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lunes, 29 de julio de 2013

ESCUELA VERANO: GRUPO 2-2 CONCLUSIÓN 1996 BAEZA (ESPAÑA)

Continuando con las actividades desarrolladas en el Grupo de Trabajo 2 "Un nuevo perfil del Profesorado Agrario para afrontar los cambios en la Agricultura", cuyos animadores son Antonio Pérez Romero (CIFA Camino de Purchil, Granada) e Ildefonso Carrasco Clavijo, coordinador del Grupo de Trabajo de Actividades agrarias y director del Instituto de Formación Profesional (Lebrija, Sevilla), en el marco de la I Escuela de Verano para Profesores Agrarios, organizada por la Dirección General de Investigación y Formación Agraria de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía en la localidad de Baeza (Jaén, España), entre los días 2 al 5 de julio de 1996, se detallan a continuación las siguientes conclusiones correspondientes al primer apartado.

a)-Definición del perfil del profesorado agrario:

Las características, atributos, funciones, etcétera., definidas por los miembros del Grupo de Trabajo 2 para este profesorado son, con carácter general, las siguientes:

1-Preparación técnica: 

  • Acreditación de la preparación técnica del profesorado mediante titulaciones universitarias de la rama agraria de nivel superior o medio, como mínimo. Para determinadas enseñanzas podrán colaborar 'expertos profesionales' o personas con otro tipo de titulaciones académicas.
  • Se sugiere que estos titulados debieran tener, para mejorar su formación técnica, un período de prácticas o de estancias de formación en empresas agrarias.  
  • Igualmente, debieran ser conocedores de la problemática específica que afecta a los agricultores ubicados en el área de influencia del centro formativo.
  • Habría que incluir la experiencia profesional agraria en los procesos de selección del profesorado.
  • Las universidades deberían hacer un mayor esfuerzo en la actualización permanente de los planes de estudio, lo que redundará en la mejor preparación de los nuevos titulados y, por tanto, en los futuros profesores agrarios.
2-Preparación pedagógica:

  • La formación pedagógica básica del profesorado agrario debería reforzarse, bien mediante un curso de carácter obligatorio, de un año de duración, o bien a través de la participación de los docentes en materias optativas sobre ciencias de la educación, que debieran incluirse en los nuevos planes de estudio.
  • Asimismo, habría que analizar la posibilidad de realizar prácticas docentes obligatorias en los centros educativos.
3-Polivalencia-especialización: 

  • Con carácter general, habría que exigir una polivalencia disciplinar para los profesores que impartan enseñanzas agrarias.
  • Para niveles educativos de mayor cualificación profesional o en los casos de determinados programas específicos, es aconsejable que el profesorado tenga una especialización en dicha área.
4-Nuevas funciones:

  • Las funciones tutoriales y orientadoras del alumnado, en su más amplia acepción, deberían estar integradas en el propio perfil docente. Se debe contemplar dentro de esta responsabilidad, las actividades de asistencia de los alumnos por parte de los profesores.tutores durante los períodos de prácticas en los centros formativos.
  • Dados los cambios continuados en el medio rural, todos los profesores agrarios, además de la adecuada preparación de las disciplinas impartidas, deberán actualizar sus conocimientos incorporando las nuevas informaciones e innovaciones a los procesos de enseñanza-aprendizaje, tales como: Legislación y normativa agrarias, Ayudas y medidas agroambientales, Preservación del medio natural, Los marcos institucionales internacionales (PAC, GATT, FAO, etc.), Técnicas de formación en materia de autoaprendizaje permanente, Estrategias y cambios en las actividades profesionales, Aplicación de nuevas tecnologías, Gestión empresarial, etc.
  • Los profesores, en la medida que lo permitan los recursos humanos disponibles en los centros formativos, deberían implicarse en las nuevas etapas y finalidades de la denominada 'Intervención Sistemática Agraria', en especial, en lo relativo a potenciar: a)-Un mayor conocimiento de los destinatarios de la formación y de sus problemas y verdaderas necesidades; b)-Fomentar la participación y coordinación de los diversos estamentos e instituciones (Profesorado, Organizaciones profesionales agrarias, Agricultores y Ganaderos, Sindicatos, Administraciones públicas, etc.), en el diseño y la elaboración de los programas formativos; c)-Iniciar o ampliar, en su caso, acciones de seguimiento y asesoramiento técnico, que faciliten la adopción y puesta en marcha de las mejoras técnicas en las explotaciones agrarias del alumnado; d)-Intervención activa del profesorado agrario en la asunción de estas funciones fuera del propio entorno escolar, respetando las peculiaridades de cada institución educativa (universidades, institutos de enseñanza secundaria, centros de capacitación agraria, escuelas privadas, etc.).
5-Otros aspectos destacables:
  • Facilitar la homologación de las enseñanzas agrarias en todo el territorio, impulsando la coordinación entre las diversas Administraciones públicas con competencias en esta materia, así como los procesos de convalidación de los estudios realizados en distintas instituciones y entidades formativas.
  • Fomentar una mayor intercomunicación entre los profesores agrarios de los distintos centros formativos.
  • Impulsar la adaptación y nivel de eficacia de los profesores mediante el uso de metodologías de trabajo en equipos docentes integrados.
  • Propiciar un cambio de mentalidad del profesorado agrario más permeable y abierta a los nuevos tiempos.




Fuente: Circular informativa (1998). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). Gonzalo Ramírez Miquel (presidente). Sede AQAA: Bobadilla Estación (Málaga, España).
José Luis Ares Cea (asesor científico)