La reutilización de los silos y graneros constituye una excelente iniciativa para preservar un rico patrimonio agroindustrial extendido por toda la geografía española, integrando actualmente una Red nacional de 672 y 277 dependencias, respectivamente. Aunque algunos de estas dependencias se han perdido con el paso de los años, desde su creación por parte del antiguo Servicio Nacional del Trigo en la década de los cuarenta, para satisfacer las necesidades de cereales para la alimentación de la población española. Desde el año 1945 hasta 1990, se construyeron más de 900 edificaciones de este tipo en todo el país, localizándose más de un 15% en Andalucía, llegando a considerarse como parte del "paisaje rural" de muchas localidades andaluzas.
En una nota de prensa escrita por Ginés Donaire (El País, 5/1/2013) se hace referencia a la reciente iniciativa conjunta del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Andalucía y de un grupo de arquitectos investigadores, para poner en valor estas valiosas infraestructuras, la mayor parte de ellas en buen estado de conservación, aprovechándolas en nuevos usos que permitan su protección en el futuro. En opinión de Jerónimo Cejudo, decano del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Andalucía, los silos y graneros son "un hito en el paisaje rural, las catedrales del campo".
Durante varias décadas, estas instalaciones permitieron el almacenamiento de las cosechas de cereales, fomentando así el desarrollo del sector agroalimentario español, cobrando gran importancia en las épocas de escasez de alimentos; sin embargo, su utilización fue perdiendo interés, tras la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea y, a medida, que se producía la liberalización de los mercados, con la consiguiente merma de funcionalidad.
En este sentido, para el grupo promotor de la iniciativa de recuperación de estas infraestructuras, hay que evitar que se produzca una pérdida del patrimonio rural, tal y como ha ocurrido con las instalaciones de otros sectores económicos, entre ellos, la minería, los trenes, o los molinos harineros. Según Carlos Mateo Caballos, portavoz del grupo promotor de esta iniciativa, aún es posible integrar esta Red de silos y graneros dentro de las estrategias de desarrollo rural, social, económico y cultural de los diversos municipios donde se localizan, destinándolas a nuevos usos.
Este arquitecto, junto con David Salamanca, dirigen el grupo de investigadores que ha realizado un inventario de estas instalaciones en Andalucía, a partir del estudio de más de diez mil planos históricos procedentes del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), concluyendo que casi el 90% de estas dependencias están actualmente sin funcionamiento, siendo muy pocas las que tienen su uso agrícola originario al haber sido alquiladas por los ayuntamientos a otras empresas o particulares para dichos fines.
Para evitar la pérdida de este importante patrimonio rural, algunos municipios han optado por aprovechar estas infraestructuras destinándolas a diversos usos, tales como sedes culturales, teatros, museos, miradores, centros de recepción de visitantes y turistas, bibliotecas, etc. Por otra parte, según el inventario realizado por el grupo de estudio, el 75% de estas dependencias se encuentran en un estado de conservación bueno o muy bueno, por lo que resultaría sencilla y rápida su disponibilidad para su adecuación a otros usos, teniendo en cuenta además que el 80% de estas instalaciones cuenta con una superficie entre 1.000 y 5.000 metros cuadrados.
Asimismo, el grupo de trabajo conjunto formula una serie de propuestas concretas de aprovechamiento para una quincena de dependencias actualmente en desuso; por ejemplo, la transformación de estas instalaciones en un vivero de empresas (Jerez de la Frontera), hotel (Arcos de la Frontera), aula ambiental (Baena), observatorio de aves (Fuente de Piedra), centro cultural (La Higuera), residencial privado (Úbeda), archivo general de la Junta de Andalucía (Sevilla), etc. Por otra parte, con objeto de reconocer y divulgar el valor de estos edificios, los fotógrafos Alfonso Terry, Tomás Murube e Ignacio Conradi, de la empresa Meridion Photo, se han propuesto la realización de un amplio reportaje fotográfico y la posterios publicación de un libro sobre este importante patrimonio rural. Mis felicitaciones por esta magnífica iniciativa!
Fuente: Circular informativa (2014). Asociación de Queseros Artesanos de Andalucía (AQAA). María Jesús Jiménez Horwitz (presidenta). Sede AQAA: Jayena (Granada, España).
José Luis Ares Cea (asesor científico)