miércoles, 22 de julio de 2015

CULTURA CIENTÍFICA-5

Existen numerosos estudios e informes de expertos que analizan los efectos negativos de los recortes presupuestarios en materia de Investigación y Desarrollo (I+D), y sus nefastas consecuencias, en especial a medio y largo plazo. En otros campos las fluctuaciones en las políticas de inversión tienen una incidencia menor sobre las futuras estrategias. En el sector de la construcción en unos pocos meses se pueden levantar completamente partiendo de la nada grandes edificios, polígonos, naves, etc. Una fábrica de cualquier sector productivo que ha permanecido cerrada durante cierto tiempo se puede poner en marcha al día siguiente, tan solo con un mantenimiento adecuado de sus instalaciones y disponiendo de los recursos humanos necesarios. La presencia o ausencia de una empresa en un mercado se puede impulsar o corregir mediante un marketing agresivo...

Pero el caso de la I+D es diferente, ya que se requieren muchos años para conseguir que un técnico o un investigador trabaje a pleno rendimiento, y obtenga los resultados esperados, para mejorar las condiciones de funcionamiento de una empresa o la calidad de vida de los seres humanos. Ni que decir tiene lo que cuesta consolidar un grupo de investigación, un equipo científico o simplemente una línea de trabajo dentro de cualquier área temática o disciplina. En el caso de España, se estima que los recortes presupuestarios realizados en I+D durante los últimos tres años, tendrán negativas repercusiones durante, al menos, la próxima década. Asimismo, esta situación de escasez presupuestaria, tanto en recursos humanos como en equipamiento, afectará mayoritariamente a los grupos de I+D más pequeños, ya que los más potentes y consolidados podrán seguir funcionando aunque tengan que reorientar sus prioridades. Por otra parte, será cada vez más difícil que los grupos pequeños obtengan financiación en las convocatorias públicas debido a una competencia 'feroz' con los más grandes, salvo algunas excepciones debidas a apoyos puntuales por parte de las comunidades autónomas con interés en determinadas líneas de trabajo.

En una época de escasos recursos como la actual, Mulet (2013) propone estimular la capacidad de innovación de las empresas españolas a través de las acciones de I+D, cuyos efectos pueden notarse en períodos de tiempo más o menos cortos, incluso con resultados positivos tangibles para la salida de la crisis económica. En este sentido, afirma que la Investigación es fundamental para asegurar la propia sostenibilidad del sistema productivo español, haciendo especial hincapié en el apoyo al talento ya existente, aunque haya que dejar para más adelante la adopción de políticas de crecimiento basadas en la incorporación de nuevos recursos. Sin embargo, no hay que olvidar que el talento no aparece de repente dónde, cuándo y cómo pretenden las estrategias políticas.


José Luis Ares Cea (divulgador científico)