadura de cerveza y germen de trigo.


*Alimentos permitidos: se consumen ocasionalmente y con moderación:

Leche y lácteos: Productos lácteos más calóricos (flanes, natillas, arroz con leche).

Carne y sus derivados: Carnes y derivados cárnicos semigrasos (salchichas y hamburguesas comerciales...), fiambres.

Cereales y legumbres: Bollería sencilla (bollo suizo, bizcochos de soletilla, de desayuno tipo Génova).

Frutas y verduras: desecadas (higos, pasas, dátiles, ciruelas...). Verduras en conserva.

Bebidas: Refrescos y bebidas alcohólicas de baja graduación (vino de mesa, cerveza, sidra).

Otros productos: “Fast-food”, “snacks” (dulces y salados). Frutos secos.


*Alimentos limitados: se consumen esporádicamente y en pequeñas cantidades:

Leche y lácteos: Leche condensada y lácteos enriquecidos con nata.

Carnes: Las más grasas y productos de charcutería (embutidos, foie gras, paté).

Cereales: Bollería convencional, productos de pastelería y repostería.

Bebidas: Bebidas alcohólicas de alta graduación.

Diversos estudios científicos (NHANES III, CSFII), indican que la mayoría de adultos no consumen la cantidad adecuada de ácido fólico o folato; en este sentido, el programa de fortificación alimentaria de Estados Unidos ha incrementado el contenido de ácido fólico comúnmente consumido en alimentos como cereales y granos para alcanzar las cantidades diarias recomendadas.

El riesgo de toxicidad por consumo de ácido fólico es bastante bajo; se recomienda no superar una ingesta máxima tolerable de 1 miligramos en adultos (hombres y mujeres) y de 800 microgramos para mujeres embarazadas y lactantes menores de 18 meses de edad. Asimismo, los suplementos de ácido fólico no deberían exceder estos límites máximos tolerables para prevenir la deficiencia enmascarada de vitamina B12. En este sentido, las deficiencias de la vitamina B12 puede ocasionar la anemia perniciosa.

Otras investigaciones sugieren que los niveles altos de ácido fólico pueden interferir con algunos tratamientos contra la malaria. Se ha visto también que bajos niveles de ácido fólico aparecen relacionados con cuadros depresivos. Por otra parte, el contenido de ácido fólico (800 microgramos diarios) influyó positivamente en las personas mayores de 50 años mejorando la memoria a corto plazo, la agilidad mental y la fluidez verbal. Asimismo, su presencia influye positivamente en la fertilidad de hombres y mujeres. En las personas alcohólicas es común la falta de ácido fólico debido principalmente a su mala alimentación; también se encontraron niveles bajos en personas que abusan del consumo de comida procesada.

Fuente: Informe Técnico. Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA).
José Luis Ares Cea (profesor)

EL ÁCIDO FÓLICO Y LA SALUD HUMANA

El ácido fólico es efectivo en el tratamiento de ciertas anemias. Se encuentra tanto en los alimentos de origen animal (vísceras) como vegetal (verduras verdes, frutas, legumbres, frutos secos, granos enteros, levadura de cerveza). En los primeros años de su descubrimiento (1931) se extrajo de la levadura de cerveza, y posteriormente, de la espinaca.

A diferencia de otras vitaminas hidrosolubles, el ácido fólico se almacena en el hígado y no es necesario ingerirlo diariamente. También se lo puede encontrar en forma de comprimidos fabricados por laboratorios farmacéuticos y empresas de complementos alimenticios.

Sin embargo, entre las principales causas de su carencia hay que señalar la mala alimentación; en este sentido, conviene tener en cuenta que el ácido fólico se pierde en los alimentos conservados a temperatura ambiente y durante la cocción de los mismos.

Dada su importancia en la replicación del ADN, su deficiencia llega a dificultar la síntesis y división celular, afectando principalmente la médula ósea, un sitio de recambio celular rápido. En el caso del ARN, su papel en la síntesis de éste y de las proteínas no se interrumpe completamente, sino que se forman células sanguíneas largas o sin forma regular denominadas megaloblastos, dando lugar a la anemia megaloblástica. En este sentido, la presencia de ácido fólico, tanto en niños como en adultos, favorece la producción de células sanguíneas normales y ayuda a prevenir la anemia.

El ácido fólico es importante en las mujeres embarazadas, el consumo del mismo durante la gestación contribuye a la protección del feto contra malformaciones congénitas incluyendo posibles alteraciones en el tubo neural, la espina bífida, y afecciones dorsales, por lo que se recomienda su ingestión adicional en la dieta suplementada antes y durante el embarazo. Es importante tener en cuenta  que el cerebro y la médula espinal se forman a partir del tubo neural durante el primer mes de embarazo, y el consumo de ácido fólico impide que se desarrollen malformaciones.

En el caso de mujeres embarazadas se recomienda un consumo diario de 600 a 800 microgramos, que es el doble recomendado para mujeres no embarazadas. Se trata de un nutriente necesario para el buen desarrollo del feto durante los primeros meses de gestación. Los ginecólogos suelen recomendar su ingesta varios meses antes del embarazo y se continua suministrando durante los tres primeros meses de embarazo; existen estudios que demuestran que su consumo reduce entre un 50% y 70% el riesgo de la aparición de enfermedades en el recién nacido, así como los porcentajes de nacimientos prematuros y niños de bajo peso.

Si la mujer tiene suficiente ácido fólico en el organismo antes del embarazo, se previenen deformaciones en la placenta que podrían ocasionar abortos, o defectos de nacimiento en el cerebro (anencefalia) y en la columna vertebral (espina bífida) del recién nacido, debidos a un mal cierre del tubo neural en los extremos cefálico y caudal respectivamente. La espina bífida es un defecto en la columna, que puede causar la parálisis de la parte inferior del cuerpo, la falta de control del intestino y la vejiga, y dificultades en el aprendizaje. Si el feto sufre déficit de ácido fólico durante la gestación también puede padecer anemia megaloblástica, ser prematuro o presentar bajo peso al nacer. La madre puede sufrir eclampsia, un proceso que cursa con hipertensión y albuminuria.

Las deficiencias de ácido fólico en el organismo humano pueden deberse a varias causas: cuando las necesidades del mismo son altas, cuando la ingesta diaria de ácido fólico en la dieta es inadecuada, y cuando el organismo elimina más ácido fólico de lo usual. Los problemas más frecuentes en el organismo humano son la aparición de diarreas, falta de apetito, pérdida de peso, así como otros síntomas adicionales (debilidad, lengua dolorida, dolor de cabeza, taquicardia, irritabilidad y desórdenes de conducta). En niños, la deficiencia de ácido fólico puede retardar el crecimiento.


Fuente: Informe Técnico. Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA).
José Luis Ares Cea (profesor)